facebook un encuentro con la palabra
Salmos 119La Biblia
de las Américas (LBLA)
Meditaciones
sobre la palabra de Dios
Zain.
49 Acuérdate de la palabra dada a tu siervo,
en la cual me has hecho esperar.
50 Este es mi consuelo en la aflicción:
que tu palabra me ha vivificado[q].
51 Los soberbios me insultaron en gran manera,
sin embargo, no me he apartado de tu ley.
52 Me acuerdo de tus ordenanzas antiguas[r], oh Señor,
y me consuelo.
53 Profunda indignación se ha apoderado de mí por causa de los impíos
que abandonan tu ley.
54 Cánticos para mí son tus estatutos
en la casa de mi peregrinación.
55 Por la noche me acuerdo de tu nombre, oh Señor,
y guardo tu ley.
56 Esto se ha hecho parte de mí:
guardar[s] tus preceptos.
en la cual me has hecho esperar.
50 Este es mi consuelo en la aflicción:
que tu palabra me ha vivificado[q].
51 Los soberbios me insultaron en gran manera,
sin embargo, no me he apartado de tu ley.
52 Me acuerdo de tus ordenanzas antiguas[r], oh Señor,
y me consuelo.
53 Profunda indignación se ha apoderado de mí por causa de los impíos
que abandonan tu ley.
54 Cánticos para mí son tus estatutos
en la casa de mi peregrinación.
55 Por la noche me acuerdo de tu nombre, oh Señor,
y guardo tu ley.
56 Esto se ha hecho parte de mí:
guardar[s] tus preceptos.
Un Encuentro Con la Palabra
·
REFLEXION
Claves Para Un Matrimonio Más Sólido
Publicado por: Devocionales en Matrimonio Cristiano, Matrimonios 2 Comentarios
Publicado por: Devocionales en Matrimonio Cristiano, Matrimonios 2 Comentarios
“EL AMOR… NO BUSCA LO SUYO…” (1 Corintios 13:4,5b)
Una pareja de ancianos que celebraba sus bodas de oro, nunca
tuvo secretos excepto por una caja de zapatos que la esposa siempre tenía
escondida debajo de la cama y que por fin dejó a su marido abrir. Al hacerlo,
él encontró dos muñecas de ganchillo y cincuenta mil dólares en efectivo. “Hace
años”, comentó ella, “mi madre me dijo que el secreto de un matrimonio feliz
consistía en no discutir nunca. En lugar de eso, cada vez que me enfadara,
debía callarme y hacer una muñeca de ganchillo”. Su marido estaba contentísimo:
en cincuenta años, ¡ella sólo se había enfadado con él dos veces! “Cariño”,
dijo él, “esto explica lo de las muñecas, pero, ¿y los cincuenta mil dólares?.
“Ah”, contestó ella sonriendo, ¡esto es lo que recibí vendiendo muñecas!.
A menudo, la terapia matrimonial requiere que nos escuchemos con
mucha atención, hablando con nuestro conyuge de la siguiente manera: diciendo
las cosas con otras palabras, confirmando sus declaraciones y ofreciéndole información
acerca de las cosas que hayan pasado. Sin embargo, las investigaciones muestran
que muchas parejas no siempre están contentas con los resultados y todavía
tienen problemas. El Dr. John Gottman dijo: “Esto sucede porque le estamos
pidiendo a la gente que haga una especie de gimnasia olímpica cuando apenas
saben “gatear””. En lugar de ello, la doctora Susan Boon recomienda identificar
los asuntos que deben ser solucionados, y aprender a vivir con lo demás,
evitándolo al máximo, comprometiéndose a seguir juntos, y por cada experiencia
negativa, buscar cinco positivas para llegar al equilibrio. Los calcetines
sucios, roncar, el termostato de la calefacción, las camas sin hacer, etc.
“nuestros hábitos pueden volver loco a nuestra pareja. Tenemos que aprender a
someternos el uno al otro (cfr. Efesios 5:21) y recordar que el “…amor… es
benigno… no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor…” (1 Corintios
13:4,5b). Pues bien, ¿cómo lo estás llevando hasta ahora?
“NINGUNA PALABRA CORROMPIDA SALGA DE VUESTRA BOCA, SINO LA QUE SEA BUENA PARA LA NECESARIA EDIFICACIÓN.. .” (Efesios 4:29)
Los conflictos en el matrimonio no son tan importantes como el
modo en el que se resuelven. La doctora Shae Graham Kosch, quien está casada
desde hace treinta y dos años y lleva aconsejando a parejas durante el mismo
tiempo, dijo: “Muchos de los conflictos matrimoniales no se llegan a resolver
nunca. Siempre hay asuntos con los suegros, los hijos, el dinero, etc. Lo más
importante es que enfoquemos las cosas de una manera positiva, que aceptemos la
manera de ver las cosas de la otra persona, de mantener una conversación
apropiada sin que lleguemos a criticar o a culpar. A la larga, nuestra actitud
es lo más importante. Las parejas que conservan un respeto mutuo y comprensión,
siguen juntas”. Salomón dijo: “Hay hombres cuyas palabras son como golpes de
espada, pero la lengua de los sabios es medicina” (Proverbios 12:18).
El matrimonio es una relación creada por Dios muy especial. Ya
no sois más “…dos, sino una sola carne…” (Mateo 19:6), así que cuando aparecen
los conflictos:
(a) enfrenta el problema, no a tu pareja.
(b) mantente calmado; tu “media naranja” estará más dispuesta a
tomarte en serio.
(c) elige el mejor momento para hablar del tema, no cuando los
dos estéis cansados y los niños tengan hambre.
(d) toma en consideración el punto de vista de tu cónyuge; los
hombres y las mujeres ven las cosas de manera diferente.
(e) recuerda que habrá momentos en los que te toque a ti ceder y
otros en los que le toque a tu pareja.
(f) elige tus palabras con cuidado:
“Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que
sea buena para la necesaria edificación…” (Efesios 4:29).
“…animaos unos a otros…” (1 Tesalonicenses 5:11).
“…perdonándoos unos a otros…” (Efesios 4:32b).
“…orad unos por otros…” (Santiago 5:16b).
“…considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las
buenas obras…” (Hebreos 10:24).
“Sobrellevad los unos las cargas de los otros…” (Gálatas 6:2).
“…prefiriéndoos los unos a los otros” (Romanos 12:10b). Esto lo
resume todo.
Un Encuentro Con la Palabra
REFLEXION
No juegues con serpientes
Unos niños jugaban en el jardín de su casa, cuando vieron a una
pequeña serpiente moverse cerca de un árbol de manzano, corrieron a perseguirla
y molestarla con una rama, la siguieron hasta cerca de un pozo donde había una
gran piedra, al ver que no salía, se dispusieron a moverla roca, no tenían
miedo, porque era pequeña. Al mover la piedra, salió no solo la serpiente a la
que perseguían sino una mucha más grande, el susto fue tan grande que ambos corrieron a su casa como flechas.
Los niños no tuvieron miedo porque la serpiente era pequeña,
como también puede ocurrir con nosotros cuando estamos frente a un”pequeño
pecado” algo aparentemente inofensivo; podemos jugar con él, perseguirlo y al
ver que no pasa nada, desafiarlo. Lo cierto es que con el pecado no se juega,
él no pierde el tiempo porque su propósito es hacerte caer, destruirte porque
el enemigo sabe que Dios te ama y el pecado nos aleja de Él.
Lo cierto es que nadie se tropieza con el pecado de la noche a
la mañana, es algo progresivo por el descuido de tu relación con Dios, por
orgullo, dejadez u otros motivos, por eso es esencial hacer caso a lo que dice
1 Corintios 10:12 “Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga.”
No perdamos la guardia ni juguemos con serpientes pues lo que parece inofensivo puede terminar destruyendo todo lo bueno que Dios ha construido en nuestro ser, incluso afectando todo nuestro entorno.
No perdamos la guardia ni juguemos con serpientes pues lo que parece inofensivo puede terminar destruyendo todo lo bueno que Dios ha construido en nuestro ser, incluso afectando todo nuestro entorno.
Sin duda, nos enfrentaremos a tentaciones pero no olvidemos que
siempre hay una salida “Las tentaciones que enfrentan en su vida no son
distintas de las que otros atraviesan. Y Dios es fiel; no permitirá que la
tentación sea mayor de lo que puedan soportar. Cuando sean tentados, él les
mostrará una salida, para que puedan resistir.”1 Corintios 10:13 (NTV)
Cuida tu relación con Dios y estarás firme para escapar de toda
tentación.
Soraida Fuentes
CVCLAVOZ
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