jueves, 18 de septiembre de 2014

HECHOS 1:13-14 EN EL APOSENTO ALTO

Hechos 1:13-14 La Biblia de las Américas (LBLA) En el aposento alto 12 Entonces regresaron a Jerusalén desde el monte llamado de los Olivos[j], que está cerca de Jerusalén, camino de un día de reposo. 13 Cuando hubieron entrado en la ciudad, subieron al aposento alto donde estaban hospedados, Pedro, Juan, Jacobo[k] y Andrés, Felipe y Tomás, Bartolomé y Mateo, Jacobo[l] hijo de Alfeo, Simón el Zelote y Judas,hijo[m] de Jacobo[n]. 14 Todos éstos estaban unánimes, entregados de continuo a la oraciónjunto con las mujeres[o], y con María la madre de Jesús, y con los hermanos de El. Un Encuentro Con la Palabra Promesas de Dios -> Si uno no toma sus propias decisiones, otro lo hará. Recuerde que no tomar una decisión ya es una decisión. La indecisión suele ser peor que equivocarse. Santiago 1:7-8 Quien es así, no crea que va a recibir nada del Señor, porque hoy piensa una cosa y mañana otra, y no es constante en su conducta. Santiago 1:6 Pero que pida con fe, sin dudar; porque el que duda es semejante a la ola del mar, impulsada por el viento y echada de una parte a otra. Santiago 1:8 siendo hombre de doble ánimo, inestable en todos sus caminos. Santiago 4:8 Acercaos a Dios, y El se acercará a vosotros. Limpiad vuestras manos, pecadores; y vosotros de doble ánimo, purificad vuestros corazones. 2 Pedro 2:14 Tienen los ojos llenos de adulterio y nunca cesan de pecar; seducen a las almas inestables; tienen un corazón ejercitado en la avaricia; son hijos de maldición. 1 Reyes 18:21 Elías se acercó a todo el pueblo y dijo: ¿Hasta cuándo vacilaréis entre dos opiniones? Si el SEÑOR es Dios, seguidle; y si Baal, seguidle a él. Pero el pueblo no le respondió ni una palabra. Mateo 6:24 Nadie puede servir a dos señores; porque o aborrecerá a uno y amará al otro, o se apegará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas. Josué 24:15 Y si no os parece bien servir al SEÑOR, escoged hoy a quién habéis de servir: si a los dioses que sirvieron vuestros padres, que estaban al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa, serviremos al SEÑOR. Un Encuentro Con la Palabra REFLEXION Llenando el vacío Todo hombre y mujer llega a tener el anhelo de casarse, pero muchas veces se tiene la motivación incorrecta, ya sea por la presión de la familia o sociedad, edad o porque realmente ya sienten que es el tiempo. Lo que ocurre muy a menudo es que tanto hombres como mujeres toman la decisión sólo para llenar el “vacío” que sienten, para sentirse amados, aceptados, creyendo que si no tienen una pareja nadie los amará. Sin embargo, Dios no nos creó para llenar el vacío de nadie, sino para que primeramente Él mismo sea el que llene nuestras vidas. David Hormachea, en su libro “La mujer: sus tensiones y depresiones” dice: Dios no creó a Eva para que llenara el vacío de Adán, la creó para que junto a Adán vivieran para la gloria de Dios y juntos pudieran cumplir el mandato de gobernar la tierra. La mujer no fue creada para satisfacer una necesidad social o sexual de Adán, sino para completar el propósito de Dios con los hombres, Eva no era necesaria para cumplir los deseos de Adán, sino para cumplir el mandato que Dios le entregó a Adán de gobernar la tierra.” El único que llena ese vacío, por completo y para bien, es Dios. Si tú no lo consideras como prioridad ahora, difícilmente lo será cuando te cases; pues todos los afanes que un matrimonio demanda restan tiempo para ello. No busques depender de una persona para ser feliz, busca a Dios para que te dé la verdadera felicidad y por consecuencia tendrás todo; lo dice su palabra: Mateo 6:33 (TLA) “Lo más importante es que reconozcan a Dios como único rey, y que hagan lo que él les pide. Dios les dará a su tiempo todo lo que necesiten.” Muchas películas “románticas” están basadas en que la solución para la soledad y la depresión es ese príncipe azul que llega a llenar ese hueco que sentimos en el corazón con su amor, y que después de pasar una serie de dificultades llegan a estar juntos y viven por siempre felices. Pero la realidad de la soledad es que sólo Dios puede disipar ese estado ya que como Él nos creó solamente Él es la respuesta. Si te sientes solo, y crees que con una pareja estarías mucho mejor, lamento decirte que no será así del todo, si tú primero no estás completo/a en Dios, todo es pasajero porque de aquí a un tiempo volverá la soledad a tu corazón. Ahora que estás solo dedícale tiempo a afirmar tu relación con Dios, así llenarás el vacío que sientes y también por consecuencia te estarás preparando para la persona que será tu futuro cónyuge. Soraida Fuentes CVCLAVOZ

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