Isaías 43:21 La
Biblia de las Américas (LBLA)
Dios, único libertador de Israel
43 Mas ahora, así dice el Señor tu Creador, oh Jacob,
y el que te formó, oh Israel:
No temas, porque yo te he redimido,
te he llamado por tu nombre; mío eres tú.
2 Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo,
y si por los ríos, no te anegarán;
cuando pases por el fuego, no te quemarás,
ni la llama te abrasará[a].
3 Porque yo soy el Señor tu Dios,
el Santo de Israel, tu Salvador;
he dado a Egipto por tu rescate,
a Cus[b] y a Seba en lugar tuyo.
4 Ya que eres precioso a mis ojos,
digno de honra, y yo te amo,
daré a otros hombres en lugar tuyo,
y a otros pueblos por tu vida.
5 No temas, porque yo estoy contigo;
del oriente traeré tu descendencia[c],
y del occidente te reuniré.
6 Diré al norte: “Entrégalos;”
y al sur: “No los retengas.”
Trae a mis hijos desde lejos
y a mis hijas desde los confines de la tierra,
7 a todo el que es llamado por mi nombre
y a quien he creado para mi gloria,
a quien he formado y[d] a quien he hecho.
y el que te formó, oh Israel:
No temas, porque yo te he redimido,
te he llamado por tu nombre; mío eres tú.
2 Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo,
y si por los ríos, no te anegarán;
cuando pases por el fuego, no te quemarás,
ni la llama te abrasará[a].
3 Porque yo soy el Señor tu Dios,
el Santo de Israel, tu Salvador;
he dado a Egipto por tu rescate,
a Cus[b] y a Seba en lugar tuyo.
4 Ya que eres precioso a mis ojos,
digno de honra, y yo te amo,
daré a otros hombres en lugar tuyo,
y a otros pueblos por tu vida.
5 No temas, porque yo estoy contigo;
del oriente traeré tu descendencia[c],
y del occidente te reuniré.
6 Diré al norte: “Entrégalos;”
y al sur: “No los retengas.”
Trae a mis hijos desde lejos
y a mis hijas desde los confines de la tierra,
7 a todo el que es llamado por mi nombre
y a quien he creado para mi gloria,
a quien he formado y[d] a quien he hecho.
8 Sacad[e] al pueblo ciego, aunque tiene ojos,
y a los sordos, aunque tienen oídos.
9 Todas las naciones a una se han reunido
y se han congregado los pueblos.
¿Quién de ellos declarará esto
y nos proclamará las cosas anteriores?
Que presenten sus testigos y que se justifiquen,
que oigan y digan: Es verdad.
10 Vosotros sois mis testigos —declara el Señor—
y mi siervo a quien he escogido,
para que me conozcáis y creáis en mí,
y entendáis que yo soy.
Antes de mí no fue formado otro dios,
ni después de mí lo habrá.
11 Yo, yo soy el Señor,
y fuera de mí no hay salvador.
12 Yo soy el que lo he anunciado, he salvado y lo he proclamado,
y no hay entre vosotros dios extraño;
vosotros, pues, sois mis testigos —declara el Señor—
y yo soy Dios.
13 Aun desde la eternidad[f], yo soy,
y no hay quien libre de mi mano;
yo actúo, ¿y quién lo revocará?
y a los sordos, aunque tienen oídos.
9 Todas las naciones a una se han reunido
y se han congregado los pueblos.
¿Quién de ellos declarará esto
y nos proclamará las cosas anteriores?
Que presenten sus testigos y que se justifiquen,
que oigan y digan: Es verdad.
10 Vosotros sois mis testigos —declara el Señor—
y mi siervo a quien he escogido,
para que me conozcáis y creáis en mí,
y entendáis que yo soy.
Antes de mí no fue formado otro dios,
ni después de mí lo habrá.
11 Yo, yo soy el Señor,
y fuera de mí no hay salvador.
12 Yo soy el que lo he anunciado, he salvado y lo he proclamado,
y no hay entre vosotros dios extraño;
vosotros, pues, sois mis testigos —declara el Señor—
y yo soy Dios.
13 Aun desde la eternidad[f], yo soy,
y no hay quien libre de mi mano;
yo actúo, ¿y quién lo revocará?
14 Así dice el Señor vuestro Redentor, el Santo de Israel:
Por vuestra causa envié a Babilonia
e hice descender como fugitivos a todos ellos,
[g]es decir, a los caldeos, en las naves de las cuales se gloriaban[h].
15 Yo soy el Señor, vuestro Santo,
el Creador de Israel, vuestro Rey.
16 Así dice el Señor,
que abre camino en el mar
y sendero en las aguas impetuosas;
17 el que hace salir carro y caballo,
ejército y fuerza
(a una se echarán y no se levantarán,
como pabilo han sido apagados y extinguidos):
18 No recordéis las cosas anteriores
ni consideréis las cosas del pasado.
19 He aquí, hago algo nuevo,
ahora acontece;
¿no lo percibís?
Aun en los desiertos haré camino
y ríos en el yermo.
20 Me glorificarán las bestias del campo,
los chacales y los avestruces,
porque he puesto aguas en los desiertos
y ríos en el yermo,
para dar de beber a mi pueblo escogido.
21 El pueblo que yo he formado para mí
proclamará mi alabanza.
Por vuestra causa envié a Babilonia
e hice descender como fugitivos a todos ellos,
[g]es decir, a los caldeos, en las naves de las cuales se gloriaban[h].
15 Yo soy el Señor, vuestro Santo,
el Creador de Israel, vuestro Rey.
16 Así dice el Señor,
que abre camino en el mar
y sendero en las aguas impetuosas;
17 el que hace salir carro y caballo,
ejército y fuerza
(a una se echarán y no se levantarán,
como pabilo han sido apagados y extinguidos):
18 No recordéis las cosas anteriores
ni consideréis las cosas del pasado.
19 He aquí, hago algo nuevo,
ahora acontece;
¿no lo percibís?
Aun en los desiertos haré camino
y ríos en el yermo.
20 Me glorificarán las bestias del campo,
los chacales y los avestruces,
porque he puesto aguas en los desiertos
y ríos en el yermo,
para dar de beber a mi pueblo escogido.
21 El pueblo que yo he formado para mí
proclamará mi alabanza.
22 Pero no me has invocado, Jacob,
sino que te has cansado de mí, Israel.
23 No me has traído las ovejas de tus holocaustos,
ni me has honrado con tus sacrificios.
No te he abrumado exigiendo[i] ofrendas[j],
ni te he cansado exigiendo[k] incienso.
24 No me has comprado con dinero caña aromática[l],
ni con la grosura de tus sacrificios me has saciado;
por el contrario me has abrumado con tus pecados,
y me has cansado con tus iniquidades.
sino que te has cansado de mí, Israel.
23 No me has traído las ovejas de tus holocaustos,
ni me has honrado con tus sacrificios.
No te he abrumado exigiendo[i] ofrendas[j],
ni te he cansado exigiendo[k] incienso.
24 No me has comprado con dinero caña aromática[l],
ni con la grosura de tus sacrificios me has saciado;
por el contrario me has abrumado con tus pecados,
y me has cansado con tus iniquidades.
25 Yo, yo soy el que borro tus transgresiones por amor a mí mismo,
y no recordaré tus pecados.
26 Hazme recordar, discutamos juntos nuestro caso;
habla tú para justificarte.
27 Tu primer padre pecó,
y tus voceros[m] prevaricaron[n] contra mí.
28 Por tanto, profanaré[o] a los príncipes del santuario[p],
y entregaré a Jacob al anatema y a Israel al oprobio.
y no recordaré tus pecados.
26 Hazme recordar, discutamos juntos nuestro caso;
habla tú para justificarte.
27 Tu primer padre pecó,
y tus voceros[m] prevaricaron[n] contra mí.
28 Por tanto, profanaré[o] a los príncipes del santuario[p],
y entregaré a Jacob al anatema y a Israel al oprobio.
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
Levantando Al Pecador
A La Manera de Jesús
Publicado por: Devocionales en Preguntas y Respuestas Cristianas, Respuestas Cristianas 0
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¡Levántalos como Jesús lo hizo! JESÚS SE INCLINÓ (JUAN 8.6).
¿Recuerdas a la mujer que fue sorprendida en el acto de adulterio? Los fariseos se agacharon para coger piedras, pero Jesús se agachó para levantarla. ¿En qué grupo te encuentras?.
No está en ti escoger
a quién ayudar. Algunos creemos que sólo debemos ayudar a los que piensan como
nosotros. Sin embargo, se nos pide que sostengáis a los débiles, que seáis
pacientes para con todos (1 Tesalonicenses 5:14).
¿Cómo Levantar Al
Pecador A La Manera de Jesús?
Se cuenta de alguien que se cayó a un pozo y no podía salir.
Una persona subjetiva pasó por allí y le dijo: Me duele que estés ahí abajo.
Se cuenta de alguien que se cayó a un pozo y no podía salir.
Una persona subjetiva pasó por allí y le dijo: Me duele que estés ahí abajo.
Una persona objetiva
pasó y le dijo: Bueno, era de esperar que alguien se cayera ahí.
Un fariseo le dijo:
Sólo los malos se caen a los pozos.
Un cristiano legalista le dijo: Te mereces estar en el pozo.
Un realista le dijo: ¡Menudo pozo!.
Un geólogo le pidió que apreciara los estratos rocosos del pozo.
Un oficial de Hacienda le preguntó si había pagado los impuestos del pozo.
Un deprimido le dijo: Eso no es nada comparado con mi pozo.
Un optimista le dijo: La cosa podría ser peor.
Un cristiano legalista le dijo: Te mereces estar en el pozo.
Un realista le dijo: ¡Menudo pozo!.
Un geólogo le pidió que apreciara los estratos rocosos del pozo.
Un oficial de Hacienda le preguntó si había pagado los impuestos del pozo.
Un deprimido le dijo: Eso no es nada comparado con mi pozo.
Un optimista le dijo: La cosa podría ser peor.
Jesús, al ver al
hombre en el pozo, tuvo compasión y se agachó, le agarró de la mano y lo sacó.
¿Puedes ver la diferencia?.
¿Te has dado cuenta
cómo termina Jesús su famosa parábola sobre el Buen Samaritano? Vé y haz tú lo
mismo (Lucas 10:37).En tus manos está el afectar positivamente las vidas de los
que te rodean. Cuando alientas a alguien, eso puede marcar una diferencia en su
día, o incluso en su semana y hasta en su vida, debido a que ese aliento los
puede encaminar en una nueva dirección. Pero es difícil animar a otros si no
sabes lo que necesitan. Conviértete en un observador de las personas a tu
alrededor. Aprende qué cosas les hacen reaccionar y qué cosas les levantan el
ánimo.
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
Modificación
genética.
Hasta hace algunos
años se creía que el ADN heredado era inalterable. Sin embargo, Juleen Zierath
del Instituto Karolinska en Suecia encabezó un estudio para determinar si
existía por lo menos una posibilidad de modificar los rasgos genéticos de un
individuo en forma natural.
Durante la
investigación se descubrió que una persona sana físicamente pero sedentaria,
presentaba cambios sutiles en el código de su ADN solamente haciendo ejercicios
por un corto tiempo al día o desarrollando alguna de sus habilidades. Esas
actividades resultaban en alteraciones químicas ligeras en la estructura del
código genético convirtiéndose en puntos de partida para una
"reprogramación" del gen humano.
Por ejemplo: los
músicos, influenciados por sus padres en la mayoría de los casos, dicen que
descubrieron el gusto por ese arte a muy corta edad y si preguntamos a sus
abuelos quizás también hayan tenido algo que ver con la música, y de esa manera
podríamos retroceder hasta llegar al individuo que empezó a desarrollar ese
talento dentro de su familia. Lo mismo pasa con la mayoría de los atletas: los
hijos pueden tener un gusto por el deporte influenciados por sus padres, pero
también pueden tener esa inclinación innata por su herencia genética.
Existen muchas costumbres que pueden hacer posible la reprogramación del ADN en un individuo. Dentro del ámbito espiritual sucede algo similar.
Existen muchas costumbres que pueden hacer posible la reprogramación del ADN en un individuo. Dentro del ámbito espiritual sucede algo similar.
Hubo un tiempo en el
que el pueblo de Israel usaba un refrán que decía: “Los padres comen uvas
agrias y a los hijos se les destemplan los dientes” Ezequiel 18: 1 (Versión
Dios Habla Hoy) Esa era una forma racional de entender el porqué del
sufrimiento o las penurias en la vida de algunas personas. Esa misma idea es la
que podemos ver en Juan 9:2 que dice: “Y le preguntaron sus discípulos,
diciendo: Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que haya nacido ciego?”
Versión Reina-Valera 1960
Ellos creían que un
hijo podía heredar las consecuencias de los pecados cometidos por sus padres,
pero esto no es así. Jesús mismo aclara todo diciendo: “No es que pecó éste, ni
sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él.” Juan 9:3
Versión Reina-Valera 1960
¿Crees que estás
heredando alguna condición espiritual de tus padres? Pobreza, divorcio,
enfermedad, infidelidad, vicios, pecados, etc. Aunque todo eso podría afectar el
desarrollo de la vida de una persona hasta cierto punto, siempre es posible
mejorar la condición espiritual.
Todos nacimos con
tendencias pecaminosas distintas, pero por el sacrificio de Jesús, ahora
podemos ser libres de toda atadura generacional y de cualquier pecado que
intente apresarnos.
“El alma que pecare, esa morirá; el hijo no llevará el pecado del padre, ni el padre llevará el pecado del hijo; la justicia del justo será sobre él, y la impiedad del impío será sobre él.” Ezequiel 18:20 Versión Reina-Valera 1960
“El alma que pecare, esa morirá; el hijo no llevará el pecado del padre, ni el padre llevará el pecado del hijo; la justicia del justo será sobre él, y la impiedad del impío será sobre él.” Ezequiel 18:20 Versión Reina-Valera 1960
Las condiciones en
las que viniste al mundo o todo lo que hayas tenido que vivir en el pasado, no
son más fuertes que Dios. Él puede hacerlo todo nuevo.
Héctor Colque
CVCLAVOZ
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