facebook un encuentro con la palabra
Hechos 27:35
La Biblia
de las Américas (LBLA)
La tempestad en el mar
9 Cuando ya había
pasado mucho tiempo y la navegación se había vuelto peligrosa, pues hasta el
Ayuno[f] había pasado ya,
Pablo los amonestaba,10 diciéndoles: Amigos[g], veo que de
seguro este viaje va a ser con perjuicio y graves pérdidas, no sólo del
cargamento y de la nave, sino también de nuestras vidas. 11 Pero el centurión se
persuadió más por lo dicho por el piloto y el capitán[h] del barco, que por lo
que Pablo decía. 12 Y
como el puerto no era adecuado para invernar, la mayoría tomó la decisión de
hacerse a la mar desde allí, por si les era posible arribar a Fenice, un puerto
de Creta que
mira hacia el nordeste y el sudeste[i], y pasar el
invierno allí. 13 Cuando comenzó a
soplar un moderado[j] viento del sur,
creyendo que habían logrado su propósito, levaron anclas y navegaban costeando a Creta. 14 Pero no mucho
después, desde tierra[k] comenzó a soplar[l] un viento huracanado que se llama
Euroclidón[m],15 y
siendo azotada[n] la nave, y no
pudiendo hacer frente al viento nos abandonamos a él y nos dejamos llevar
a la deriva. 16 Navegando[o] al abrigo de una
pequeña isla llamada Clauda[p], con mucha
dificultad pudimos sujetar el esquife. 17 Después que lo
alzaron, usaron amarras[q] para ceñir la nave; y
temiendo encallar en los bancos de Sirte, echaron el
ancla flotante[r] y[s] se abandonaron a la
deriva. 18 Al
día siguiente, mientras éramos sacudidos furiosamente por la tormenta,
comenzaron a arrojar la carga[t]; 19 y al tercer día, con
sus propias manos arrojaron al mar los aparejos de la nave. 20 Como ni el sol ni las
estrellas aparecieron por muchos días, y una tempestad no pequeña se abatía
sobre nosotros,
desde entonces fuimos abandonando toda esperanza de salvarnos. 21 Cuando habían pasado
muchos días sin comer[u], Pablo se puso
en pie en medio de ellos y dijo: Amigos[v], debierais
haberme hecho caso[w] y no haber zarpado de
Creta, evitando[x] así este perjuicio y
pérdida. 22 Pero
ahora os exhorto a tener buen ánimo, porque no habrá pérdida de vida entre
vosotros, sino sólo del barco. 23 Porque esta noche
estuvo en mi presencia un
ángel del Dios de
quien soy y a quien sirvo, 24 diciendo: “No temas,
Pablo; has de comparecer ante el César; y he aquí, Dios te ha concedido todos
los que navegan contigo.” 25 Por tanto, tened buen
ánimoamigos[y], porque yo
confío en Dios, que acontecerá[z] exactamente como se
me dijo. 26 Pero
tenemos que encallar en
cierta isla.
27 Y
llegada la decimocuarta noche, mientras éramos llevados a la deriva en el mar
Adriático, a eso de la medianoche los marineros presentían que se estaban
acercando a tierra[aa]. 28 Echaron la sonda y
hallaron que había veinte brazas;
pasando un poco más adelante volvieron a echar la sonda y hallaron quince
brazas de profundidad. 29 Y temiendo que en
algún lugar fuéramos a dar contra los escollos[ab], echaron
cuatro anclas por la popa y ansiaban que amaneciera[ac]. 30 Como los marineros
trataban de escapar de la nave y habían bajado el esquife al mar, bajo pretexto
de que se proponían echar las anclas desde la proa, 31 Pablo dijo al
centurión y a los soldados: Si éstos no permanecen en la nave, vosotros no
podréis salvaros. 32 Entonces los soldados
cortaron las amarras del
esquife y dejaron que se perdiera. 33 Y hasta que estaba a
punto de amanecer, Pablo exhortaba a todos a que tomaran alimento, diciendo:
Hace ya catorce días[ad] que, velando
continuamente, estáis en ayunas, sin tomar
ningún alimento. 34 Por eso os aconsejo
que toméis alimento, porque esto es necesario para vuestra supervivencia; pues
ni un solo cabello de la cabeza de ninguno de vosotros perecerá. 35 Habiendo dicho esto,
tomó pan y dio gracias a Dios en presencia de todos; y partiéndolo, comenzó a comer.36 Entonces
todos, teniendo ya buen ánimo, tomaron
también alimento. 37 En total éramos en la
nave doscientas setenta y seis personas[ae]. 38 Una vez saciados,
aligeraron la nave arrojando el trigo al mar. 39 Cuando se hizo de
día, no reconocían la tierra, pero podían distinguir una bahía que tenía playa,
y decidieron[af] lanzar la nave hacia
ella[ag], si les era
posible. 40 Y
cortando las anclas, las dejaron[ah] en el mar, aflojando
al mismo tiempo las amarras de los timones; e izando la vela de proa al viento,
se dirigieron hacia la playa. 41 Pero chocando contra
un escollo[ai] donde se encuentran
dos corrientes[aj], encallaron la
nave; la proa se clavó y quedó inmóvil, pero la popa se rompía por la fuerzade las olas. 42 Y el plan de los
soldados era matar a los presos, para que ninguno de ellos escapara a nado; 43 pero el centurión,
queriendo salvar a Pablo, impidió su propósito, y ordenó que los que pudieran
nadar se arrojaran primero por la borda y llegaran a tierra, 44 y que los demás siguieran,
algunos en tablones, y otros en diferentes objetos de la nave. Y así sucedió
que todos llegaron salvos a tierra.
UN ENCUENTRO CON LA PALBRA
REFLEXION
Vivir o Morir Por
Cristo
Publicado por: Pastor Carlos Vargas Valdez en Devocionales 0
“Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es
ganancia.” – Filipenses 1:21
Cuando Pablo escribió acerca del Vivir o morir a la Iglesia de Filipos el estaba preso. A pesar de estar encarcelado esta carta está escrita con mucha alegría a una iglesia muy generosa en ofrendas y amor. Este primer capítulo de su carta es más personal y Él va a compartir la paradoja que creo que muchos creyentes enfrentan hoy en día. Parece como si estuviéramos atrapados entre dos mundos … éste en el que tenemos mucho trabajo por hacer por Cristo y el otro, donde estaremos siempre estar con el Señor. Él dice en un pasaje posterior “Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor; pero quedar en la carne es más necesario por causa de vosotros”. (Filipenses 1:23-24)
Cuando Pablo escribió acerca del Vivir o morir a la Iglesia de Filipos el estaba preso. A pesar de estar encarcelado esta carta está escrita con mucha alegría a una iglesia muy generosa en ofrendas y amor. Este primer capítulo de su carta es más personal y Él va a compartir la paradoja que creo que muchos creyentes enfrentan hoy en día. Parece como si estuviéramos atrapados entre dos mundos … éste en el que tenemos mucho trabajo por hacer por Cristo y el otro, donde estaremos siempre estar con el Señor. Él dice en un pasaje posterior “Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor; pero quedar en la carne es más necesario por causa de vosotros”. (Filipenses 1:23-24)
Creo que puedo
entender lo que está diciendo Pablo. Conforme pasa el tiempo y paso más tiempo
en este mundo espero con ansias el Cielo. Sueño con ver a Jesús cara a cara.
Espero que no exista más llanto y una ¡visión perfecta de Él! Sin dolores de
cabeza solo coronas en la cabeza. Tengo muchos deseos de cantar con los ángeles
y echar esas coronas a los pies de mi Salvador.
Pero también tengo
ganas de pasar tiempo con mis hermanos y hermanas aquí en la tierra – incluso
con mis hijos y sus hijos. Espero momentos en que pueda sentarme para leer la
Biblia a mis nietos y enseñarles canciones de adoración a Dios. Espero momentos
en que pueda adorar en la iglesia con mis hijos mayores y escuchar sus dulces
voces cantando en voz alta porque aman al Señor. Me encanta tener buenos
recuerdos y planificar para el futuro.
Debemos desear las
cosas del Cielo, mientras pasamos tiempo aquí en nuestra morada temporal. Y
cuanto más cerca caminas con el Señor, más esperamos y más cerca estamos del
Cielo. Es como vivir con nostalgia ya que como creyentes estamos “obligados” a
estar en este lugar imperfecto, deseando ese lugar perfecto donde nuestro Padre
vive – Nuestra casa.
Vivimos para Cristo porque Él murió por nosotros. Qué apropiado es entonces que Pablo haga esta declaración tan maravillosa. Cristo es la vida y cuando estamos en Cristo tenemos toda la ganancia que necesitamos.
Aquí algunas Cosas para pensar y hacer:
Vivimos para Cristo porque Él murió por nosotros. Qué apropiado es entonces que Pablo haga esta declaración tan maravillosa. Cristo es la vida y cuando estamos en Cristo tenemos toda la ganancia que necesitamos.
Aquí algunas Cosas para pensar y hacer:
1. Piense en cómo gasta su tiempo aquí en la tierra. Anote 3
maneras en las que usted puede ser un embajador eficaz de Cristo
2. Cante una canción cristiana que le haga pensar en el Cielo.
3. Considere esto … si tuviera que elegir vivir para sí mismo o morir por Jesús, ¿Cual elijaras?. En serio … ¿Que Escogerías?
2. Cante una canción cristiana que le haga pensar en el Cielo.
3. Considere esto … si tuviera que elegir vivir para sí mismo o morir por Jesús, ¿Cual elijaras?. En serio … ¿Que Escogerías?
UN ENCUENTRO CON LA PALBRA
REFLEXION
En Dios Confiamos
Una reseña cuenta que
en 1861, cuando los Estados Unidos se hallaba en medio de la crisis de la
Guerra Civil, el secretario del Tesoro escribió al director de la Casa de la
Moneda de Filadelfia y le dijo: “No hay ninguna nación que pueda ser fuerte,
excepto bajo la defensa de Dios. Recomiendo que la confianza de nuestro pueblo
en Dios sea declarada en nuestras monedas. Prepare un emblema para expresar el
reconocimiento nacional de Dios y nuestra confianza en Él”
El primer lema preparado decía: “Dios es nuestra
confianza” Pero éste después fue cambiado por: “En Dios confiamos”, que todavía
puede leerse en los billetes de esa nación.
Si este año fue muy
bueno o si sigues enfrentando una guerra en tu familia, en el trabajo, con tus
finanzas, problemas de salud o de cualquier otra índole, no olvides que sin
importar lo dura que sea la batalla tu victoria está asegura si confías en
Dios.
Todos tenemos sueños,
metas, propósitos para el próximo año y ninguno de nosotros piensa en el
fracaso cuando consideramos que empieza un nuevo año, por el contrario,
tendemos a verlo con esperanza, como una nueva oportunidad.
Sin importar cómo
estás terminando este año, te invito a adoptar el mismo lema que aún se usa en
la moneda Norte Americana: “En Dios confiamos”. Si tu confianza está puesta en
Él no importa la situación política o económica de tu país, si surgen problemas
familiares, laborales, de salud, ni ninguna otra dificultad que enfrentes
porque nada podrá vencerte, sino que podrás ver la mano de Dios obrando a tu
favor siempre.
“Pero benditos son
los que confían en el Señor y han hecho que el Señor sea su esperanza y
confianza. Son como árboles plantados junto a la ribera de un río con raíces
que se hunden en las aguas. A esos árboles no les afecta el calor ni temen los
largos meses de sequía. Sus hojas están siempre verdes y nunca dejan de
producir fruto”. Jeremías 17:7,8 (NTV)
¡Confía en Dios, permite que pelee tus batallas y te defienda porque no hay nada imposible para Él!
¡Confía en Dios, permite que pelee tus batallas y te defienda porque no hay nada imposible para Él!
Ana María Frege Issa
CVCLAVOZ
CVCLAVOZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario