facebook un encuentro con la palabra
Hechos 13:15
La Biblia
de las Américas (LBLA)
Pablo y Bernabé en Antioquía de Pisidia
13 Pablo y sus compañeros
zarparon de Pafos, y llegaron a Perge de Panfilia; pero Juan,
apartándose de ellos, regresó a Jerusalén, 14 mas ellos, saliendo
de Perge, llegaron a Antioquía de Pisidia; y en el
día de reposo entraron
a la sinagoga y
se sentaron. 15 Después
de la lectura de la ley y
los profetas, los oficiales de la sinagoga les mandaron a decir:
Hermanos[a], si tenéis
alguna palabra de exhortación para el pueblo, hablad.
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
Desmantelando Los 4
Grandes Mitos Sobre El Matrimonio
Publicado por: Devocionales en Matrimonio Cristiano, Matrimonios 0
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Desmantelando Los 4 Mitos Sobre El matrimonio.
Y CONOCERÉIS LA
VERDAD Y LA VERDAD OS HARÁ LIBRES.(Juan 8:32)
Una gran parte de la información que tenemos sobre el matrimonio son en realidad mitos. El mito del “matrimonio perfecto” está muy extendido y es peligroso. Si albergamos expectativas poco realistas, sueños imposibles y pensamientos llenos de fantasía, todo eso nos da información equivocada, nos induce al error, nos desilusiona y nos prepara para abandonar la relación en el momento en que la fantasía choca con la realidad. Únicamente la verdad nos puede hacer libres para que nos sintamos realizados en nuestro matrimonio. Durante los próximos días vamos a explorar algunos de esos mitos.
Una gran parte de la información que tenemos sobre el matrimonio son en realidad mitos. El mito del “matrimonio perfecto” está muy extendido y es peligroso. Si albergamos expectativas poco realistas, sueños imposibles y pensamientos llenos de fantasía, todo eso nos da información equivocada, nos induce al error, nos desilusiona y nos prepara para abandonar la relación en el momento en que la fantasía choca con la realidad. Únicamente la verdad nos puede hacer libres para que nos sintamos realizados en nuestro matrimonio. Durante los próximos días vamos a explorar algunos de esos mitos.
Mito del matrimonio
nº 1. El mito de un amor “vírico”
Este mito sostiene
que se es infectado por el amor, como si de un virus se tratara.En una noche de
encanto, cuando te encuentres en el lugar adecuado y en el momento propicio,
vendrá el virus y ¡zas! te atrapará, serás contagiado y entrarás en una vida de
felicidad interminable. El problema es que cuando estás agotado de cuidar a
tres niños, y tienes dos trabajos y dos hipotecas, el “virus” se retrae. En la
vorágine de platos sucios, pañales y las tareas diarias, algo tiene que ceder.
Entonces el romanticismo se desplaza y en su lugar aparece la cruda realidad.
Cuando sucede, confundimos el romanticismo con el verdadero amor y pensamos, de
forma errónea, que éste nos ha abandonado y que debemos ir tras él.
Pero lo cierto es que el amor no se acaba cuando el romanticismo da paso a la realidad. Si dos personas que una vez se enamoraron están dispuestas a mantenerse juntas en amor a través de las dificultades y las oportunidades de la vida familiar, lo romántico puede crecer de nuevo y llegar a ser más fuerte y más sólido que antes. El amor que sólo se basa en el romanticismo no funciona cuando “en la prosperidad” se encuentra con “en la adversidad” (votos matrimoniales). El romanticismo fundamentado en una decisión de amarse “hasta que la muerte nos separe” es el único amor seguro, es constante y fiable. El enamoramiento hace que nos juntemos; ¡este otro tipo de amor hace que permanezcamos juntos!
Pero lo cierto es que el amor no se acaba cuando el romanticismo da paso a la realidad. Si dos personas que una vez se enamoraron están dispuestas a mantenerse juntas en amor a través de las dificultades y las oportunidades de la vida familiar, lo romántico puede crecer de nuevo y llegar a ser más fuerte y más sólido que antes. El amor que sólo se basa en el romanticismo no funciona cuando “en la prosperidad” se encuentra con “en la adversidad” (votos matrimoniales). El romanticismo fundamentado en una decisión de amarse “hasta que la muerte nos separe” es el único amor seguro, es constante y fiable. El enamoramiento hace que nos juntemos; ¡este otro tipo de amor hace que permanezcamos juntos!
Y CONOCERÉIS LA
VERDAD Y LA VERDAD OS HARÁ LIBRES. (Juan 8:32)
Mito del matrimonio nº 2. El mito de la “persona adecuada”
Mito del matrimonio nº 2. El mito de la “persona adecuada”
El cual da a entender
que la felicidad en el matrimonio depende exclusivamente de encontrar a esa
persona. Se dice que dar con ella es cuestión de suerte, que depende de Cupido,
de la alineación de las estrellas, de la luna llena en tus ojos como si se
tratara de una gran pizza, etc., y algunas veces hasta de Dios. No tienes más
que encontrar a la persona adecuada y ésta hará que tu vida sea intensamente
feliz, romántica, emocionante, completa, maravillosa. Será, como dice la
canción, esa “especie de magia negra” que te retendrá en su hechizo y te
llevará a tierras encantadas donde reina el amor eterno. Todo está en manos de
esa persona especial. ¡Y uno se convence totalmente y nada le parece más real y
verdadero! A pesar del consejo de amigos y familiares, nos entregamos en cuerpo
y alma y hacemos todo lo posible para seguir en ese mundo mágico y adictivo.
Cuando se acaba la
magia (y siempre ocurre), pueden suceder tres cosas:
1) lloramos,
manipulamos, sobornamos y luego culpamos, denigramos y consideramos farsante a
la persona que dio ese cambio inesperado y nos hizo desdichados. “Ése no es el
hombre con quien me casé”, lamentamos. Tal vez no sea la persona que tú
esperabas que fuera (esa sólo existe dentro de tu mito), pero sí es la persona
con quien te casaste y el problema no es sólo de él;
2) le etiquetamos
como “la persona equivocada” y tal vez nos pongamos a buscar a la “adecuada”; o
pensamos que todos los del sexo opuesto son iguales y los tildamos de falsos,
desleales y veleidosos;
3) o a lo mejor
aceptamos la verdad: no existe nadie que nos pueda hacer felices todo el
tiempo. Entender y aceptar eso nos hace libres para encontrar la felicidad en
nuestra propia transformación para llegar a ser “la persona adecuada”, ésa que
Dios creó con el propósito de que nos diéramos generosamente y permitiéramos a
los demás humanos ser ellos mismos, con sus limitaciones. Dios quiere que
aprendamos a buscar nuestra felicidad en Él.
¿Cómo Aprender a
Dejar Y Olvidar Biblicamente?(Imagen) Compártela en tu red social favorita.
Y CONOCERÉIS LA
VERDAD Y LA VERDAD OS HARÁ LIBRES. (Juan 8:32)
Mito del matrimonio nº 3. El mito de la “caja llena”.
Mito del matrimonio nº 3. El mito de la “caja llena”.
Que consiste en
pensar que cuando nos casamos heredamos una caja grande llena de muchas cosas
buenas que son como existencias que se reponen a sí mismas, garantizando con
ello una dicha matrimonial inagotable y sin esfuerzo. Esa caja contiene romanticismo,
satisfacción física, generosidad, verdadero amor, y conlleva recibir un
servicio del otro “a la manera que estamos acostumbrados”. Imaginamos que
podemos meter la mano en la caja y sacar lo que queramos de unas existencias
inagotables, ¡con garantías de satisfacción instantánea y bajo mantenimiento! Y
parece que al principio funciona así, por lo que nos aferramos más al mito.
Hasta cierto día gris en el que metemos la mano en la caja y la sacamos vacía.
En ese momento sentimos temor, decepción, ira, desesperación y
descorazonamiento; y concluimos que nuestro cónyuge nos ha fallado, o engañado,
o abandonado. ¿Por qué habría de estar, si no, la caja vacía? En ese momento el
mito te indicará que “es hora de encontrar otra caja”. O podrás escuchar a la verdad
que te hará libre: que el matrimonio es, de hecho, como una caja grande y
vacía. Tu trabajo consiste en poner en ella suficientes existencias para
garantizar que se pueda sacar todo lo necesario para una relación
enriquecedora.
Jesús dijo: Dad y se
os dará con la misma medida con que medís, os volverán a medir.(Lucas 6:38).
Tienes que empezar a preguntarte: ¿Qué quiero que haya en la caja? Entonces
mete eso mismo en ella. Y luego: ¿Cuánto quiero que haya en la caja? Entonces
deposita lo suficiente para que haya esa cantidad. La verdad es que la caja no
es más que un recipiente; no se equivocaron ni te dieron una mala caja. Tú eres
el dueño de ella, no su víctima. Si aceptas esa verdad, serás libre para
enriquecer tu matrimonio y hacer que sea vivo y gratificante. ¡Pero debes ser
alguien que da y no sólo que toma!
Y CONOCERÉIS LA
VERDAD Y LA VERDAD OS HARÁ LIBRES. (Juan 8:32)
Mito del matrimonio nº 4. El mito del matrimonio “tiovivo”
Mito del matrimonio nº 4. El mito del matrimonio “tiovivo”
Que sostiene que te
puedes subir al matrimonio y bajar de él cuando te aburras, o estés
descontento, o con muchas presiones, o cuando tengas una oferta mejor. Hoy en
día estamos condicionados a la satisfacción instantánea. Si no nos gustan las
reglas, tomamos el balón y nos vamos a jugar a otro parque. Somos una sociedad
“desechable”; lo que no funciona satisfactoriamente, lo remplazamos en lugar de
repararlo. Y lo trágico es que transferimos esa mentalidad a nuestras
relaciones y sustituimos a las personas de nuestra vida que no juegan el juego
según nuestras reglas. En el tema del matrimonio, cada generación es menos
propensa a la tolerancia, la paciencia, el trabajo duro, la flexibilidad y la
creatividad, y más dada a desechar aquello por lo que no están dispuestos a
luchar para mejorarlo. El mito del matrimonio “tiovivo” nos indica que no
tenemos que luchar por resolver nuestros asuntos matrimoniales. ¡Sólo cambiarlo
por otro!
Pero la realidad
demuestra que ese mito no da resultado. Más del 50% de los primeros
matrimonios, el 65% de los segundos y más del 70% de los terceros acaban en
divorcio. Es evidente que en asuntos del matrimonio, ¡cuanto más lo hacemos,
peor se nos da! De hecho, salvo casos excepcionales, esas cifras indican que
estadísticamente tienes más posibilidades de encontrar la felicidad en tu
matrimonio actual, con todas sus dificultades, que si te cambias a otro. La
opción de Dios es la mejor. ¡Siempre! Él dice: Lo que Dios juntó no lo separe
el hombre.(Mateo 19:6). Su plan es que trabajando y creciendo juntos en medio
de los obstáculos y oportunidades de tu matrimonio, llegues a ser mejor cónyuge
y acabes construyendo un matrimonio más feliz.
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
Ajustes
Muchos de nosotros
queremos que Dios nos hable dándonos instrucciones precisas de lo que debemos
hacer y deseamos que nos asigne tareas específicas. Si leemos todos los relatos
bíblicos en los que Dios ha llamado a una persona a cumplir una misión, notaremos
un común denominador: todos tuvieron que hacer ajustes importantes en sus
vidas.
Desde Abraham a quien se le pidió que dejara su tierra
(Génesis 12:1-8), pasando por Moisés quien debía volver al lugar del que había
huido (Éxodo 3), Pedro dejando sus redes de pesca para seguir a Jesús (Mateo
4:18-22), incluso Pablo tuvo que cambiar completamente su vida (Hechos 9: 1-19)
para hacer lo que Dios le estaba pidiendo. Hoy en día la formula sigue siendo
la misma.
Todos encontraron la
victoria sobre los retos que tenían, cumplieron promesas anheladas, hallaron
bendiciones para sí mismos, vencieron a sus enemigos y hasta hicieron grandes
milagros. Todo eso después de hacer aquello que Dios les pedía.
Si por algún momento
piensa usted que Dios no va a pedirle ajustes en su vida porque lo que quiere
hacer no parece tan grande, es posible que esté muy equivocado. Aún Jesús tuvo
que hacer ajustes para cumplir los mandamientos de su Padre. La Biblia relata:
“Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre
mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como
tú.” Mateo 26:39 versión Reina-Valera 1960
Jesús estaba dispuesto a ajustar su vida cumpliendo la voluntad de Su Padre y no lo que Él quería, aun siendo Dios Hijo.
Jesús estaba dispuesto a ajustar su vida cumpliendo la voluntad de Su Padre y no lo que Él quería, aun siendo Dios Hijo.
No se confunda; no se
trata de hacer cambios a lo loco, sin sentido. Cuando obedecemos a Dios
haciendo los ajustes que nos pide a través de su palabra, por muy pequeños que
nos puedan parecer, Él no sólo tomará en cuenta la obediencia, sino que sabrá
premiarla.
“Así que, hermanos
míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre,
sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.” 1 Corintios 15:58
Versión Reina-Valera 1960.
Quizás durante una
prédica o leyendo la biblia, con una canción o en una charla, quizás en un
programa en la tv o escuchando la radio, tal vez en uno de sus devocionales
diarios, etc. ha escuchado la voz de Dios dándole una instrucción que requiere
un ajuste en su vida; tal vez perdonar, dejar ciertos hábitos, cambiar de
ideas, hacer nuevas inversiones, tomar nuevos retos u otras cosas. No importa
qué tan difícil pueda parecer, tenga en cuenta que Dios está ahí para ayudarlo
una vez que usted tome la decisión; además recuerde que la obediencia siempre trae
bendición.
Héctor Colque
CVCLAVOZ
CVCLAVOZ
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