miércoles, 23 de julio de 2014

ECLESIASTES 2:11 VANIDAD DE LAS COSAS TERRENALES

Eclesiastés 2:11 La Biblia de las Américas (LBLA) Vanidad de las cosas terrenales 2 Entonces me dije[a]: Ven ahora, te probaré con el placer; diviértete[b]. Y he aquí, también esto era vanidad. 2 Dije de la risa: Es locura; y del placer: ¿Qué logra esto? 3 Consideré en mi mente[c] cómo estimular mi cuerpo[d] con el vino, mientras mi mente[e] me guiaba con sabiduría, y cómo echar mano de la insensatez, hasta que pudiera ver qué hay de bueno bajo el cielo que los hijos de los hombres hacen en los contados días de su vida.4 Engrandecí mis obras, me edifiqué casas, me planté viñedos; 5 me hice jardines y huertos, y planté en ellos toda clase de árboles frutales; 6 me hice estanques de aguas para regar[f]el bosque con árboles en pleno crecimiento. 7 Compré esclavos y esclavas, y tuve esclavos nacidos en casa[g]. Tuve también ganados, vacas y ovejas, más que todos los que me precedieron en Jerusalén. 8 Reuní también para mí plata y oro y el tesoro de los reyes y de las provincias. Me proveí de cantores y cantoras, y de los placeres de los hombres, de muchas concubinas[h]. 9 Y me engrandecí y superé a todos los que me precedieron en Jerusalén; también la sabiduría permaneció conmigo. 10 Y de todo cuanto mis ojos deseaban, nada les negué, ni privé a mi corazón de ningún placer, porque mi corazón gozaba de todo mi trabajo, y ésta fue la recompensa de toda mi labor. 11 Consideré luego todas las obras que mis manos habían hecho y el trabajo en que me había empeñado[i], y he aquí, todo era vanidad y correr tras el viento[j], y sin provecho bajo el sol. 12 Yo volví, pues, a considerar la sabiduría, la locura y la insensatez, porque ¿qué hará el hombre que venga después del rey sino lo que ya ha sido hecho? 13 Y yo vi que la sabiduría sobrepasa a la insensatez, como la luz a las tinieblas. 14 El sabio tiene ojos en su cabeza, mas el necio anda en tinieblas. Pero yo sé también que ambos corren la misma suerte. 15 Entonces me dije[k]: Como la suerte del necio, así también será la mía[l]. ¿Para qué, pues, me aprovecha haber sido tan sabio? Y me dije[m]: También esto es vanidad. 16 Porque no hay memoria duradera[n] ni del sabio ni del[o] necio, ya que todos serán olvidados en los días venideros. ¡Cómo mueren tanto el sabio como[p] el necio! 17 Y aborrecí la vida, porque me era penosa[q] la obra que se hace bajo el sol, pues todo es vanidad y correr tras el viento. 18 Asimismo aborrecí todo el fruto de mi trabajo con que me había afanado bajo el sol, el cual tendré que dejar al hombre que vendrá después de mí. 19 ¿Y quién sabe si será sabio o necio? Sin embargo, él tendrá dominio sobre todo el fruto de mi trabajo con que me afané obrando sabiamente bajo el sol. También esto es vanidad. 20 Por tanto me desesperé en gran manera[r] por todo el fruto de mi trabajo con que me había afanado bajo el sol.21 Cuando hay un hombre que ha trabajado con sabiduría, con conocimiento y con destreza, y da su hacienda[s] al que no ha trabajado en ella, esto también es vanidad y un gran mal.22 Pues, ¿qué recibe el hombre de todo su trabajo y del esfuerzo de su corazón con que se afana bajo el sol? 23 Porque durante todos sus días su tarea es dolorosa y penosa; ni aun de noche descansa su corazón. También esto es vanidad. 24 Nada hay mejor para el hombre que comer y beber y decirse que su trabajo es bueno[t]. Esto también yo he visto que es de la mano de Dios. 25 Porque ¿quién comerá y quién se alegrará sin El[u]? 26 Porque a la persona que le agrada[v], El le ha dado sabiduría, conocimiento y gozo; mas al pecador le ha dado la tarea de recoger y amontonar para dárselo al que agrada a[w] Dios. Esto también es vanidad y correr tras el viento. Un Encuentro Con la Palabra REFLEXION Devocional – 40 Cuarenta años muertos de miedo Publicado por: Pastor Carlos Vargas Valdez en Devocional Cristiano “Antes de que los espías se acostaran, Rajab subió al techo y les dijo: Yo sé que el Señor les ha dado esta tierra, y por eso estamos aterrorizados; todos los habitantes del país están muertos de miedo ante ustedes.” Josue 2:8-9 Los dos espías israelitas habían sido descubiertos. Los soldados de Jericó estaban en guardia y no fueron sorprendidos. Comenzó una feroz persecución y el final era predecible. Si los agarraban eran hombres muertos. Subieron al muro y se encontraron arrinconados. No había escapatoria. Y cuando se pensaban muertos una puerta se abrió. Una mujer los invita a pasar y esconderlos. Solo les pidió que le preserven la vida cuando destruyan la ciudad. No era un pedido muy lógico para una mujer que estaba en la posición de pedir lo que quisiera. Tenía la vida de los dos espías en sus manos. La explicación que les da es muy simple. Sabemos que Dios les ha dado la tierra en sus manos, sabemos que ya hemos sido derrotados antes de comenzar a luchar y por eso hace 40 años que vivimos muertos de miedo. Los espías seguramente se sorprendieron aún más. Ellos habían crecido caminando en el desierto sin sentido la misma cantidad de años que los pobladores de la tierra prometida esperaban su final anunciado. Me imagino la ansiedad y asombro de esa generación que vivió vigilando los pasos del pueblo de Israel sin entender por que razón seguían dando vueltas sin sentido sabiendo que tenían el triunfo asegurado. Muchas veces vivimos como los espías. Los que nos rodean saben que tenemos un Dios poderoso y eterno que está de nuestro lado, un Dios grande y maravilloso que sigue haciendo milagros, un Dios que nos da la victoria. Pero nosotros seguimos dando vueltas en círculos viciosos sin sentido y sin disfrutar de los beneficios que Dios desea darnos. Caminamos en medio del calor de las malas decisiones y de la sequedad de nuestros caprichos en vez de disfrutar de la frescura y bendición de Dios. Aprovechá hoy la bendición de Dios. No sigas perdiendo el tiempo. La simpleza de Dios es tan maravillosa que ofrece bendición con generosidad. No seas que por tus malas decisiones pierdas el tiempo y no las puedas disfrutar ahora. Reflexión : Hoy es el día de la bendición de Dios. Aprovechalo. Un Encuentro Con la Palabra REFLEXION UN PARIENTE DE ORO Devocionales A medida que pasan los años, creo que vamos reconociendo en nuestras vidas a aquellas personas que nos demostraron su lealtad a través de los años, y cuando recordamos determinados hechos en los que ellos estuvieron presentes, cuánto lo valoramos. Yo por ejemplo recuerdo a mi mamá, que siempre estuvo presente en todos los momentos de mi vida, pero los que más recuerdo son aquellos, en que nacieron mis hijos. Ella siempre estuvo ahí, especialmente cuando me dijeron que probablemente no iba a nacer mi primer hijo (en este caso era una niña) recuerdo sus palabras de fe: “¡Oremos que Dios es poderoso y va a permitir que el bebé nazca!” te aseguro que momentos así, no te los olvidas más, porque eso era exactamente lo que yo necesitaba: ¡palabras de fe, de ánimo y de esperanza! En este día te voy a compartir la historia de un tío y un sobrino, en donde vemos que ese tío también supo estar al lado de su sobrino, como si fuera su propio hijo. Sus nombres eran Abraham y Lot. Lot, había quedado huérfano y le tocó compartir su vida con su tío Abraham, pero un día se tuvieron que separar, porque ambos tenían tantas riquezas y posesiones que el lugar en donde vivían era demasiado pequeño para los dos. Así que el tío le dijo a Lot: “elige tú primero” ¿No está toda la tierra delante de ti? “Si tú vas a la mano izquierda, yo iré hacia la derecha; pero si tú vas hacia la derecha yo iré hacia la izquierda”. O sea Lot tenía un tío espectacular, un hombre buenísimo, que lo estimaba de verdad. La actitud de Abraham fue no sólo desinteresada y pacífica sino también generosa y condescendiente. La cuestión es que Lot eligió el lugar más bello, sin dudarlo se “quedó con lo mejor”, ese lugar era de una vegetación abundante, mientras que el tío se fue hacia otra ciudad, no tan prometedora. Ahora, a la vista, el lugar que Lot eligió era realmente hermoso y así “fue poniendo sus tiendas hasta Sodoma”. Lot representa a la gente inmadura, se le pegó a Abraham, pero no para capturar la mentalidad de Abraham y lograr lo que Abraham tenía, sino para disfrutar de las bendiciones de Abraham Sodoma era un lugar de perversión, allí la gente vivía como se le antojaba, no había ninguna clase de respeto por la vida. Una vez instalado allí, sucedió un imprevisto. Unos reyes atacaron al rey de Sodoma tomando toda la riqueza de la ciudad, sus provisiones y también tomaron a Lot y sus bienes. Lot en vez de capturar la mentalidad de Abraham, le dice que se va a separar de él y se va para el otro lado con sus ovejas y entonces termina secuestrado. Pronto la mala noticia llegó a los oídos de su tío Abraham, quien reaccionó rápidamente y fue en su rescate, dice la historia que “armó a sus criados” o sea tomó a la gente más confiable que tenía para esta noble misión y pudo rescatar a su sobrino y recobró todos sus bienes, a las mujeres y demás gente. Esto realmente es “jugarse por alguien”, ya que Abraham arriesgó su vida por la de su sobrino. Abraham lo fue a recuperar, porque le quiso dar una nueva oportunidad. Pero les quiero contar algo más, eso no fue todo lo que hizo el tío Abraham, ¡hay más! Como les mencioné Sodoma era una ciudad corrompida, por lo cual Dios la iba a destruir, estaba completamente determinado a hacerlo. Pero hay un detalle, dice la Biblia que Dios era Amigo de Abraham y se dijo a sí mismo: “¿encubriré yo a Abraham lo que voy a hacer?”, o sea Dios le contó a Abraham que iba a destruir la ciudad, Abraham se entristeció por esa noticia, pues allí vivía su sobrino, al cual amaba y entonces muy decidido intercedió por Lot y le preguntó por seis veces a Dios, si él consideraría no destruir la ciudad si se hallara gente justa allí, a lo que Dios le respondió que por supuesto no lo haría, si hallara aunque sea, a diez personas justas allí. Sólo alguien que Ama Mucho puede hacer lo que hizo Abraham. Lo crió prácticamente a su sobrino, lo ayudó a enriquecerse, le dio a elegir el lugar que quisiera para vivir, lo rescató cuando estuvo prisionero y ahora, está Intercediendo ante Dios por él, esto es lo que llamo: UN PARIENTE DE ORO, como dice ese refrán: “QUE VALE LO QUE PESA“. El único mandamiento con promesa es: “honra a tu padre y a tu madre”, porque así tendremos una larga vida sobre la tierra, y quizás hay muchos como en el caso de Lot, que no tuvo papá y mamá que lo criasen, pero tuvieron a alguien que se ocupó de ustedes y que les hicieron más fácil el paso por esta vida. Me gustaría reconocer en este momento a aquellas personas, sean parientes, amigos, mentores etc. que hicieron un aporte a nuestra vida. Piensa en alguno de ellos; seguramente existió alguien así que estuvo cerca en aquellos momentos “en que todo era oscuro para ti”. Y si aún vive, te sugiero que lo llames o le escribas y lo bendigas. Cuando reconocemos en nuestras vidas a las personas que en algún momento nos lideraron, nos enseñaron o como en el caso de Abraham “se jugaron” por nosotros, ¡bendigámoslos dándoles la honra que se merecen! Alguna vez alguien hizo algo por ti, ahora te toca a ti, hacer algo por otros. Esta anécdota nos ilustra la importancia de nuestras acciones al pasar por esta vida: Un hijo y su padre estaban caminando por las montañas De repente el hijo cayó, se lastimó y gritó: ¡Cha! Para su sorpresa, oyó una voz repitiendo en algún lugar de la montaña: ¡cha! Con curiosidad el niño grito: “¿quién eres tú?” Recibió la respuesta: “¿quién eres tú?” Enojado con la contestación respondió: ¡cobarde! Le contesto la montaña: ¡cobarde! Miró a su padre y le preguntó: ¿qué sucede papá? El padre sonrío y dijo: ” hijo mío, presta atención”. Y entonces el padre miró a la montaña: ¡te admiro! La voz respondió: ¡te admiro! De nuevo el hombre grito: ¡eres un campeón! La voz contestó: ¡eres un campeón! El niño estaba asombrado, pero no entendía. Luego el padre explicó: “la gente lo llama eco, pero en realidad es la vida misma”. Te devuelve todo lo que dices o haces. Nuestra vida es simplemente el reflejo de nuestras acciones. Si deseas más amor en el mundo, crea más amor a tu alrededor. La vida te devolverá exactamente aquello que tú le has hecho. Tu vida no es una coincidencia, es un reflejo de ti. Autora: Silvia Truffa

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