miércoles, 14 de enero de 2015

2 SAMUEL 11:1-12 DAVID Y BETSABE

2 Samuel 11:1-12 La Biblia de las Américas (LBLA) David y Betsabé 11 Aconteció que en la primavera[a], en el tiempo cuando los reyes salen a la batalla, David envió a Joab y con él a sus siervos y a todo Israel, y destruyeron a los hijos de Amón y sitiaron a Rabá. Pero David permaneció en Jerusalén. 2 Y al atardecer David se levantó de su lecho y se paseaba por el terrado de la casa del rey, y desde el terrado vio a una mujer que se estaba bañando; y la mujer era de aspecto muy hermoso. 3 David mandó a preguntar acerca de aquella mujer. Y alguien dijo: ¿No es ésta Betsabé, hija de Eliam, mujer de Urías hitita? 4 David envió mensajeros y la tomó; y cuando ella vino a él, él durmió con ella. Después que ella se purificó de su inmundicia, regresó a su casa. 5 Y la mujer concibió; y envió aviso a David, diciendo: Estoy encinta. 6 Entonces David envió a decir a Joab: Envíame a Urías hitita. Y Joab envió a Urías a David. 7 Cuando Urías vino a él, David le preguntó por[b] Joab, por[c] el pueblo y por el estado de la guerra. 8 Después dijo David a Urías: Desciende a tu casa, y lava tus pies. Salió Urías de la casa del rey, y tras él fue enviado[d]un obsequio del rey. 9 Pero Urías durmió a la entrada de la casa del rey con todos los siervos de su señor, y no bajó a su casa. 10 Cuando se lo contaron a David, diciendo: Urías no bajó a su casa, David dijo a Urías: ¿No has venido de hacer un viaje? ¿Por qué no bajaste a tu casa? 11 Y Urías respondió a David: El arca, Israel y Judá están bajo tiendas[e], y mi señor Joab y los siervos de mi señor acampan a campo abierto. ¿He de ir yo a mi casa para comer, beber y acostarme con mi mujer? Por tu vida y la vida de tu alma, que no haré tal cosa.12 Entonces David dijo a Urías: Quédate aquí hoy también, y mañana te dejaré ir. Y se quedó Urías en Jerusalén aquel día y el siguiente[f]. 13 Y David lo convidó a comer y a beber con él[g], y lo embriagó. Al anochecer Urías salió a acostarse en su cama con los siervos de su señor, pero no descendió a su casa. 14 Y aconteció a la mañana siguiente que David escribió una carta a Joab, y laenvió por mano de Urías. 15 En la carta había escrito[h]: Poned[i] a Urías al frente de la batalla más reñida[j] y retiraos de él, para que sea herido y muera.16 Así[k] que cuando Joab asediaba la ciudad, puso a Urías en el lugar donde sabía que había hombres valientes. 17 Y los hombres de la ciudad salieron y pelearon contra Joab, y algunos de los siervos de David cayeron, y murió también Urías hitita. 18 Joab envió a informar a David de todos los sucesos de la guerra, 19 y dio orden al mensajero, diciendo: Cuando hayas acabado de contar al rey todos los sucesos de la guerra, 20 si sucede que el furor del rey se enciende[l] y te dice: “¿Por qué os acercasteis tanto a la ciudad para pelear? ¿No sabíais que dispararían desde el muro? 21 “¿Quién mató a Abimelec, hijo de Jerobaal? ¿No arrojó una mujer sobre él una muela de molino desde lo alto delmuro de manera que murió en Tebes? ¿Por qué os acercasteis tanto al muro?” Entonces le dirás: “También tu siervo Urías hitita ha muerto.” 22 Partió, pues, el mensajero, y llegó e informó a David todo lo que Joab le había enviado a decir. 23 Y el mensajero dijo a David: Los hombres prevalecieron contra nosotros y salieron al campo contra nosotros, pero los rechazamos[m] hasta la entrada de la puerta. 24 Pero los arqueros tiraron contra tus siervos desde la muralla; y algunos de los siervos del rey han muerto, y también tu siervo Urías hitita ha muerto. 25 Entonces David dijo al mensajero: Así dirás a Joab: “No tengas pesar por esto[n], porque la espada devora tanto a uno como al otro; haz más fuerte tu combate contra la ciudad y destrúyela”; y tú aliéntalo. 26 Al oír la mujer de Urías que su marido Urías había muerto, hizo duelo por su marido. 27 Cuando pasó el luto, David mandó traerla[o] a su casa, y ella fue su mujer; y le dio a luz un hijo. Pero lo que David había hecho fue malo a los ojos del SEÑOR. Un Encuentro Con la Palabra REFLEXION Jovenes Cristianos – ESTOY DEPRIMIDO 1 Pasaje clave: Isaías 61:1 ¿Qué dice Isaías 61:1 acerca de Jesús? Los abatidos son los que están: Deprimidos. Cansados. Desanimados. Bajoneados. Desganados. Decaidos. Etc. Cuando comenzás a pensar que no hay ninguna solución para lo que te pasa, o para lo que sucede en tu hogar, o te parece imposible poder solucionar determinados problemas, entonces comenzás a bajonearte, a deprimirte. Mirá lo qué dice Pablo de sí mismo en 2° Corintios 4:9. Estar destruido es lo mismo que sentirte abatido. Pero derribado no significa destruido. Puedes caerte y quedarte tirado, o caer y volver a levantarte en seguida. ¿En qué situaciones te sientes abatido, deprimido, bajoneado? Por ejemplo: “Me siento mal por mi cuerpo, por los problemas en mi casa, por las dificultades en el colegio. Por las diferencias con mis padres, por “estar en el medio”. Siento que no me comprenden y me siento mal por esas cosas que todavía no cambian en mi vida. Por esos pecados que me siguen lastimando. Qué se yo, por mil cosas más…” Todas estas cosas pueden derribarte solamente, o pueden destruirte, abatirte, deprimirte. Todo depende de la actitud que tomés ante ellas. ¡Pero no te desalentés! No sos ni serás el único que se deprime o que se ha deprimido alguna vez. La depresión no es pecado, ni algo terrible, siempre y cuando no se transforme en tu manera de vivir. La depresión es una señal de alarma que nos dice que hay algo que no esta bien. Que nos advierte que debemos cuidarnos más, o efectuar algún cambio importante y necesario. Es una oportunidad para que te conozcás mejor. Para que pensés cómo está tu relación con Dios y con las demás personas. Para ir descubriendo si las cosas que hay en tu cabeza son mentiras o verdades. Para ordenar “algunos desordenes”. Para descubrir cuales son las cosas que te están afectando y hacer algo al respecto. Podés aprender mucho, muchísimo, y salir victorioso de ella. (CONTINUARÁ…) Extracto del libro: “Verdades Que Sanan”. (Editorial Logos). Por Edgardo Tosoni Un Encuentro Con la Palabra REFLEXION ¡Reconoce a Dios, tu Padre “Y se enojó Jehová contra Salomón, por cuanto su corazón se había apartado de Jehová, Dios de Israel, que se le había aparecido dos veces.” 1 Reyes 11:9 (RVR 1960) Uno puede tener hermosos encuentros, experiencias inolvidables con Cristo, pero eso no garantiza nuestra eternidad. Salomón en un principio amó a Jehová con todo su corazón, buscaba siempre la dirección de Dios, amaba la obra y edificaba la casa de Dios. Tuvo un comienzo extraordinario e impecable, porque siempre situaba a Dios en primer lugar antes de hacer o poner en práctica cualquier cosa. Debido a su corazón y entrega, el respaldo de Dios era tremendo con Salomón. Pero si estudiamos 1 Reyes Capitulo 9 en adelante, la historia de esta hermosa relación va cambiando poco a poco, Salomón, un hombre consagrado, lleno de sabiduría, entregado a la obra y respaldado por Dios, va distanciándose de su primer amor. El error de Salomón fue apartarse de Dios. Aunque Jehová se le apareció dos veces para advertirle, el rey decidió irse tras dioses ajenos y no andar en los caminos de Dios, ni delante de sus ojos para guardar sus mandamientos. Y la consecuencia: “He aquí que yo rompo el reino de la mano de Salomón, por cuanto me han dejado, y han adorado a Astoret diosa de los sidonios, a Quemos dios de Moab, y a Moloc dios de los hijos de Amón; y no han andado en mis caminos para hacer lo recto delante de mis ojos, y mis estatutos y mis decretos, como hizo David su padre.” 1 Reyes 11:31-33 (RVR 1960) Muchas veces uno busca a Dios, le sirve con entrega, ama la obra, hace todo por estar en la casa de Dios, le canta, le adora, le danza y muchas otras cosas más; pero pasa el tiempo, reciben la bendición y se olvidan de Él. Hoy sólo quiero compartirte el consejo que David dio a su hijo Salomón para que tenga una vida cristiana victoriosa: “Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvele con corazón perfecto y con ánimo voluntario; porque Jehová escudriña los corazones de todos, y entiende todo intento de los pensamientos. Si tú le buscares, lo hallarás; mas si lo dejares, él te desechará para siempre.” 1 Crónicas 28:9 (RVR 1960) Dios te da una oportunidad hoy para que te arrepientas y vuelvas a tu primer amor. Él te espera con sus brazos abiertos. Diego Jora CVCLAVOZ

No hay comentarios:

Publicar un comentario