miércoles, 10 de septiembre de 2014

1 CRONICAS 25:1 ORGANIZACION DE LOS CANTORES

1 Crónicas 25:1 La Biblia de las Américas (LBLA) Organización de los cantores 25 Además, David y los comandantes del ejército separaron para el servicio a algunosde los hijos de Asaf, de Hemán y de Jedutún, que habían de profetizar con liras, arpas y címbalos; y el número de éstos[a], conforme a su servicio fue: 2 de los hijos de Asaf: Zacur, José, Netanías y Asarela[b]; los hijos de Asaf estaban bajo la dirección[c] de Asaf, que profetizaba bajo la dirección[d] del rey. 3 De Jedutún, los hijos de Jedutún: Gedalías, Zeri[e], Jesaías, Simei[f], Hasabías y Matatías: seis, bajo la dirección[g] de su padre Jedutún con la lira, que profetizaban dando gracias y alabando al Señor. 4 De Hemán, los hijos de Hemán: Buquías, Matanías, Uziel[h], Sebuel[i], Jeremot, Hananías, Hananí, Eliata, Gidalti, Romanti-ezer, Josbecasa, Maloti, Hotir y Mahaziot. 5 Todos éstosfueron los hijos de Hemán, el vidente del rey, para ensalzarle[j] conforme a las palabras de Dios, porque Dios dio a Hemán catorce hijos y tres hijas. 6 Todos éstos estaban bajo la dirección[k] de su padre para cantar en la casa del Señor, con címbalos, arpas y liras, para el servicio de la casa de Dios. Asaf, Jedutún y Hemán estaban bajo la dirección[l]del rey. 7 El número de los que fueron instruidos en el canto al Señor, con sus parientes[m], todos los que eran hábiles, fue de doscientos ochenta y ocho. 8 Y echaron suertes para designar sus cargos, todos por igual, tanto el pequeño como el grande,tanto el maestro como el discípulo. 9 La primera suerte salió para José, de la casa de Asaf; la segunda para Gedalías que con sus parientes e hijos fueron doce; 10 la tercera para Zacur, sus hijos y sus parientes: doce; 11 la cuarta para Izri, sus hijos y sus parientes: doce; 12 la quinta para Netanías, sus hijos y sus parientes: doce; 13 la sexta para Buquías, sus hijos y sus parientes: doce; 14 la séptima para Jesarela, sus hijos y sus parientes: doce; 15 la octava para Jesahías, sus hijos y sus parientes: doce; 16 la novena para Matanías, sus hijos y sus parientes: doce; 17 la décima para Simei, sus hijos y sus parientes: doce;18 la undécima para Azareel[n], sus hijos y sus parientes: doce; 19 la duodécima para Hasabías, sus hijos y sus parientes: doce; 20 para la decimotercera, Subael[o], sus hijos y sus parientes: doce; 21 para la decimocuarta, Matatías, sus hijos y sus parientes: doce; 22 para la decimoquinta, a Jeremot, sus hijos y sus parientes: doce; 23 para la decimosexta, a Hananías, sus hijos y sus parientes: doce; 24 para la decimoséptima, a Josbecasa, sus hijos y sus parientes: doce; 25 para la decimoctava, a Hananí, sus hijos y sus parientes: doce; 26 para la decimonovena, a Maloti, sus hijos y sus parientes: doce; 27 para la vigésima, a Eliata, sus hijos y sus parientes: doce; 28 para la vigesimoprimera, a Hotir, sus hijos y sus parientes: doce; 29 para la vigesimosegunda, a Gidalti, sus hijos y sus parientes: doce; 30 para la vigesimotercera, a Mahaziot, sus hijos y sus parientes: doce; 31 para la vigesimocuarta, a Romanti-ezer, sus hijos y sus parientes: doce. Un Encuentro Con la Palabra Promesas-> Hoy entiendo que puedo amarte porque tu primero me amaste. La fuerza que viene de ti me llena y satisface y puedo vivir este día con la satisfacción de amarte y ser amado. Gracias Señor. Señor, tú me sondeas y me conoces, 139:2 tú sabes si me siento o me levanto; de lejos percibes lo que pienso, 139:3 te das cuenta si camino o si descanso, y todos mis pasos te son familiares. 139:4 Antes que la palabra esté en mi lengua, tú, Señor, la conoces plenamente; 139:5 me rodeas por detrás y por delante y tienes puesta tu mano sobre mí; 139:6 una ciencia tan admirable me sobrepasa: es tan alta que no puedo alcanzarla. 139:7 ¿A dónde iré para estar lejos de tu espíritu? ¿A dónde huiré de tu presencia? 139:8 Si subo al cielo, allí estás tú; si me tiendo en el Abismo, estás presente. 139:9 Si tomara las alas de la aurora y fuera a habitar en los confines del mar, 139:10 también allí me llevaría tu mano y me sostendría tu derecha. 139:11 Si dijera: “¡Que me cubran las tinieblas y la luz sea como la noche a mi alrededor!”, 139:12 las tinieblas no serían oscuras para ti y la noche sería clara como el día. v13 Tú creaste mis entrañas, me plasmaste en el seno de mi madre: 139:14 te doy gracias porque fui formado de manera tan admirable. ¡Qué maravillosas son tus obras! Tú conocías hasta el fondo de mi alma 139:15 y nada de mi ser se te ocultaba, cuando yo era formado en lo secreto, cuando era tejido en lo profundo de la tierra. Un Encuentro Con la Palabra REFLEXION En Busca del fruto – Por Charles Stanley Publicado por: Pastor Carlos Vargas Valdez en Cristianos, Devocional Cristiano Leer | Galatas 5.16-26 Como creyentes, todos queremos tener el fruto del Espiritu, pero como podemos saber si en verdad lo tenemos? Incluso los no creyentes pueden exhibir estas cualidades cuando las circunstancias son positivas. Este fruto del Espiritu, que tiene nueve manifestaciones, no es lo que hacemos, sino lo que somos, y basicamente salen a la luz cuando las circunstancias no son favorables. Dos caracteristicas nos ayudan a reconocer estas cualidades en nuestra vida. Los creyentes que dan fruto no son controlados por su entorno. Todos pasamos por pruebas y sufrimientos, pero quien tiene la llenura del Espíritu no pierde su fruto por sus circunstancias. Mantiene su gozo aun cuando las dificultades le abrumen. Si alguien le habla con dureza, responde con amabilidad. Porque el Espíritu Santo tiene el control, es libre para producir su fruto sin importar cuales sean las circunstancias. A pesar de que estos creyentes pueden sentir dolor, enojo o deseo de venganza, optan por confiar en que el Senor les protegera y dirigira el resultado. Los creyentes que dan fruto se recuperan rapidamente despues de una caida. Estos creyentes no son perfectos, pero si sensibles al fallo condenatorio del Espiritu, y se apresuran a volver al Senor en arrepentimiento. En realidad, estan agradecidos por la correccion y alaban a Dios, no solo por haberles revelado su debilidad, sino tambien por haberlos traido de vuelta a la obediencia. Nadie produce estas asombrosas cualidades por si solo. El empenarse en ser buenos nunca funcionara. La transformacion del caracter se produce cuando nos sometemos a Dios, dandole el control total de nuestras vidas.

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