martes, 1 de julio de 2014

JOSUE 6:16,20 LA CONQUISTA DE JERICO

Josué 6:16,20 La Biblia de las Américas (LBLA) La conquista de Jericó 6 Pero Jericó estaba muy bien cerrada a causa de los hijos de Israel; nadie salía ni entraba. 2 Y el Señor dijo a Josué: Mira, he entregado en tu mano a Jericó y a su rey con sus valientes guerreros. 3 Marcharéis alrededor de la ciudad todos los hombres de guerra rodeando la ciudad una vez. Así lo harás por seis días. 4 Y siete sacerdotes llevarán siete trompetas de cuerno de carnero delante del arca; y al séptimo día marcharéis alrededor de la ciudad siete veces, y los sacerdotes tocarán las trompetas. 5 Y sucederá que cuando toquen un sonido prolongado con el cuerno de carnero, y cuando oigáis el sonido de la trompeta, todo el pueblo gritará a gran voz, y la muralla de la ciudad se vendrá abajo[a]; entonces el pueblo subirá, cada hombre derecho hacia adelante[b]. 6 Y Josué, hijo de Nun, llamó a los sacerdotes, y les dijo: Tomad el arca del pacto, y que siete sacerdotes lleven siete trompetas de cuerno de carnero delante del arca del Señor. 7 Entonces dijo[c] al pueblo: Pasad, y marchad alrededor de la ciudad, y que los hombres armados vayan delante del arca del Señor. 8 Y sucedió que después que Josué había hablado al pueblo, los siete sacerdotes que llevaban las siete trompetas de cuerno de carnero delante del Señor, se adelantaron y tocaron las trompetas; y el arca del pacto del Señor los seguía. 9 Los hombres armados iban delante de los sacerdotes que tocaban las trompetas, y la retaguardia iba detrás del arca, mientras ellos continuaban tocando las trompetas. 10 Pero Josué dio órdenes al pueblo, diciendo: No gritaréis ni dejaréis oír vuestra voz, ni saldrá palabra de vuestra boca, hasta el día que yo os diga: “¡Gritad!” Entonces gritaréis. 11 Así hizo que el arca del Señor fuera alrededor de la ciudad, rodeándola una vez; entonces volvieron al campamento, y pasaron la noche en el campamento. 12 Y Josué se levantó muy de mañana, y los sacerdotes tomaron el arca del Señor. 13 Y los siete sacerdotes llevando las siete trompetas de cuerno de carnero iban delante del arca del Señor, andando continuamente y tocando las trompetas; y los hombres armados iban delante de ellos y la retaguardia iba detrás del arca del Señor mientras ellos seguían tocando las trompetas. 14 Así marcharon una vez alrededor de la ciudad el segundo día y volvieron al campamento; así lo hicieron por seis días. 15 Al[d] séptimo día se levantaron temprano, al despuntar el día, y marcharon alrededor de la ciudad de la misma manera siete veces. Sólo aquel día marcharon siete veces alrededor de la ciudad. 16 Y sucedió que, a la séptima vez, cuando los sacerdotes tocaron las trompetas, Josué dijo al pueblo: ¡Gritad! Pues el Señor os ha dado la ciudad. 17 Y la ciudad será dedicada al anatema, ella y todo lo que hay en ella pertenece al Señor; sólo Rahab la ramera y[e] todos los que están en su casa vivirán, porque ella escondió a los mensajeros que enviamos. 18 Pero en cuanto a vosotros, guardaos ciertamente de las cosas dedicadas al anatema, no sea que las codiciéis[f] y tomando de las cosas del anatema, hagáis maldito el campamento de Israel y traigáis desgracia sobre él. 19 Mas toda la plata y el oro, y los utensilios de bronce y de hierro, están consagrados al Señor; entrarán en el tesoro del Señor. 20 Entonces el pueblo gritó y los sacerdotes tocaron las trompetas; y sucedió que cuando el pueblo oyó el sonido de la trompeta, el pueblo gritó a gran voz y la muralla se vino abajo[g], y el pueblo subió a la ciudad, cada hombre derecho hacia adelante[h], y tomaron la ciudad. 21 Y destruyeron por completo[i], a filo de espada, todo lo que había en la ciudad: hombres y mujeres, jóvenes y ancianos, bueyes, ovejas y asnos. 22 Pero Josué dijo a los dos hombres que habían reconocido la tierra: Entrad en la casa de la ramera, y sacad de allí a la mujer y todo lo que posea, tal como se lo jurasteis. 23 Entraron, pues, los jóvenes espías y sacaron a Rahab, a su padre, a su madre, a sus hermanos y todo lo que poseía; también sacaron a todos sus parientes, y los colocaron fuera del campamento de Israel. 24 Y prendieron fuego a la ciudad y a todo lo que en ella había. Sólo pusieron en el tesoro de la casa[j] del Señor, la plata, el oro y los utensilios de bronce y de hierro. 25 Pero Josué dejó vivir a Rahab la ramera, a la casa de su padre y todo lo que ella tenía; y ella ha habitado en medio de Israel hasta hoy, porque escondió a los mensajeros a quienes Josué había enviado a reconocer a Jericó. 26 Entonces Josué les hizo un juramento en aquel tiempo, diciendo: Maldito sea delante del Señor el hombre que se levante y reedifique esta ciudad de Jericó; con la pérdida de su primogénito echará su cimiento, y con la pérdida de su hijo menor colocará sus puertas. 27 Y el Señor estaba con Josué, y su fama se extendió[k] por toda la tierra. Un Encuentro Con la Palabra Promesas – Refúgiate en Él Refúgiate en él… En medio de la tormenta, Él quiere ser tu refugio, quiere alimentarte, confortarte. Ven a reposar en Él hoy. Salmo 46:1 Dios es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Salmos 62:7 En Dios descansan mi salvación y mi gloria; la roca de mi fortaleza, mi refugio, está en Dios. Salmos 14:6 Del consejo del afligido os burlaríais, pero el SEÑOR es su refugio. Salmos 31:4 Me sacarás de la red que en secreto me han tendido; porque tú eres mi refugio. Salmos 32:6 Por eso, que todo santo ore a ti en el tiempo en que puedas ser hallado; ciertamente, en la inundación de muchas aguas, no llegarán éstas a él. Salmos 59:16 Pero yo cantaré de tu poder; sí, gozoso cantaré por la mañana tu misericordia; porque tú has sido mi baluarte, y un refugio en el día de mi angustia. Un Encuentro Con la Palabra REFLEXION ¿Existe el chisme santo? lCVCLAVOZ – “No, si yo no tengo nada que ver con eso. No soy chismoso”. Probablemente es lo que dirías, o lo que contestaría “el amigo de tu amigo”. Los canales de televisión están llenos de reality shows que se enfocan en los chismes, y a nadie pareciera molestarle. Los periódicos tienen su área más leída bajo el nombre de “espectáculos”. Los paparazzis, ganan miles de dólares por una fotografía que cuente algo privado. ¿Por qué? Porque todos quieren saber lo que nadie cuenta. Todos están dispuestos a escuchar el chisme de la chusma del barrio, que se pasa el día en la acera para poder tener toda la información “calientita”. Una vez escuché una expresión que hizo que todos pararan sus oídos e hizo que el orador tuviera máxima atención de los que estaban ahí ese día. En medio de sus anuncios dijo: “Les voy a contar un chisme santo…” Claro, todos se sintieron bien porque en la frase le agregó la palabra santo, eso hacía que se sientan con la total libertad de chismear, opinar, y disfrutar toda la información. Si embargo, cuando llega un chisme, la mayoría de los seres humanos sentimos algo en el estómago, como si fuéramos a escuchar algo divertido. ¿Te ha pasado alguna vez? También he visto a personas que dan rienda suelta a esa sensación y que se convierten en los portadores del chisme, así como un virus, se expande, más allá de su veracidad. Dicen “Solo te lo digo para que ores por él o ella”. Cuando la verdad sería que si fuera para que oremos, sería en un espacio privado, o simplemente con su grupo de oración. No hace falta dar detalles, ni echar a andar la crítica y la murmuración. Como puedes ver, el chisme y la murmuración es algo que, según la Biblia, no debemos ser parte. Cuando estés en una conversación donde lo único que hagan sea hablar de otros (“bien” o mal, sea verdad o no) tómalo como una alerta y retírate. Si eres portador del mismo, recuerda que lo que quedó en el pasado se puede cambiar, pero debes tomar una decisión muy importante hoy. No es de un día para otro, es un proceso, pero estamos para ayudarte, apoyarte, y para acompañarte en el proceso de cambio. Yasmin Teme

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