jueves, 31 de octubre de 2013

LA OCASION

Ecl.9.11. Me volví y vi debajo del sol, que ni es de los ligeros la carrera, ni la guerra de los fuertes, ni aun de los sabios el pan, ni de los prudentes las riquezas, ni de los elocuentes el favor; sino que tiempo y ocasión acontecen a todos. Rom.14.1. Recibid al débil en la fe, pero no para contender sobre opiniones. Rom.14.2. Porque uno cree que se ha de comer de todo; otro, que es débil, come legumbres. Rom.14.3. El que come, no menosprecie al que no come, y el que no come, no juzgue al que come; porque Dios le ha recibido. Rom.14.4. ¿Tú quién eres, que juzgas al criado ajeno? Para su propio señor está en pie, o cae; pero estará firme, porque poderoso es el Señor para hacerle estar firme. Rom.14.5. Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente. Rom.14.6. El que hace caso del día, lo hace para el Señor; y el que no hace caso del día, para el Señor no lo hace. El que come, para el Señor come, porque da gracias a Dios; y el que no come, para el Señor no come, y da gracias a Dios. Rom.14.7. Porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí. Rom.14.8. Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos. Rom.14.9. Porque Cristo para esto murió y resucitó, y volvió a vivir, para ser Señor así de los muertos como de los que viven. Rom.14.10. Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo. Rom.14.11. Porque escrito está: Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se doblará toda rodilla, Y toda lengua confesará a Dios. Rom.14.12. De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí. Rom.14.13. Así que, ya no nos juzguemos más los unos a los otros, sino más bien decidid no poner tropiezo u ocasión de caer al hermano. 2Co.11.3. Pero temo que como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean de alguna manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo. 2Co.11.4. Porque si viene alguno predicando a otro Jesús que el que os hemos predicado, o si recibís otro espíritu que el que habéis recibido, u otro evangelio que el que habéis aceptado, bien lo toleráis; 2Co.11.5. y pienso que en nada he sido inferior a aquellos grandes apóstoles. 2Co.11.6. Pues aunque sea tosco en la palabra, no lo soy en el conocimiento; en todo y por todo os lo hemos demostrado. 2Co.11.7. ¿Pequé yo humillándome a mí mismo, para que vosotros fueseis enaltecidos, por cuanto os he predicado el evangelio de Dios de balde? 2Co.11.8. He despojado a otras iglesias, recibiendo salario para serviros a vosotros. 2Co.11.9. Y cuando estaba entre vosotros y tuve necesidad, a ninguno fui carga, pues lo que me faltaba, lo suplieron los hermanos que vinieron de Macedonia, y en todo me guardé y me guardaré de seros gravoso. 2Co.11.10. Por la verdad de Cristo que está en mí, que no se me impedirá esta mi gloria en las regiones de Acaya. 2Co.11.11. ¿Por qué? ¿Porque no os amo? Dios lo sabe. 2Co.11.12. Mas lo que hago, lo haré aún, para quitar la ocasión a aquellos que la desean, a fin de que en aquello en que se glorían, sean hallados semejantes a nosotros. 2Co.11.13. Porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo. 2Co.11.14. Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. 2Co.11.15. Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras. 1Te.5.1. Pero acerca de los tiempos y de las ocasiones, no tenéis necesidad, hermanos, de que yo os escriba. 1Te.5.2. Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche; 1Te.5.3. que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán. 1Te.5.4. Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón. 1Te.5.5. Porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos del día; no somos de la noche ni de las tinieblas. 1Te.5.6. Por tanto, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios. 1Te.5.7. Pues los que duermen, de noche duermen, y los que se embriagan, de noche se embriagan. 1Te.5.8. Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza de fe y de amor, y con la esperanza de salvación como yelmo. 1Te.5.9. Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo, 1Te.5.10. quien murió por nosotros para que ya sea que velemos, o que durmamos, vivamos juntamente con él. 1Ti.5.4. Pero si alguna viuda tiene hijos, o nietos, aprendan éstos primero a ser piadosos para con su propia familia, y a recompensar a sus padres; porque esto es lo bueno y agradable delante de Dios. 1Ti.5.5. Mas la que en verdad es viuda y ha quedado sola, espera en Dios, y es diligente en súplicas y oraciones noche y día. 1Ti.5.6. Pero la que se entrega a los placeres, viviendo está muerta. 1Ti.5.7. Manda también estas cosas, para que sean irreprensibles; 1Ti.5.8. porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo. 1Ti.5.9. Sea puesta en la lista sólo la viuda no menor de sesenta años, que haya sido esposa de un solo marido, 1Ti.5.10. que tenga testimonio de buenas obras; si ha criado hijos; si ha practicado la hospitalidad; si ha lavado los pies de los santos; si ha socorrido a los afligidos; si ha practicado toda buena obra. 1Ti.5.11. Pero viudas más jóvenes no admitas; porque cuando, impulsadas por sus deseos, se rebelan contra Cristo, quieren casarse, 1Ti.5.12. incurriendo así en condenación, por haber quebrantado su primera fe. 1Ti.5.13. Y también aprenden a ser ociosas, andando de casa en casa; y no solamente ociosas, sino también chismosas y entremetidas, hablando lo que no debieran. 1Ti.5.14. Quiero, pues, que las viudas jóvenes se casen, críen hijos, gobiernen su casa; que no den al adversario ninguna ocasión de maledicencia. 1Ti.5.15. Porque ya algunas se han apartado en pos de Satanás.

CUAL ES NUESTRO PRETEXTO ?

Mat.23.14. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque devoráis las casas de las viudas, y como pretexto hacéis largas oraciones; por esto recibiréis mayor condenación. Mat.23.15. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque recorréis mar y tierra para hacer un prosélito, y una vez hecho, le hacéis dos veces más hijo del infierno que vosotros. Mat.23.16. ¡Ay de vosotros, guías ciegos! que decís: Si alguno jura por el templo, no es nada; pero si alguno jura por el oro del templo, es deudor. Mat.23.17. ¡Insensatos y ciegos! porque ¿cuál es mayor, el oro, o el templo que santifica al oro? Mat.23.18. También decís: Si alguno jura por el altar, no es nada; pero si alguno jura por la ofrenda que está sobre él, es deudor. Mat.23.19. ¡Necios y ciegos! porque ¿cuál es mayor, la ofrenda, o el altar que santifica la ofrenda? Mat.23.20. Pues el que jura por el altar, jura por él, y por todo lo que está sobre él; Mat.23.21. y el que jura por el templo, jura por él, y por el que lo habita; Mat.23.22. y el que jura por el cielo, jura por el trono de Dios, y por aquel que está sentado en él. Luc.20.46. Guardaos de los escribas, que gustan de andar con ropas largas, y aman las salutaciones en las plazas, y las primeras sillas en las sinagogas, y los primeros asientos en las cenas; Luc.20.47. que devoran las casas de las viudas, y por pretexto hacen largas oraciones; éstos recibirán mayor condenación. Fil.1.3. Doy gracias a mi Dios siempre que me acuerdo de vosotros, Fil.1.4. siempre en todas mis oraciones rogando con gozo por todos vosotros, Fil.1.5. por vuestra comunión en el evangelio, desde el primer día hasta ahora; Fil.1.6. estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo; Fil.1.7. como me es justo sentir esto de todos vosotros, por cuanto os tengo en el corazón; y en mis prisiones, y en la defensa y confirmación del evangelio, todos vosotros sois participantes conmigo de la gracia. Fil.1.8. Porque Dios me es testigo de cómo os amo a todos vosotros con el entrañable amor de Jesucristo. Fil.1.9. Y esto pido en oración, que vuestro amor abunde aun más y más en ciencia y en todo conocimiento, Fil.1.10. para que aprobéis lo mejor, a fin de que seáis sinceros e irreprensibles para el día de Cristo, Fil.1.11. llenos de frutos de justicia que son por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios. Fil.1.12. Quiero que sepáis, hermanos, que las cosas que me han sucedido, han redundado más bien para el progreso del evangelio, Fil.1.13. de tal manera que mis prisiones se han hecho patentes en Cristo en todo el pretorio, y a todos los demás. Fil.1.14. Y la mayoría de los hermanos, cobrando ánimo en el Señor con mis prisiones, se atreven mucho más a hablar la palabra sin temor. Fil.1.15. Algunos, a la verdad, predican a Cristo por envidia y contienda; pero otros de buena voluntad. Fil.1.16. Los unos anuncian a Cristo por contención, no sinceramente, pensando añadir aflicción a mis prisiones; Fil.1.17. pero los otros por amor, sabiendo que estoy puesto para la defensa del evangelio. Fil.1.18. ¿Qué, pues? Que no obstante, de todas maneras, o por pretexto o por verdad, Cristo es anunciado; y en esto me gozo, y me gozaré aún. 1Pe.2.6. Por lo cual también contiene la Escritura: He aquí, pongo en Sion la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa; Y el que creyere en él, no será avergonzado. 1Pe.2.7. Para vosotros, pues, los que creéis, él es precioso; pero para los que no creen, La piedra que los edificadores desecharon, Ha venido a ser la cabeza del ángulo; 1Pe.2.8. y: Piedra de tropiezo, y roca que hace caer, porque tropiezan en la palabra, siendo desobedientes; a lo cual fueron también destinados. 1Pe.2.9. Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; 1Pe.2.10. vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia. 1Pe.2.11. Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma, 1Pe.2.12. manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles; para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, al considerar vuestras buenas obras. 1Pe.2.13. Por causa del Señor someteos a toda institución humana, ya sea al rey, como a superior, 1Pe.2.14. ya a los gobernadores, como por él enviados para castigo de los malhechores y alabanza de los que hacen bien. 1Pe.2.15. Porque esta es la voluntad de Dios: que haciendo bien, hagáis callar la ignorancia de los hombres insensatos; 1Pe.2.16. como libres, pero no como los que tienen la libertad como pretexto para hacer lo malo, sino como siervos de Dios.

miércoles, 30 de octubre de 2013

EL DADOR

2Co.9.7. Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. 2Co.9.8. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra; 2Co.9.9. como está escrito: Repartió, dio a los pobres; Su justicia permanece para siempre. 2Co.9.10. Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia, 2Co.9.11. para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios. 2Co.9.12. Porque la ministración de este servicio no solamente suple lo que a los santos falta, sino que también abunda en muchas acciones de gracias a Dios; 2Co.9.13. pues por la experiencia de esta ministración glorifican a Dios por la obediencia que profesáis al evangelio de Cristo, y por la liberalidad de vuestra contribución para ellos y para todos; 2Co.9.14. asimismo en la oración de ellos por vosotros, a quienes aman a causa de la superabundante gracia de Dios en vosotros. 2Co.9.15. ¡Gracias a Dios por su don inefable! San.4.11. Hermanos, no murmuréis los unos de los otros. El que murmura del hermano y juzga a su hermano, murmura de la ley y juzga a la ley; pero si tú juzgas a la ley, no eres hacedor de la ley, sino juez. San.4.12. Uno solo es el dador de la ley, que puede salvar y perder; pero tú, ¿quién eres para que juzgues a otro? San.4.13. ¡Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos; San.4.14. cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece. San.4.15. En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello. San.4.16. Pero ahora os jactáis en vuestras soberbias. Toda jactancia semejante es mala; San.4.17. y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.

EL SER COLABORADOR

1Co.2.12. Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, 1Co.2.13. lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual. 1Co.2.14. Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. 1Co.2.15. En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie. 1Co.2.16. Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo. 1Co.3.1. De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. 1Co.3.2. Os di a beber leche, y no vianda; porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía, 1Co.3.3. porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres? 1Co.3.4. Porque diciendo el uno: Yo ciertamente soy de Pablo; y el otro: Yo soy de Apolos, ¿no sois carnales? 1Co.3.5. ¿Qué, pues, es Pablo, y qué es Apolos? Servidores por medio de los cuales habéis creído; y eso según lo que a cada uno concedió el Señor. 1Co.3.6. Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios. 1Co.3.7. Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento. 1Co.3.8. Y el que planta y el que riega son una misma cosa; aunque cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor. 1Co.3.9. Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios. 2Co.8.16. Pero gracias a Dios que puso en el corazón de Tito la misma solicitud por vosotros. 2Co.8.17. Pues a la verdad recibió la exhortación; pero estando también muy solícito, por su propia voluntad partió para ir a vosotros. 2Co.8.18. Y enviamos juntamente con él al hermano cuya alabanza en el evangelio se oye por todas las iglesias; 2Co.8.19. y no sólo esto, sino que también fue designado por las iglesias como compañero de nuestra peregrinación para llevar este donativo, que es administrado por nosotros para gloria del Señor mismo, y para demostrar vuestra buena voluntad; 2Co.8.20. evitando que nadie nos censure en cuanto a esta ofrenda abundante que administramos, 2Co.8.21. procurando hacer las cosas honradamente, no sólo delante del Señor sino también delante de los hombres. 2Co.8.22. Enviamos también con ellos a nuestro hermano, cuya diligencia hemos comprobado repetidas veces en muchas cosas, y ahora mucho más diligente por la mucha confianza que tiene en vosotros. 2Co.8.23. En cuanto a Tito, es mi compañero y colaborador para con vosotros; y en cuanto a nuestros hermanos, son mensajeros de las iglesias, y gloria de Cristo. 2Co.8.24. Mostrad, pues, para con ellos ante las iglesias la prueba de vuestro amor, y de nuestro gloriarnos respecto de vosotros. Fil.2.25. Mas tuve por necesario enviaros a Epafrodito, mi hermano y colaborador y compañero de milicia, vuestro mensajero, y ministrador de mis necesidades; Fil.2.26. porque él tenía gran deseo de veros a todos vosotros, y gravemente se angustió porque habíais oído que había enfermado. Fil.2.27. Pues en verdad estuvo enfermo, a punto de morir; pero Dios tuvo misericordia de él, y no solamente de él, sino también de mí, para que yo no tuviese tristeza sobre tristeza. Fil.2.28. Así que le envío con mayor solicitud, para que al verle de nuevo, os gocéis, y yo esté con menos tristeza. Fil.2.29. Recibidle, pues, en el Señor, con todo gozo, y tened en estima a los que son como él; Fil.2.30. porque por la obra de Cristo estuvo próximo a la muerte, exponiendo su vida para suplir lo que faltaba en vuestro servicio por mí. Fil.4.3. Asimismo te ruego también a ti, compañero fiel, que ayudes a éstas que combatieron juntamente conmigo en el evangelio, con Clemente también y los demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el libro de la vida. Fil.4.4. Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! Fil.4.5. Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. Fil.4.6. Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Fil.4.7. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. Fil.4.8. Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad. Fil.4.9. Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros.

martes, 29 de octubre de 2013

EL ATRAER

Can.1.2. ¡Oh, si él me besara con besos de su boca! Porque mejores son tus amores que el vino. Can.1.3. A más del olor de tus suaves ungüentos, Tu nombre es como ungüento derramado; Por eso las doncellas te aman. Can.1.4. Atráeme; en pos de ti correremos. El rey me ha metido en sus cámaras; Nos gozaremos y alegraremos en ti; Nos acordaremos de tus amores más que del vino; Con razón te aman. Jua.12.23. Jesús les respondió diciendo: Ha llegado la hora para que el Hijo del Hombre sea glorificado. Jua.12.24. De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto. Jua.12.25. El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará. Jua.12.26. Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará. Jua.12.27. Ahora está turbada mi alma; ¿y qué diré? ¿Padre, sálvame de esta hora? Mas para esto he llegado a esta hora. Jua.12.28. Padre, glorifica tu nombre. Entonces vino una voz del cielo: Lo he glorificado, y lo glorificaré otra vez. Jua.12.29. Y la multitud que estaba allí, y había oído la voz, decía que había sido un trueno. Otros decían: Un ángel le ha hablado. Jua.12.30. Respondió Jesús y dijo: No ha venido esta voz por causa mía, sino por causa de vosotros. Jua.12.31. Ahora es el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado fuera. Jua.12.32. Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo. Jua.12.33. Y decía esto dando a entender de qué muerte iba a morir. Jua.12.34. Le respondió la gente: Nosotros hemos oído de la ley, que el Cristo permanece para siempre. ¿Cómo, pues, dices tú que es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado? ¿Quién es este Hijo del Hombre? Jua.12.35. Entonces Jesús les dijo: Aún por un poco está la luz entre vosotros; andad entre tanto que tenéis luz, para que no os sorprendan las tinieblas; porque el que anda en tinieblas, no sabe a dónde va. Jua.12.36. Entre tanto que tenéis la luz, creed en la luz, para que seáis hijos de luz. San.1.12. Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman. San.1.13. Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie; San.1.14. sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. San.1.15. Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte. San.1.16. Amados hermanos míos, no erréis. San.1.17. Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación. San.1.18. El, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas. San.1.19. Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse; San.1.20. porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios. San.1.21. Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas. San.1.22. Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. San.1.23. Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. San.1.24. Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era. San.1.25. Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace. San.1.26. Si alguno se cree religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana. San.1.27. La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo. San.2.1. Hermanos míos, que vuestra fe en nuestro glorioso Señor Jesucristo sea sin acepción de personas.

LA COSECHA

Éxo.23.16. También la fiesta de la siega, los primeros frutos de tus labores, que hubieres sembrado en el campo, y la fiesta de la cosecha a la salida del año, cuando hayas recogido los frutos de tus labores del campo. Éxo.23.17. Tres veces en el año se presentará todo varón delante de Jehová el Señor. Éxo.23.18. No ofrecerás con pan leudo la sangre de mi sacrificio, ni la grosura de mi víctima quedará de la noche hasta la mañana. Éxo.23.19. Las primicias de los primeros frutos de tu tierra traerás a la casa de Jehová tu Dios. No guisarás el cabrito en la leche de su madre. Éxo.23.20. He aquí yo envío mi Angel delante de ti para que te guarde en el camino, y te introduzca en el lugar que yo he preparado. Éxo.23.21. Guárdate delante de él, y oye su voz; no le seas rebelde; porque él no perdonará vuestra rebelión, porque mi nombre está en él. Isa.17.4. En aquel tiempo la gloria de Jacob se atenuará, y se enflaquecerá la grosura de su carne. Isa.17.5. Y será como cuando el segador recoge la mies, y con su brazo siega las espigas; será también como el que recoge espigas en el valle de Refaim. Isa.17.6. Y quedarán en él rebuscos, como cuando sacuden el olivo; dos o tres frutos en la punta de la rama, cuatro o cinco en sus ramas más fructíferas, dice Jehová Dios de Israel. Isa.17.7. En aquel día mirará el hombre a su Hacedor, y sus ojos contemplarán al Santo de Israel. Isa.17.8. Y no mirará a los altares que hicieron sus manos, ni mirará a lo que hicieron sus dedos, ni a los símbolos de Asera, ni a las imágenes del sol. Isa.17.9. En aquel día sus ciudades fortificadas serán como los frutos que quedan en los renuevos y en las ramas, los cuales fueron dejados a causa de los hijos de Israel; y habrá desolación. Isa.17.10. Porque te olvidaste del Dios de tu salvación, y no te acordaste de la roca de tu refugio; por tanto, sembrarás plantas hermosas, y plantarás sarmiento extraño. Isa.17.11. El día que las plantes, las harás crecer, y harás que su simiente brote de mañana; pero la cosecha será arrebatada en el día de la angustia, y del dolor desesperado.

lunes, 28 de octubre de 2013

QUE ES CONTENER ?

Gén.45.1. No podía ya José contenerse delante de todos los que estaban al lado suyo, y clamó: Haced salir de mi presencia a todos. Y no quedó nadie con él, al darse a conocer José a sus hermanos. Gén.45.2. Entonces se dio a llorar a gritos; y oyeron los egipcios, y oyó también la casa de Faraón. Gén.45.3. Y dijo José a sus hermanos: Yo soy José; ¿vive aún mi padre? Y sus hermanos no pudieron responderle, porque estaban turbados delante de él. Gén.45.4. Entonces dijo José a sus hermanos: Acercaos ahora a mí. Y ellos se acercaron. Y él dijo: Yo soy José vuestro hermano, el que vendisteis para Egipto. Gén.45.5. Ahora, pues, no os entristezcáis, ni os pese de haberme vendido acá; porque para preservación de vida me envió Dios delante de vosotros. Gén.45.6. Pues ya ha habido dos años de hambre en medio de la tierra, y aún quedan cinco años en los cuales ni habrá arada ni siega. Gén.45.7. Y Dios me envió delante de vosotros, para preservaros posteridad sobre la tierra, y para daros vida por medio de gran liberación. Gén.45.8. Así, pues, no me enviasteis acá vosotros, sino Dios, que me ha puesto por padre de Faraón y por señor de toda su casa, y por gobernador en toda la tierra de Egipto. 1Re.8.26. Ahora, pues, oh Jehová Dios de Israel, cúmplase la palabra que dijiste a tu siervo David mi padre. 1Re.8.27. Pero ¿es verdad que Dios morará sobre la tierra? He aquí que los cielos, los cielos de los cielos, no te pueden contener; ¿cuánto menos esta casa que yo he edificado? 1Re.8.28. Con todo, tú atenderás a la oración de tu siervo, y a su plegaria, oh Jehová Dios mío, oyendo el clamor y la oración que tu siervo hace hoy delante de ti; 1Re.8.29. que estén tus ojos abiertos de noche y de día sobre esta casa, sobre este lugar del cual has dicho: Mi nombre estará allí; y que oigas la oración que tu siervo haga en este lugar. 1Re.8.30. Oye, pues, la oración de tu siervo, y de tu pueblo Israel; cuando oren en este lugar, también tú lo oirás en el lugar de tu morada, en los cielos; escucha y perdona. 1Re.8.31. Si alguno pecare contra su prójimo, y le tomaren juramento haciéndole jurar, y viniere el juramento delante de tu altar en esta casa; 1Re.8.32. tú oirás desde el cielo y actuarás, y juzgarás a tus siervos, condenando al impío y haciendo recaer su proceder sobre su cabeza, y justificando al justo para darle conforme a su justicia. 1Re.8.33. Si tu pueblo Israel fuere derrotado delante de sus enemigos por haber pecado contra ti, y se volvieren a ti y confesaren tu nombre, y oraren y te rogaren y suplicaren en esta casa, 1Re.8.34. tú oirás en los cielos, y perdonarás el pecado de tu pueblo Israel, y los volverás a la tierra que diste a sus padres. 1Re.8.35. Si el cielo se cerrare y no lloviere, por haber ellos pecado contra ti, y te rogaren en este lugar y confesaren tu nombre, y se volvieren del pecado, cuando los afligieres, 1Re.8.36. tú oirás en los cielos, y perdonarás el pecado de tus siervos y de tu pueblo Israel, enseñándoles el buen camino en que anden; y darás lluvias sobre tu tierra, la cual diste a tu pueblo por heredad. 1Re.8.37. Si en la tierra hubiere hambre, pestilencia, tizoncillo, añublo, langosta o pulgón; si sus enemigos los sitiaren en la tierra en donde habiten; cualquier plaga o enfermedad que sea; 1Re.8.38. toda oración y toda súplica que hiciere cualquier hombre, o todo tu pueblo Israel, cuando cualquiera sintiere la plaga en su corazón, y extendiere sus manos a esta casa, 1Re.8.39. tú oirás en los cielos, en el lugar de tu morada, y perdonarás, y actuarás, y darás a cada uno conforme a sus caminos, cuyo corazón tú conoces (porque sólo tú conoces el corazón de todos los hijos de los hombres); 1Re.8.40. para que te teman todos los días que vivan sobre la faz de la tierra que tú diste a nuestros padres. 1Re.8.41. Asimismo el extranjero, que no es de tu pueblo Israel, que viniere de lejanas tierras a causa de tu nombre 1Re.8.42. (pues oirán de tu gran nombre, de tu mano fuerte y de tu brazo extendido), y viniere a orar a esta casa, 1Re.8.43. tú oirás en los cielos, en el lugar de tu morada, y harás conforme a todo aquello por lo cual el extranjero hubiere clamado a ti, para que todos los pueblos de la tierra conozcan tu nombre y te teman, como tu pueblo Israel, y entiendan que tu nombre es invocado sobre esta casa que yo edifiqué. Pro.27.15. Gotera continua en tiempo de lluvia Y la mujer rencillosa, son semejantes; Pro.27.16. Pretender contenerla es como refrenar el viento, O sujetar el aceite en la mano derecha.

CARA A CARA

Gén.32.24. Así se quedó Jacob solo; y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba. Gén.32.25. Y cuando el varón vio que no podía con él, tocó en el sitio del encaje de su muslo, y se descoyuntó el muslo de Jacob mientras con él luchaba. Gén.32.26. Y dijo: Déjame, porque raya el alba. Y Jacob le respondió: No te dejaré, si no me bendices. Gén.32.27. Y el varón le dijo: ¿Cuál es tu nombre? Y él respondió: Jacob. Gén.32.28. Y el varón le dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel [“el que lucha con Dios”, “Dios lucha”]; porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido. Gén.32.29. Entonces Jacob le preguntó, y dijo: Declárame ahora tu nombre. Y el varón respondió: ¿Por qué me preguntas por mi nombre? Y lo bendijo allí. Gén.32.30. Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar, Peniel [“el rostro de Dios”]; porque dijo: Vi a Dios cara a cara, y fue librada mi alma. Éxo.33.7. Y Moisés tomó el tabernáculo, y lo levantó lejos, fuera del campamento, y lo llamó el Tabernáculo de Reunión. Y cualquiera que buscaba a Jehová, salía al tabernáculo de reunión que estaba fuera del campamento. Éxo.33.8. Y sucedía que cuando salía Moisés al tabernáculo, todo el pueblo se levantaba, y cada cual estaba en pie a la puerta de su tienda, y miraban en pos de Moisés, hasta que él entraba en el tabernáculo. Éxo.33.9. Cuando Moisés entraba en el tabernáculo, la columna de nube descendía y se ponía a la puerta del tabernáculo, y Jehová hablaba con Moisés. Éxo.33.10. Y viendo todo el pueblo la columna de nube que estaba a la puerta del tabernáculo, se levantaba cada uno a la puerta de su tienda y adoraba. Éxo.33.11. Y hablaba Jehová a Moisés cara a cara, como habla cualquiera a su compañero. Y él volvía al campamento; pero el joven Josué hijo de Nun, su servidor, nunca se apartaba de en medio del tabernáculo. Núm.14.13. Pero Moisés respondió a Jehová: Lo oirán luego los egipcios, porque de en medio de ellos sacaste a este pueblo con tu poder; Núm.14.14. y lo dirán a los habitantes de esta tierra, los cuales han oído que tú, oh Jehová, estabas en medio de este pueblo, que cara a cara aparecías tú, oh Jehová, y que tu nube estaba sobre ellos, y que de día ibas delante de ellos en columna de nube, y de noche en columna de fuego; Núm.14.15. y que has hecho morir a este pueblo como a un solo hombre; y las gentes que hubieren oído tu fama hablarán, diciendo: Núm.14.16. Por cuanto no pudo Jehová meter este pueblo en la tierra de la cual les había jurado, los mató en el desierto. Núm.14.17. Ahora, pues, yo te ruego que sea magnificado el poder del Señor, como lo hablaste, diciendo: Núm.14.18. Jehová, tardo para la ira y grande en misericordia, que perdona la iniquidad y la rebelión, aunque de ningún modo tendrá por inocente al culpable; que visita la maldad de los padres sobre los hijos hasta los terceros y hasta los cuartos. Núm.14.19. Perdona ahora la iniquidad de este pueblo según la grandeza de tu misericordia, y como has perdonado a este pueblo desde Egipto hasta aquí. Núm.14.20. Entonces Jehová dijo: Yo lo he perdonado conforme a tu dicho. Deu.5.2. Jehová nuestro Dios hizo pacto con nosotros en Horeb. Deu.5.3. No con nuestros padres hizo Jehová este pacto, sino con nosotros todos los que estamos aquí hoy vivos. Deu.5.4. Cara a cara habló Jehová con vosotros en el monte de en medio del fuego. Deu.5.5. Yo estaba entonces entre Jehová y vosotros, para declararos la palabra de Jehová; porque vosotros tuvisteis temor del fuego, y no subisteis al monte. Dijo: Deu.5.6. Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de tierra de Egipto, de casa de servidumbre. Deu.5.7. No tendrás dioses ajenos delante de mí. Deu.5.8. No harás para ti escultura, ni imagen alguna de cosa que está arriba en los cielos, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. Deu.5.9. No te inclinarás a ellas ni las servirás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, Deu.5.10. y que hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos. Deu.5.11. No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque Jehová no dará por inocente al que tome su nombre en vano. Deu.5.12. Guardarás el día de reposo para santificarlo, como Jehová tu Dios te ha mandado. Deu.5.13. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; Deu.5.14. mas el séptimo día es reposo a Jehová tu Dios; ninguna obra harás tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu buey, ni tu asno, ni ningún animal tuyo, ni el extranjero que está dentro de tus puertas, para que descanse tu siervo y tu sierva como tú. Deu.5.15. Acuérdate que fuiste siervo en tierra de Egipto, y que Jehová tu Dios te sacó de allá con mano fuerte y brazo extendido; por lo cual Jehová tu Dios te ha mandado que guardes el día de reposo. Deu.5.16. Honra a tu padre y a tu madre, como Jehová tu Dios te ha mandado, para que sean prolongados tus días, y para que te vaya bien sobre la tierra que Jehová tu Dios te da. Deu.5.17. No matarás. Deu.5.18. No cometerás adulterio. Deu.5.19. No hurtarás. Deu.5.20. No dirás falso testimonio contra tu prójimo. Deu.5.21. No codiciarás la mujer de tu prójimo, ni desearás la casa de tu prójimo, ni su tierra, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo. Deu.5.22. Estas palabras habló Jehová a toda vuestra congregación en el monte, de en medio del fuego, de la nube y de la oscuridad, a gran voz; y no añadió más. Y las escribió en dos tablas de piedra, las cuales me dio a mí. Deu.5.23. Y aconteció que cuando vosotros oísteis la voz de en medio de las tinieblas, y visteis al monte que ardía en fuego, vinisteis a mí, todos los príncipes de vuestras tribus, y vuestros ancianos, Deu.5.24. y dijisteis: He aquí Jehová nuestro Dios nos ha mostrado su gloria y su grandeza, y hemos oído su voz de en medio del fuego; hoy hemos visto que Jehová habla al hombre, y éste aún vive. Deu.34.9. Y Josué hijo de Nun fue lleno del espíritu de sabiduría, porque Moisés había puesto sus manos sobre él; y los hijos de Israel le obedecieron, e hicieron como Jehová mandó a Moisés. Deu.34.10. Y nunca más se levantó profeta en Israel como Moisés, a quien haya conocido Jehová cara a cara; Deu.34.11. nadie como él en todas las señales y prodigios que Jehová le envió a hacer en tierra de Egipto, a Faraón y a todos sus siervos y a toda su tierra, Deu.34.12. y en el gran poder y en los hechos grandiosos y terribles que Moisés hizo a la vista de todo Israel. 1Co.13.1. Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. 1Co.13.2. Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy. 1Co.13.3. Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve. 1Co.13.4. El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; 1Co.13.5. no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; 1Co.13.6. no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. 1Co.13.7. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. 1Co.13.8. El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará. 1Co.13.9. Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos; 1Co.13.10. mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará. 1Co.13.11. Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño. 1Co.13.12. Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido.

domingo, 27 de octubre de 2013

QUE ES SER CARNAL ?

Rom.7.14. Porque sabemos que la ley es espiritual; mas yo soy carnal, vendido al pecado. Rom.7.15. Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago. Rom.7.16. Y si lo que no quiero, esto hago, apruebo que la ley es buena. Rom.7.17. De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí. Rom.7.18. Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo. Rom.7.19. Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Rom.7.20. Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí. Rom.7.21. Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí. Rom.7.22. Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; Rom.7.23. pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros. Rom.7.24. ¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte? Rom.7.25. Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado. 1Co.3.1. De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. 1Co.3.2. Os di a beber leche, y no vianda; porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía, 1Co.3.3. porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres? 1Co.3.4. Porque diciendo el uno: Yo ciertamente soy de Pablo; y el otro: Yo soy de Apolos, ¿no sois carnales? 1Co.3.5. ¿Qué, pues, es Pablo, y qué es Apolos? Servidores por medio de los cuales habéis creído; y eso según lo que a cada uno concedió el Señor. 1Co.3.6. Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios. 1Co.3.7. Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento. 1Co.3.8. Y el que planta y el que riega son una misma cosa; aunque cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor. 1Co.3.9. Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios. 1Co.3.10. Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica. 1Co.3.11. Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo. 1Co.3.12. Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, 1Co.3.13. la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará. 1Co.3.14. Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa. 1Co.3.15. Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego. 1Co.3.16. ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? 1Co.3.17. Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es. 1Co.3.18. Nadie se engañe a sí mismo; si alguno entre vosotros se cree sabio en este siglo, hágase ignorante, para que llegue a ser sabio. 1Co.3.19. Porque la sabiduría de este mundo es insensatez para con Dios; pues escrito está: Él prende a los sabios en la astucia de ellos. 1Co.3.20. Y otra vez: El Señor conoce los pensamientos de los sabios, que son vanos. 1Co.3.21. Así que, ninguno se gloríe en los hombres; porque todo es vuestro: 2Co.10.3. Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; 2Co.10.4. porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, 2Co.10.5. derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo, 2Co.10.6. y estando prontos para castigar toda desobediencia, cuando vuestra obediencia sea perfecta. 2Co.10.7. Miráis las cosas según la apariencia. Si alguno está persuadido en sí mismo que es de Cristo, esto también piense por sí mismo, que como él es de Cristo, así también nosotros somos de Cristo.

EL CAMBIAR

Lev.27.10. No será cambiado ni trocado, bueno por malo, ni malo por bueno; y si se permutare un animal por otro, él y el dado en cambio de él serán sagrados. Job.23.13. Pero si él determina una cosa, ¿quién lo hará cambiar? Su alma deseó, e hizo. Job.23.14. El, pues, acabará lo que ha determinado de mí; Y muchas cosas como estas hay en él. Job.23.15. Por lo cual yo me espanto en su presencia; Cuando lo considero, tiemblo a causa de él. Job.23.16. Dios ha enervado mi corazón, Y me ha turbado el Omnipotente. Job.23.17. ¿Por qué no fui yo cortado delante de las tinieblas, Ni fue cubierto con oscuridad mi rostro? Job.24.1. Puesto que no son ocultos los tiempos al Todopoderoso, ¿Por qué los que le conocen no ven sus días? Sal.15.1. Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién morará en tu monte santo? Sal.15.2. El que anda en integridad y hace justicia, Y habla verdad en su corazón. Sal.15.3. El que no calumnia con su lengua, Ni hace mal a su prójimo, Ni admite reproche alguno contra su vecino. Sal.15.4. Aquel a cuyos ojos el vil es menospreciado, Pero honra a los que temen a Jehová. El que aun jurando en daño suyo, no por eso cambia; Sal.15.5. Quien su dinero no dio a usura, Ni contra el inocente admitió cohecho. El que hace estas cosas, no resbalará jamás. Jer.2.29. ¿Por qué porfías conmigo? Todos vosotros prevaricasteis contra mí, dice Jehová. Jer.2.30. En vano he azotado a vuestros hijos; no han recibido corrección. Vuestra espada devoró a vuestros profetas como león destrozador. Jer.2.31. ¡Oh generación! atended vosotros a la palabra de Jehová. ¿He sido yo un desierto para Israel, o tierra de tinieblas? ¿Por qué ha dicho mi pueblo: Somos libres; nunca más vendremos a ti? Jer.2.32. ¿Se olvida la virgen de su atavío, o la desposada de sus galas? Pero mi pueblo se ha olvidado de mí por innumerables días. Jer.2.33. ¿Por qué adornas tu camino para hallar amor? Aun a las malvadas enseñaste tus caminos. Jer.2.34. Aun en tus faldas se halló la sangre de los pobres, de los inocentes. No los hallaste en ningún delito; sin embargo, en todas estas cosas dices: Jer.2.35. Soy inocente, de cierto su ira se apartó de mí. He aquí yo entraré en juicio contigo, porque dijiste: No he pecado. Jer.2.36. ¿Para qué discurres tanto, cambiando tus caminos? También serás avergonzada de Egipto, como fuiste avergonzada de Asiria. Eze.5.5. Así ha dicho Jehová el Señor: Esta es Jerusalén; la puse en medio de las naciones y de las tierras alrededor de ella. Eze.5.6. Y ella cambió mis decretos y mis ordenanzas en impiedad más que las naciones, y más que las tierras que están alrededor de ella; porque desecharon mis decretos y mis mandamientos, y no anduvieron en ellos. Eze.5.7. Por tanto, así ha dicho Jehová: ¿Por haberos multiplicado más que las naciones que están alrededor de vosotros, no habéis andado en mis mandamientos, ni habéis guardado mis leyes? Ni aun según las leyes de las naciones que están alrededor de vosotros habéis andado. Eze.5.8. Así, pues, ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo estoy contra ti; sí, yo, y haré juicios en medio de ti ante los ojos de las naciones. Eze.5.9. Y haré en ti lo que nunca hice, ni jamás haré cosa semejante, a causa de todas tus abominaciones. Ose.4.6. Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos. Ose.4.7. Conforme a su grandeza, así pecaron contra mí; también yo cambiaré su honra en afrenta. Ose.4.8. Del pecado de mi pueblo comen, y en su maldad levantan su alma. Ose.4.9. Y será el pueblo como el sacerdote; le castigaré por su conducta, y le pagaré conforme a sus obras. Ose.4.10. Comerán, pero no se saciarán; fornicarán, mas no se multiplicarán, porque dejaron de servir a Jehová. Ose.4.11. Fornicación, vino y mosto quitan el juicio. Ose.4.12. Mi pueblo a su ídolo de madera pregunta, y el leño le responde; porque espíritu de fornicaciones lo hizo errar, y dejaron a su Dios para fornicar. Rom.1.17. Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá. Rom.1.18. Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad; Rom.1.19. porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Rom.1.20. Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. Rom.1.21. Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Rom.1.22. Profesando ser sabios, se hicieron necios, Rom.1.23. y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles. Rom.1.24. Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, Rom.1.25. ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén.

sábado, 26 de octubre de 2013

LA BLASFEMIA

Sal.139.17. ¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán grande es la suma de ellos! Sal.139.18. Si los enumero, se multiplican más que la arena; Despierto, y aún estoy contigo. Sal.139.19. De cierto, oh Dios, harás morir al impío; Apartaos, pues, de mí, hombres sanguinarios. Sal.139.20. Porque blasfemias dicen ellos contra ti; Tus enemigos toman en vano tu nombre. Dan.3.19. Entonces Nabucodonosor se llenó de ira, y se demudó el aspecto de su rostro contra Sadrac, Mesac y Abed-nego, y ordenó que el horno se calentase siete veces más de lo acostumbrado. Dan.3.20. Y mandó a hombres muy vigorosos que tenía en su ejército, que atasen a Sadrac, Mesac y Abed-nego, para echarlos en el horno de fuego ardiendo. Dan.3.21. Entonces estos varones fueron atados con sus mantos, sus calzas, sus turbantes y sus vestidos, y fueron echados dentro del horno de fuego ardiendo. Dan.3.22. Y como la orden del rey era apremiante, y lo habían calentado mucho, la llama del fuego mató a aquellos que habían alzado a Sadrac, Mesac y Abed-nego. Dan.3.23. Y estos tres varones, Sadrac, Mesac y Abed-nego, cayeron atados dentro del horno de fuego ardiendo. Dan.3.24. Entonces el rey Nabucodonosor se espantó, y se levantó apresuradamente y dijo a los de su consejo: ¿No echaron a tres varones atados dentro del fuego? Ellos respondieron al rey: Es verdad, oh rey. Dan.3.25. Y él dijo: He aquí yo veo cuatro varones sueltos, que se pasean en medio del fuego sin sufrir ningún daño; y el aspecto del cuarto es semejante a hijo de los dioses. Dan.3.26. Entonces Nabucodonosor se acercó a la puerta del horno de fuego ardiendo, y dijo: Sadrac, Mesac y Abed-nego, siervos del Dios Altísimo, salid y venid. Entonces Sadrac, Mesac y Abed-nego salieron de en medio del fuego. Dan.3.27. Y se juntaron los sátrapas, los gobernadores, los capitanes y los consejeros del rey, para mirar a estos varones, cómo el fuego no había tenido poder alguno sobre sus cuerpos, ni aun el cabello de sus cabezas se había quemado; sus ropas estaban intactas, y ni siquiera olor de fuego tenían. Dan.3.28. Entonces Nabucodonosor dijo: Bendito sea el Dios de ellos, de Sadrac, Mesac y Abed-nego, que envió su ángel y libró a sus siervos que confiaron en él, y que no cumplieron el edicto del rey, y entregaron sus cuerpos antes que servir y adorar a otro dios que su Dios. Dan.3.29. Por lo tanto, decreto que todo pueblo, nación o lengua que dijere blasfemia contra el Dios de Sadrac, Mesac y Abed-nego, sea descuartizado, y su casa convertida en muladar; por cuanto no hay dios que pueda librar como éste. Mat.12.31. Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; mas la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada. Mat.12.32. A cualquiera que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero. Mar.2.3. Entonces vinieron a él unos trayendo un paralítico, que era cargado por cuatro. Mar.2.4. Y como no podían acercarse a él a causa de la multitud, descubrieron el techo de donde estaba, y haciendo una abertura, bajaron el lecho en que yacía el paralítico. Mar.2.5. Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados. Mar.2.6. Estaban allí sentados algunos de los escribas, los cuales cavilaban en sus corazones: Mar.2.7. ¿Por qué habla éste así? Blasfemias dice. ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios? Mar.2.8. Y conociendo luego Jesús en su espíritu que cavilaban de esta manera dentro de sí mismos, les dijo: ¿Por qué caviláis así en vuestros corazones? Mar.2.9. ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: Tus pecados te son perdonados, o decirle: Levántate, toma tu lecho y anda? Mar.2.10. Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico): Mar.2.11. A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa. Mar.2.12. Entonces él se levantó en seguida, y tomando su lecho, salió delante de todos, de manera que todos se asombraron, y glorificaron a Dios, diciendo: Nunca hemos visto tal cosa. Jua.10.31. Entonces los judíos volvieron a tomar piedras para apedrearle. Jua.10.32. Jesús les respondió: Muchas buenas obras os he mostrado de mi Padre; ¿por cuál de ellas me apedreáis? Jua.10.33. Le respondieron los judíos, diciendo: Por buena obra no te apedreamos, sino por la blasfemia; porque tú, siendo hombre, te haces Dios. Jua.10.34. Jesús les respondió: ¿No está escrito en vuestra ley: Yo dije, dioses sois? Jua.10.35. Si llamó dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios (y la Escritura no puede ser quebrantada), Jua.10.36. ¿al que el Padre santificó y envió al mundo, vosotros decís: Tú blasfemas, porque dije: Hijo de Dios soy? Jua.10.37. Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis. Jua.10.38. Mas si las hago, aunque no me creáis a mí, creed a las obras, para que conozcáis y creáis que el Padre está en mí, y yo en el Padre. 1Ti.1.12. Doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús nuestro Señor, porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio, 1Ti.1.13. habiendo yo sido antes blasfemo, perseguidor e injuriador; mas fui recibido a misericordia porque lo hice por ignorancia, en incredulidad. 1Ti.1.14. Pero la gracia de nuestro Señor fue más abundante con la fe y el amor que es en Cristo Jesús. 1Ti.1.15. Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero. 1Ti.1.16. Pero por esto fui recibido a misericordia, para que Jesucristo mostrase en mí el primero toda su clemencia, para ejemplo de los que habrían de creer en él para vida eterna. 1Ti.1.17. Por tanto, al Rey de los siglos, inmortal, invisible, al único y sabio Dios, sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén. 2Ti.3.1. También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. 2Ti.3.2. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, 2Ti.3.3. sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, 2Ti.3.4. traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, 2Ti.3.5. que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita. 2Ti.3.6. Porque de éstos son los que se meten en las casas y llevan cautivas a las mujercillas cargadas de pecados, arrastradas por diversas concupiscencias. 2Ti.3.7. Estas siempre están aprendiendo, y nunca pueden llegar al conocimiento de la verdad. 2Ti.3.8. Y de la manera que Janes y Jambres resistieron a Moisés, así también éstos resisten a la verdad; hombres corruptos de entendimiento, réprobos en cuanto a la fe. 2Ti.3.9. Mas no irán más adelante; porque su insensatez será manifiesta a todos, como también lo fue la de aquéllos. 2Ti.3.10. Pero tú has seguido mi doctrina, conducta, propósito, fe, longanimidad, amor, paciencia, 2Ti.3.11. persecuciones, padecimientos, como los que me sobrevinieron en Antioquía, en Iconio, en Listra; persecuciones que he sufrido, y de todas me ha librado el Señor. 2Ti.3.12. Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución; 2Ti.3.13. mas los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados. 2Ti.3.14. Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; 2Ti.3.15. y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. 2Ti.3.16. Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 2Ti.3.17. a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. Apo.2.9. Yo conozco tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero tú eres rico), y la blasfemia de los que se dicen ser judíos, y no lo son, sino sinagoga de Satanás. Apo.2.10. No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida. Apo.2.11. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El que venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte. Apo.13.5. También se le dio boca que hablaba grandes cosas y blasfemias; y se le dio autoridad para actuar cuarenta y dos meses. Apo.13.6. Y abrió su boca en blasfemias contra Dios, para blasfemar de su nombre, de su tabernáculo, y de los que moran en el cielo. Apo.13.7. Y se le permitió hacer guerra contra los santos, y vencerlos. También se le dio autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación. Apo.13.8. Y la adoraron todos los moradores de la tierra cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo. Apo.13.9. Si alguno tiene oído, oiga. Apo.13.10. Si alguno lleva en cautividad, va en cautividad; si alguno mata a espada, a espada debe ser muerto. Aquí está la paciencia y la fe de los santos. Apo.17.3. Y me llevó en el Espíritu al desierto; y vi a una mujer sentada sobre una bestia escarlata llena de nombres de blasfemia, que tenía siete cabezas y diez cuernos. Apo.17.4. Y la mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, y adornada de oro de piedras preciosas y de perlas, y tenía en la mano un cáliz de oro lleno de abominaciones y de la inmundicia de su fornicación; Apo.17.5. y en su frente un nombre escrito, un misterio: BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA. Apo.17.6. Vi a la mujer ebria de la sangre de los santos, y de la sangre de los mártires de Jesús; y cuando la vi, quedé asombrado con gran asombro. Apo.17.7. Y el ángel me dijo: ¿Por qué te asombras? Yo te diré el misterio de la mujer, y de la bestia que la trae, la cual tiene las siete cabezas y los diez cuernos. Apo.17.8. La bestia que has visto, era, y no es; y está para subir del abismo e ir a perdición; y los moradores de la tierra, aquellos cuyos nombres no están escritos desde la fundación del mundo en el libro de la vida, se asombrarán viendo la bestia que era y no es, y será. Apo.17.9. Esto, para la mente que tenga sabiduría: Las siete cabezas son siete montes, sobre los cuales se sienta la mujer, Apo.17.10. y son siete reyes. Cinco de ellos han caído; uno es, y el otro aún no ha venido; y cuando venga, es necesario que dure breve tiempo. Apo.17.11. La bestia que era, y no es, es también el octavo; y es de entre los siete, y va a la perdición. Apo.17.12. Y los diez cuernos que has visto, son diez reyes, que aún no han recibido reino; pero por una hora recibirán autoridad como reyes juntamente con la bestia. Apo.17.13. Estos tienen un mismo propósito, y entregarán su poder y su autoridad a la bestia. Apo.17.14. Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque él es Señor de señores y Rey de reyes; y los que están con él son llamados y elegidos y fieles.

LA BENEVOLENCIA

Sal.51.15. Señor, abre mis labios, Y publicará mi boca tu alabanza. Sal.51.16. Porque no quieres sacrificio, que yo lo daría; No quieres holocausto. Sal.51.51.17. Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios. Sal.51.18. Haz bien con tu benevolencia a Sion; Edifica los muros de Jerusalén. Sal.51.19. Entonces te agradarán los sacrificios de justicia, el holocausto u ofrenda del todo quemada; Entonces ofrecerán becerros sobre tu altar. Sal.106.4. Acuérdate de mí, oh Jehová, según tu benevolencia para con tu pueblo; Visítame con tu salvación, Sal.106.5. Para que yo vea el bien de tus escogidos, Para que me goce en la alegría de tu nación, Y me gloríe con tu heredad. Pro.14.33. En el corazón del prudente reposa la sabiduría; Pero no es conocida en medio de los necios. Pro.14.34. La justicia engrandece a la nación; Mas el pecado es afrenta de las naciones. Pro.14.35. La benevolencia del rey es para con el servidor entendido; Mas su enojo contra el que lo avergüenza. Pro.16.10. Oráculo hay en los labios del rey; En juicio no prevaricará su boca. Pro.16.11. Peso y balanzas justas son de Jehová; Obra suya son todas las pesas de la bolsa. Pro.16.12. Abominación es a los reyes hacer impiedad, Porque con justicia será afirmado el trono. Pro.16.13. Los labios justos son el contentamiento de los reyes, Y éstos aman al que habla lo recto. Pro.16.14. La ira del rey es mensajero de muerte; Mas el hombre sabio la evitará. Pro.16.15. En la alegría del rostro del rey está la vida, Y su benevolencia es como nube de lluvia tardía. Pro.18.22. El que halla esposa halla el bien, Y alcanza la benevolencia de Jehová.

viernes, 25 de octubre de 2013

EL AFECTO

1Cr.29.3. Además de esto, por cuanto tengo mi afecto en la casa de mi Dios, yo guardo en mi tesoro particular oro y plata que, además de todas las cosas que he preparado para la casa del santuario, he dado para la casa de mi Dios: 1Cr.29.4. tres mil talentos de oro, de oro de Ofir, y siete mil talentos de plata refinada para cubrir las paredes de las casas; 1Cr.29.5. oro, pues, para las cosas de oro, y plata para las cosas de plata, y para toda la obra de las manos de los artífices. ¿Y quién quiere hacer hoy ofrenda voluntaria a Jehová? 1Cr.29.6. Entonces los jefes de familia, y los príncipes de las tribus de Israel, jefes de millares y de centenas, con los administradores de la hacienda del rey, ofrecieron voluntariamente. 1Cr.29.7. Y dieron para el servicio de la casa de Dios cinco mil talentos y diez mil dracmas de oro, diez mil talentos de plata, dieciocho mil talentos de bronce, y cinco mil talentos de hierro. 1Cr.29.8. Y todo el que tenía piedras preciosas las dio para el tesoro de la casa de Jehová, en mano de Jehiel gersonita. 1Cr.29.9. Y se alegró el pueblo por haber contribuido voluntariamente; porque de todo corazón ofrecieron a Jehová voluntariamente. Job.14.14. Si el hombre muriere, ¿volverá a vivir? Todos los días de mi edad esperaré, Hasta que venga mi liberación. Job.14.15. Entonces llamarás, y yo te responderé; Tendrás afecto a la hechura de tus manos. Rom.1.26. Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, Rom.1.27. y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío. Rom.1.28. Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen; Rom.1.29. estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades; Rom.1.30. murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres, Rom.1.31. necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia; Rom.1.32. quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican. 2Co.7.6. Pero Dios, que consuela a los humildes, nos consoló con la venida de Tito; 2Co.7.7. y no sólo con su venida, sino también con la consolación con que él había sido consolado en cuanto a vosotros, haciéndonos saber vuestro gran afecto, vuestro llanto, vuestra solicitud por mí, de manera que me regocijé aun más. 2Co.7.8. Porque aunque os contristé con la carta, no me pesa, aunque entonces lo lamenté; porque veo que aquella carta, aunque por algún tiempo, os contristó. 2Co.7.9. Ahora me gozo, no porque hayáis sido contristados, sino porque fuisteis contristados para arrepentimiento; porque habéis sido contristados según Dios, para que ninguna pérdida padecieseis por nuestra parte. 2Co.7.10. Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte.

SEA COMO EL AGUILA

Deu.32.7. Acuérdate de los tiempos antiguos, Considera los años de muchas generaciones; Pregunta a tu padre, y él te declarará; A tus ancianos, y ellos te dirán. Deu.32.8. Cuando el Altísimo hizo heredar a las naciones, Cuando hizo dividir a los hijos de los hombres, Estableció los límites de los pueblos Según el número de los hijos de Israel. Deu.32.9. Porque la porción de Jehová es su pueblo; Jacob la heredad que le tocó. Deu.32.10. Le halló en tierra de desierto, Y en yermo de horrible soledad; Lo trajo alrededor, lo instruyó, Lo guardó como a la niña de su ojo. Deu.32.11. Como el águila que excita su nidada, Revolotea sobre sus pollos, Extiende sus alas, los toma, Los lleva sobre sus plumas, Deu.32.12. Jehová solo le guió, Y con él no hubo dios extraño. Deu.32.13. Lo hizo subir sobre las alturas de la tierra, Y comió los frutos del campo, E hizo que chupase miel de la peña, Y aceite del duro pedernal; Deu.32.14. Mantequilla de vacas y leche de ovejas, Con grosura de corderos, Y carneros de Basán; también machos cabríos, Con lo mejor del trigo; Y de la sangre de la uva bebiste vino. Job.39.27. ¿Se remonta el águila por tu mandamiento, Y pone en alto su nido? Job.39.28. Ella habita y mora en la peña, En la cumbre del peñasco y de la roca. Job.39.29. Desde allí acecha la presa; Sus ojos observan de muy lejos. Sal.103.1. Bendice, alma mía, a Jehová, Y bendiga todo mi ser su santo nombre. Sal.103.2. Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios. Sal.103.3. Él es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias; Sal.103.4. El que rescata del hoyo tu vida, El que te corona de favores y misericordias; Sal.103.5. El que sacia de bien tu boca De modo que te rejuvenezcas como el águila. Isa.40.28. ¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance. Isa.40.29. Él da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Isa.40.30. Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; Isa.40.31. pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.

jueves, 24 de octubre de 2013

CUAL ES EL AGUIJON ?

Núm.33.50. Y habló Jehová a Moisés en los campos de Moab junto al Jordán frente a Jericó, diciendo: Núm.33.51. Habla a los hijos de Israel, y diles: Cuando hayáis pasado el Jordán entrando en la tierra de Canaán, Núm.33.52. echaréis de delante de vosotros a todos los moradores del país, y destruiréis todos sus ídolos de piedra, y todas sus imágenes de fundición, y destruiréis todos sus lugares altos; Núm.33.53. y echaréis a los moradores de la tierra, y habitaréis en ella; porque yo os la he dado para que sea vuestra propiedad. Núm.33.54. Y heredaréis la tierra por sorteo por vuestras familias; a los muchos daréis mucho por herencia, y a los pocos daréis menos por herencia; donde le cayere la suerte, allí la tendrá cada uno; por las tribus de vuestros padres heredaréis. Núm.33.55. Y si no echareis a los moradores del país de delante de vosotros, sucederá que los que dejareis de ellos serán por aguijones en vuestros ojos y por espinas en vuestros costados, y os afligirán sobre la tierra en que vosotros habitareis. Núm.33.56. Además, haré a vosotros como yo pensé hacerles a ellos. Ecl.12.8. Vanidad de vanidades, dijo el Predicador, todo es vanidad. Ecl.12.9. Y cuanto más sabio fue el Predicador, tanto más enseñó sabiduría al pueblo; e hizo escuchar, e hizo escudriñar, y compuso muchos proverbios. Ecl.12.10. Procuró el Predicador hallar palabras agradables, y escribir rectamente palabras de verdad. Ecl.12.11. Las palabras de los sabios son como aguijones; y como clavos hincados son las de los maestros de las congregaciones, dadas por un Pastor. Hec.9.1. Saulo, respirando aún amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, vino al sumo sacerdote, Hec.9.2. y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, a fin de que si hallase algunos hombres o mujeres de este Camino, los trajese presos a Jerusalén. Hec.9.3. Mas yendo por el camino, aconteció que al llegar cerca de Damasco, repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo; Hec.9.4. y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Hec.9.5. Él dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón. Hec.9.6. El, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer. 1Co.15.51. He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, 1Co.15.52. en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. 1Co.15.53. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. 1Co.15.54. Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria. 1Co.15.55. ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria? 1Co.15.56. ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley. 2Co.12.7. Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera; 2Co.12.8. respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. 2Co.12.9. Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. 2Co.12.10. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte. Apo.9.1. El quinto ángel tocó la trompeta, y vi una estrella que cayó del cielo a la tierra; y se le dio la llave del pozo del abismo. Apo.9.2. Y abrió el pozo del abismo, y subió humo del pozo como humo de un gran horno; y se oscureció el sol y el aire por el humo del pozo. Apo.9.3. Y del humo salieron langostas sobre la tierra; y se les dio poder, como tienen poder los escorpiones de la tierra. Apo.9.4. Y se les mandó que no dañasen a la hierba de la tierra, ni a cosa verde alguna, ni a ningún árbol, sino solamente a los hombres que no tuviesen el sello de Dios en sus frentes. Apo.9.5. Y les fue dado, no que los matasen, sino que los atormentasen cinco meses; y su tormento era como tormento de escorpión cuando hiere al hombre. Apo.9.6. Y en aquellos días los hombres buscarán la muerte, pero no la hallarán; y ansiarán morir, pero la muerte huirá de ellos. Apo.9.7. El aspecto de las langostas era semejante a caballos preparados para la guerra; en las cabezas tenían como coronas de oro; sus caras eran como caras humanas; Apo.9.8. tenían cabello como cabello de mujer; sus dientes eran como de leones; Apo.9.9. tenían corazas como corazas de hierro; el ruido de sus alas era como el estruendo de muchos carros de caballos corriendo a la batalla; Apo.9.10. tenían colas como de escorpiones, y también aguijones; y en sus colas tenían poder para dañar a los hombres durante cinco meses.

AGUARDAR

Sal.27.14. Aguarda a Jehová; Esfuérzate, y aliéntese tu corazón; Sí, espera a Jehová. Luc.12.22. Dijo luego a sus discípulos: Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué comeréis; ni por el cuerpo, qué vestiréis. Luc.12.23. La vida es más que la comida, y el cuerpo que el vestido. Luc.12.24. Considerad los cuervos, que ni siembran, ni siegan; que ni tienen despensa, ni granero, y Dios los alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que las aves? Luc.12.25. ¿Y quién de vosotros podrá con afanarse añadir a su estatura un codo? Luc.12.26. Pues si no podéis ni aun lo que es menos, ¿por qué os afanáis por lo demás? Luc.12.27. Considerad los lirios, cómo crecen; no trabajan, ni hilan; mas os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos. Luc.12.28. Y si así viste Dios la hierba que hoy está en el campo, y mañana es echada al horno, ¿cuánto más a vosotros, hombres de poca fe? Luc.12.29. Vosotros, pues, no os preocupéis por lo que habéis de comer, ni por lo que habéis de beber, ni estéis en ansiosa inquietud. Luc.12.30. Porque todas estas cosas buscan las gentes del mundo; pero vuestro Padre sabe que tenéis necesidad de estas cosas. Luc.12.31. Mas buscad el reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas. Luc.12.32. No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino. Luc.12.33. Vended lo que poseéis, y dad limosna; haceos bolsas que no se envejezcan, tesoro en los cielos que no se agote, donde ladrón no llega, ni polilla destruye. Luc.12.34. Porque donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón. Luc.12.35. Estén ceñidos vuestros lomos, y vuestras lámparas encendidas; Luc.12.36. y vosotros sed semejantes a hombres que aguardan a que su señor regrese de las bodas, para que cuando llegue y llame, le abran en seguida. Gál.5.5. Pues nosotros por el Espíritu aguardamos por fe la esperanza de la justicia; Gál.5.6. porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión, sino la fe que obra por el amor. Gál.5.7. Vosotros corríais bien; ¿quién os estorbó para no obedecer a la verdad? Gál.5.8. Esta persuasión no procede de aquel que os llama. Gál.5.9. Un poco de levadura leuda toda la masa. Gál.5.10. Yo confío respecto de vosotros en el Señor, que no pensaréis de otro modo; mas el que os perturba llevará la sentencia, quienquiera que sea. Gál.5.11. Y yo, hermanos, si aún predico la circuncisión, ¿por qué padezco persecución todavía? En tal caso se ha quitado el tropiezo de la cruz. Gál.5.12. ¡Ojalá se mutilasen los que os perturban! Gál.5.13. Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros. Gál.5.14. Porque toda la ley en esta sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Gál.5.15. Pero si os mordéis y os coméis unos a otros, mirad que también no os consumáis unos a otros. Gál.5.16. Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Gál.5.17. Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis. Gál.5.18. Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley.

miércoles, 23 de octubre de 2013

EL ALFARERO

Isa.29.15. ¡Ay de los que se esconden de Jehová, encubriendo el consejo, y sus obras están en tinieblas, y dicen: ¿Quién nos ve, y quién nos conoce? Isa.29.16. Vuestra perversidad ciertamente será reputada como el barro del alfarero. ¿Acaso la obra dirá de su hacedor: No me hizo? ¿Dirá la vasija de aquel que la ha formado: No entendió? Isa.29.17. ¿No se convertirá de aquí a muy poco tiempo el Líbano en campo fructífero, y el campo fértil será estimado por bosque? Isa.29.18. En aquel tiempo los sordos oirán las palabras del libro, y los ojos de los ciegos verán en medio de la oscuridad y de las tinieblas. Isa.29.19. Entonces los humildes crecerán en alegría en Jehová, y aun los más pobres de los hombres se gozarán en el Santo de Israel. Isa.29.20. Porque el violento será acabado, y el escarnecedor será consumido; serán destruidos todos los que se desvelan para hacer iniquidad, Isa.29.21. los que hacen pecar al hombre en palabra; los que arman lazo al que reprendía en la puerta, y pervierten la causa del justo con vanidad. Jer.18.1. Palabra de Jehová que vino a Jeremías, diciendo: Jer.18.2. Levántate y vete a casa del alfarero, y allí te haré oír mis palabras. Jer.18.3. Y descendí a casa del alfarero, y he aquí que él trabajaba sobre la rueda. Jer.18.4. Y la vasija de barro que él hacía se echó a perder en su mano; y volvió y la hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla. Jer.18.5. Entonces vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Jer.18.6. ¿No podré yo hacer de vosotros como este alfarero, oh casa de Israel? dice Jehová. He aquí que como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel. Jer.18.7. En un instante hablaré contra pueblos y contra reinos, para arrancar, y derribar, y destruir. Jer.18.8. Pero si esos pueblos se convirtieren de su maldad contra la cual hablé, yo me arrepentiré del mal que había pensado hacerles, Jer.18.9. y en un instante hablaré de la gente y del reino, para edificar y para plantar. Jer.18.10. Pero si hiciere lo malo delante de mis ojos, no oyendo mi voz, me arrepentiré del bien que había determinado hacerle. Mat.27.1. Venida la mañana, todos los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo entraron en consejo contra Jesús, para entregarle a muerte. Mat.27.2. Y le llevaron atado, y le entregaron a Poncio Pilato, el gobernador. Mat.27.3. Entonces Judas, el que le había entregado, viendo que era condenado, devolvió arrepentido las treinta piezas de plata a los principales sacerdotes y a los ancianos, Mat.27.4. diciendo: Yo he pecado entregando sangre inocente. Mas ellos dijeron: ¿Qué nos importa a nosotros? ¡Allá tú! Mat.27.5. Y arrojando las piezas de plata en el templo, salió, y fue y se ahorcó. Mat.27.6. Los principales sacerdotes, tomando las piezas de plata, dijeron: No es lícito echarlas en el tesoro de las ofrendas, porque es precio de sangre. Mat.27.7. Y después de consultar, compraron con ellas el campo del alfarero, para sepultura de los extranjeros. Mat.27.8. Por lo cual aquel campo se llama hasta el día de hoy: Campo de sangre. Mat.27.9. Así se cumplió lo dicho por el profeta Jeremías, cuando dijo: Y tomaron las treinta piezas de plata, precio del apreciado, según precio puesto por los hijos de Israel; Mat.27.10. y las dieron para el campo del alfarero, como me ordenó el Señor. Rom.9.20. Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así? Rom.9.21. ¿O no tiene potestad el alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra? Rom.9.22. ¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar su ira y hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia los vasos de ira preparados para destrucción, Rom.9.23. y para hacer notorias las riquezas de su gloria, las mostró para con los vasos de misericordia que él preparó de antemano para gloria, Rom.9.24. a los cuales también ha llamado, esto es, a nosotros, no sólo de los judíos, sino también de los gentiles? Rom.9.25. Como también en Oseas dice: Llamaré pueblo mío al que no era mi pueblo, Y a la no amada, amada. Rom.9.26. Y en el lugar donde se les dijo: Vosotros no sois pueblo mío, Allí serán llamados hijos del Dios viviente. Rom.9.27. También Isaías clama tocante a Israel: Si fuere el número de los hijos de Israel como la arena del mar, tan sólo el remanente será salvo; Rom.9.28. porque el Señor ejecutará su sentencia sobre la tierra en justicia y con prontitud. Rom.9.29. Y como antes dijo Isaías: Si el Señor de los ejércitos no nos hubiera dejado descendencia, Como Sodoma habríamos venido a ser, y a Gomorra seríamos semejantes. Apo.2.19. Yo conozco tus obras, y amor, y fe, y servicio, y tu paciencia, y que tus obras postreras son más que las primeras. Apo.2.20. Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos. Apo.2.21. Y le he dado tiempo para que se arrepienta, pero no quiere arrepentirse de su fornicación. Apo.2.22. He aquí, yo la arrojo en cama, y en gran tribulación a los que con ella adulteran, si no se arrepienten de las obras de ella. Apo.2.23. Y a sus hijos heriré de muerte, y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña la mente y el corazón; y os daré a cada uno según vuestras obras. Apo.2.24. Pero a vosotros y a los demás que están en Tiatira, a cuantos no tienen esa doctrina, y no han conocido lo que ellos llaman las profundidades de Satanás, yo os digo: No os impondré otra carga; Apo.2.25. pero lo que tenéis, retenedlo hasta que yo venga. Apo.2.26. Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones, Apo.2.27. y las regirá con vara de hierro, y serán quebradas como vaso de alfarero; como yo también la he recibido de mi Padre; Apo.2.28. y le daré la estrella de la mañana. Apo.2.29. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.

LOS BENEFICIOS QUE RECIBIMOS

Sal.68.15. Monte de Dios es el monte de Basán; Monte alto el de Basán. Sal.68.16. ¿Por qué observáis, oh montes altos, Al monte que deseó Dios para su morada? Ciertamente Jehová habitará en él para siempre. Sal.68.17. Los carros de Dios se cuentan por veintenas de millares de millares; El Señor viene del Sinaí a su santuario. Sal.68.18. Subiste a lo alto, cautivaste la cautividad, Tomaste dones para los hombres, Y también para los rebeldes, para que habite entre ellos JAH Dios. Sal.68.19. Bendito el Señor; cada día nos colma de beneficios El Dios de nuestra salvación. Selah Sal.103.2. Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios. Sal.103.3. Él es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias; Sal.103.4. El que rescata del hoyo tu vida, El que te corona de favores y misericordias; Sal.103.5. El que sacia de bien tu boca De modo que te rejuvenezcas como el águila. Sal.103.6. Jehová es el que hace justicia Y derecho a todos los que padecen violencia. Sal.103.7. Sus caminos notificó a Moisés, Y a los hijos de Israel sus obras. Sal.103.8. Misericordioso y clemente es Jehová; Lento para la ira, y grande en misericordia. Sal.103.9. No contenderá para siempre, Ni para siempre guardará el enojo. Sal.103.10. No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades, Ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados. Sal.103.11. Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, Engrandeció su misericordia sobre los que le temen. Sal.103.12. Cuanto está lejos el oriente del occidente, Hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones. Sal.103.13. Como el padre se compadece de los hijos, Se compadece Jehová de los que le temen. Sal.103.14. Porque él conoce nuestra condición; Se acuerda de que somos polvo. Sal.104.24. ¡Cuán innumerables son tus obras, oh Jehová! Hiciste todas ellas con sabiduría; La tierra está llena de tus beneficios. Sal.104.25. He allí el grande y anchuroso mar, En donde se mueven seres innumerables, Seres pequeños y grandes. Sal.104.26. Allí andan las naves; Allí este leviatán que hiciste para que jugase en él. Sal.104.27. Todos ellos esperan en ti, Para que les des su comida a su tiempo. Sal.104.28. Les das, recogen; Abres tu mano, se sacian de bien. Isa.63.7. De las misericordias de Jehová haré memoria, de las alabanzas de Jehová, conforme a todo lo que Jehová nos ha dado, y de la grandeza de sus beneficios hacia la casa de Israel, que les ha hecho según sus misericordias, y según la multitud de sus piedades. Isa.63.8. Porque dijo: Ciertamente mi pueblo son, hijos que no mienten; y fue su Salvador. Isa.63.9. En toda angustia de ellos él fue angustiado, y el ángel de su faz los salvó; en su amor y en su clemencia los redimió, y los trajo, y los levantó todos los días de la antigüedad. Hec.4.9. Puesto que hoy se nos interroga acerca del beneficio hecho a un hombre enfermo, de qué manera éste haya sido sanado, Hec.4.10. sea notorio a todos vosotros, y a todo el pueblo de Israel, que en el nombre de Jesucristo de Nazaret, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de los muertos, por él este hombre está en vuestra presencia sano. Hec.4.11. Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. Hec.4.12. Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos. 1Co.10.21. No podéis beber la copa del Señor, y la copa de los demonios; no podéis participar de la mesa del Señor, y de la mesa de los demonios. 1Co.10.22. ¿O provocaremos a celos al Señor? ¿Somos más fuertes que él? 1Co.10.23. Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica. 1Co.10.24. Ninguno busque su propio bien, sino el del otro. 1Co.10.25. De todo lo que se vende en la carnicería, comed, sin preguntar nada por motivos de conciencia; 1Co.10.26. porque del Señor es la tierra y su plenitud. 1Co.10.27. Si algún incrédulo os invita, y queréis ir, de todo lo que se os ponga delante comed, sin preguntar nada por motivos de conciencia. 1Co.10.28. Mas si alguien os dijere: Esto fue sacrificado a los ídolos; no lo comáis, por causa de aquel que lo declaró, y por motivos de conciencia; porque del Señor es la tierra y su plenitud. 1Co.10.29. La conciencia, digo, no la tuya, sino la del otro. Pues ¿por qué se ha de juzgar mi libertad por la conciencia de otro? 1Co.10.30. Y si yo con agradecimiento participo, ¿por qué he de ser censurado por aquello de que doy gracias? 1Co.10.31. Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios. 1Co.10.32. No seáis tropiezo ni a judíos, ni a gentiles, ni a la iglesia de Dios; 1Co.10.33. como también yo en todas las cosas agrado a todos, no procurando mi propio beneficio, sino el de muchos, para que sean salvos.

martes, 22 de octubre de 2013

BASTAR

Núm.11.11. Y dijo Moisés a Jehová: ¿Por qué has hecho mal a tu siervo? ¿y por qué no he hallado gracia en tus ojos, que has puesto la carga de todo este pueblo sobre mí? Núm.11.12. ¿Concebí yo a todo este pueblo? ¿Lo engendré yo, para que me digas: Llévalo en tu seno, como lleva la que cría al que mama, a la tierra de la cual juraste a sus padres? Núm.11.13. ¿De dónde conseguiré yo carne para dar a todo este pueblo? Porque lloran a mí, diciendo: Danos carne que comamos. Núm.11.14. No puedo yo solo soportar a todo este pueblo, que me es pesado en demasía. Núm.11.15. Y si así lo haces tú conmigo, yo te ruego que me des muerte, si he hallado gracia en tus ojos; y que yo no vea mi mal. Núm.11.16. Entonces Jehová dijo a Moisés: Reúneme setenta varones de los ancianos de Israel, que tú sabes que son ancianos del pueblo y sus principales; y tráelos a la puerta del tabernáculo de reunión, y esperen allí contigo. Núm.11.17. Y yo descenderé y hablaré allí contigo, y tomaré del espíritu que está en ti, y pondré en ellos; y llevarán contigo la carga del pueblo, y no la llevarás tú solo. Núm.11.18. Pero al pueblo dirás: Santificaos para mañana, y comeréis carne; porque habéis llorado en oídos de Jehová, diciendo: ¡Quién nos diera a comer carne! ¡Ciertamente mejor nos iba en Egipto! Jehová, pues, os dará carne, y comeréis. Núm.11.19. No comeréis un día, ni dos días, ni cinco días, ni diez días, ni veinte días, Núm.11.20. sino hasta un mes entero, hasta que os salga por las narices, y la aborrezcáis, por cuanto menospreciasteis a Jehová que está en medio de vosotros, y llorasteis delante de él, diciendo: ¿Para qué salimos acá de Egipto? Núm.11.21. Entonces dijo Moisés: Seiscientos mil de a pie es el pueblo en medio del cual yo estoy; ¡y tú dices: Les daré carne, y comerán un mes entero! Núm.11.22. ¿Se degollarán para ellos ovejas y bueyes que les basten? ¿o se juntarán para ellos todos los peces del mar para que tengan abasto? Núm.11.23. Entonces Jehová respondió a Moisés: ¿Acaso se ha acortado la mano de Jehová? Ahora verás si se cumple mi palabra, o no. Pro.30.15. La sanguijuela tiene dos hijas que dicen: ¡Dame! ¡dame! Tres cosas hay que nunca se sacian; Aun la cuarta nunca dice: ¡Basta! Pro.30.16. El Seol, la matriz estéril, La tierra que no se sacia de aguas, Y el fuego que jamás dice: ¡Basta! Pro.30.17. El ojo que escarnece a su padre Y menosprecia la enseñanza de la madre, Los cuervos de la cañada lo saquen, Y lo devoren los hijos del águila. Mat.6.25. Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Mat.6.26. Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? Mat.6.27. ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo? Mat.6.28. Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; Mat.6.29. pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos. Mat.6.30. Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? Mat.6.31. No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Mat.6.32. Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mat.6.33. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Mat.6.34. Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal. Mat.10.24. El discípulo no es más que su maestro, ni el siervo más que su señor. Mat.10.25. Bástale al discípulo ser como su maestro, y al siervo como su señor. Si al padre de familia llamaron Beelzeb, ¿cuánto más a los de su casa? Mat.10.26. Así que, no los temáis; porque nada hay encubierto, que no haya de ser manifestado; ni oculto, que no haya de saberse. Mat.10.27. Lo que os digo en tinieblas, decidlo en la luz; y lo que oís al oído, proclamadlo desde las azoteas. Mat.10.28. Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno. Mat.10.29. ¿No se venden dos pajarillos por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin vuestro Padre. Mat.10.30. Pues aun vuestros cabellos están todos contados. Mat.10.31. Así que, no temáis; más valéis vosotros que muchos pajarillos. Mat.10.32. A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos. Mat.10.33. Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos. 2Co.12.7. Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera; 2Co.12.8. respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. 2Co.12.9. Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. 1Pe.4.3. Baste ya el tiempo pasado para haber hecho lo que agrada a los gentiles, andando en lascivias, concupiscencias, embriagueces, orgías, disipación y abominables idolatrías. 1Pe.4.4. A éstos les parece cosa extraña que vosotros no corráis con ellos en el mismo desenfreno de disolución, y os ultrajan; 1Pe.4.5. pero ellos darán cuenta al que está preparado para juzgar a los vivos y a los muertos. 1Pe.4.6. Porque por esto también ha sido predicado el evangelio a los muertos, para que sean juzgados en carne según los hombres, pero vivan en espíritu según Dios. 1Pe.4.7. Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración. 1Pe.4.8. Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados. 1Pe.4.9. Hospedaos los unos a los otros sin murmuraciones. 1Pe.4.10. Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.

EL BANQUETE

Est.1.1. Aconteció en los días de Asuero, el Asuero que reinó desde la India hasta Etiopía sobre ciento veintisiete provincias, Est.1.2. que en aquellos días, cuando fue afirmado el rey Asuero sobre el trono de su reino, el cual estaba en Susa capital del reino, Est.1.3. en el tercer año de su reinado hizo banquete a todos sus príncipes y cortesanos, teniendo delante de él a los más poderosos de Persia y de Media, gobernadores y príncipes de provincias, Est.1.4. para mostrar él las riquezas de la gloria de su reino, el brillo y la magnificencia de su poder, por muchos días, ciento ochenta días. Est.1.5. Y cumplidos estos días, hizo el rey otro banquete por siete días en el patio del huerto del palacio real a todo el pueblo que había en Susa capital del reino, desde el mayor hasta el menor. Est.1.6. El pabellón era de blanco, verde y azul, tendido sobre cuerdas de lino y púrpura en anillos de plata y columnas de mármol; los reclinatorios de oro y de plata, sobre losado de pórfido y de mármol, y de alabastro y de jacinto. Est.1.7. Y daban a beber en vasos de oro, y vasos diferentes unos de otros, y mucho vino real, de acuerdo con la generosidad del rey. Est.1.8. Y la bebida era según esta ley: Que nadie fuese obligado a beber; porque así lo había mandado el rey a todos los mayordomos de su casa, que se hiciese según la voluntad de cada uno. Est.9.17. Esto fue en el día trece del mes de Adar, y reposaron en el día catorce del mismo, y lo hicieron día de banquete y de alegría. Est.9.18. Pero los judíos que estaban en Susa se juntaron el día trece y el catorce del mismo mes, y el quince del mismo reposaron y lo hicieron día de banquete y de regocijo. Est.9.19. Por tanto, los judíos aldeanos que habitan en las villas sin muro hacen a los catorce del mes de Adar el día de alegría y de banquete, un día de regocijo, y para enviar porciones cada uno a su vecino. Est.9.20. Y escribió Mardoqueo estas cosas, y envió cartas a todos los judíos que estaban en todas las provincias del rey Asuero, cercanos y distantes, Est.9.21. ordenándoles que celebrasen el día decimocuarto del mes de Adar, y el decimoquinto del mismo, cada año, Est.9.22. como días en que los judíos tuvieron paz de sus enemigos, y como el mes que de tristeza se les cambió en alegría, y de luto en día bueno; que los hiciesen días de banquete y de gozo, y para enviar porciones cada uno a su vecino, y dádivas a los pobres. Est.9.23. Y los judíos aceptaron hacer, según habían comenzado, lo que les escribió Mardoqueo. Pro.15.15. Todos los días del afligido son difíciles; Mas el de corazón contento tiene un banquete continuo. Isa.25.5. Como el calor en lugar seco, así humillarás el orgullo de los extraños; y como calor debajo de nube harás marchitar el renuevo de los robustos. Isa.25.6. Y Jehová de los ejércitos hará en este monte a todos los pueblos banquete de manjares suculentos, banquete de vinos refinados, de gruesos tuétanos y de vinos purificados. Isa.25.7. Y destruirá en este monte la cubierta con que están cubiertos todos los pueblos, y el velo que envuelve a todas las naciones. Isa.25.8. Destruirá a la muerte para siempre; y enjugará Jehová el Señor toda lágrima de todos los rostros; y quitará la afrenta de su pueblo de toda la tierra; porque Jehová lo ha dicho. Isa.25.9. Y se dirá en aquel día: He aquí, éste es nuestro Dios, le hemos esperado, y nos salvará; éste es Jehová a quien hemos esperado, nos gozaremos y nos alegraremos en su salvación. Luc.5.29. Y Leví le hizo gran banquete en su casa; y había mucha compañía de publicanos y de otros que estaban a la mesa con ellos. Luc.5.30. Y los escribas y los fariseos murmuraban contra los discípulos, diciendo: ¿Por qué coméis y bebéis con publicanos y pecadores? Luc.5.31. Respondiendo Jesús, les dijo: Los que están sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. Luc.5.32. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento. Luc.5.33. Entonces ellos le dijeron: ¿Por qué los discípulos de Juan ayunan muchas veces y hacen oraciones, y asimismo los de los fariseos, pero los tuyos comen y beben? Luc.5.34. Él les dijo: ¿Podéis acaso hacer que los que están de bodas ayunen, entre tanto que el esposo está con ellos? Luc.5.35. Mas vendrán días cuando el esposo les será quitado; entonces, en aquellos días ayunarán. Luc.14.13. Mas cuando hagas banquete, llama a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos; Luc.14.14. y serás bienaventurado; porque ellos no te pueden recompensar, pero te será recompensado en la resurrección de los justos. Luc.14.15. Oyendo esto uno de los que estaban sentados con él a la mesa, le dijo: Bienaventurado el que coma pan en el reino de Dios. Luc.14.16. Entonces Jesús le dijo: Un hombre hizo una gran cena, y convidó a muchos. Luc.14.17. Y a la hora de la cena envió a su siervo a decir a los convidados: Venid, que ya todo está preparado. Luc.14.18. Y todos a una comenzaron a excusarse. El primero dijo: He comprado una hacienda, y necesito ir a verla; te ruego que me excuses. Luc.14.19. Otro dijo: He comprado cinco yuntas de bueyes, y voy a probarlos; te ruego que me excuses. Luc.14.20. Y otro dijo: Acabo de casarme, y por tanto no puedo ir. Luc.14.21. Vuelto el siervo, hizo saber estas cosas a su señor. Entonces enojado el padre de familia, dijo a su siervo: Ve pronto por las plazas y las calles de la ciudad, y trae acá a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos. Luc.14.22. Y dijo el siervo: Señor, se ha hecho como mandaste, y aún hay lugar. Luc.14.23. Dijo el señor al siervo: Ve por los caminos y por los vallados, y fuérzalos a entrar, para que se llene mi casa. Luc.14.24. Porque os digo que ninguno de aquellos hombres que fueron convidados, gustará mi cena. Luc.16.19. Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino, y hacía cada día banquete con esplendidez. Luc.16.20. Había también un mendigo llamado Lázaro, que estaba echado a la puerta de aquél, lleno de llagas, Luc.16.21. y ansiaba saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico; y aun los perros venían y le lamían las llagas. Luc.16.22. Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado. Luc.16.23. Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. Luc.16.24. Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama. Luc.16.25. Pero Abraham le dijo: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; pero ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado. Luc.16.26. Además de todo esto, una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los que quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá. Luc.16.27. Entonces le dijo: Te ruego, pues, padre, que le envíes a la casa de mi padre, Luc.16.28. porque tengo cinco hermanos, para que les testifique, a fin de que no vengan ellos también a este lugar de tormento. Luc.16.29. Y Abraham le dijo: A Moisés y a los profetas tienen; óiganlos. Luc.16.30. Él entonces dijo: No, padre Abraham; pero si alguno fuere a ellos de entre los muertos, se arrepentirán. Luc.16.31. Mas Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos.

lunes, 21 de octubre de 2013

LA BALANZA

Lev.19.35. No hagáis injusticia en juicio, en medida de tierra, en peso ni en otra medida. Lev.19.36. Balanzas justas, pesas justas y medidas justas tendréis. Yo Jehová vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto Job.6.2. ¡Oh, que pesasen justamente mi queja y mi tormento, Y se alzasen igualmente en balanza! Job.6.3. Porque pesarían ahora más que la arena del mar; Por eso mis palabras han sido precipitadas. Job.6.4. Porque las saetas del Todopoderoso están en mí, Cuyo veneno bebe mi espíritu; Y terrores de Dios me combaten. Job.31.6. Péseme Dios en balanzas de justicia, Y conocerá mi integridad. Job.31.7. Si mis pasos se apartaron del camino, Si mi corazón se fue tras mis ojos, Y si algo se pegó a mis manos, Job.31.8. Siembre yo, y otro coma, Y sea arrancada mi siembra. Job.31.9. Si fue mi corazón engañado acerca de mujer, Y si estuve acechando a la puerta de mi prójimo, Job.31.10. Muela para otro mi mujer, Y sobre ella otros se encorven. Job.31.11. Porque es maldad e iniquidad Que han de castigar los jueces. Job.31.12. Porque es fuego que devoraría hasta el Abadón, Y consumiría toda mi hacienda. Job.31.13. Si hubiera tenido en poco el derecho de mi siervo y de mi sierva, Cuando ellos contendían conmigo, Job.31.14. ¿Qué haría yo cuando Dios se levantase? Y cuando él preguntara, ¿qué le respondería yo? Job.31.15. El que en el vientre me hizo a mí, ¿no lo hizo a él? ¿Y no nos dispuso uno mismo en la matriz? Job.31.16. Si estorbé el contento de los pobres, E hice desfallecer los ojos de la viuda; Job.31.17. Si comí mi bocado solo, Y no comió de él el huérfano Job.31.18. (Porque desde mi juventud creció conmigo como con un padre, Y desde el vientre de mi madre fui guía de la viuda); Job.31.19. Si he visto que pereciera alguno sin vestido, Y al menesteroso sin abrigo; Job.31.20. Si no me bendijeron sus lomos, Y del vellón de mis ovejas se calentaron; Job.31.21. Si alcé contra el huérfano mi mano, Aunque viese que me ayudaran en la puerta; Job.31.22. Mi espalda se caiga de mi hombro, Y el hueso de mi brazo sea quebrado. Job.31.23. Porque temí el castigo de Dios, Contra cuya majestad yo no tendría poder. Job.31.24. Si puse en el oro mi esperanza, Y dije al oro: Mi confianza eres tú; Job.31.25. Si me alegré de que mis riquezas se multiplicasen, Y de que mi mano hallase mucho; Job.31.26. Si he mirado al sol cuando resplandecía, O a la luna cuando iba hermosa, Job.31.27. Y mi corazón se engañó en secreto, Y mi boca besó mi mano; Job.31.28. Esto también sería maldad juzgada; Porque habría negado al Dios soberano. Pro.16.9. El corazón del hombre piensa su camino; Mas Jehová endereza sus pasos. Pro.16.10. Oráculo hay en los labios del rey; En juicio no prevaricará su boca. Pro.16.11. Peso y balanzas justas son de Jehová; Obra suya son todas las pesas de la bolsa. Dan.5.18. El Altísimo Dios, oh rey, dio a Nabucodonosor tu padre el reino y la grandeza, la gloria y la majestad. Dan.5.19. Y por la grandeza que le dio, todos los pueblos, naciones y lenguas temblaban y temían delante de él. A quien quería mataba, y a quien quería daba vida; engrandecía a quien quería, y a quien quería humillaba. Dan.5.20. Mas cuando su corazón se ensoberbeció, y su espíritu se endureció en su orgullo, fue depuesto del trono de su reino, y despojado de su gloria. Dan.5.21. Y fue echado de entre los hijos de los hombres, y su mente se hizo semejante a la de las bestias, y con los asnos monteses fue su morada. Hierba le hicieron comer como a buey, y su cuerpo fue mojado con el rocío del cielo, hasta que reconoció que el Altísimo Dios tiene dominio sobre el reino de los hombres, y que pone sobre él al que le place. Dan.5.22. Y tú, su hijo Belsasar, no has humillado tu corazón, sabiendo todo esto; Dan.5.23. sino que contra el Señor del cielo te has ensoberbecido, e hiciste traer delante de ti los vasos de su casa, y tú y tus grandes, tus mujeres y tus concubinas, bebisteis vino en ellos; además de esto, diste alabanza a dioses de plata y oro, de bronce, de hierro, de madera y de piedra, que ni ven, ni oyen, ni saben; y al Dios en cuya mano está tu vida, y cuyos son todos tus caminos, nunca honraste. Dan.5.24. Entonces de su presencia fue enviada la mano que trazó esta escritura. Dan.5.25. Y la escritura que trazó es: MENE, MENE, TEKEL, UPARSIN. Dan.5.26. Esta es la interpretación del asunto: MENE: Contó Dios tu reino, y le ha puesto fin. Dan.5.27. TEKEL: Pesado has sido en balanza, y fuiste hallado falto. Dan.5.28. PERES: Tu reino ha sido roto, y dado a los medos y a los persas. Amó.8.4. Oíd esto, los que explotáis a los menesterosos, y arruináis a los pobres de la tierra, Amó.8.5. diciendo: ¿Cuándo pasará el mes, y venderemos el trigo; y la semana, y abriremos los graneros del pan, y achicaremos la medida, y subiremos el precio, y falsearemos con engaño la balanza, Amó.8.6. para comprar los pobres por dinero, y los necesitados por un par de zapatos, y venderemos los desechos del trigo? Amó.8.7. Jehová juró por la gloria de Jacob: No me olvidaré jamás de todas sus obras. Amó.8.8. ¿No se estremecerá la tierra sobre esto? ¿No llorará todo habitante de ella? Subirá toda, como un río, y crecerá y mermará como el río de Egipto. Amó.8.9. Acontecerá en aquel día, dice Jehová el Señor, que haré que se ponga el sol a mediodía, y cubriré de tinieblas la tierra en el día claro. Amó.8.10. Y cambiaré vuestras fiestas en lloro, y todos vuestros cantares en lamentaciones; y haré poner cilicio sobre todo lomo, y que se rape toda cabeza; y la volveré como en llanto de unigénito, y su postrimería como día amargo. Amó.8.11. He aquí vienen días, dice Jehová el Señor, en los cuales enviaré hambre a la tierra, no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír la palabra de Jehová. Miq.6.11. ¿Daré por inocente al que tiene balanza falsa y bolsa de pesas engañosas? Miq.6.12. Sus ricos se colmaron de rapiña, y sus moradores hablaron mentira, y su lengua es engañosa en su boca. Miq.6.13. Por eso yo también te hice enflaquecer hiriéndote, asolándote por tus pecados. Miq.6.14. Comerás, y no te saciarás, y tu abatimiento estará en medio de ti; recogerás, mas no salvarás, y lo que salvares, lo entregaré yo a la espada. Miq.6.15. Sembrarás, mas no segarás; pisarás aceitunas, mas no te ungirás con el aceite; y mosto, mas no beberás el vino.