facebook un encuentro con la palabra
Rut 3:13
La Biblia
de las Américas (LBLA)
Rut pide a Booz que sirva de redentor
3 Después su suegra
Noemí le dijo: Hija mía, ¿no he de buscar seguridad[a] para ti, para que te vaya bien? 2 Ahora pues, ¿no es
Booz nuestro pariente[b], con cuyas criadas estabas? He aquí, él avienta
cebada en la era esta noche. 3 Lávate, pues, úngete
y ponte tu mejorvestido y baja a la
era; pero no te des a conocer al hombre hasta que haya acabado
de comer y beber. 4 Y sucederá que cuando
él se acueste, notarás[c] el lugar donde se acuesta; irás, descubrirás sus pies
y te acostarás; entonces él te dirá lo que debes hacer. 5 Y ella le respondió:
Todo lo que me dices, haré.
6 Descendió,
pues, a la era e hizo todo lo que su suegra le había mandado. 7 Cuando Booz hubo comido
y bebido, y su corazón estaba contento, fue a acostarse al pie[d] del montón de grano;
y ella vino calladamente, descubrió sus pies y se acostó. 8 Y sucedió que a
medianoche el hombre se asustó, se volvió[e], y he aquí que una mujer estaba acostada a sus pies. 9 Y él dijo: ¿Quién
eres? Y ella respondió: Soy Rut, tu sierva. Extiende, pues, tu manto sobre tu
sierva, por cuanto eres pariente cercano[f]. 10 Entonces él dijo:
Bendita seas del Señor, hija mía. Has hecho
tu última bondad mejor que la primera, al no ir en pos de los jóvenes, ya sean
pobres o ricos. 11 Ahora
hija mía, no temas. Haré por ti todo lo que me pidas[g], pues todo mi pueblo en la ciudad[h] sabe que eres una
mujer virtuosa. 12 Ahora
bien, es verdad que soy pariente cercano[i], pero hay un pariente[j] más cercano que yo. 13 Quédate esta noche, y
cuando venga la mañana, si él quiere redimirte[k], bien, que te redima. Pero si no quiere redimirte[l], entonces yo te redimiré, vive elSeñor. Acuéstate hasta la
mañana.
14 Y
ella se acostó a sus pies hasta la mañana, y se levantó antes que una persona pudiera reconocer a
otra; y él dijo: Que no se sepa que ha venido mujer a la era. 15 Dijo además: Dame el
manto que tienes puesto y sujétalo. Y ella lo sujetó, y él midió seis medidas de cebada y se laspuso
encima. Entonces ella[m] entró en la ciudad. 16 Cuando llegó adonde estaba su suegra, ésta dijo: ¿Cómo te fue[n], hija mía? Y le contó todo lo que el hombre había
hecho por ella. 17 Y
dijo: Me dio estas seismedidas de cebada, pues dijo:
“No vayas a tu suegra con las manos vacías.” 18 Entonces Noemí dijo: Espera, hija
mía, hasta que sepas cómo se resolverá[o] el asunto; porque el
hombre no descansará hasta que lo haya arreglado[p] hoy.
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
Sigue Preparándote
Llegará El Día de Tu Promoción
Publicado por: Devocionales en Devocionales 0
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“HE VISTO A UN HIJO DE ISAÍ” QUE SABE TOCAR”. (1 Samuel 16:18)
David no se convirtió
en un experto tirador de honda de la noche a la mañana, justo cuando apareció
Goliat, ni un virtuoso del arpa cuando el rey Saúl lo invitó al Palacio. Tuvo
que pasar por el largo y lento camino de la disciplina. David no sabía lo que
le depararía el futuro, pero encontró gozo y realización personal en descubrir
sus dones y ejercitarlos. El mayor obstáculo para tu crecimiento personal no es
la ignorancia; es la falsa impresión de que ya lo sabes todo, es creer que ha
has “llegado”. Cuando ocurre eso, dejas de crecer, y por lo tanto te estancas.
¿En qué zona vives? “La zona del desafío, que dice: “Voy a tratar de hacer lo
que no he hecho antes”. “La zona de la comodidad: “Sólo hago lo que sé que
puedo hacer”. “La zona del mínimo esfuerzo: “Ni siquiera hago lo que hacía
antes”. Philips Brooks expresa lo siguiente: “Qué triste es para cualquier
persona cuando se siente totalmente satisfecho con la vida que lleva, su forma
de pensar y las cosas que hace; cuando deja de anhelar en su alma el querer ir
más lejos o el tratar de alcanzar aquello para lo que sabe estaba destinado”.
Los hermanos de David
conocían las destrezas de éste, pero ninguno le habló al Rey Saúl de él. No te
desanimes; ¡llegarás ahí sin que te recomienden! “Entonces uno de los criados
respondió: He visto a un hijo de Isaí” que sabe tocar; es valiente y vigoroso”.
(1 Samuel 16:18). David no compitió con sus hermanos ni se quejó de su rango de
pastor. Siguió desarrollando su relación con Dios y ejercitando sus destrezas,
y cuando llegó el tiempo apropiado, Dios lo ascendió. Tú también, entonces,
sigue preparándote.
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
No quedaste solo.
Cuando leemos o
escuchamos sobre Jesús, cómo fue su vida desde que nació y cómo fue creciendo
en estatura y sabiduría, nos maravillamos y desearíamos haber podido nacer en
esa época para poder verlo y estar con Él.
En el momento en que tenemos problemas o pasamos por
tribulaciones creemos que estamos solos y que a pesar de tener personas en
nuestro entorno no habrá nadie que nos comprenda así como Jesús lo hacía cuando
caminaba entre sus discípulos. Para ellos era muy difícil creer que el Maestro
tenía que irse y dejarlos, pensaban que se quedarían solos pero Jesús se los
explicó claramente: “Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya;
porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os
lo enviaré.” Juan 16:7 (RVR-1960)
Con estas palabras quiso decir que si bien moriría , Él resucitaría y ascendería a los cielos para ser nuestro abogado frente al Padre, pero que no nos dejaría solos, pues dejaría al consolador, el Espíritu Santo, quien estaría con nosotros en todo tiempo, circunstancia y lugar, y que a la vez también estaríamos con Él.
Esta palabra que dejó dicha a sus discípulos es también para nosotros, aunque ya hayan transcurrido muchísimos años, esa promesa es válida hasta hoy.
Con estas palabras quiso decir que si bien moriría , Él resucitaría y ascendería a los cielos para ser nuestro abogado frente al Padre, pero que no nos dejaría solos, pues dejaría al consolador, el Espíritu Santo, quien estaría con nosotros en todo tiempo, circunstancia y lugar, y que a la vez también estaríamos con Él.
Esta palabra que dejó dicha a sus discípulos es también para nosotros, aunque ya hayan transcurrido muchísimos años, esa promesa es válida hasta hoy.
La promesa de
enviarnos al consolador, quien nos acompañará en momentos de tristeza y dolor,
aun se cumple; no es una promesa que se concreta una vez y ya no vale más. Lo
que Cristo prometió es eterno y permanente, hasta hoy se sigue haciendo real en
nuestras vidas y seguirá para el tiempo postrero.
“Y de igual manera el
Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene,
no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos
indecibles.” Romanos 8:26 (RVR-1960)
Si sentías que
estabas solo y que no tenías a alguien que te comprenda, tienes al Espíritu
Santo que secará tus lágrimas, sólo es necesario anhelarlo y creer que en
verdad Él está con nosotros.
Telma Céspedes
CVCLAVOZ
CVCLAVOZ
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