sábado, 6 de septiembre de 2014

SALMO 99:5 ALABAD AL SEÑOR POR SU FIDELIDAD PARA CON ISRAEL

Salmos 99:5 La Biblia de las Américas (LBLA) Alabad al Señor por su fidelidad para con Israel 99 El Señor reina[a], estremézcanse los pueblos; sentado está sobre los querubines, tiemble la tierra. 2 El Señor es grande en Sion, y exaltado sobre todos los pueblos. 3 Alaben tu nombre grande y temible; El es santo. 4 El poder del Rey ama la justicia[b]; tú has establecido la equidad[c]; has hecho juicio y justicia en Jacob. 5 Exaltad al Señor nuestro Dios, y postraos ante el estrado de sus pies; El es santo. 6 Moisés y Aarón estaban entre sus sacerdotes, y Samuel entre los que invocaron su nombre; ellos clamaron al Señor, y El les respondió. 7 Les habló en la columna de nube; guardaron sus testimonios, y el estatuto que El les dio. 8 Oh Señor, Dios nuestro, tú les respondiste; fuiste para ellos un Dios perdonador, mas también vengador de sus malas obras. 9 Exaltad al Señor nuestro Dios, y postraos ante su santo monte, porque santo es el Señor nuestro Dios. Un Encuentro Con la Palabra Promesas-> La vida está llena de grandes oportunidades inteligentemente camufladas como frustraciones devastadoras. Sea lo que sea en tu vida, no te desesperes. Con la ayuda de Dios, tu también puedes cambiar tus cicatrices en estrellas, y tus impedimentos en fortalezas. Hebreos 11:1 Ahora bien, la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Romanos 8:24 Porque en esperanza hemos sido salvos, pero la esperanza que se ve no es esperanza, pues, ¿por qué esperar lo que uno ve? 2 Corintios 4:18 al no poner nuestra vista en las cosas que se ven, sino en las que no se ven; porque las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas. 2 Corintios 5:7 (porque por fe andamos, no por vista); Hebreos 3:6 pero Cristo fue fiel como Hijo sobre la casa de Dios, cuya casa somos nosotros, si retenemos firme hasta el fin nuestra confianza y la gloria de nuestra esperanza. Hebreos 3:14 Porque somos hechos partícipes de Cristo, si es que retenemos firme hasta el fin el principio de nuestra seguridad, Hebreos 10:39 Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para la preservación del alma. Hebreos 11:7 Por la fe Noé, siendo advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó un arca para la salvación de su casa, por la cual condenó al mundo, y llegó a ser heredero de la justicia que es según la fe. Hebreos 11:27 Por la fe salió de Egipto sin temer la ira del rey, porque se mantuvo firme como viendo al Invisible. Un Encuentro Con la Palabra REFLEXION Devocional Diario – El testimonio interno Publicado por: Pastor Carlos Vargas Valdez en Cristianos, Devocional Cristiano El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. – Romanos 8:16 ¿Se le hace a usted difícil oír la voz de Dios? ¿Se encuentra atrapado en alguna situación confusa y necesita consejo, sin embargo, después de orar y de leer la Palabra aún no está seguro de lo que Dios quiere que haga? Yo he tenido esa experiencia. Conocía la Palabra escrita de Dios y ponerla en práctica cambió mi vida. Pero cuando se trataba de decisiones para las cuales no había una respuesta directa en la Palabra, no estaba seguro de qué hacer. Por ejemplo, decisiones como a cuál ciudad trasladarse, y otras cosas por el estilo. Lo que me guardó fue el conocimiento de que estaba haciendo lo correcto. La Palabra escrita de Dios y el testimonio interno son dos cosas diferentes, nunca se contradicen, pero ambos son parte vital de nuestro andar con Dios. Por ejemplo, Dios esperaba que Israel obedeciera su Palabra escrita. Pero también les dijo: “Obedeced mi voz” (Jeremías 7:23), porque quería que conocieran su voluntad en situaciones específicas. Eso sucedió cuando Israel conquistó Jericó: el pueblo obedeció la voz de Dios. De otra manera, ¿de dónde más hubieran sacado ese extraño plan de batalla? No estaba en la ley de Moisés y a nadie jamás se le hubiera ocurrido que marchar siete días alrededor de la ciudad sería una gran estrategia militar. Pero, ¿cómo nos habla Dios? ¿Nos grita desde el cielo? Romanos 8 dice que el Espíritu Santo da testimonio a nuestro espíritu. Eso significa que las instrucciones de Dios vienen de adentro, no de afuera. A veces, cuando oiga la voz de Dios, usted quizá diga: “Señor ¿soy yo o eres Tú?” Eso se debe a que Dios por lo general no pone de forma directa pensamientos en su mente, sino que habla a su espíritu, y este convierte la voz de Dios en pensamientos. Empiece hoy a prestar atención al testimonio, al conocimiento, al consejo y a la voz apacible que siente dentro de usted. Si parece que es su voz, no se sorprenda, es su voz: es su espíritu que está siendo aconsejado por el Espíritu de Dios. Cuando usted nació de nuevo, su espíritu se convirtió en un consejero seguro porque renació del Espíritu de Dios. Dios le impartió a usted su naturaleza y el Espíritu Santo vino a vivir en su espíritu para enseñarle y guiarle en la vida. Escritura Devocional para Leer: Josué 6:1-20 Gloria Copeland

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