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EL TEMPLO Y SU
SANTIDAD
MATEO 23: 16 – 22 EL TEMPLO La Biblia de las Américas (LBLA)
16 ¡Ay de
vosotros, guías ciegos!, que decís: “No es nada el que alguno jure por el
templo[f]; pero el que
jura por el oro del templo[g], contrae
obligación.” 17 ¡Insensatos y
ciegos!, porque ¿qué es más importante[h]: el oro, o el
templo[i] que
santificó el oro? 18 También decís: “No es nada el que alguno jure
por el altar; pero el que jura por la ofrenda que está sobre él, contrae
obligación.” 19 ¡Ciegos!,
porque ¿qué es más importante[j]: la ofrenda, o
el altar que santifica la ofrenda? 20 Por eso, el que
jura por el altar, jura por él y por todo lo que está sobre él; 21 y el que jura
por el templo[k], jura por él y
por el que en él habita; 22 y el que jura
por el cielo, jura por el trono de Dios y por el que está sentado en él.
JUAN 2: 13 – 21 EL CELO POR TU CASA ME CONSUMIRA
13 La Pascua de los judíos estaba cerca, y Jesús subió
a Jerusalén, 14 y encontró en
el templo a los que vendían bueyes, ovejas y palomas, y a los que cambiaban
dinero allí sentados. 15 Y haciendo un
azote de cuerdas, echó a todos fuera del templo, con las ovejas y los bueyes;
desparramó las monedas de los cambistas y volcó las mesas; 16 y dijo a los
que vendían palomas: Quitad esto de aquí; no hagáis de la casa de mi
Padre una casa de comercio. 17 Sus discípulos se
acordaron de que estaba escrito: El
celo por tu casa me consumira. 18 Entonces los judíos respondieron y le dijeron: Ya que haces estas
cosas, ¿qué señal nos muestras? 19 Jesús respondió
y les dijo: Destruid este templo[e], y en tres
días lo levantaré. 20 Entonces los
judíos dijeron: En cuarenta y seis años fue edificado este templo[f], ¿y tú lo levantarás en tres días? 21 Pero El hablaba
del templo[g] de su
cuerpo. 22 Por eso, cuando
resucitó de los muertos, sus discípulos se acordaron de que había
dicho esto; y creyeron en la Escritura y en la palabra que Jesús había
hablado.
JUAN 4:21-26 LOS VERDADEROS
ADORADORES
21 Jesús
le dijo*:Mujer, créeme; la hora viene cuando ni en este monte ni en
Jerusalén adoraréis al Padre. 22 Vosotros adoráis lo que no
conocéis; nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación viene[d] de
los judíos.23 Pero la hora viene, y ahora es,
cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en
verdad; porque ciertamente a los tales el Padre busca que le adoren. 24 Dios es espíritu[e], y
los que le adoran deben adorarle en espíritu y en verdad. 25 La mujer le dijo*: Sé que el
Mesías viene (el que es llamado Cristo); cuando El venga nos declarará
todo. 26 Jesús
le dijo*: Yo soy, el que habla contigo.
HECHOS 7: 44 – 51 EL CIELO ES MI TRONO Y LA TIERRA EL ESTRADO DE MIS
PIES
44 Nuestros padres
tuvieron el tabernáculo del testimonio en el desierto, tal como le había ordenado que lo
hiciera Aquél que habló a Moisés, conforme al modelo que había visto. 45 A su vez, habiéndolo
recibido, nuestros padres lo introdujeron con Josué al tomar[ac] posesión de las
naciones[ad] que Dios arrojó de
delante de nuestros padres, hasta los días de David. 46 Y David[ae] halló gracia delante
de Dios, y pidió el favor de
hallar una morada para el Dios[af] de Jacob. 47 Pero
fue Salomón quien le edificó una casa. 48 Sin
embargo, el Altísimo no
habita en casas hechas
por manos de hombres;
como dice el profeta:
49 El cielo es mi trono, y la tierra el estrado de mis pies; ¿que casa me edificareis? —dice el Señor— ¿O cual es el lugar de mi reposo? 50 ¿No fue mi mano la que hizo todas estas
cosas?
51 Vosotros, que sois
duros de cerviz e incircuncisos de corazón y de oídos, resistís
siempre al Espíritu Santo; como hicieron vuestros padres, así también hacéis
vosotros.
HECHOS 7: 23 – 31 EN EL VIVIMOS, NOS MOVEMOS Y EXISTIMOS
23 Porque mientras pasaba
y observaba los objetos de vuestra adoración, hallé también un altar con esta
inscripción: AL[y] DIOS DESCONOCIDO.
Pues lo que vosotros adoráis sin conocer, eso os anuncio yo. 24 El Dios que hizo el
mundo y todo lo que en él hay,
puesto que es Señor del cielo y de la tierra, no mora en templos hechos por
manos de hombres, 25 ni es servido por manos
humanas, como si necesitara de algo, puesto que El da a todos vida y aliento y
todas las cosas; 26 y
de uno[z] hizo todas las
naciones del mundo[aa] para que
habitaran sobre toda la faz de la tierra, habiendo determinado sus tiempos señalados y los límites
de su habitación, 27 para
que buscaran a Dios, si de alguna manera, palpando, le hallen, aunque no está
lejos de ninguno de nosotros; 28 porque
en El vivimos, nos movemos y existimos[ab], así como algunos de
vuestros mismos poetas han dicho: “Porque también nosotros somos linaje
suyo.” 29 Siendo,
pues, linaje de Dios, no debemos pensar que la naturaleza divina sea semejante
a oro, plata o piedra, esculpidos por el[ac] arte y el
pensamiento humano. 30 Por
tanto, habiendo pasado por alto los tiempos de ignorancia, Dios declara ahora a
todos los hombres, en todas partes, que se arrepientan,31 porque El ha
establecido un día en el cual juzgará al mundo[ad] en justicia, por
medio de un Hombre a quien ha designado, habiendo presentado pruebas a
todos los hombres al resucitarle[ae] de entre los
muertos.
1 CORINTIOS 3: 10 – 17 PORQUE EL TEMPLO DE DIOS ES SANTO
10 Conforme a la
gracia de Dios que me fue dada, yo, como sabio arquitecto, puse el fundamento,
y otro edifica sobre él. Pero cada uno tenga cuidado cómo edifica encima. 11 Pues nadie
puede poner otro fundamento que el que ya está puesto, el cual es
Jesucristo. 12 Ahora bien, si
sobre este fundamento
alguno edifica con oro, plata, piedras preciosas[c], madera, heno,
paja, 13 la obra de cada
uno se hará evidente; porque el día la dará a conocer, pues con fuego será revelada; el fuego mismo
probará la calidad de la obra de cada uno[d]. 14 Si permanece la
obra de alguno que ha edificado sobre el fundamento, recibirá recompensa. 15 Si la obra de alguno es consumida por el fuego, sufrirá pérdida; sin
embargo, él será salvo, aunque así como por fuego.16 ¿No sabéis que
sois templo[e] de Dios y
que el Espíritu de Dios habita en vosotros? 17 Si alguno
destruye el templo[f] de Dios,
Dios lo destruirá a él, porque el templo[g] de Dios
es santo, y eso es lo que vosotros sois[h].
1 CORINTIOS 6:12 – 20 EL QUE SE
UNE CON EL SEÑOR ES UN ESPIRITU CON EL
12 Todas las cosas me
son lícitas, pero no todas son de provecho. Todas las cosas me son lícitas,
pero yo no me dejaré dominar por ninguna.13 Los
alimentos son para el estómago[e] y el estómago[f] para los alimentos,
pero Dios destruirá a
los dos[g].
Sin embargo, el cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor, y el
Señor es para el cuerpo. 14 Y Dios, que resucitó
al Señor, también nos resucitará a nosotros mediante
su poder. 15 ¿No sabéis que vuestros cuerpos
son miembros de Cristo? ¿Tomaré, acaso, los miembros de Cristo y los haré
miembros de una ramera? ¡De ningún modo! 16 ¿O
no sabéis que
el que se une a una ramera es un cuerpo con ella? Porque El dice: Los dos vendran a ser una sola carne. 17 Pero
el que se une al Señor, es un espíritu con El.18 Huid de la
fornicación. Todos los demás pecados que un hombre
comete están fuera del cuerpo, pero el fornicario peca contra su propio cuerpo. 19 ¿O
no sabéis que
vuestro cuerpo es templo[h] del Espíritu Santo,
que está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros[i]? 20 Pues
por precio habéis sido comprados; por tanto, glorificad a Dios en vuestro
cuerpo [j]y
en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.
2 CORINTIOS 7:1 TENIENDO ESTAS PROMESAS
1 Por
tanto, amados, teniendo estas promesas, limpiémonos de toda inmundicia de la
carne y del espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.
2 CORINTIOS 6:14-16 SOMOS EL TEMPLO DE DIOS VIVO
14 No estéis
unidos en yugo desigual con los incrédulos, pues ¿qué asociación tienen la
justicia y la iniquidad? ¿O qué comunión la luz con las tinieblas? 15 ¿O qué armonía
tiene Cristo con Belial? ¿O qué tiene en común[j] un
creyente con un incrédulo? 16 ¿O qué acuerdo
tiene el templo[k] de Dios
con los ídolos? Porque nosotros somos el templo del Dios vivo, como Dios
dijo:
Habitare en ellos, y andare entre ellos; y sere su Dios, y ellos seran mi pueblo.
17 Por
tanto, salid de en medio de ellos y apartaos, dice el Señor; y no toqueis lo inmundo, y yo os
recibiré. 18 Y yo seré para
vosotros padre, y vosotros seréis para mí hijos e hijas, dice el Señor
Todopoderoso.
EFESIOS
2: 3-21 LA MORADA DE DIOS EN EL ESPIRITU
3 Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros, que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido acercados por[j] la sangre de Cristo. 14 Porque
El mismo es nuestra paz, quien de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia
de separación, 15 aboliendo en su carne la
enemistad, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un nuevo
hombre, estableciendo así la paz, 16 y para reconciliar con Dios a los dos en un cuerpo por medio de la cruz, habiendo dado muerte
en ella a la enemistad. 17 Y vino y anuncio paz a vosotros que estabais lejos, y paz a
los que estaban cerca; 18 porque por medio de El los unos y los otros[k] tenemos nuestra entrada al Padre en un mismo Espíritu. 19 Así pues, ya no sois extraños ni
extranjeros, sino que sois conciudadanos de los santos y sois de la familia[l] de Dios, 20 edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo Cristo Jesús mismo la piedra angular, 21 en quien todo el edificio, bien ajustado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor, 22 en quien también vosotros sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.
1
TESALONICENSES 4:1-8 VUESTRA SANTIFICACION
1Por lo demás, hermanos, os rogamos, pues, y os
exhortamos en el Señor Jesús, que como habéis recibido de nosotros instrucciones acerca de la
manera en que debéis andar[a] y agradar a Dios (como de hecho ya
andáis), así abundéis en ello más
y más. 2 Pues sabéis qué
preceptos os dimos por autoridad del[b] Señor Jesús. 3 Porque esta es
la voluntad de Dios: vuestra santificación; es decir, que os abstengáis de inmoralidad sexual[c]; 4 que cada uno de
vosotros sepa cómo poseer[d] su propio
vaso[e] en
santificación y honor, 5 no en pasión de
concupiscencia, como los gentiles que no conocen a Dios; 6 y que nadie peque y defraude a su hermano
en este asunto, porque el Señor es el vengador
en todas estas cosas, como también antes os lo dijimos y advertimos
solemnemente.7 Porque Dios no
nos ha llamado a impureza, sino a[f] santificación. 8 Por
consiguiente, el que rechaza esto no
rechaza a hombre, sino al Dios que os da su Espíritu Santo.
HEBREOS
12: 10-14 PARA QUE PARTICIPEMOS DE SU SANTIDAD
10 Porque ellos
nos disciplinaban por pocos días como les parecía, pero El nos disciplina para nuestro bien, para que
participemos de su santidad. 11 Al presente ninguna[k] disciplina parece ser[l] causa de gozo, sino de tristeza[m]; sin embargo, a los que han sido ejercitados[n]por medio de[o] ella, les da después fruto apacible de
justicia. 12 Por tanto, fortaleced[p] las manos débiles[q] y las rodillas que flaquean, 13 y haced sendas derechas para vuestros pies, para
que la pierna coja no
se descoyunte, sino que se sane. 14 Buscad[r] la paz
con todos y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.
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