facebook un encuentro con la palabra
Éxodo 9:32
La Biblia
de las Américas (LBLA)
Séptima plaga: el granizo
13 Entonces dijo el Señor a Moisés: Levántate
muy de mañana, y ponte delante de Faraón, y dile: “Así dice el Señor, el Dios de los
hebreos: ‘Deja ir a mi pueblo para que me sirva. 14 ‘Porque esta vez
enviaré todas mis plagas sobre ti[l], sobre tus
siervos y sobre tu pueblo, para que sepas que no hay otro como yo en toda la
tierra. 15 ‘Porque si yo hubiera extendido
mi mano y te hubiera herido a ti y a tu pueblo con pestilencia, ya habrías sido
cortado de la tierra. 16 ‘Pero en verdad, por
esta razón te he permitido permanecer[m]: para mostrarte
mi poder y
para proclamar mi nombre por toda la tierra. 17 ‘Y todavía te enalteces
contra mi pueblo no dejándolos[n] ir. 18 ‘He aquí, mañana como
a esta hora, enviaré[o]granizo muy
pesado, tal como no ha habido en Egipto desde el día en que fue fundado hasta[p] ahora. 19 ‘Ahora pues, manda
poner a salvo tus ganados y todo lo que tienes
en el campo, porque todo hombre o[q] todoanimal
que se encuentre en el campo, y no sea traído a la casa, morirá cuando caiga
sobre ellos el granizo.’” 20 El que de entre los
siervos de Faraón tuvo temor de[r] la palabra del Señor, hizo poner a salvo
a sus siervos y sus ganados en sus[s] casas, 21 pero el que no hizo
caso a[t] la palabra del Señor, dejó[u] a sus siervos y sus
ganados en el campo.
22 Y
el Señor dijo a Moisés:
Extiende tu mano hacia el cielo para que caiga[v] granizo en toda la tierra de
Egipto, sobre los hombres, sobre los animales y sobre toda planta del campo por
toda la tierra de Egipto. 23 Y extendió Moisés su
vara hacia el cielo, y el Señor envió[w] truenos[x] y granizo, y cayó
fuego sobre la tierra. Y el Señor hizo llover granizo sobre la tierra de
Egipto. 24 Y
hubo granizo muy intenso, y fuego centelleando continuamente[y] en medio del granizo,
muy pesado, tal como no había habido en toda la tierra de Egipto desde que
llegó a ser una nación. 25 Y el granizo hirió
todo lo que había en el campo por toda la tierra de Egipto, tanto hombres como
animales; el granizo hirió también toda planta del campo, y destrozó todos los
árboles del campo. 26 Sólo en la tierra de
Gosén, donde estaban los hijos de Israel,
no hubo granizo.
27 Entonces
Faraón envió llamar a Moisés y Aarón y les dijo: Esta vez he pecado; el Señor es el justo, y yo y
mi pueblo somos los impíos. 28 Rogad al Señor, porque ha habido ya
suficientes truenos y granizo de parte de Dios; y os dejaré
ir y no os quedaréis más aquí. 29 Y Moisés le dijo: Tan
pronto como yo salga de la ciudad, extenderé mis manos[z] al Señor; los truenos
cesarán, y no habrá más granizo, para que sepas que la tierra es del Señor. 30 En cuanto a ti y a
tus siervos, sé que aún no teméis[aa]al[ab] Señor Dios. 31 (Y el lino y la
cebada fueron destruidos[ac], pues la
cebada estaba en espiga y
el lino estaba en flor; 32 pero el trigo y el
centeno no fueron destruidos[ad], por ser
tardíos.) 33 Y
salió Moisés de la ciudad, de la presencia de Faraón, y extendió
sus manos[ae] al Señor, y los truenos y el
granizo cesaron, y no cayó más[af] lluvia sobre la
tierra.34 Pero cuando Faraón
vio que la lluvia, el granizo y los truenos habían cesado, pecó otra vez, y
endureció[ag] su corazón, tanto él
como[ah] sus siervos. 35 Y se endureció[ai] el corazón de Faraón
y no dejó ir a los hijos de Israel, tal como el Señor había dicho por medio[aj] de Moisés.
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
5 Oraciones Por tu
Marido Que Pueden Romper Su Corazón
Posted by: Devocionales in Articulos Cristianos 0
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Parte de ser una
esposa cristiana amorosa es orar a veces “oraciones duras” en favor de su
marido cuando usted prefiere tomar el camino más fácil.
Casi desde el
principio de nuestro matrimonio ore para que mi marido sea preocupado en su
salud. Quería esto desde hace mucho tiempo. Bueno, oré por más de 9 años antes
de Él decidirse a intentar serlo. Él ama la vida saludable, perdió mucho peso,
fortaleció su corazón y hoy es un hombre mucho más saludable y más feliz. ¡La
oración funciona!
Estoy agradecida por el
número de buenos websites, libros y conferencias que alientan a las esposas a
servir a sus maridos según la Escritura con sus dones y las animan y orar por
ellos con regularidad. Pero esto no siempre es un trabajo fácil. De hecho,
algunas de las cosas por las que debemos orar por nuestros maridos son
difíciles de por sí.
Su marido no solo
necesita oración para tener un buen día, o para que todo le vaya bien, y camine
con Jesús. Estas no son malas peticiones, sino que son más bien oraciones
genéricas que tienen muy poca dirección específica detrás de ellas. Lo que
nuestros maridos necesitan de nosotras son oraciones específicas, “oraciones
duras”, para su crecimiento en el amor y la piedad. Amo a mi marido y yo quiero
lo que es mejor para él. Y lo mejor para él es ser un hombre que vive para la
gloria de Dios.
1. Convicción de
pecado
Oro para que el Espíritu Santo nunca permita que mi marido sea insensible con respecto al pecado en su vida, que redarguya su pecado y le recuerde su necesidad de arrepentimiento para mudar su vida espiritual. Un hombre redargüido nunca será un hombre orgulloso. Un hombre que es redargüido encuentra la gracia de Dios en Jesús y seguirá siendo un hombre agradecido. Ore para que Dios siga presionando en el corazón de su marido para que él continue siendo sensible al pecado y el Espíritu y continúe en el camino de la piedad.
Oro para que el Espíritu Santo nunca permita que mi marido sea insensible con respecto al pecado en su vida, que redarguya su pecado y le recuerde su necesidad de arrepentimiento para mudar su vida espiritual. Un hombre redargüido nunca será un hombre orgulloso. Un hombre que es redargüido encuentra la gracia de Dios en Jesús y seguirá siendo un hombre agradecido. Ore para que Dios siga presionando en el corazón de su marido para que él continue siendo sensible al pecado y el Espíritu y continúe en el camino de la piedad.
2. Humildad de
corazón
Un hombre orgulloso piensa demasiado alto de sí mismo, demasiado poco de todo el mundo, y pierde la visión de Dios. Un marido orgulloso no estará abierta al reproche o la corrección necesaria, y se colocará a sí mismo primero antes que otros. Sin embargo, un hombre humilde que es enseñable, independientemente de su carácter, buscará para sí mismo la palabra de Dios. Oro para que mi marido continue creciendo en la humildad de como seguir a Jesús, y que esta sea una de las marcas dominantes de Cristo en él.
Un hombre orgulloso piensa demasiado alto de sí mismo, demasiado poco de todo el mundo, y pierde la visión de Dios. Un marido orgulloso no estará abierta al reproche o la corrección necesaria, y se colocará a sí mismo primero antes que otros. Sin embargo, un hombre humilde que es enseñable, independientemente de su carácter, buscará para sí mismo la palabra de Dios. Oro para que mi marido continue creciendo en la humildad de como seguir a Jesús, y que esta sea una de las marcas dominantes de Cristo en él.
3. Paciencia en la
vida
A mi marido no le importaría que te diga que no es, naturalmente, un hombre paciente. Pero la falta de paciencia de un hombre es la imagen destorcida de Dios en él. Dios es paciente con nosotros en toda nuestra debilidad y obstinación, y todo lo que hacemos en la vida debe reflejar este atributo de nuestro Creador y Redentor. Y esto es importante porque un hombre impaciente es rápido para quejarse, rápido para la ira, y por lo tanto es más propenso a culpar a otros, e incluso a Dios, por lo que le molesta. Mientras que mi marido no llega ser así, una de sus mayores necesidades es aprender la paciencia en la vida. No sólo porque Dios lo manda, si no por que los niños (y yo) necesitamos que sea paciente. Un esposo paciente es un hombre que sabe que ha recibido mucho más de lo que merece, y ha sido el destinatario de la paciencia de Dios en su vida, y que encuentra un gran gozo en el sufrimiento y en las cosas grandes y pequeñas de la vida.
A mi marido no le importaría que te diga que no es, naturalmente, un hombre paciente. Pero la falta de paciencia de un hombre es la imagen destorcida de Dios en él. Dios es paciente con nosotros en toda nuestra debilidad y obstinación, y todo lo que hacemos en la vida debe reflejar este atributo de nuestro Creador y Redentor. Y esto es importante porque un hombre impaciente es rápido para quejarse, rápido para la ira, y por lo tanto es más propenso a culpar a otros, e incluso a Dios, por lo que le molesta. Mientras que mi marido no llega ser así, una de sus mayores necesidades es aprender la paciencia en la vida. No sólo porque Dios lo manda, si no por que los niños (y yo) necesitamos que sea paciente. Un esposo paciente es un hombre que sabe que ha recibido mucho más de lo que merece, y ha sido el destinatario de la paciencia de Dios en su vida, y que encuentra un gran gozo en el sufrimiento y en las cosas grandes y pequeñas de la vida.
4. El amor a Dios
Quiero que mi marido ame a Dios más que a mi o a nuestros hijos. ¿Por qué? Porque si él nos ha ama más que a Dios nos servirá como ídolos, y finalmente dejará a Dios en segundo lugar. No somos buenos dioses. Más aún, un marido que ama a Dios por encima de todas las personas en su vida atesorará a Dios siempre. Un hombre como él sabe que fuera de Jesucristo sus más grandes tesoros en la tierra se encuentran en su casa, en la vida de Dios y los hijos dados a él por el Señor. Oro para que mi marido me ame menos de lo que ama al Señor, y que su amor por Dios sea intenso y sin fin. Sé que si ama a Dios en primer lugar, me va a amar mejor de lo que puedo imaginar.
Quiero que mi marido ame a Dios más que a mi o a nuestros hijos. ¿Por qué? Porque si él nos ha ama más que a Dios nos servirá como ídolos, y finalmente dejará a Dios en segundo lugar. No somos buenos dioses. Más aún, un marido que ama a Dios por encima de todas las personas en su vida atesorará a Dios siempre. Un hombre como él sabe que fuera de Jesucristo sus más grandes tesoros en la tierra se encuentran en su casa, en la vida de Dios y los hijos dados a él por el Señor. Oro para que mi marido me ame menos de lo que ama al Señor, y que su amor por Dios sea intenso y sin fin. Sé que si ama a Dios en primer lugar, me va a amar mejor de lo que puedo imaginar.
5. La disciplina de
Dios
¿Alguna vez siente que su marido no está caminando en el camino correcto? Y esto no significa que tenga que ver con recordarle que debe recoger su ropa del piso o cuarto de baño (Molesta, pero no es una crisis). Aunque, habrá momentos en la vida de los esposos, al igual que sus esposas, comiencen a descuidar su amor, atención y cuidado en su caminar cristiano. Habrá momentos en que necesitamos que Dios intervenga y discipline a nuestros maridos para llamar su atención, mostrarles el peligro de su pecado, y los rescate del peligro potencial que hay por delante de ellos.
¿Alguna vez siente que su marido no está caminando en el camino correcto? Y esto no significa que tenga que ver con recordarle que debe recoger su ropa del piso o cuarto de baño (Molesta, pero no es una crisis). Aunque, habrá momentos en la vida de los esposos, al igual que sus esposas, comiencen a descuidar su amor, atención y cuidado en su caminar cristiano. Habrá momentos en que necesitamos que Dios intervenga y discipline a nuestros maridos para llamar su atención, mostrarles el peligro de su pecado, y los rescate del peligro potencial que hay por delante de ellos.
Cuando nuestros
maridos están haciendo las cosas bien no solo debemos alabar a Dios, sino que
también debemos orar para que Dios haga lo que sea necesario con el fin de
mantener el corazón de nuestros hombres centrados en Él (Dios).
Hay mucho más que se
puede decir de cómo debemos orar por nuestros maridos, pero vamos a empezar
comprometiéndonos a orar “oraciones duras” a favor de ellos. Espero que mi
marido ore “oraciones duras” a mi favor también.
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
Antes muerto
Un duque estaba de
caza, persiguiendo a un armiño blanco que se detuvo delante de una zanja llena
de fango. En vez de pasar la zanja el animal se echó al suelo, dando unos
gemidos raros.
Asombrado por la actitud del animal el duque preguntó a su compañero por qué el armiño no había cruzado la zanja, de ese modo podría haber escapado. Su acompañante le explicó que los armiños están más dispuestos a morir que a ensuciar su piel blanca.
Asombrado por la actitud del animal el duque preguntó a su compañero por qué el armiño no había cruzado la zanja, de ese modo podría haber escapado. Su acompañante le explicó que los armiños están más dispuestos a morir que a ensuciar su piel blanca.
El duque se llevó al animal vivo a su palacio y se
hizo muy amigo de él.
Todos nosotros
deberíamos tomar el ejemplo del armiño y estar dispuestos a morir antes de
contaminarnos con el pecado.
Muchas veces, por vergüenza, comodidad o por agradar a otros, cedemos ante aquellas cosas que sabemos que nos dañaran, que mancharan nuestros corazones y cuyas consecuencias pueden ser fatales para nuestras vidas. Sin duda alguna no es fácil vivir en santidad, pero no hay nada imposible con la ayuda de Dios.
Muchas veces, por vergüenza, comodidad o por agradar a otros, cedemos ante aquellas cosas que sabemos que nos dañaran, que mancharan nuestros corazones y cuyas consecuencias pueden ser fatales para nuestras vidas. Sin duda alguna no es fácil vivir en santidad, pero no hay nada imposible con la ayuda de Dios.
“pero ahora sean
santos en todo lo que hagan, tal como Dios, quien los eligió, es santo. Pues
las Escrituras dicen: «Sean santos, porque yo soy santo»”. 1 Pedro 1:15,16
(NTV)
Dios no nos pide nada
imposible, sabe que tenemos debilidades, que flaqueamos y que fallamos porque
somos humanos, pero Él siempre está atento a nuestras oraciones y acude a
ayudarnos siempre que se lo pedimos. Además, cuando nos equivocamos, si nos
arrepentimos genuinamente y le pedimos perdón, Dios nos espera con sus brazos
abiertos como el Padre amoroso que es.
Reconozcamos y valoremos todos los días el inmenso sacrificio de Jesús por nosotros; busquemos vivir como el armiño, dispuestos a morir antes que manchar nuestras vestiduras blancas.
Reconozcamos y valoremos todos los días el inmenso sacrificio de Jesús por nosotros; busquemos vivir como el armiño, dispuestos a morir antes que manchar nuestras vestiduras blancas.
Ana María Frege Issa
CVCLAVOZ
CVCLAVOZ
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