facebook un encuentro con la palabra
Romanos 1:8
La Biblia
de las Américas (LBLA)
Deseos de Pablo de visitar a Roma
8 En primer lugar, doy
gracias a mi Dios por medio de Jesucristo por todos vosotros, porque por todo
el mundo se habla de vuestra fe[f]. 9 Pues Dios, a quien
sirvo en mi espíritu en la predicación del evangelio de su Hijo,
me es testigo de
cómo sin cesar hago mención de vosotros 10 siempre en mis
oraciones, implorando que[g] ahora, al fin, por la
voluntad de Dios, logre ir a vosotros. 11 Porque anhelo veros para impartiros algún
don espiritual, a fin de que seáis confirmados; 12 es decir, para que cuando esté entre vosotros nos
confortemos mutuamente, cada uno por la fe del otro, tanto la vuestra como la
mía. 13 Y
no quiero que ignoréis, hermanos, que con frecuencia he hecho planes para ir a
visitaros[h] (y hasta ahora me he
visto impedido) a fin de obtener algún fruto también entre
vosotros, así como entre los demás gentiles. 14 Tengo obligación[i] tanto para con los
griegos como para con los bárbaros[j], para con los
sabios como para con los ignorantes. 15 Así que, por mi
parte, ansioso estoy de anunciar el evangelio también a vosotros
que estáis en Roma.
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
Te Ruego Que Me
Muestres Tu Gloria – Éxodo 33:18
Publicado por: Devocionales en Devocional Diario 1 Comentario
Publicado por: Devocionales en Devocional Diario 1 Comentario
Dios habló a Moisés cara a cara como con un amigo.
Como resultado de esta cercanía, Moisés pidió al Señor que le mostrara su
gloria. Moisés no podía ver a Dios directamente y vivir después de esto, por lo
que estaba oculto en la hendidura de una peña, cubierto por la mano de Dios, y
le permitió ver sus espaldas. Algunas veces la gloria de Dios se reflejaba en
el rostro de Moisés, y él necesitaba llevar un velo alrededor para que la gente
no pudiera verla.
También tenemos la
oportunidad de brillar con la gloria de Dios, ya que vivimos en estrecha
relación con él. El hambre espiritual que tenemos por Dios sólo se incrementa a
medida que nos acercamos a Él. Nuestros rostros no pueden mostrar el brillo de
Moisés; Sin embargo, nuestros espíritus pueden hacer brillar la luz de Cristo.
Su gloria se revela cuando vivimos en la paz y en la presencia de Jesús,
independientemente de lo que está sucediendo a nuestro alrededor.
Esta gloria no
siempre es evidente para nosotros tanto como lo es para los demás. Nuestras
vidas reflejan la gloria de Dios en las palabras que decimos y en lo que
hacemos. Cuando estamos en casa, en la escuela o el trabajo, con nuestra
familia o amigos reconocen que el Espíritu de Dios dentro de nosotros causa
esta gloria. Si estamos en la presencia de incrédulos, la gloria de Dios, los
condena o los llama para hacer las paces con Dios.
A causa de
Jesucristo, podemos ir de gloria en gloria en nuestra relación con Dios.
Conocer al Señor como nuestro Salvador nos invita a experimentar una cercanía
con el Creador de todas las cosas. La gloria de Dios es un regalo especial para
aquellos que se han entregado a él en todos los sentidos.
Oración
Querido Señor, te pido que me muestres tu gloria para que pueda reflejar tu presencia a todos y en todas partes, envíame a los perdidos para que puedan encontrar tu camino de salvación. Amén.
Querido Señor, te pido que me muestres tu gloria para que pueda reflejar tu presencia a todos y en todas partes, envíame a los perdidos para que puedan encontrar tu camino de salvación. Amén.
UN ENCUENTRO CON LA PALBRA
REFLEXION
El lazo invisible
Bajo la calurosa luz
del sol, una caravana atravesaba las arenas del desierto. Poco antes del
atardecer se detuvieron para preparar el campamento donde iban a pernoctar. Un
joven al que habían contratado para que se ocupara de los camellos se le acercó
al jefe del grupo diciéndole:
- Tengo un problema, son 18 camellos y solo tengo 17
cuerdas para amarrarlos.
- Eso no es ningún
problema – le dijo el jefe – los camellos no son muy inteligente. Amarra los
primeros 17 y luego te acercas al último y simulas amarrarlo a él también. Como
habrá visto que todos sus compañeros fueron amarrados y habrá sentido que te
acercaste a hacerle lo mismo, se quedará quieto toda la noche pensando que él
también está atado.
El joven fue a hacer
lo que le dijo el jefe sin protestar pero sin creer nada de lo que había
escuchado. Al terminar se percató de que el último camello se quedó tranquilo
junto a sus compañeros.
Al amanecer el joven
vio con alivio que el camello permanecía allí donde lo había dejado. Entonces
liberó a los otros 17 camellos ya que pronto debían partir. Cuando la caravana
se puso en camino, el joven corrió hacia su jefe diciendo:
- Espere, espere, hay
un camello que no nos sigue.
- ¿Es el mismo
camello al que simulaste amarrar anoche? – contestó el jefe con una media
sonrisa en los labios.
- Sí ¿Cómo lo sabe?
- Seguro que esta
mañana se te olvidó soltarlo
- Pero no tiene
amarras
- Lo sé – contestó
pacientemente el jefe –, pero el camello todavía piensa que está amarrado.
Corre, simula soltarlo y verás que se pondrá en camino.
Muchas veces nosotros pasamos por lo mismo que el camello de esta historia. Alguien pudo atarnos con algo que no existe. A veces creemos lo que nos dicen y permitimos que nos dejen quietos, atados a complejos e ideas falsas acerca de nuestra capacidad, de nuestros dones y talentos. Nos quedamos quietos en un lugar inmovilizados por algo que no existe y perdemos oportunidades, dejamos que la vida se pase sin que podamos cumplir nuestro propósito.
Muchas veces nosotros pasamos por lo mismo que el camello de esta historia. Alguien pudo atarnos con algo que no existe. A veces creemos lo que nos dicen y permitimos que nos dejen quietos, atados a complejos e ideas falsas acerca de nuestra capacidad, de nuestros dones y talentos. Nos quedamos quietos en un lugar inmovilizados por algo que no existe y perdemos oportunidades, dejamos que la vida se pase sin que podamos cumplir nuestro propósito.
¿Tienes sueños? Ve
por ellos, ponte de pie y empieza a caminar, sal de la zona donde te has
quedado esperando que alguien desate esa cuerda inexistente. Dios preparó cosas
buenas para ti desde hace mucho tiempo, pero debes levantarte.
“Pues somos la obra
maestra de Dios. Él nos creó de nuevo en Cristo Jesús, a fin de que hagamos las
cosas buenas que preparó para nosotros tiempo atrás.” Efesios 2:10 (NTV)
Dios ya te dio la
libertad que necesitabas, camina sin temor y no permitas que nadie te quite ese
hermoso regalo; cuida de no ser carcelero de nadie, recuerda que con nuestras
palabras y acciones podemos atar a las persona, destruirlas e impedir que Dios
cumpla el propósito en sus vidas e incluso tú podrías ser presa de tu propia
trampa al no reconocer el valor que Dios te dio, no te menosprecies y lucha por
alcanzar aquello que Dios te prometió.
Ana María Frege Issa
CVCLAVOZ
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