lunes, 30 de septiembre de 2013

COMO ME PRESENTARE ?

Sal.5.3. Oh Jehová, de mañana oirás mi voz; De mañana me presentaré delante de ti, y esperaré. Sal.5.4. Porque tú no eres un Dios que se complace en la maldad; El malo no habitará junto a ti. Sal.5.5. Los insensatos no estarán delante de tus ojos; Aborreces a todos los que hacen iniquidad. Sal.5.6. Destruirás a los que hablan mentira; Al hombre sanguinario y engañador abominará Jehová. Sal.5.7. Mas yo por la abundancia de tu misericordia entraré en tu casa; Adoraré hacia tu santo templo en tu temor. Sal.5.8. Guíame, Jehová, en tu justicia, a causa de mis enemigos; Endereza delante de mí tu camino. Sal.42.2. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo; ¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios? Sal.42.3. Fueron mis lágrimas mi pan de día y de noche, Mientras me dicen todos los días: ¿Dónde está tu Dios? Sal.42.4. Me acuerdo de estas cosas, y derramo mi alma dentro de mí; De cómo yo fui con la multitud, y la conduje hasta la casa de Dios, Entre voces de alegría y de alabanza del pueblo en fiesta. Miq.6.6. ¿Con qué me presentaré ante Jehová, y adoraré al Dios Altísimo? ¿Me presentaré ante él con holocaustos, con becerros de un año? Miq.6.7. ¿Se agradará Jehová de millares de carneros, o de diez mil arroyos de aceite? ¿Daré mi primogénito por mi rebelión, el fruto de mis entrañas por el pecado de mi alma? Miq.6.8. Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios. Mat.5.23. Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, Mat.5.24. deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda. Luc.2.21. Cumplidos los ocho días para circuncidar al niño, le pusieron por nombre JESÚS, el cual le había sido puesto por el ángel antes que fuese concebido. Luc.2.22. Y cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, conforme a la ley de Moisés, le trajeron a Jerusalén para presentarle al Señor Luc.2.23. (como está escrito en la ley del Señor: Todo varón que abriere la matriz será llamado santo al Señor), Luc.2.24. y para ofrecer conforme a lo que se dice en la ley del Señor: Un par de tórtolas, o dos palominos. Luc.6.27. Pero a vosotros los que oís, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen; Luc.6.28. bendecid a los que os maldicen, y orad por los que os calumnian. Luc.6.29. Al que te hiera en una mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite la capa, ni aun la túnica le niegues. Luc.6.30. A cualquiera que te pida, dale; y al que tome lo que es tuyo, no pidas que te lo devuelva. Luc.6.31. Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos. Rom.6.12. No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias; Rom.6.13. ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia. Rom.6.14. Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia. Rom.12.1. Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. Rom.12.2. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. Efe.5.25. Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, Efe.5.26. para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, Efe.5.27. a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha. 2Ti.2.15. Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad. 2Ti.2.16. Mas evita profanas y vanas palabrerías, porque conducirán más y más a la impiedad. Heb.9.23. Fue, pues, necesario que las figuras de las cosas celestiales fuesen purificadas así; pero las cosas celestiales mismas, con mejores sacrificios que estos. Heb.9.24. Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios; Heb.9.25. y no para ofrecerse muchas veces, como entra el sumo sacerdote en el Lugar Santísimo cada año con sangre ajena. Heb.9.26. De otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde el principio del mundo; pero ahora, en la consumación de los siglos, se presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado. Heb.9.27. Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio, Heb.9.28. así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan. Jud.1.20. Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo, Jud.1.21. conservaos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna. Jud.1.22. A algunos que dudan, convencedlos. Jud.1.23. A otros salvad, arrebatándolos del fuego; y de otros tened misericordia con temor, aborreciendo aun la ropa contaminada por su carne. Jud.1.24. Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría, Jud.1.25. al único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos los siglos. Amén.

EL MAYOR

Gén.19.31. Entonces la mayor dijo a la menor: Nuestro padre es viejo, y no queda varón en la tierra que entre a nosotras conforme a la costumbre de toda la tierra. Gén.19.32. Ven, demos a beber vino a nuestro padre, y durmamos con él, y conservaremos de nuestro padre descendencia. Gén.19.33. Y dieron a beber vino a su padre aquella noche, y entró la mayor, y durmió con su padre; mas él no sintió cuándo se acostó ella, ni cuándo se levantó. Gén.19.34. El día siguiente, dijo la mayor a la menor: He aquí, yo dormí la noche pasada con mi padre; démosle a beber vino también esta noche, y entra y duerme con él, para que conservemos de nuestro padre descendencia. Gén.19.35. Y dieron a beber vino a su padre también aquella noche, y se levantó la menor, y durmió con él; pero él no echó de ver cuándo se acostó ella, ni cuándo se levantó. Gén.19.36. Y las dos hijas de Lot concibieron de su padre. Gén.25.21. Y oró Isaac a Jehová por su mujer, que era estéril; y lo aceptó Jehová, y concibió Rebeca su mujer. Gén.25.22. Y los hijos luchaban dentro de ella; y dijo: Si es así, ¿para qué vivo yo? Y fue a consultar a Jehová; Gén.25.23. y le respondió Jehová: Dos naciones hay en tu seno, Y dos pueblos serán divididos desde tus entrañas; El un pueblo será más fuerte que el otro pueblo, Y el mayor servirá al menor. Gén.25.24. Cuando se cumplieron sus días para dar a luz, he aquí había gemelos en su vientre. Gén.25.25. Y salió el primero rubio, y era todo velludo como una pelliza; y llamaron su nombre Esaú. Gén.25.26. Después salió su hermano, trabada su mano al calcañar de Esaú; y fue llamado su nombre Jacob [“el que toma por el calcañar”, “el que suplanta”]. Y era Isaac de edad de sesenta años cuando ella los dio a luz. Gén.25.27. Y crecieron los niños, y Esaú fue diestro en la caza, hombre del campo; pero Jacob era varón quieto, que habitaba en tiendas. Gén.41.38. y dijo Faraón a sus siervos: ¿Acaso hallaremos a otro hombre como éste, en quien esté el espíritu de Dios? Gén.41.39. Y dijo Faraón a José: Pues que Dios te ha hecho saber todo esto, no hay entendido ni sabio como tú. Gén.41.40. Tú estarás sobre mi casa, y por tu palabra se gobernará todo mi pueblo; solamente en el trono seré yo mayor que tú. Gén.41.41. Dijo además Faraón a José: He aquí yo te he puesto sobre toda la tierra de Egipto. Gén.41.42. Entonces Faraón quitó su anillo de su mano, y lo puso en la mano de José, y lo hizo vestir de ropas de lino finísimo, y puso un collar de oro en su cuello; Gén.41.43. y lo hizo subir en su segundo carro, y pregonaron delante de él: ¡Doblad la rodilla! [abrek, probablemente una palabra egipcia semejante en sonido a la palabra hebrea que significa “arrodillarse”]; y lo puso sobre toda la tierra de Egipto. Gén.41.44. Y dijo Faraón a José: Yo soy Faraón; y sin ti ninguno alzará su mano ni su pie en toda la tierra de Egipto. Hag.2.6. Porque así dice Jehová de los ejércitos: De aquí a poco yo haré temblar los cielos y la tierra, el mar y la tierra seca; Hag.2.7. y haré temblar a todas las naciones, y vendrá el Deseado de todas las naciones; y llenaré de gloria esta casa, ha dicho Jehová de los ejércitos. Hag.2.8. Mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos. Hag.2.9. La gloria postrera de esta casa será mayor que la primera, ha dicho Jehová de los ejércitos; y daré paz en este lugar, dice Jehová de los ejércitos. Mat.5.16. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que están los cielos. Mat.5.17. No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir. Mat.5.18. Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido. Mat.5.19. De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos. Mat.5.20. Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos. Mat.11.11. De cierto os digo: Entre los que nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el reino de los cielos, mayor es que él. Mat.12.5. ¿O no habéis leído en la ley, cómo en el día de reposo los sacerdotes en el templo profanan el día de reposo, y son sin culpa? Mat.12.6. Pues os digo que uno mayor que el templo está aquí. Mat.12.7. Y si supieseis qué significa: Misericordia quiero, y no sacrificio, no condenaríais a los inocentes; Mat.12.8. porque el Hijo del Hombre es Señor del día de reposo. Mat.18.1. En aquel tiempo los discípulos vinieron a Jesús, diciendo: ¿Quién es el mayor en el reino de los cielos? Mat.18.2. Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos, Mat.18.3. y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Mat.18.4. Así que, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos. Mat.18.5. Y cualquiera que reciba en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe. Mat.18.6. Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar. Mat.18.7. ¡Ay del mundo por los tropiezos! porque es necesario que vengan tropiezos, pero ¡ay de aquel hombre por quien viene el tropiezo! Mat.23.11. El que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo. Mat.23.12. Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido. Mat.23.16. ¡Ay de vosotros, guías ciegos! que decís: Si alguno jura por el templo, no es nada; pero si alguno jura por el oro del templo, es deudor. Mat.23.17. ¡Insensatos y ciegos! porque ¿cuál es mayor, el oro, o el templo que santifica al oro? Mat.23.18. También decís: Si alguno jura por el altar, no es nada; pero si alguno jura por la ofrenda que está sobre él, es deudor. Mat.23.19. ¡Necios y ciegos! porque ¿cuál es mayor, la ofrenda, o el altar que santifica la ofrenda? Mat.23.20. Pues el que jura por el altar, jura por él, y por todo lo que está sobre él; Mat.23.21. y el que jura por el templo, jura por él, y por el que lo habita; Mat.23.22. y el que jura por el cielo, jura por el trono de Dios, y por aquel que está sentado en él. Jua.4.12. ¿Acaso eres tú mayor que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, del cual bebieron él, sus hijos y sus ganados? Jua.4.13. Respondió Jesús y le dijo: Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed; Jua.4.14. mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna. Jua.10.27. Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, Jua.10.28. y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Jua.10.29. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. Jua.10.30. Yo y el Padre uno somos. Jua.14.12. De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre. Jua.14.13. Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Jua.14.14. Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré. Jua.14.28. Habéis oído que yo os he dicho: Voy, y vengo a vosotros. Si me amarais, os habríais regocijado, porque he dicho que voy al Padre; porque el Padre mayor es que yo. Jua.14.29. Y ahora os lo he dicho antes que suceda, para que cuando suceda, creáis. Rom.9.9. Porque la palabra de la promesa es esta: Por este tiempo vendré, y Sara tendrá un hijo. Rom.9.10. Y no sólo esto, sino también cuando Rebeca concibió de uno, de Isaac nuestro padre Rom.9.11. (pues no habían aún nacido, ni habían hecho aún ni bien ni mal, para que el propósito de Dios conforme a la elección permaneciese, no por las obras sino por el que llama), Rom.9.12. se le dijo: El mayor servirá al menor. Rom.9.13. Como está escrito: A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí. 1Co.13.13. Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor. 1Ju.3.19. Y en esto conocemos que somos de la verdad, y aseguraremos nuestros corazones delante de él; 1Ju.3.20. pues si nuestro corazón nos reprende, mayor que nuestro corazón es Dios, y él sabe todas las cosas. 1Ju.3.21. Amados, si nuestro corazón no nos reprende, confianza tenemos en Dios; 1Ju.3.22. y cualquiera cosa que pidiéremos la recibiremos de él, porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de él. 1Ju.3.23. Y este es su mandamiento: Que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo, y nos amemos unos a otros como nos lo ha mandado. 1Ju.3.24. Y el que guarda sus mandamientos, permanece en Dios, y Dios en él. Y en esto sabemos que él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado.

EL HOMBRE

Gén.1.26. Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Gén.1.27. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Gén.1.28. Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra. Gén.1.29. Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer. Gén.1.30. Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les será para comer. Y fue así. Job.7.17. ¿Qué es el hombre, para que lo engrandezcas, Y para que pongas sobre él tu corazón, Job.7.18. Y lo visites todas las mañanas, Y todos los momentos lo pruebes? Sal.56.4. En Dios alabaré su palabra; En Dios he confiado; no temeré; ¿Qué puede hacerme el hombre? Sal.60.11. Danos socorro contra el enemigo, Porque vana es la ayuda de los hombres. Sal.90.2. Antes que naciesen los montes Y formases la tierra y el mundo, Desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios. Sal.90.3. Vuelves al hombre hasta ser quebrantado, Y dices: Convertíos, hijos de los hombres. Sal.90.4. Porque mil años delante de tus ojos Son como el día de ayer, que pasó, Y como una de las vigilias de la noche. Sal.90.5. Los arrebatas como con torrente de aguas; son como sueño, Como la hierba que crece en la mañana. Sal.90.6. En la mañana florece y crece; A la tarde es cortada, y se seca. Sal.90.7. Porque con tu furor somos consumidos, Y con tu ira somos turbados. Sal.90.8. Pusiste nuestras maldades delante de ti, Nuestros yerros a la luz de tu rostro. Sal.90.9. Porque todos nuestros días declinan a causa de tu ira; Acabamos nuestros años como un pensamiento. Sal.90.10. Los días de nuestra edad son setenta años; Y si en los más robustos son ochenta años, Con todo, su fortaleza es molestia y trabajo, Porque pronto pasan, y volamos. Sal.90.11. ¿Quién conoce el poder de tu ira, Y tu indignación según que debes ser temido? Sal.90.12. Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, Que traigamos al corazón sabiduría. Isa.45.12. Yo hice la tierra, y creé sobre ella al hombre. Yo, mis manos, extendieron los cielos, y a todo su ejército mandé. Isa.45.13. Yo lo desperté en justicia, y enderezaré todos sus caminos; él edificará mi ciudad, y soltará mis cautivos, no por precio ni por dones, dice Jehová de los ejércitos. Jer.10.23. Conozco, oh Jehová, que el hombre no es señor de su camino, ni del hombre que camina es el ordenar sus pasos. Jer.17.5. Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová. Jer.17.6. Será como la retama en el desierto, y no verá cuando viene el bien, sino que morará en los sequedales en el desierto, en tierra despoblada y deshabitada. Jer.17.7. Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová. Jer.17.8. Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto. Mat.4.4. Él respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. Mat.16.13. Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre? Mat.16.14. Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas. Mat.16.15. Él les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Mat.16.16. Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Mat.18.7. ¡Ay del mundo por los tropiezos! porque es necesario que vengan tropiezos, pero ¡ay de aquel hombre por quien viene el tropiezo! Mar.2.27. También les dijo: El día de reposo fue hecho por causa del hombre, y no el hombre por causa del día de reposo. Mar.2.28. Por tanto, el Hijo del Hombre es Señor aun del día de reposo. Jua.10.32. Jesús les respondió: Muchas buenas obras os he mostrado de mi Padre; ¿por cuál de ellas me apedreáis? Jua.10.33. Le respondieron los judíos, diciendo: Por buena obra no te apedreamos, sino por la blasfemia; porque tú, siendo hombre, te haces Dios. Jua.10.34. Jesús les respondió: ¿No está escrito en vuestra ley: Yo dije, dioses sois? Jua.10.35. Si llamó dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios (y la Escritura no puede ser quebrantada), Jua.10.36. ¿al que el Padre santificó y envió al mundo, vosotros decís: Tú blasfemas, porque dije: Hijo de Dios soy? Rom.1.26. Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, Rom.1.27. y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío. Rom.1.28. Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen; Rom.1.29. estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades; Rom.1.30. murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres, Rom.1.31. necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia; Rom.1.32. quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican. Rom.2.1. Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas; pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú que juzgas haces lo mismo. Rom.2.2. Mas sabemos que el juicio de Dios contra los que practican tales cosas es según verdad. Rom.2.3. ¿Y piensas esto, oh hombre, tú que juzgas a los que tal hacen, y haces lo mismo, que tú escaparás del juicio de Dios? Rom.2.4. ¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento? Rom.2.5. Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios, Rom.2.6. el cual pagará a cada uno conforme a sus obras: Rom.2.7. vida eterna a los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad, Rom.2.8. pero ira y enojo a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la injusticia; Rom.2.9. tribulación y angustia sobre todo ser humano que hace lo malo, el judío primeramente y también el griego, Rom.2.10. pero gloria y honra y paz a todo el que hace lo bueno, al judío primeramente y también al griego; Rom.2.11. porque no hay acepción de personas para con Dios. Rom.2.12. Porque todos los que sin ley han pecado, sin ley también perecerán; y todos los que bajo la ley han pecado, por la ley serán juzgados; Rom.2.13. porque no son los oidores de la ley los justos ante Dios, sino los hacedores de la ley serán justificados. Rom.5.8. Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Rom.5.9. Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira. Rom.5.10. Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida. Rom.5.11. Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido ahora la reconciliación. Rom.5.12. Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron. 1Co.2.10. Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. 1Co.2.11. Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. 1Co.2.12. Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, 1Co.2.13. lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual. 1Co.2.14. Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. 1Co.2.15. En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie. 1Co.2.16. Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo. 1Co.3.20. Y otra vez: El Señor conoce los pensamientos de los sabios, que son vanos. 1Co.3.21. Así que, ninguno se gloríe en los hombres; porque todo es vuestro: 1Co.15.21. Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. 1Co.15.22. Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados. 1Co.15.23. Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida. Fil.2.5. Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, Fil.2.6. el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, Fil.2.7. sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; Fil.2.8. y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Fil.2.9. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, Fil.2.10. para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; Fil.2.11. y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre. 1Te.2.3. Porque nuestra exhortación no procedió de error ni de impureza, ni fue por engaño, 1Te.2.4. sino que según fuimos aprobados por Dios para que se nos confiase el evangelio, así hablamos; no como para agradar a los hombres, sino a Dios, que prueba nuestros corazones. 1Ti.2.5. Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, 1Ti.2.6. el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo. 1Ti.6.11. Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre. 1Ti.6.12. Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos. 2Ti.3.16. Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 2Ti.3.17. a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. Heb.2.6. pero alguien testificó en cierto lugar, diciendo: ¿Qué es el hombre, para que te acuerdes de él, O el hijo del hombre, para que le visites? Heb.2.7. Le hiciste un poco menor que los ángeles, Le coronaste de gloria y de honra, Y le pusiste sobre las obras de tus manos; Heb.2.8. Todo lo sujetaste bajo sus pies. Porque en cuanto le sujetó todas las cosas, nada dejó que no sea sujeto a él; pero todavía no vemos que todas las cosas le sean sujetas. Heb.2.9. Pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado de gloria y de honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos. Heb.2.10. Porque convenía a aquel por cuya causa son todas las cosas, y por quien todas las cosas subsisten, que habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionase por aflicciones al autor de la salvación de ellos. Heb.2.11. Porque el que santifica y los que son santificados, de uno son todos; por lo cual no se avergüenza de llamarlos hermanos, Heb.2.12. diciendo: Anunciaré a mis hermanos tu nombre, En medio de la congregación te alabaré. Heb.9.27. Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio, Heb.9.28. así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan.

sábado, 28 de septiembre de 2013

EL JOVEN

1Re.12.4. Tu padre agravó nuestro yugo, mas ahora disminuye tú algo de la dura servidumbre de tu padre, y del yugo pesado que puso sobre nosotros, y te serviremos. 1Re.12.5. Y él les dijo: Idos, y de aquí a tres días volved a mí. Y el pueblo se fue. 1Re.12.6. Entonces el rey Roboam pidió consejo de los ancianos que habían estado delante de Salomón su padre cuando vivía, y dijo: ¿Cómo aconsejáis vosotros que responda a este pueblo? 1Re.12.7. Y ellos le hablaron diciendo: Si tú fueres hoy siervo de este pueblo y lo sirvieres, y respondiéndoles buenas palabras les hablares, ellos te servirán para siempre. 1Re.12.8. Pero él dejó el consejo que los ancianos le habían dado, y pidió consejo de los jóvenes que se habían criado con él, y estaban delante de él. 1Re.12.9. Y les dijo: ¿Cómo aconsejáis vosotros que respondamos a este pueblo, que me ha hablado diciendo: Disminuye algo del yugo que tu padre puso sobre nosotros? 1Re.12.10. Entonces los jóvenes que se habían criado con él le respondieron diciendo: Así hablarás a este pueblo que te ha dicho estas palabras: Tu padre agravó nuestro yugo, mas tú disminúyenos algo; así les hablarás: El menor dedo de los míos es más grueso que los lomos de mi padre. 1Re.12.11. Ahora, pues, mi padre os cargó de pesado yugo, mas yo añadiré a vuestro yugo; mi padre os castigó con azotes, mas yo os castigaré con escorpiones. 1Cr.29.1. Después dijo el rey David a toda la asamblea: Solamente a Salomón mi hijo ha elegido Dios; él es joven y tierno de edad, y la obra grande; porque la casa no es para hombre, sino para Jehová Dios. Sal.37.25. Joven fui, y he envejecido, Y no he visto justo desamparado, Ni su descendencia que mendigue pan. Sal.37.26. En todo tiempo tiene misericordia, y presta; Y su descendencia es para bendición. Sal.37.27. Apártate del mal, y haz el bien, Y vivirás para siempre. Sal.37.28. Porque Jehová ama la rectitud, Y no desampara a sus santos. Para siempre serán guardados; Mas la descendencia de los impíos será destruida. Sal.37.29. Los justos heredarán la tierra, Y vivirán para siempre sobre ella. Sal.37.30. La boca del justo habla sabiduría, Y su lengua habla justicia. Sal.37.31. La ley de su Dios está en su corazón; Por tanto, sus pies no resbalarán. Sal.119.9. [Bet] ¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra. Sal.119.10. Con todo mi corazón te he buscado; No me dejes desviarme de tus mandamientos. Sal.119.11. En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti. Sal.119.12. Bendito tú, oh Jehová; Enséñame tus estatutos. Sal.119.13. Con mis labios he contado Todos los juicios de tu boca. Sal.119.14. Me he gozado en el camino de tus testimonios Más que de toda riqueza. Sal.119.15. En tus mandamientos meditaré; Consideraré tus caminos. Sal.119.16. Me regocijaré en tus estatutos; No me olvidaré de tus palabras. Isa.40.28. ¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance. Isa.40.29. Él da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Isa.40.30. Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; Isa.40.31. pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán. Jua.21.18. De cierto, de cierto te digo: Cuando eras más joven, te ceñías, e ibas a donde querías; mas cuando ya seas viejo, extenderás tus manos, y te ceñirá otro, y te llevará a donde no quieras. 1Ti.5.11. Pero viudas más jóvenes no admitas; porque cuando, impulsadas por sus deseos, se rebelan contra Cristo, quieren casarse, 1Ti.5.12. incurriendo así en condenación, por haber quebrantado su primera fe. 1Ti.5.13. Y también aprenden a ser ociosas, andando de casa en casa; y no solamente ociosas, sino también chismosas y entremetidas, hablando lo que no debieran. 1Ti.5.14. Quiero, pues, que las viudas jóvenes se casen, críen hijos, gobiernen su casa; que no den al adversario ninguna ocasión de maledicencia. 1Ti.5.15. Porque ya algunas se han apartado en pos de Satanás. 1Ti.5.16. Si algún creyente o alguna creyente tiene viudas, que las mantenga, y no sea gravada la iglesia, a fin de que haya lo suficiente para las que en verdad son viudas. 1Pe.5.5. Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, Y da gracia a los humildes. 1Pe.5.6. Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo; 1Pe.5.7. echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros. 1Pe.5.8. Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; 1Pe.5.9. al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo. 1Pe.5.10. Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca. 1Pe.5.11. A él sea la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.

EL SER MUJER

Gén.2.21. Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. Gén.2.22. Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. Gén.2.23. Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona [hebreo Ischshah], porque del varón [hebreo Ish] fue tomada. Gén.2.24. Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne. Gén.2.25. Y estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se avergonzaban. Rut.3.7. Y cuando Booz hubo comido y bebido, y su corazón estuvo contento, se retiró a dormir a un lado del montón. Entonces ella vino calladamente, y le descubrió los pies y se acostó. Rut.3.8. Y aconteció que a la medianoche se estremeció aquel hombre, y se volvió; y he aquí, una mujer estaba acostada a sus pies. Rut.3.9. Entonces él dijo: ¿Quién eres? Y ella respondió: Yo soy Rut tu sierva; extiende el borde de tu capa sobre tu sierva, por cuanto eres pariente cercano. Rut.3.10. Y él dijo: Bendita seas tú de Jehová, hija mía; has hecho mejor tu postrera bondad que la primera, no yendo en busca de los jóvenes, sean pobres o ricos. Rut.3.11. Ahora pues, no temas, hija mía; yo haré contigo lo que tú digas, pues toda la gente de mi pueblo sabe que eres mujer virtuosa. Est.1.20. Y el decreto que dicte el rey será oído en todo su reino, aunque es grande, y todas las mujeres darán honra a sus maridos, desde el mayor hasta el menor. Est.1.21. Agradó esta palabra a los ojos del rey y de los príncipes, e hizo el rey conforme al dicho de Memucán; Sal.128.3. Tu mujer será como vid que lleva fruto a los lados de tu casa; Tus hijos como plantas de olivo alrededor de tu mesa. Pro.5.19. Como cierva amada y graciosa gacela. Sus caricias te satisfagan en todo tiempo, Y en su amor recréate siempre. Pro.6.29. Así es el que se llega a la mujer de su prójimo; No quedará impune ninguno que la tocare. Pro.9.13. La mujer insensata es alborotadora; Es simple e ignorante. Pro.19.13. Dolor es para su padre el hijo necio, Y gotera continua las contiendas de la mujer. Pro.19.14. La casa y las riquezas son herencia de los padres; Mas de Jehová la mujer prudente. Pro.31.30. Engañosa es la gracia, y vana la hermosura; La mujer que teme a Jehová, ésa será alabada. Ecl.9.9. Goza de la vida con la mujer que amas, todos los días de la vida de tu vanidad que te son dados debajo del sol, todos los días de tu vanidad; porque esta es tu parte en la vida, y en tu trabajo con que te afanas debajo del sol. Isa.4.1. Echarán mano de un hombre siete mujeres en aquel tiempo, diciendo: Nosotras comeremos de nuestro pan, y nos vestiremos de nuestras ropas; solamente permítenos llevar tu nombre, quita nuestro oprobio. Mal.2.14. Mas diréis: ¿Por qué? Porque Jehová ha atestiguado entre ti y la mujer de tu juventud, contra la cual has sido desleal, siendo ella tu compañera, y la mujer de tu pacto. Mal.2.15. ¿No hizo él uno, habiendo en él abundancia de espíritu? ¿Y por qué uno? Porque buscaba una descendencia para Dios. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no seáis desleales para con la mujer de vuestra juventud. Mal.2.16. Porque Jehová Dios de Israel ha dicho que él aborrece el repudio, y al que cubre de iniquidad su vestido, dijo Jehová de los ejércitos. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no seáis desleales. Mat.5.27. Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. Mat.5.28. Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón. Mar.10.3. El, respondiendo, les dijo: ¿Qué os mandó Moisés? Mar.10.4. Ellos dijeron: Moisés permitió dar carta de divorcio, y repudiarla. Mar.10.5. Y respondiendo Jesús, les dijo: Por la dureza de vuestro corazón os escribió este mandamiento; Mar.10.6. pero al principio de la creación, varón y hembra los hizo Dios. Mar.10.7. Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, Mar.10.8. y los dos serán una sola carne; así que no son ya más dos, sino uno. Mar.10.9. Por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre. Luc.16.18. Todo el que repudia a su mujer, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada del marido, adultera. Rom.1.24. Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, Rom.1.25. ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén. Rom.1.26. Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, Rom.1.27. y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío. 1Co.6.19. ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? 1Co.6.20. Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios. 1Co.7.1. En cuanto a las cosas de que me escribisteis, bueno le sería al hombre no tocar mujer; 1Co.7.2. pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido. 1Co.7.3. El marido cumpla con la mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el marido. 1Co.7.4. La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer. 1Co.7.5. No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia. 1Co.7.6. Mas esto digo por vía de concesión, no por mandamiento. 1Co.7.23. Por precio fuisteis comprados; no os hagáis esclavos de los hombres. 1Co.7.24. Cada uno, hermanos, en el estado en que fue llamado, así permanezca para con Dios. 1Co.7.25. En cuanto a las vírgenes no tengo mandamiento del Señor; mas doy mi parecer, como quien ha alcanzado misericordia del Señor para ser fiel. 1Co.7.26. Tengo, pues, esto por bueno a causa de la necesidad que apremia; que hará bien el hombre en quedarse como está. 1Co.7.27. ¿Estás ligado a mujer? No procures soltarte. ¿Estás libre de mujer? No procures casarte. 1Co.7.28. Mas también si te casas, no pecas; y si la doncella se casa, no peca; pero los tales tendrán aflicción de la carne, y yo os la quisiera evitar. 1Co.9.6. ¿O sólo yo y Bernabé no tenemos derecho de no trabajar? 1Co.9.7. ¿Quién fue jamás soldado a sus propias expensas? ¿Quién planta viña y no come de su fruto? ¿O quién apacienta el rebaño y no toma de la leche del rebaño? 1Co.9.8. ¿Digo esto sólo como hombre? ¿No dice esto también la ley? 1Co.9.9. Porque en la ley de Moisés está escrito: No pondrás bozal al buey que trilla. ¿Tiene Dios cuidado de los bueyes, 1Co.9.10. o lo dice enteramente por nosotros? Pues por nosotros se escribió; porque con esperanza debe arar el que ara, y el que trilla, con esperanza de recibir del fruto. 1Co.11.8. Porque el varón no procede de la mujer, sino la mujer del varón, 1Co.11.9. y tampoco el varón fue creado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del varón. 1Co.11.10. Por lo cual la mujer debe tener señal de autoridad sobre su cabeza, por causa de los ángeles. 1Co.11.11. Pero en el Señor, ni el varón es sin la mujer, ni la mujer sin el varón; 1Co.11.12. porque así como la mujer procede del varón, también el varón nace de la mujer; pero todo procede de Dios. 1Co.11.14. La naturaleza misma ¿no os enseña que al varón le es deshonroso dejarse crecer el cabello? 1Co.11.15. Por el contrario, a la mujer dejarse crecer el cabello le es honroso; porque en lugar de velo le es dado el cabello. Efe.5.21. Someteos unos a otros en el temor de Dios. Efe.5.22. Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; Efe.5.23. porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. Efe.5.24. Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo. Efe.5.25. Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, Efe.5.26. para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, Efe.5.27. a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha. Efe.5.28. Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. Efe.5.29. Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia, Efe.5.30. porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos. Efe.5.31. Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne. Efe.5.32. Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia. Efe.5.33. Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido. 1Ti.2.9. Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos, 1Ti.2.10. sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad. 1Ti.2.11. La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. 1Ti.2.12. Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio. 1Ti.2.13. Porque Adán fue formado primero, después Eva; 1Ti.2.14. y Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en transgresión. 1Ti.2.15. Pero se salvará engendrando hijos, si permaneciere en fe, amor y santificación, con modestia. 1Ti.3.11. Las mujeres asimismo sean honestas, no calumniadoras, sino sobrias, fieles en todo. 1Pe.3.1. Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas, 1Pe.3.2. considerando vuestra conducta casta y respetuosa. 1Pe.3.3. Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, 1Pe.3.4. sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios. 1Pe.3.5. Porque así también se ataviaban en otro tiempo aquellas santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos; 1Pe.3.6. como Sara obedecía a Abraham, llamándole señor; de la cual vosotras habéis venido a ser hijas, si hacéis el bien, sin temer ninguna amenaza. 1Pe.3.7. Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo.

EL MOVER

Sal.35.22. Tú lo has visto, oh Jehová; no calles; Señor, no te alejes de mí. Sal.35.23. Muévete y despierta para hacerme justicia, Dios mío y Señor mío, para defender mi causa. Sal.35.24. Júzgame conforme a tu justicia, Jehová Dios mío, Y no se alegren de mí. Mat.23.1. Entonces habló Jesús a la gente y a sus discípulos, diciendo: Mat.23.2. En la cátedra de Moisés se sientan los escribas y los fariseos. Mat.23.3. Así que, todo lo que os digan que guardéis, guardadlo y hacedlo; mas no hagáis conforme a sus obras, porque dicen, y no hacen. Mat.23.4. Porque atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres; pero ellos ni con un dedo quieren moverlas. Mat.23.5. Antes, hacen todas sus obras para ser vistos por los hombres. Pues ensanchan sus filacterias, y extienden los flecos de sus mantos; Mat.23.6. y aman los primeros asientos en las cenas, y las primeras sillas en las sinagogas, Mat.23.7. y las salutaciones en las plazas, y que los hombres los llamen: Rabí, Rabí. Mat.23.8. Pero vosotros no queráis que os llamen Rabí; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo, y todos vosotros sois hermanos. Mat.23.9. Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos. Mat.23.10. Ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo. Mat.23.11. El que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo. Mat.23.12. Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido. Luc.6.46. ¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo? Luc.6.47. Todo aquel que viene a mí, y oye mis palabras y las hace, os indicaré a quién es semejante. Luc.6.48. Semejante es al hombre que al edificar una casa, cavó y ahondó y puso el fundamento sobre la roca; y cuando vino una inundación, el río dio con ímpetu contra aquella casa, pero no la pudo mover, porque estaba fundada sobre la roca. Luc.6.49. Mas el que oyó y no hizo, semejante es al hombre que edificó su casa sobre tierra, sin fundamento; contra la cual el río dio con ímpetu, y luego cayó, y fue grande la ruina de aquella casa. Hec.17.23. porque pasando y mirando vuestros santuarios, hallé también un altar en el cual estaba esta inscripción: AL DIOS NO CONOCIDO. Al que vosotros adoráis, pues, sin conocerle, es a quien yo os anuncio. Hec.17.24. El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas, Hec.17.25. ni es honrado por manos de hombres, como si necesitase de algo; pues él es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas. Hec.17.26. Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su habitación; Hec.17.27. para que busquen a Dios, si en alguna manera, palpando, puedan hallarle, aunque ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros. Hec.17.28. Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de vuestros propios poetas también han dicho: Porque linaje suyo somos. Hec.17.29. Siendo, pues, linaje de Dios, no debemos pensar que la Divinidad sea semejante a oro, o plata, o piedra, escultura de arte y de imaginación de hombres. Hec.17.30. Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan; Hec.17.31. por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos. 2Te.2.1. Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestra reunión con él, os rogamos, hermanos, 2Te.2.2. que no os dejéis mover fácilmente de vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra, en el sentido de que el día del Señor está cerca. 2Te.2.3. Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, 2Te.2.4. el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios.

jueves, 26 de septiembre de 2013

EL ESPOSO Y LA ESPOSA

Éxo.4.24. Y aconteció en el camino, que en una posada Jehová le salió al encuentro, y quiso matarlo. Éxo.4.25. Entonces Séfora tomó un pedernal afilado y cortó el prepucio de su hijo, y lo echó a sus pies, diciendo: A la verdad tú me eres un esposo de sangre. Éxo.4.26. Así le dejó luego ir. Y ella dijo: Esposo de sangre, a causa de la circuncisión. Éxo.21.8. Si no agradare a su señor, por lo cual no la tomó por esposa, se le permitirá que se rescate, y no la podrá vender a pueblo extraño cuando la desechare. Pro.18.22. El que halla esposa halla el bien, Y alcanza la benevolencia de Jehová. Isa.62.4. Nunca más te llamarán Desamparada, ni tu tierra se dirá más Desolada; sino que serás llamada Hefzi-bá [“mi deleite está en ella”], y tu tierra, Beula [“desposada”]; porque el amor de Jehová estará en ti, y tu tierra será desposada. Isa.62.5. Pues como el joven se desposa con la virgen, se desposarán contigo tus hijos; y como el gozo del esposo con la esposa, así se gozará contigo el Dios tuyo. Jer.3.14. Convertíos, hijos rebeldes, dice Jehová, porque yo soy vuestro esposo; y os tomaré uno de cada ciudad, y dos de cada familia, y os introduciré en Sion; Jer.3.15. y os daré pastores según mi corazón, que os apacienten con ciencia y con inteligencia. Mat.9.15. Jesús les dijo: ¿Acaso pueden los que están de bodas tener luto entre tanto que el esposo está con ellos? Pero vendrán días cuando el esposo les será quitado, y entonces ayunarán. Mat.25.1. Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo. Mat.25.2. Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas. Mat.25.3. Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite; Mat.25.4. mas las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas. Mat.25.5. Y tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron. Mat.25.6. Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle! Mat.25.7. Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y arreglaron sus lámparas. Mat.25.8. Y las insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan. Mat.25.9. Mas las prudentes respondieron diciendo: Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden, y comprad para vosotras mismas. Mat.25.10. Pero mientras ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta. Mat.25.11. Después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos! Mat.25.12. Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os digo, que no os conozco. Mar.12.20. Hubo siete hermanos; el primero tomó esposa, y murió sin dejar descendencia. Mar.12.21. Y el segundo se casó con ella, y murió, y tampoco dejó descendencia; y el tercero, de la misma manera. Mar.12.22. Y así los siete, y no dejaron descendencia; y después de todos murió también la mujer. Mar.12.23. En la resurrección, pues, cuando resuciten, ¿de cuál de ellos será ella mujer, ya que los siete la tuvieron por mujer? Mar.12.24. Entonces respondiendo Jesús, les dijo: ¿No erráis por esto, porque ignoráis las Escrituras, y el poder de Dios? Mar.12.25. Porque cuando resuciten de los muertos, ni se casarán ni se darán en casamiento, sino serán como los ángeles que están en los cielos. 1Co.7.29. Pero esto digo, hermanos: que el tiempo es corto; resta, pues, que los que tienen esposa sean como si no la tuviesen; 1Co.7.30. y los que lloran, como si no llorasen; y los que se alegran, como si no se alegrasen; y los que compran, como si no poseyesen; 1Co.7.31. y los que disfrutan de este mundo, como si no lo disfrutasen; porque la apariencia de este mundo se pasa. 2Co.11.2. Porque os celo con celo de Dios; pues os he desposado con un solo esposo, para presentaros como una virgen pura a Cristo. 2Co.11.3. Pero temo que como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean de alguna manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo. 1Te.4.3. pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación; 1Te.4.4. que cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor; 1Te.4.5. no en pasión de concupiscencia, como los gentiles que no conocen a Dios; Apo.19.7. Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado. Apo.19.8. Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos. Apo.21.2. Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido. Apo.21.3. Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. Apo.21.4. Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron. Apo.21.9. Vino entonces a mí uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas de las siete plagas postreras, y habló conmigo, diciendo: Ven acá, yo te mostraré la desposada, la esposa del Cordero. Apo.21.10. Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios, Apo.21.11. teniendo la gloria de Dios. Y su fulgor era semejante al de una piedra preciosísima, como piedra de jaspe, diáfana como el cristal. Apo.21.12. Tenía un muro grande y alto con doce puertas; y en las puertas, doce ángeles, y nombres inscritos, que son los de las doce tribus de los hijos de Israel; Apo.21.13. al oriente tres puertas; al norte tres puertas; al sur tres puertas; al occidente tres puertas. Apo.21.14. Y el muro de la ciudad tenía doce cimientos, y sobre ellos los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero. Apo.21.15. El que hablaba conmigo tenía una caña de medir, de oro, para medir la ciudad, sus puertas y su muro. Apo.21.16. La ciudad se halla establecida en cuadro, y su longitud es igual a su anchura; y él midió la ciudad con la caña, doce mil estadios; la longitud, la altura y la anchura de ella son iguales. Apo.21.17. Y midió su muro, ciento cuarenta y cuatro codos, de medida de hombre, la cual es de ángel. Apo.21.18. El material de su muro era de jaspe; pero la ciudad era de oro puro, semejante al vidrio limpio; Apo.21.19. y los cimientos del muro de la ciudad estaban adornados con toda piedra preciosa. El primer cimiento era jaspe; el segundo, zafiro; el tercero, ágata; el cuarto, esmeralda; Apo.21.20. el quinto, ónice; el sexto, cornalina; el séptimo, crisólito; el octavo, berilo; el noveno, topacio; el décimo, crisopraso; el undécimo, jacinto; el duodécimo, amatista. Apo.21.21. Las doce puertas eran doce perlas; cada una de las puertas era una perla. Y la calle de la ciudad era de oro puro, transparente como vidrio. Apo.21.22. Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero. Apo.21.23. La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera. Apo.21.24. Y las naciones que hubieren sido salvas andarán a la luz de ella; y los reyes de la tierra traerán su gloria y honor a ella. Apo.21.25. Sus puertas nunca serán cerradas de día, pues allí no habrá noche. Apo.21.26. Y llevarán la gloria y la honra de las naciones a ella. Apo.21.27. No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero. Apo.22.17. Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.

EL MARIDO

Gén.3.17. Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. 2Sa.3.14. Después de esto envió David mensajeros a Is-boset hijo de Saúl, diciendo: Restitúyeme mi mujer Mical, la cual desposé conmigo por cien prepucios de filisteos. 2Sa.3.15. Entonces Is-boset envió y se la quitó a su marido Paltiel hijo de Lais. 2Sa.3.16. Y su marido fue con ella, siguiéndola y llorando hasta Bahurim. Y le dijo Abner: Anda, vuélvete. Entonces él se volvió. Est.1.10. El séptimo día, estando el corazón del rey alegre del vino, mandó a Mehumán, Bizta, Harbona, Bigta, Abagta, Zetar y Carcas, siete eunucos que servían delante del rey Asuero, Est.1.11. que trajesen a la reina Vasti a la presencia del rey con la corona regia, para mostrar a los pueblos y a los príncipes su belleza; porque era hermosa. Est.1.12. Mas la reina Vasti no quiso comparecer a la orden del rey enviada por medio de los eunucos; y el rey se enojó mucho, y se encendió en ira. Est.1.13. Preguntó entonces el rey a los sabios que conocían los tiempos (porque así acostumbraba el rey con todos los que sabían la ley y el derecho; Est.1.14. y estaban junto a él Carsena, Setar, Admata, Tarsis, Meres, Marsena y Memucán, siete príncipes de Persia y de Media que veían la cara del rey, y se sentaban los primeros del reino); Est.1.15. les preguntó qué se había de hacer con la reina Vasti según la ley, por cuanto no había cumplido la orden del rey Asuero enviada por medio de los eunucos. Est.1.16. Y dijo Memucán delante del rey y de los príncipes: No solamente contra el rey ha pecado la reina Vasti, sino contra todos los príncipes, y contra todos los pueblos que hay en todas las provincias del rey Asuero. Est.1.17. Porque este hecho de la reina llegará a oídos de todas las mujeres, y ellas tendrán en poca estima a sus maridos, diciendo: El rey Asuero mandó traer delante de sí a la reina Vasti, y ella no vino. Est.1.18. Y entonces dirán esto las señoras de Persia y de Media que oigan el hecho de la reina, a todos los príncipes del rey; y habrá mucho menosprecio y enojo. Est.1.19. Si parece bien al rey, salga un decreto real de vuestra majestad y se escriba entre las leyes de Persia y de Media, para que no sea quebrantado: Que Vasti no venga más delante del rey Asuero; y el rey haga reina a otra que sea mejor que ella. Pro.31.11. El corazón de su marido está en ella confiado, Y no carecerá de ganancias. Pro.31.23. Su marido es conocido en las puertas, Cuando se sienta con los ancianos de la tierra. Isa.54.4. No temas, pues no serás confundida; y no te avergüences, porque no serás afrentada, sino que te olvidarás de la vergüenza de tu juventud, y de la afrenta de tu viudez no tendrás más memoria. Isa.54.5. Porque tu marido es tu Hacedor; Jehová de los ejércitos es su nombre; y tu Redentor, el Santo de Israel; Dios de toda la tierra será llamado. Isa.54.6. Porque como a mujer abandonada y triste de espíritu te llamó Jehová, y como a la esposa de la juventud que es repudiada, dijo el Dios tuyo. Jer.31.31. He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá. Jer.31.32. No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice Jehová. Jer.31.33. Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. Rom.7.2. Porque la mujer casada está sujeta por la ley al marido mientras éste vive; pero si el marido muere, ella queda libre de la ley del marido. Rom.7.3. Así que, si en vida del marido se uniere a otro varón, será llamada adúltera; pero si su marido muriere, es libre de esa ley, de tal manera que si se uniere a otro marido, no será adúltera. Rom.7.4. Así también vosotros, hermanos míos, habéis muerto a la ley mediante el cuerpo de Cristo, para que seáis de otro, del que resucitó de los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios. Rom.7.5. Porque mientras estábamos en la carne, las pasiones pecaminosas que eran por la ley obraban en nuestros miembros llevando fruto para muerte. Rom.7.6. Pero ahora estamos libres de la ley, por haber muerto para aquella en que estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu y no bajo el régimen viejo de la letra. 1Co.6.17. Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él. 1Co.6.18. Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca. 1Co.6.19. ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? 1Co.6.20. Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios. 1Co.7.1. En cuanto a las cosas de que me escribisteis, bueno le sería al hombre no tocar mujer; 1Co.7.2. pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido. 1Co.7.3. El marido cumpla con la mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el marido. 1Co.7.4. La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer. 1Co.7.5. No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia. 1Co.7.6. Mas esto digo por vía de concesión, no por mandamiento. 1Co.7.14. Porque el marido incrédulo es santificado en la mujer, y la mujer incrédula en el marido; pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, mientras que ahora son santos. 1Co.7.15. Pero si el incrédulo se separa, sepárese; pues no está el hermano o la hermana sujeto a servidumbre en semejante caso, sino que a paz nos llamó Dios. 1Co.7.16. Porque ¿qué sabes tú, oh mujer, si quizá harás salvo a tu marido? ¿O qué sabes tú, oh marido, si quizá harás salva a tu mujer? 1Co.7.32. Quisiera, pues, que estuvieseis sin congoja. El soltero tiene cuidado de las cosas del Señor, de cómo agradar al Señor; 1Co.7.33. pero el casado tiene cuidado de las cosas del mundo, de cómo agradar a su mujer. Col.3.19. Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas. 1Ti.3.1. Palabra fiel: Si alguno anhela obispado, buena obra desea. 1Ti.3.2. Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar; 1Ti.3.3. no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro; 1Ti.3.4. que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad 1Ti.3.5. (pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?); 1Ti.3.6. no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Ti.3.7. También es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en descrédito y en lazo del diablo. 1Pe.3.7. Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo. Apo.21.2. Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido.

EL MORDER

Gén.49.17. Será Dan serpiente junto al camino, Víbora junto a la senda, Que muerde los talones del caballo, Y hace caer hacia atrás al jinete. Núm.21.5. Y habló el pueblo contra Dios y contra Moisés: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para que muramos en este desierto? Pues no hay pan ni agua, y nuestra alma tiene fastidio de este pan tan liviano. Núm.21.6. Y Jehová envió entre el pueblo serpientes ardientes, que mordían al pueblo; y murió mucho pueblo de Israel. Núm.21.7. Entonces el pueblo vino a Moisés y dijo: Hemos pecado por haber hablado contra Jehová, y contra ti; ruega a Jehová que quite de nosotros estas serpientes. Y Moisés oró por el pueblo. Núm.21.8. Y Jehová dijo a Moisés: Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre una asta; y cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, vivirá. Núm.21.9. Y Moisés hizo una serpiente de bronce, y la puso sobre una asta; y cuando alguna serpiente mordía a alguno, miraba a la serpiente de bronce, y vivía. Jer.8.16. Desde Dan se oyó el bufido de sus caballos; al sonido de los relinchos de sus corceles tembló toda la tierra; y vinieron y devoraron la tierra y su abundancia, a la ciudad y a los moradores de ella. Jer.8.17. Porque he aquí que yo envío sobre vosotros serpientes, áspides contra los cuales no hay encantamiento, y os morderán, dice Jehová. Amó.5.18. ¡Ay de los que desean el día de Jehová! ¿Para qué queréis este día de Jehová? Será de tinieblas, y no de luz; Amó.5.19. como el que huye de delante del león, y se encuentra con el oso; o como si entrare en casa y apoyare su mano en la pared, y le muerde una culebra. Amó.5.20. ¿No será el día de Jehová tinieblas, y no luz; oscuridad, que no tiene resplandor? Gál.5.13. Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros. Gál.5.14. Porque toda la ley en esta sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Gál.5.15. Pero si os mordéis y os coméis unos a otros, mirad que también no os consumáis unos a otros. Gál.5.16. Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Gál.5.17. Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis. Gál.5.18. Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley. Apo.16.8. El cuarto ángel derramó su copa sobre el sol, al cual fue dado quemar a los hombres con fuego. Apo.16.9. Y los hombres se quemaron con el gran calor, y blasfemaron el nombre de Dios, que tiene poder sobre estas plagas, y no se arrepintieron para darle gloria. Apo.16.10. El quinto ángel derramó su copa sobre el trono de la bestia; y su reino se cubrió de tinieblas, y mordían de dolor sus lenguas, Apo.16.11. y blasfemaron contra el Dios del cielo por sus dolores y por sus úlceras, y no se arrepintieron de sus obras.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

EL CUBRIR

Gén.24.64. Rebeca también alzó sus ojos, y vio a Isaac, y descendió del camello; Gén.24.65. porque había preguntado al criado: ¿Quién es este varón que viene por el campo hacia nosotros? Y el criado había respondido: Este es mi señor. Ella entonces tomó el velo, y se cubrió. Éxo.3.4. Viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí. Éxo.3.5. Y dijo: No te acerques; quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es. Éxo.3.6. Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios. Éxo.33.13. Ahora, pues, si he hallado gracia en tus ojos, te ruego que me muestres ahora tu camino, para que te conozca, y halle gracia en tus ojos; y mira que esta gente es pueblo tuyo. Éxo.33.14. Y él dijo: Mi presencia irá contigo, y te daré descanso. Éxo.33.15. Y Moisés respondió: Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí. Éxo.33.16. ¿Y en qué se conocerá aquí que he hallado gracia en tus ojos, yo y tu pueblo, sino en que tú andes con nosotros, y que yo y tu pueblo seamos apartados de todos los pueblos que están sobre la faz de la tierra? Éxo.33.17. Y Jehová dijo a Moisés: También haré esto que has dicho, por cuanto has hallado gracia en mis ojos, y te he conocido por tu nombre. Éxo.33.18. El entonces dijo: Te ruego que me muestres tu gloria. Éxo.33.19. Y le respondió: Yo haré pasar todo mi bien delante de tu rostro, y proclamaré el nombre de Jehová delante de ti; y tendré misericordia del que tendré misericordia, y seré clemente para con el que seré clemente. Éxo.33.20. Dijo más: No podrás ver mi rostro; porque no me verá hombre, y vivirá. Éxo.33.21. Y dijo aún Jehová: He aquí un lugar junto a mí, y tú estarás sobre la peña; Éxo.33.22. y cuando pase mi gloria, yo te pondré en una hendidura de la peña, y te cubriré con mi mano hasta que haya pasado. Éxo.33.23. Después apartaré mi mano, y verás mis espaldas; mas no se verá mi rostro. Job.29.13. La bendición del que se iba a perder venía sobre mí, Y al corazón de la viuda yo daba alegría. Job.29.14. Me vestía de justicia, y ella me cubría; Como manto y diadema era mi rectitud. Job.29.15. Yo era ojos al ciego, Y pies al cojo. Sal.85.1. [Al músico principal. Salmo para los hijos de Coré.] Fuiste propicio a tu tierra, oh Jehová; Volviste la cautividad de Jacob. Sal.85.2. Perdonaste la iniquidad de tu pueblo; Todos los pecados de ellos cubriste. Selah Sal.85.3. Reprimiste todo tu enojo; Te apartaste del ardor de tu ira. Sal.91.3. El te librará del lazo del cazador, De la peste destructora. Sal.91.4. Con sus plumas te cubrirá, Y debajo de sus alas estarás seguro; Escudo y adarga es su verdad. Sal.91.5. No temerás el terror nocturno, Ni saeta que vuele de día, Sal.91.6. Ni pestilencia que ande en oscuridad, Ni mortandad que en medio del día destruya. Pro.10.11. Manantial de vida es la boca del justo; Pero violencia cubrirá la boca de los impíos. Pro.10.12. El odio despierta rencillas; Pero el amor cubrirá todas las faltas. Isa.49.2. Y puso mi boca como espada aguda, me cubrió con la sombra de su mano; y me puso por saeta bruñida, me guardó en su aljaba; Isa.59.20. Y vendrá el Redentor a Sion, y a los que se volvieren de la iniquidad en Jacob, dice Jehová. Isa.59.21. Y este será mi pacto con ellos, dijo Jehová: El Espíritu mío que está sobre ti, y mis palabras que puse en tu boca, no faltarán de tu boca, ni de la boca de tus hijos, ni de la boca de los hijos de tus hijos, dijo Jehová, desde ahora y para siempre. Isa.60.1. Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. Isa.60.2. Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria. Isa.60.3. Y andarán las naciones a tu luz, y los reyes al resplandor de tu nacimiento. Mat.17.1. Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan su hermano, y los llevó aparte a un monte alto; Mat.17.2. y se transfiguró delante de ellos, y resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos se hicieron blancos como la luz. Mat.17.3. Y he aquí les aparecieron Moisés y Elías, hablando con él. Mat.17.4. Entonces Pedro dijo a Jesús: Señor, bueno es para nosotros que estemos aquí; si quieres, hagamos aquí tres enramadas: una para ti, otra para Moisés, y otra para Elías. Mat.17.5. Mientras él aún hablaba, una nube de luz los cubrió; y he aquí una voz desde la nube, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd. Mat.17.6. Al oír esto los discípulos, se postraron sobre sus rostros, y tuvieron gran temor. Mat.17.7. Entonces Jesús se acercó y los tocó, y dijo: Levantaos, y no temáis. Luc.1.30. Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. Luc.1.31. Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS. Luc.1.32. Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; Luc.1.33. y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin. Luc.1.34. Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón. Luc.1.35. Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios. Rom.4.7. diciendo: Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas, Y cuyos pecados son cubiertos. Rom.4.8. Bienaventurado el varón a quien el Señor no inculpa de pecado. 1Co.11.3. Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo. 1Co.11.4. Todo varón que ora o profetiza con la cabeza cubierta, afrenta su cabeza. 1Co.11.5. Pero toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta, afrenta su cabeza; porque lo mismo es que si se hubiese rapado. 1Co.11.6. Porque si la mujer no se cubre, que se corte también el cabello; y si le es vergonzoso a la mujer cortarse el cabello o raparse, que se cubra. 1Co.11.7. Porque el varón no debe cubrirse la cabeza, pues él es imagen y gloria de Dios; pero la mujer es gloria del varón. 1Co.11.8. Porque el varón no procede de la mujer, sino la mujer del varón, 1Co.11.9. y tampoco el varón fue creado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del varón. 1Co.11.10. Por lo cual la mujer debe tener señal de autoridad sobre su cabeza, por causa de los ángeles. 1Co.11.11. Pero en el Señor, ni el varón es sin la mujer, ni la mujer sin el varón; 1Co.11.12. porque así como la mujer procede del varón, también el varón nace de la mujer; pero todo procede de Dios. 1Co.11.13. Juzgad vosotros mismos: ¿Es propio que la mujer ore a Dios sin cubrirse la cabeza? 1Co.11.14. La naturaleza misma ¿no os enseña que al varón le es deshonroso dejarse crecer el cabello? 1Co.11.15. Por el contrario, a la mujer dejarse crecer el cabello le es honroso; porque en lugar de velo le es dado el cabello. San.5.16. Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho. San.5.17. Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses. San.5.18. Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia, y la tierra produjo su fruto. San.5.19. Hermanos, si alguno de entre vosotros se ha extraviado de la verdad, y alguno le hace volver, San.5.20. sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud de pecados.

EL JUEZ

Gén.18.25. Lejos de ti el hacer tal, que hagas morir al justo con el impío, y que sea el justo tratado como el impío; nunca tal hagas. El Juez de toda la tierra, ¿no ha de hacer lo que es justo? Éxo.2.11. En aquellos días sucedió que crecido ya Moisés, salió a sus hermanos, y los vio en sus duras tareas, y observó a un egipcio que golpeaba a uno de los hebreos, sus hermanos. Éxo.2.12. Entonces miró a todas partes, y viendo que no parecía nadie, mató al egipcio y lo escondió en la arena. Éxo.2.13. Al día siguiente salió y vio a dos hebreos que reñían; entonces dijo al que maltrataba al otro: ¿Por qué golpeas a tu prójimo? Éxo.2.14. Y él respondió: ¿Quién te ha puesto a ti por príncipe y juez sobre nosotros? ¿Piensas matarme como mataste al egipcio? Entonces Moisés tuvo miedo, y dijo: Ciertamente esto ha sido descubierto. Deu.1.13. Dadme de entre vosotros, de vuestras tribus, varones sabios y entendidos y expertos, para que yo los ponga por vuestros jefes. Deu.1.14. Y me respondisteis y dijisteis: Bueno es hacer lo que has dicho. Deu.1.15. Y tomé a los principales de vuestras tribus, varones sabios y expertos, y los puse por jefes sobre vosotros, jefes de millares, de centenas, de cincuenta y de diez, y gobernadores de vuestras tribus. Deu.1.16. Y entonces mandé a vuestros jueces, diciendo: Oíd entre vuestros hermanos, y juzgad justamente entre el hombre y su hermano, y el extranjero. Deu.1.17. No hagáis distinción de persona en el juicio; así al pequeño como al grande oiréis; no tendréis temor de ninguno, porque el juicio es de Dios; y la causa que os fuere difícil, la traeréis a mí, y yo la oiré. Deu.19.17. entonces los dos litigantes se presentarán delante de Jehová, y delante de los sacerdotes y de los jueces que hubiere en aquellos días. Deu.19.18. Y los jueces inquirirán bien; y si aquel testigo resultare falso, y hubiere acusado falsamente a su hermano, Deu.19.19. entonces haréis a él como él pensó hacer a su hermano; y quitarás el mal de en medio de ti. Deu.19.20. Y los que quedaren oirán y temerán, y no volverán a hacer más una maldad semejante en medio de ti. Jue.2.16. Y Jehová levantó jueces que los librasen de mano de los que les despojaban; Jue.2.17. pero tampoco oyeron a sus jueces, sino que fueron tras dioses ajenos, a los cuales adoraron; se apartaron pronto del camino en que anduvieron sus padres obedeciendo a los mandamientos de Jehová; ellos no hicieron así. Jue.2.18. Y cuando Jehová les levantaba jueces, Jehová estaba con el juez, y los libraba de mano de los enemigos todo el tiempo de aquel juez; porque Jehová era movido a misericordia por sus gemidos a causa de los que los oprimían y afligían. Jue.2.19. Mas acontecía que al morir el juez, ellos volvían atrás, y se corrompían más que sus padres, siguiendo a dioses ajenos para servirles, e inclinándose delante de ellos; y no se apartaban de sus obras, ni de su obstinado camino. 1Sa.2.24. No, hijos míos, porque no es buena fama la que yo oigo; pues hacéis pecar al pueblo de Jehová. 1Sa.2.25. Si pecare el hombre contra el hombre, los jueces le juzgarán; mas si alguno pecare contra Jehová, ¿quién rogará por él? Pero ellos no oyeron la voz de su padre, porque Jehová había resuelto hacerlos morir. Job.12.16. Con él está el poder y la sabiduría; Suyo es el que yerra, y el que hace errar. Job.12.17. Él hace andar despojados de consejo a los consejeros, Y entontece a los jueces. Sal.7.11. Dios es juez justo, Y Dios está airado contra el impío todos los días. Sal.75.7. Mas Dios es el juez; A éste humilla, y a aquél enaltece. Isa.33.21. Porque ciertamente allí será Jehová para con nosotros fuerte, lugar de ríos, de arroyos muy anchos, por el cual no andará galera de remos, ni por él pasará gran nave. Isa.33.22. Porque Jehová es nuestro juez, Jehová es nuestro legislador, Jehová es nuestro Rey; él mismo nos salvará. Dan.7.9. Estuve mirando hasta que fueron puestos tronos, y se sentó un Anciano de días, cuyo vestido era blanco como la nieve, y el pelo de su cabeza como lana limpia; su trono llama de fuego, y las ruedas del mismo, fuego ardiente. Dan.7.10. Un río de fuego procedía y salía de delante de él; millares de millares le servían, y millones de millones asistían delante de él; el Juez se sentó, y los libros fueron abiertos. Luc.12.57. ¿Y por qué no juzgáis por vosotros mismos lo que es justo? Luc.12.58. Cuando vayas al magistrado con tu adversario, procura en el camino arreglarte con él, no sea que te arrastre al juez, y el juez te entregue al alguacil, y el alguacil te meta en la cárcel. Luc.12.59. Te digo que no saldrás de allí, hasta que hayas pagado aun la última blanca. Luc.18.2. diciendo: Había en una ciudad un juez, que ni temía a Dios, ni respetaba a hombre. Luc.18.3. Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él, diciendo: Hazme justicia de mi adversario. Luc.18.4. Y él no quiso por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre, Luc.18.5. sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que viniendo de continuo, me agote la paciencia. Luc.18.6. Y dijo el Señor: Oíd lo que dijo el juez injusto. Luc.18.7. ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles? Luc.18.8. Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra? Hec.10.39. Y nosotros somos testigos de todas las cosas que Jesús hizo en la tierra de Judea y en Jerusalén; a quien mataron colgándole en un madero. 2Ti.4.7. He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. 2Ti.4.8. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida. Heb.12.21. y tan terrible era lo que se veía, que Moisés dijo: Estoy espantado y temblando; Heb.12.22. sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles, Heb.12.23. a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos, Heb.12.24. a Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel. San.2.4. ¿no hacéis distinciones entre vosotros mismos, y venís a ser jueces con malos pensamientos? San.2.5. Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha prometido a los que le aman? San.2.6. Pero vosotros habéis afrentado al pobre. ¿No os oprimen los ricos, y no son ellos los mismos que os arrastran a los tribunales? San.2.7. ¿No blasfeman ellos el buen nombre que fue invocado sobre vosotros? San.2.8. Si en verdad cumplís la ley real, conforme a la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, bien hacéis; San.2.9. pero si hacéis acepción de personas, cometéis pecado, y quedáis convictos por la ley como transgresores. San.2.10. Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos. San.5.9. Hermanos, no os quejéis unos contra otros, para que no seáis condenados; he aquí, el juez está delante de la puerta. San.5.10. Hermanos míos, tomad como ejemplo de aflicción y de paciencia a los profetas que hablaron en nombre del Señor. San.5.11. He aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren. Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y compasivo. San.5.12. Pero sobre todo, hermanos míos, no juréis, ni por el cielo, ni por la tierra, ni por ningún otro juramento; sino que vuestro sí sea sí, y vuestro no sea no, para que no caigáis en condenación.

LA ROCA

Deu.32.4. Él es la Roca, cuya obra es perfecta, Porque todos sus caminos son rectitud; Dios de verdad, y sin ninguna iniquidad en él; Es justo y recto. Deu.32.15. Pero engordó Jesurún, y tiró coces (Engordaste, te cubriste de grasa); Entonces abandonó al Dios que lo hizo, Y menospreció la Roca de su salvación. Deu.32.16. Le despertaron a celos con los dioses ajenos; Lo provocaron a ira con abominaciones. Deu.32.17. Sacrificaron a los demonios, y no a Dios; A dioses que no habían conocido, A nuevos dioses venidos de cerca, Que no habían temido vuestros padres. Deu.32.18. De la Roca que te creó te olvidaste; Te has olvidado de Dios tu creador. Deu.32.19. Y lo vio Jehová, y se encendió en ira Por el menosprecio de sus hijos y de sus hijas. Deu.32.30. ¿Cómo podría perseguir uno a mil, Y dos hacer huir a diez mil, Si su Roca no los hubiese vendido, Y Jehová no los hubiera entregado? Deu.32.31. Porque la roca de ellos no es como nuestra Roca, Y aun nuestros enemigos son de ello jueces. 2Sa.22.1. Habló David a Jehová las palabras de este cántico, el día que Jehová le había librado de la mano de todos sus enemigos, y de la mano de Saúl. 2Sa.22.2. Dijo: Jehová es mi roca y mi fortaleza, y mi libertador; 2Sa.22.3. Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; Mi escudo, y el fuerte de mi salvación, mi alto refugio; Salvador mío; de violencia me libraste. 2Sa.22.4. Invocaré a Jehová, quien es digno de ser alabado, Y seré salvo de mi enemigos. 2Sa.22.31. En cuanto a Dios, perfecto es su camino, Y acrisolada la palabra de Jehová. Escudo es a todos los que en él esperan. 2Sa.22.32. Porque ¿quién es Dios, sino sólo Jehová? ¿Y qué roca hay fuera de nuestro Dios? 2Sa.22.33. Dios es el que me ciñe de fuerza, Y quien despeja mi camino; 2Sa.22.34. Quien hace mis pies como de ciervas, Y me hace estar firme sobre mis alturas; 2Sa.22.35. Quien adiestra mis manos para la batalla, De manera que se doble el arco de bronce con mis brazos. 2Sa.22.47. Viva Jehová, y bendita sea mi roca, Y engrandecido sea el Dios de mi salvación. 2Sa.22.48. El Dios que venga mis agravios, Y sujeta pueblos debajo de mí; 2Sa.22.49. El que me libra de enemigos, Y aun me exalta sobre los que se levantan contra mí; Me libraste del varón violento. Sal.18.2. Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; Mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio. Sal.19.14. Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, Oh Jehová, roca mía, y redentor mío. Sal.27.4. Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré; Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, Para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo. Sal.27.5. Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal; Me ocultará en lo reservado de su morada; Sobre una roca me pondrá en alto. Sal.27.6. Luego levantará mi cabeza sobre mis enemigos que me rodean, Y yo sacrificaré en su tabernáculo sacrificios de júbilo; Cantaré y entonaré alabanzas a Jehová. Sal.31.2. Inclina a mí tu oído, líbrame pronto; Sé tú mi roca fuerte, y fortaleza para salvarme. Sal.31.3. Porque tú eres mi roca y mi castillo; Por tu nombre me guiarás y me encaminarás. Sal.71.3. Sé para mí una roca de refugio, adonde recurra yo continuamente. Tú has dado mandamiento para salvarme, Porque tú eres mi roca y mi fortaleza. Isa.33.15. El que camina en justicia y habla lo recto; el que aborrece la ganancia de violencias, el que sacude sus manos para no recibir cohecho, el que tapa sus oídos para no oír propuestas sanguinarias; el que cierra sus ojos para no ver cosa mala; Isa.33.16. éste habitará en las alturas; fortaleza de rocas será su lugar de refugio; se le dará su pan, y sus aguas serán seguras. Isa.33.17. Tus ojos verán al Rey en su hermosura; verán la tierra que está lejos. Mat.7.24. Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Mat.7.25. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. Mat.7.26. Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; Mat.7.27. y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina. 1Co.10.2. y todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en el mar, 1Co.10.3. y todos comieron el mismo alimento espiritual, 1Co.10.4. y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo. 1Co.10.5. Pero de los más de ellos no se agradó Dios; por lo cual quedaron postrados en el desierto. 1Co.10.6. Mas estas cosas sucedieron como ejemplos para nosotros, para que no codiciemos cosas malas, como ellos codiciaron. 1Co.10.7. Ni seáis idólatras, como algunos de ellos, según está escrito: Se sentó el pueblo a comer y a beber, y se levantó a jugar. 1Co.10.8. Ni forniquemos, como algunos de ellos fornicaron, y cayeron en un día veintitrés mil. 1Co.10.9. Ni tentemos al Señor, como también algunos de ellos le tentaron, y perecieron por las serpientes. 1Co.10.10. Ni murmuréis, como algunos de ellos murmuraron, y perecieron por el destructor. 1Co.10.11. Y estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos. 1Co.10.12. Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga. 1Pe.1.25. Mas la palabra del Señor permanece para siempre. Y esta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada. 1Pe.2.1. Desechando, pues, toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias, y todas las detracciones, 1Pe.2.2. desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación, 1Pe.2.3. si es que habéis gustado la benignidad del Señor. 1Pe.2.4. Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa, 1Pe.2.5. vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo. 1Pe.2.6. Por lo cual también contiene la Escritura: He aquí, pongo en Sion la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa; Y el que creyere en él, no será avergonzado. 1Pe.2.7. Para vosotros, pues, los que creéis, él es precioso; pero para los que no creen, La piedra que los edificadores desecharon, Ha venido a ser la cabeza del ángulo; 1Pe.2.8. y: Piedra de tropiezo, y roca que hace caer, porque tropiezan en la palabra, siendo desobedientes; a lo cual fueron también destinados. 1Pe.2.9. Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; 1Pe.2.10. vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia.

martes, 24 de septiembre de 2013

DE RODILLAS

Jue.7.4. Y Jehová dijo a Gedeón: Aún es mucho el pueblo; llévalos a las aguas, y allí te los probaré; y del que yo te diga: Vaya éste contigo, irá contigo; mas de cualquiera que yo te diga: Este no vaya contigo, el tal no irá. Jue.7.5. Entonces llevó el pueblo a las aguas; y Jehová dijo a Gedeón: Cualquiera que lamiere las aguas con su lengua como lame el perro, a aquél pondrás aparte; asimismo a cualquiera que se doblare sobre sus rodillas para beber. Jue.7.6. Y fue el número de los que lamieron llevando el agua con la mano a su boca, trescientos hombres; y todo el resto del pueblo se dobló sobre sus rodillas para beber las aguas. Jue.7.7. Entonces Jehová dijo a Gedeón: Con estos trescientos hombres que lamieron el agua os salvaré, y entregaré a los madianitas en tus manos; y váyase toda la demás gente cada uno a su lugar. 1Re.19.16. A Jehú hijo de Nimsi ungirás por rey sobre Israel; y a Eliseo hijo de Safat, de Abel-mehola, ungirás para que sea profeta en tu lugar. 1Re.19.17. Y el que escapare de la espada de Hazael, Jehú lo matará; y el que escapare de la espada de Jehú, Eliseo lo matará. 1Re.19.18. Y yo haré que queden en Israel siete mil, cuyas rodillas no se doblaron ante Baal, y cuyas bocas no lo besaron. Esd.9.2. Porque han tomado de las hijas de ellos para sí y para sus hijos, y el linaje santo ha sido mezclado con los pueblos de las tierras; y la mano de los príncipes y de los gobernadores ha sido la primera en cometer este pecado. Esd.9.3. Cuando oí esto, rasgué mi vestido y mi manto, y arranqué pelo de mi cabeza y de mi barba, y me senté angustiado en extremo. Esd.9.4. Y se me juntaron todos los que temían las palabras del Dios de Israel, a causa de la prevaricación de los del cautiverio; mas yo estuve muy angustiado hasta la hora del sacrificio de la tarde. Esd.9.5. Y a la hora del sacrificio de la tarde me levanté de mi aflicción, y habiendo rasgado mi vestido y mi manto, me postré de rodillas, y extendí mis manos a Jehová mi Dios, Esd.9.6. y dije: Dios mío, confuso y avergonzado estoy para levantar, oh Dios mío, mi rostro a ti, porque nuestras iniquidades se han multiplicado sobre nuestra cabeza, y nuestros delitos han crecido hasta el cielo. Esd.9.7. Desde los días de nuestros padres hasta este día hemos vivido en gran pecado; y por nuestras iniquidades nosotros, nuestros reyes y nuestros sacerdotes hemos sido entregados en manos de los reyes de las tierras, a espada, a cautiverio, a robo, y a vergüenza que cubre nuestro rostro, como hoy día. Esd.9.8. Y ahora por un breve momento ha habido misericordia de parte de Jehová nuestro Dios, para hacer que nos quedase un remanente libre, y para darnos un lugar seguro en su santuario, a fin de alumbrar nuestro Dios nuestros ojos y darnos un poco de vida en nuestra servidumbre. Isa.45.20. Reuníos, y venid; juntaos todos los sobrevivientes de entre las naciones. No tienen conocimiento aquellos que erigen el madero de su ídolo, y los que ruegan a un dios que no salva. Isa.45.21. Proclamad, y hacedlos acercarse, y entren todos en consulta; ¿quién hizo oír esto desde el principio, y lo tiene dicho desde entonces, sino yo Jehová? Y no hay más Dios que yo; Dios justo y Salvador; ningún otro fuera de mí. Isa.45.22. Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra, porque yo soy Dios, y no hay más. Isa.45.23. Por mí mismo hice juramento, de mi boca salió palabra en justicia, y no será revocada: Que a mí se doblará toda rodilla, y jurará toda lengua. Isa.45.24. Y se dirá de mí: Ciertamente en Jehová está la justicia y la fuerza; a él vendrán, y todos los que contra él se enardecen serán avergonzados. Eze.7.14. Tocarán trompeta, y prepararán todas las cosas, y no habrá quien vaya a la batalla; porque mi ira está sobre toda la multitud. Eze.7.15. De fuera espada, de dentro pestilencia y hambre; el que esté en el campo morirá a espada, y al que esté en la ciudad lo consumirá el hambre y la pestilencia. Eze.7.16. Y los que escapen de ellos huirán y estarán sobre los montes como palomas de los valles, gimiendo todos, cada uno por su iniquidad. Eze.7.17. Toda mano se debilitará, y toda rodilla será débil como el agua. Eze.7.18. Se ceñirán también de cilicio, y les cubrirá terror; en todo rostro habrá vergüenza, y todas sus cabezas estarán rapadas. Eze.7.19. Arrojarán su plata en las calles, y su oro será desechado; ni su plata ni su oro podrá librarlos en el día del furor de Jehová; no saciarán su alma, ni llenarán sus entrañas, porque ha sido tropiezo para su maldad. Eze.7.20. Por cuanto convirtieron la gloria de su ornamento en soberbia, e hicieron de ello las imágenes de sus abominables ídolos, por eso se lo convertí en cosa repugnante. Luc.22.39. Y saliendo, se fue, como solía, al monte de los Olivos; y sus discípulos también le siguieron. Luc.22.40. Cuando llegó a aquel lugar, les dijo: Orad que no entréis en tentación. Luc.22.41. Y él se apartó de ellos a distancia como de un tiro de piedra; y puesto de rodillas oró, Luc.22.42. diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. Luc.22.43. Y se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle. Luc.22.44. Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra. Hec.7.59. Y apedreaban a Esteban, mientras él invocaba y decía: Señor Jesús, recibe mi espíritu. Hec.7.60. Y puesto de rodillas, clamó a gran voz: Señor, no les tomes en cuenta este pecado. Y habiendo dicho esto, durmió. Hec.8.1. Y Saulo consentía en su muerte. En aquel día hubo una gran persecución contra la iglesia que estaba en Jerusalén; y todos fueron esparcidos por las tierras de Judea y de Samaria, salvo los apóstoles. Hec.9.40. Entonces, sacando a todos, Pedro se puso de rodillas y oró; y volviéndose al cuerpo, dijo: Tabita, levántate. Y ella abrió los ojos, y al ver a Pedro, se incorporó. Hec.9.41. Y él, dándole la mano, la levantó; entonces, llamando a los santos y a las viudas, la presentó viva. Hec.9.42. Esto fue notorio en toda Jope, y muchos creyeron en el Señor. Rom.11.3. Señor, a tus profetas han dado muerte, y tus altares han derribado; y sólo yo he quedado, y procuran matarme? Rom.11.4. Pero ¿qué le dice la divina respuesta? Me he reservado siete mil hombres, que no han doblado la rodilla delante de Baal. Rom.11.5. Así también aun en este tiempo ha quedado un remanente escogido por gracia. Rom.11.6. Y si por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia. Y si por obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra. Rom.14.10. Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo. Rom.14.11. Porque escrito está: Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se doblará toda rodilla, Y toda lengua confesará a Dios. Rom.14.12. De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí. Rom.14.13. Así que, ya no nos juzguemos más los unos a los otros, sino más bien decidid no poner tropiezo u ocasión de caer al hermano. Efe.3.14. Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, Efe.3.15. de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra, Efe.3.16. para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu; Efe.3.17. para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, Efe.3.18. seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, Efe.3.19. y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios. Fil.2.5. Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, Fil.2.6. el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, Fil.2.7. sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; Fil.2.8. y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Fil.2.9. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, Fil.2.10. para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; Fil.2.11. y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre. Heb.12.10. Y aquéllos, ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero éste para lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad. Heb.12.11. Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados. Heb.12.12. Por lo cual, levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas; Heb.12.13. y haced sendas derechas para vuestros pies, para que lo cojo no se salga del camino, sino que sea sanado. Heb.12.14. Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.

EL LADRON

Éxo.22.1. Cuando alguno hurtare buey u oveja, y lo degollare o vendiere, por aquel buey pagará cinco bueyes, y por aquella oveja cuatro ovejas. Éxo.22.2. Si el ladrón fuere hallado forzando una casa, y fuere herido y muriere, el que lo hirió no será culpado de su muerte. Éxo.22.3. Pero si fuere de día, el autor de la muerte será reo de homicidio. El ladrón hará completa restitución; si no tuviere con qué, será vendido por su hurto. Éxo.22.4. Si fuere hallado con el hurto en la mano, vivo, sea buey o asno u oveja, pagará el doble. Deu.24.7. Cuando fuere hallado alguno que hubiere hurtado a uno de sus hermanos los hijos de Israel, y le hubiere esclavizado, o le hubiere vendido, morirá el tal ladrón, y quitarás el mal de en medio de ti. Pro.6.30. No tienen en poco al ladrón si hurta Para saciar su apetito cuando tiene hambre; Pro.6.31. Pero si es sorprendido, pagará siete veces; Entregará todo el haber de su casa. Eze.18.10. Mas si engendrare hijo ladrón, derramador de sangre, o que haga alguna cosa de estas, Eze.18.11. y que no haga las otras, sino que comiere sobre los montes, o violare la mujer de su prójimo, Eze.18.12. al pobre y menesteroso oprimiere, cometiere robos, no devolviere la prenda, o alzare sus ojos a los ídolos e hiciere abominación, Eze.18.13. prestare a interés y tomare usura; ¿vivirá éste? No vivirá. Todas estas abominaciones hizo; de cierto morirá, su sangre será sobre él. Eze.18.14. Pero si éste engendrare hijo, el cual viere todos los pecados que su padre hizo, y viéndolos no hiciere según ellos; Eze.18.15. no comiere sobre los montes, ni alzare sus ojos a los ídolos de la casa de Israel; la mujer de su prójimo no violare, Eze.18.16. ni oprimiere a nadie, la prenda no retuviere, ni cometiere robos; al hambriento diere de su pan, y cubriere con vestido al desnudo; Eze.18.17. apartare su mano del pobre, interés y usura no recibiere; guardare mis decretos y anduviere en mis ordenanzas; éste no morirá por la maldad de su padre; de cierto vivirá. Mat.6.20. sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Mat.6.21. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón. Mat.21.12. Y entró Jesús en el templo de Dios, y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el templo, y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas; Mat.21.13. y les dijo: Escrito está: Mi casa, casa de oración será llamada; mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones. Mat.21.14. Y vinieron a él en el templo ciegos y cojos, y los sanó. Mat.24.42. Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor. Mat.24.43. Pero sabed esto, que si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir, velaría, y no dejaría minar su casa. Mat.24.44. Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis. Mat.24.45. ¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, al cual puso su señor sobre su casa para que les dé el alimento a tiempo? Mat.24.46. Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así. Mat.24.47. De cierto os digo que sobre todos sus bienes le pondrá. Mat.24.48. Pero si aquel siervo malo dijere en su corazón: Mi señor tarda en venir; Mat.24.49. y comenzare a golpear a sus consiervos, y aun a comer y a beber con los borrachos, Mat.24.50. vendrá el señor de aquel siervo en día que éste no espera, y a la hora que no sabe, Mat.24.51. y lo castigará duramente, y pondrá su parte con los hipócritas; allí será el lloro y el crujir de dientes. Luc.18.10. Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano. Luc.18.11. El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano; Luc.18.12. ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano. Luc.18.13. Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador. Luc.18.14. Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido. Jua.10.1. De cierto, de cierto os digo: El que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que sube por otra parte, ése es ladrón y salteador. Jua.10.2. Mas el que entra por la puerta, el pastor de las ovejas es. Jua.10.3. A éste abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre, y las saca. Jua.10.4. Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas le siguen, porque conocen su voz. Jua.10.5. Mas al extraño no seguirán, sino huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños. Jua.18.36. Respondió Jesús: Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí. Jua.18.37. Le dijo entonces Pilato: ¿Luego, eres tú rey? Respondió Jesús: Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz. Jua.18.38. Le dijo Pilato: ¿Qué es la verdad? Y cuando hubo dicho esto, salió otra vez a los judíos, y les dijo: Yo no hallo en él ningún delito. Jua.18.39. Pero vosotros tenéis la costumbre de que os suelte uno en la pascua. ¿Queréis, pues, que os suelte al Rey de los judíos? Jua.18.40. Entonces todos dieron voces de nuevo, diciendo: No a éste, sino a Barrabás. Y Barrabás era ladrón. Jua.19.1. Así que, entonces tomó Pilato a Jesús, y le azotó. 1Te.5.1. Pero acerca de los tiempos y de las ocasiones, no tenéis necesidad, hermanos, de que yo os escriba. 1Te.5.2. Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche; 1Te.5.3. que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán. 1Te.5.4. Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón. 1Te.5.5. Porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos del día; no somos de la noche ni de las tinieblas. 1Te.5.6. Por tanto, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios. 1Te.5.7. Pues los que duermen, de noche duermen, y los que se embriagan, de noche se embriagan. 1Te.5.8. Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza de fe y de amor, y con la esperanza de salvación como yelmo. 1Te.5.9. Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo, 1Te.5.10. quien murió por nosotros para que ya sea que velemos, o que durmamos, vivamos juntamente con él. 1Te.5.11. Por lo cual, animaos unos a otros, y edificaos unos a otros, así como lo hacéis. 1Pe.4.12. Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese, 1Pe.4.13. sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría. 1Pe.4.14. Si sois vituperados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre vosotros. Ciertamente, de parte de ellos, él es blasfemado, pero por vosotros es glorificado. 1Pe.4.15. Así que, ninguno de vosotros padezca como homicida, o ladrón, o malhechor, o por entremeterse en lo ajeno; 1Pe.4.16. pero si alguno padece como cristiano, no se avergüence, sino glorifique a Dios por ello. 1Pe.4.17. Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios? 1Pe.4.18. Y: Si el justo con dificultad se salva, ¿En dónde aparecerá el impío y el pecador? 1Pe.4.19. De modo que los que padecen según la voluntad de Dios, encomienden sus almas al fiel Creador, y hagan el bien.