facebook un encuentro con la palabra
Deuteronomio 8:8
La Biblia
de las Américas (LBLA)
Descripción de la Tierra Prometida
8 Todos los
mandamientos que yo os ordeno hoy, tendréis cuidado de ponerlos por obra, a fin de que viváis y os multipliquéis, y
entréis y toméis posesión de la tierra que el Señor juró dar a vuestros padres. 2 Y te acordarás de
todo el camino por donde el Señor tu Dios te ha traído por el desierto durante estos cuarenta años, para humillarte, probándote, a
fin de saber lo que había en tu corazón, si guardarías o no sus mandamientos. 3 Y te humilló, y te
dejó tener hambre, y te alimentó con el maná que no conocías, ni tus padres
habían conocido, para hacerte entender[a] que el hombre no sólo vive de pan, sino que vive[b]de todo lo que
procede de la boca del Señor. 4 Tu ropa no se gastó
sobre ti, ni se hinchó tu pie durante estos cuarenta años. 5 Por tanto, debes
comprender[c] en tu corazón que el Señor tu Dios te estaba disciplinando así como un hombre
disciplina a su hijo. 6 Guardarás, pues, los
mandamientos del Señor tu Dios, para andar en sus caminos y para temerle[d]. 7 Porque el Señor tu Dios te trae a una tierra buena, a una tierra de
corrientes de aguas, de fuentes y manantiales que fluyen por valles y colinas; 8 una tierra de trigo y
cebada, de viñas, higueras y granados; una tierra de aceite de oliva y[e] miel; 9 una tierra donde
comerás el pan sin escasez, donde nada te faltará; una tierra cuyas piedras son
hierro, y de cuyos montes puedes sacar cobre. 10 Cuando hayas comido y
te hayas saciado, bendecirás al Señor tu Dios por la buena tierra que El te ha dado.
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
Sábado Santo Y Semana
Santa: El Lo Hizo Por Ti
Posted by: Devocionales in Semana Santa 0
Posted by: Devocionales in Semana Santa 0
“AL QUE NO CONOCIÓ PECADO, LO HIZO PECADO POR
NOSOTROS” (2 Corintios 5:21 JBS)
Los soldados romanos clavaron a Jesús a la cruz, pero ¿qué fue lo que lo mantuvo allí? La Biblia nos da la respuesta: “Al que no conoció pecado, lo hizo pecado por nosotros para que nosotros fuéramos hechos justicia de Dios en Él” (2 Corintios 5:21 JBS). La razón por la que Jesús no llamó a un ejército de ángeles para salvarlo, como podría haber hecho, fue porque prefirió entregar su vida y no abandonarnos. Nos cuesta comprender semejante amor porque no tenemos nada con qué medirlo o compararlo. Nadie nos ha amado jamás como Jesús ni nadie lo hará. Su crucifixión nos permite acercarnos “con toda confianza al trono de la gracia de nuestro Dios. Allí recibiremos misericordia y encontraremos la gracia que nos ayudará cuando más la necesitemos” (Hebreos 4:16 NTV).
Los soldados romanos clavaron a Jesús a la cruz, pero ¿qué fue lo que lo mantuvo allí? La Biblia nos da la respuesta: “Al que no conoció pecado, lo hizo pecado por nosotros para que nosotros fuéramos hechos justicia de Dios en Él” (2 Corintios 5:21 JBS). La razón por la que Jesús no llamó a un ejército de ángeles para salvarlo, como podría haber hecho, fue porque prefirió entregar su vida y no abandonarnos. Nos cuesta comprender semejante amor porque no tenemos nada con qué medirlo o compararlo. Nadie nos ha amado jamás como Jesús ni nadie lo hará. Su crucifixión nos permite acercarnos “con toda confianza al trono de la gracia de nuestro Dios. Allí recibiremos misericordia y encontraremos la gracia que nos ayudará cuando más la necesitemos” (Hebreos 4:16 NTV).
W.A. Criswell
escribió: “Vi en un sueño al Salvador. Su espalda estaba descubierta y había un
soldado levantándole la mano y golpeándolo con un látigo de nueve colas … Me
levanté y lo cogí del brazo para detenerlo. Al hacerlo, el soldado se giró
estupefacto y me miró. Entonces, yo miré también y me di cuenta de que era yo”.
En todo el mundo, mucha gente se conmovió con la película La pasión de Cristo por lo espantosa que era la crucifixión. Detrás de la historia hay dos mensajes claros: 1) Ese fue el precio necesasrio para redimirnos a cada uno, un precio que sólo Jesús podía pagar. 2) Tenemos que detenernos y recordarlo cada vez que sintamos la tentación de desobedecer a Dios y pecar.
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
Un día a la vez
Dios es un Padre
poderoso que hace lo inimaginable y, aparentemente, imposible por bendecir a
sus hijos de acuerdo a su obediencia y fe.
Tal es el ejemplo que nos da Elías cuando Dios le dice
que debe ir al arroyo de Querit donde, aparentemente, no había nada y tampoco
conocía a alguien que pudiera acogerlo, pero confió en la palabra que Dios le
dio cuando le dijo que los cuervos le darían de comer; y así fue, las aves le
dieron de comer todos los días, no le faltaba nada porque estaba siendo cuidado
por Dios a través de su naturaleza. En esta historia de la vida real, Elías era
un hombre que buscaba el reino de Dios y se ve cómo Él dispone las cosas para
que no le falte alimento a su siervo, utilizando incluso animales. (1Reyes
17:1-9)
Muchos de nosotros aún
vivimos desconfiados y creemos que un cambio, un traslado o un nuevo comienzo,
ya sea en otro trabajo, en una nueva relación, emprendiendo un negocio
diferente o mudándose a otra ciudad, podría ser algo arriesgado y es así pero
también dejamos que el temor inunde nuestra vida y no nos deje creer.
Cuando piensas que
las cosas van hacia el fracaso, sin haber comenzado la carrera o la lucha, no
te será posible avanzar. Todos tus planes sólo podrán funcionar si permites que
Dios tome el control de tus pasos.
No temas de lo que
pueda venir, al contrario, disfruta de lo que vaya pasando en tu día a día;
como dice la Palabra de Dios, cada día tiene su propio afán y si vivimos
temerosos de lo que pueda ocurrir, jamás podrás comenzar algo ni cambiaremos de
vida.
Dios te dice: “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.” Mateo 6:33-34 (RVR-1960)
Busca en Dios aquello que necesitas para tener seguridad, aumentar tu fe, y las fuerzas para vivir cada día a la vez, confía en la mano de Dios.
Dios te dice: “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.” Mateo 6:33-34 (RVR-1960)
Busca en Dios aquello que necesitas para tener seguridad, aumentar tu fe, y las fuerzas para vivir cada día a la vez, confía en la mano de Dios.
No dejes de vivir por
pensar en lo superficial, vive y disfruta de lo que Dios te está dando, Él
siempre tiene algo bueno para darte y usa lo que menos imaginas para suplir tus
necesidades.
Telma Céspedes
CVCLAVOZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario