facebook un encuentro con la palabra
Lucas 2:36-38 La Biblia de las Américas (LBLA)
Jesús presentado en el templo
22 Cuando se cumplieron los días para la purificación
de ellos, según la ley de Moisés, le trajeron a Jerusalén para presentarle al
Señor 23 (como está
escrito en la Ley del Señor: Todo
varon que abra la matriz[h] sera
llamado santo para el Señor), 24 y para ofrecer un sacrificio conforme a lo dicho en
la Ley del Señor:un par de tortolas o dos
pichones. 25 Y[i] había en Jerusalén un hombre que
se llamaba Simeón; y este hombre, justo y piadoso, esperaba la consolación
de Israel; y el Espíritu Santo estaba sobre él. 26 Y por el Espíritu Santo se le había revelado que
no vería la muerte sin antes ver al Cristo[j] del Señor. 27 Movido por[k] el Espíritu fue al templo. Y
cuando los padres del niño Jesús le trajeron para cumplir por El[l] el rito de la ley, 28 él tomó al Niño[m] en sus brazos, y bendijo a Dios y
dijo:
29 Ahora, Señor, permite que tu siervo se vaya
en paz, conforme a tu palabra;
30 porque han visto mis ojos tu salvación
31 la cual has preparado en presencia de todos los pueblos;
32 luz de[n] revelacion a los gentiles,
y gloria de tu pueblo Israel.
en paz, conforme a tu palabra;
30 porque han visto mis ojos tu salvación
31 la cual has preparado en presencia de todos los pueblos;
32 luz de[n] revelacion a los gentiles,
y gloria de tu pueblo Israel.
33 Y los padres del niño[o] estaban asombrados de las cosas
que de El se decían.34 Simeón los
bendijo, y dijo a su madre María: He aquí, este Niño ha sido puesto para la
caída y el levantamiento[p] de muchos en Israel, y para
ser señal de contradicción 35 (y una espada traspasará aun tu propia alma) a fin
de que sean revelados los pensamientos de muchos corazones. 36 Y había una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la
tribu de Aser. Ella era de edad muy avanzada[q], y había vivido con su marido siete años
después de su matrimonio[r], 37 y después de viuda, hasta los ochenta y cuatro
años. Nunca se alejaba del templo, sirviendo noche y día con ayunos y
oraciones. 38 Y llegando ella
en ese preciso momento[s], daba gracias a Dios, y hablaba de El
a todos los que esperaban la redención de Jerusalén.
REFLEXION
No Seas Tan
Crítico – La Critica Y La Biblia
Publicado por: Devocionales en Articulos Cristianos 0
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“HEMOS OBRADO
NECIAMENTE Y… HEMOS PECADO” (Números 12:11 LBLA)
Cuando María
criticó a su hermano Moisés por la mujer que había elegido, el Señor lo oyó y
ella fue castigada con lepra. Quizás te criaste en una familia que siempre le
encontraba faltas a todo y ahora tú usas el mismo tono para hablar a tus hijos.
No disfrutas de las bendiciones de Dios porque has sido programado para
inspeccionar, encontrarle “tres pies al gato” y formarte una opinión de las
cosas (por lo general negativa). La Biblia dice: “El que quiera amar la vida y
gozar de días felices, que refrene su lengua de hablar el mal…” (1 Pedro 3:10
NVI). La definición del vocablo “crítica” —Enjuiciar las supuestas faltas de
otro sin ningún beneficio para la persona objeto del comentario— debería
hacerte reflexionar.
Primero,
tenemos la palabra “supuestas”. A veces tus percepciones no son correctas
porque existen circunstancias que desconoces. Luego tenemos el término
“enjuiciar”. Tendemos a ir por la vida analizándolo todo y diciendo ‘Eso no
está bien’ o ‘Yo no lo haría así’. Quizás en tu defensa alegues que eres una
persona analítica y que Dios te hizo así. No hay nada malo en ser así; el
problema viene cuando decides “enjuiciar” tus observaciones, cuando no eres
capaz de ver las cosas con objetividad. A lo mejor te preguntas:
‘¿Cómo voy a
ayudar a alguien si no enjuicio lo que hace?’ La respuesta nos la da la última
parte de la definición “sin ningún beneficio para la persona”. No está mal
señalar las faltas de alguien mientras no lo hagas erigiéndote en juez y
mientras tu propósito sea ayudarle a buscar una solución. ¿Y está bien
consultar el asunto con un tercero? Solamente si acabas la conversación
diciendo: ‘Oremos al respecto, guarda la confidencia e intenta ayudar’.
“…QUE REFRENE
SU LENGUA DE HABLAR EL MAL…” (1 Pedro 3:10 NVI)
Dios disciplinó a Moisés por algunos de los errores que cometió. De hecho, uno de ellos le impidió ver la Tierra Prometida. A pesar de eso, Dios no permitió que nadie lo criticara; ni siquiera su hermana María. ¿Qué podemos aprender de esto?
Dios disciplinó a Moisés por algunos de los errores que cometió. De hecho, uno de ellos le impidió ver la Tierra Prometida. A pesar de eso, Dios no permitió que nadie lo criticara; ni siquiera su hermana María. ¿Qué podemos aprender de esto?
1) Todos
somos capaces de albergar una actitud crítica.
María tenía grandes cualidades. Había salvado la vida de Moisés cuando este era un bebé y compuso un cántico de alabanza que el pueblo de Israel entonó para celebrar el cruce del Mar Rojo. Pero pagó un precio muy alto por su actitud crítica: la lepra.
María tenía grandes cualidades. Había salvado la vida de Moisés cuando este era un bebé y compuso un cántico de alabanza que el pueblo de Israel entonó para celebrar el cruce del Mar Rojo. Pero pagó un precio muy alto por su actitud crítica: la lepra.
2) Cuando
estás resentido te vuelves crítico.
“María… [habló] contra Moisés a causa de la mujer cusita que había tomado…” (Números 12:1). ¿Era ese el problema? No. “Decían: «¿Solamente por Moisés ha hablado el Señor? ¿No ha hablado también por nosotros?»…” (Números 12:2). El asunto de la esposa de Moisés no era más que una excusa; el verdadero problema era su prestigio ante el pueblo. Su queja era: ‘¿Por qué es solo Moisés el centro de atención?’
“María… [habló] contra Moisés a causa de la mujer cusita que había tomado…” (Números 12:1). ¿Era ese el problema? No. “Decían: «¿Solamente por Moisés ha hablado el Señor? ¿No ha hablado también por nosotros?»…” (Números 12:2). El asunto de la esposa de Moisés no era más que una excusa; el verdadero problema era su prestigio ante el pueblo. Su queja era: ‘¿Por qué es solo Moisés el centro de atención?’
3) Siempre
que triunfes serás criticado.
La Biblia afirma que “Moisés era un hombre muy manso…” (Números 12:3), pero ni siquiera él pudo escapar al sufrimiento infligido por sus detractores. Y tú no eres distinto; mientras vivas alguien va a poner faltas a lo que haces. No le des importancia y sigue tu camino.
La Biblia afirma que “Moisés era un hombre muy manso…” (Números 12:3), pero ni siquiera él pudo escapar al sufrimiento infligido por sus detractores. Y tú no eres distinto; mientras vivas alguien va a poner faltas a lo que haces. No le des importancia y sigue tu camino.
4) Si has
sido tú quien ha criticado a otros, debes arrepentirte.
Cuando Aarón reconoció que “…locamente hemos actuado y hemos pecado…” (Números 12:11), Dios manifestó Su misericordia y sanó a María. Muchos clasifican la crítica como una mera debilidad, pero desde la perspectiva divina es un pecado en toda regla. Y no hay más que una forma de tratar con él: arrepentirse y no volver a cometerlo.
Cuando Aarón reconoció que “…locamente hemos actuado y hemos pecado…” (Números 12:11), Dios manifestó Su misericordia y sanó a María. Muchos clasifican la crítica como una mera debilidad, pero desde la perspectiva divina es un pecado en toda regla. Y no hay más que una forma de tratar con él: arrepentirse y no volver a cometerlo.
“…[DELEITAOS]
AL [HONRAROS] MUTUAMENTE…” (Romanos 12:10 NTV)
Tener una
actitud crítica tal vez no rompa tu relación con Dios, pero dañará tu capacidad
de disfrutar de Su amor, Su presencia y Su bendición. Fíjate que fue Dios quien
le afligió con lepra a María. Esta empezó criticando a su hermano Moisés y
acabó sufriendo las consecuencias en su relación con el Señor. ¿Por qué lo hizo
así Dios? Porque le da mucha importancia a cómo nos tratamos los unos a los
otros. Si no entiendes por qué Dios le presta tanta atención a algo
aparentemente tan pequeño, el motivo es que cuando decides pecar, decides
sufrir. Todo lo que Dios clasifica como pecado te perjudica; ¡todo! Cuando Dios
dice ‘No’ a algo, lo que realmente está diciendo es ‘No te perjudiques’. Y cuando
te pide que no critiques no te está robando la satisfacción de hacerlo sino que
te avisa de que tener una actitud crítica va en contra de la identidad y del
llamado que Él te ha dado.
Así como los peces fueron creados para nadar y los pájaros para volar, tú fuiste creado para vivir en una relación armoniosa con Dios, y el espíritu crítico entorpece esa comunión. Hasta las personas que no son necesariamente religiosas reconocen los efectos negativos de la crítica. El doctor David Fink, autor de Release from Nervous Tension (Liberarse de la tensión nerviosa), estudió a miles de pacientes con problemas mentales y emocionales. Trabajó con dos grupos: uno de personas muy estresadas y el otro con personas más tranquilas. Enseguida se vio claro un hecho: El grupo estresado estaba compuesto de individuos que continuamente encontraban faltas en los demás y que criticaban a todos y a todo lo que les rodeaba. Las personas del otro grupo, por el contrario, eran cariñosas y aceptaban a la gente. No queda lugar a duda, la costumbre de criticar es un modo de vivir autodestructivo. ¡No vivas así!
Así como los peces fueron creados para nadar y los pájaros para volar, tú fuiste creado para vivir en una relación armoniosa con Dios, y el espíritu crítico entorpece esa comunión. Hasta las personas que no son necesariamente religiosas reconocen los efectos negativos de la crítica. El doctor David Fink, autor de Release from Nervous Tension (Liberarse de la tensión nerviosa), estudió a miles de pacientes con problemas mentales y emocionales. Trabajó con dos grupos: uno de personas muy estresadas y el otro con personas más tranquilas. Enseguida se vio claro un hecho: El grupo estresado estaba compuesto de individuos que continuamente encontraban faltas en los demás y que criticaban a todos y a todo lo que les rodeaba. Las personas del otro grupo, por el contrario, eran cariñosas y aceptaban a la gente. No queda lugar a duda, la costumbre de criticar es un modo de vivir autodestructivo. ¡No vivas así!
“… SI…
ESTUVIERA TRATANDO DE AGRADAR A LOS HOMBRES…” (Gálatas 1:10 LBLA)
Otras
observaciones importantes:
1) La crítica
suele ser un problema de ego.
Oswald Chambers escribió: “Cuidado con cualquier cosa que te haga sentir superior. Porque eso es exactamente lo que hace la crítica: te coloca en un pedestal, como aquel que “lo sabe todo”. Y no solo eso, te da la satisfacción de mirar con lupa a los demás. A la gente le cuesta mucho más percibir tu buen ejemplo si se sienten objetos de mira por tu parte. Cuando vives así, es como si dijeras: ‘Si no puedo triunfar en este mundo por lo que hago, lo haré señalándote cómo deberías hacer tú las cosas”. Escribe Santiago: “…Esto no debe ser así” (Romanos 12:10).
Oswald Chambers escribió: “Cuidado con cualquier cosa que te haga sentir superior. Porque eso es exactamente lo que hace la crítica: te coloca en un pedestal, como aquel que “lo sabe todo”. Y no solo eso, te da la satisfacción de mirar con lupa a los demás. A la gente le cuesta mucho más percibir tu buen ejemplo si se sienten objetos de mira por tu parte. Cuando vives así, es como si dijeras: ‘Si no puedo triunfar en este mundo por lo que hago, lo haré señalándote cómo deberías hacer tú las cosas”. Escribe Santiago: “…Esto no debe ser así” (Romanos 12:10).
2) La crítica
causa gran daño emocional.
Imagínate cómo se habrá sentido Moisés cuando de repente se le enfrentaron su hermano y su hermana. Dado que las personas más allegadas a nosotros saben las intimidades de nuestra vida siempre somos más vulnerables a sus ataques. Tal vez al leer estas palabras vuelva a sonar en tu mente la voz de tu crítico más acervado: un padre o una madre que constantemente te rebajaba, con mensajes como ‘Nunca has sido bueno para nada’ o ‘Nunca llegarás a ninguna parte’.
Imagínate cómo se habrá sentido Moisés cuando de repente se le enfrentaron su hermano y su hermana. Dado que las personas más allegadas a nosotros saben las intimidades de nuestra vida siempre somos más vulnerables a sus ataques. Tal vez al leer estas palabras vuelva a sonar en tu mente la voz de tu crítico más acervado: un padre o una madre que constantemente te rebajaba, con mensajes como ‘Nunca has sido bueno para nada’ o ‘Nunca llegarás a ninguna parte’.
3) ¿Cómo
deberías reaccionar ante la crítica?
Pablo responde: “Si yo todavía estuviera tratando de agradar a los hombres, no sería siervo de Cristo” (Gálatas 1:10 LBLA). En lugar de escuchar a tus detractores, fíjate únicamente en lo que Dios piensa de ti y tu vida tomará una trayectoria ascendente. Al fin y al cabo la única opinión que cuenta es la del Señor.
Pablo responde: “Si yo todavía estuviera tratando de agradar a los hombres, no sería siervo de Cristo” (Gálatas 1:10 LBLA). En lugar de escuchar a tus detractores, fíjate únicamente en lo que Dios piensa de ti y tu vida tomará una trayectoria ascendente. Al fin y al cabo la única opinión que cuenta es la del Señor.
“…TÚ, ¿QUIÉN
ERES PARA QUE JUZGUES A OTRO?” (Santiago 4:12)
A nadie le
gusta pasar tiempo con alguien que monopoliza la conversación poniéndole al día
de su lista “top ten” de personas a criticar. Más vale quedarse en casa viendo
películas antiguas que acudir a esas reuniones. Es duro aceptarlo, pero las
personas que más necesitas son aquellas que te evitan si eres alguien que
apunta las faltas de los demás. A veces la crítica es involuntaria y
espontánea; en otra circunstancia, dirigido por el Espíritu de Dios y
centrándote en lo que es positivo, nunca habrías dicho esas cosas. Fíjate en lo
que expresó Aarón: “…Hemos obrado neciamente…” (Números 12:11). No intentó
defender su postura diciendo ‘Es verdad, Moisés se casó con la mujer
equivocada’, o ‘Nosotros también tendríamos que estar al frente’. No; reconoció
su error, se arrepintió y cambió de actitud. Y tú debes hacer lo mismo. ¿Por qué?
Porque la crítica bloquea el canal por donde fluye la bendición de Dios en tu
vida.
Oswald
Chambers escribió: “Con una actitud crítica es imposible entrar en comunión con
Dios”. Pregúntate: ‘¿Merece la pena perder la presencia de Dios por el alivio
momentáneo que siento al criticar a otros?’ Para volver a recuperar el sentir
de Su presencia tienes que confesar tu pecado, despojarte de tu actitud crítica
y sustituirla por una de misericordia y amor. En este día, ponte de rodillas y
ora:
‘Señor perdóname por pensar que mi perspectiva
siempre es la correcta. Reconozco que eso es arrogancia. Dame gracia para
tratar con los demás; la misma gracia que he recibido de ti. Ayúdame a aceptar
las diferencias en los demás y no exigir que todo el mundo vea las cosas como
yo. Dame victoria sobre mi actitud crítica. En el nombre de Jesús. Amén’.
UN ENCUENTRO CON LA PALBRA
REFLEXION
Su Provisión
En cierta ocasión el
Dr. Grenfell contó la historia de un viejo pescador, rico en fe, que era “dado
a la hospitalidad”. Tenía setenta y tres años y había alimentado a muchos
durante los inviernos duros, y cuando las cosas se hicieron excepcionalmente
difíciles, este anciano de fe sacó doce billetes de cinco dólares, manoseados y
sucios, como último recurso. Este dinero, todos sus ahorros, los entregó al
misionero para que comprara alimento para sus vecinos
necesitados. El Dr. Grenfell dijo:
- Usted está envejeciendo y no debería quitarse los
últimos recursos que posee.Entonces el curtido pescador, que había pasado por
muchos peligros, contestó:
- Él tendrá cuidado
de mí doctor; tengo la impresión de que puedo tener confianza en Dios. No
estaría bien retener estos sesenta dólares y enviar a la gente hambrienta a sus
casas, ¿verdad? Si así lo hiciera, sería como que yo no tengo mucha confianza
en Él.Humanamente siempre tendemos a guardar, a acumular bienes y riquezas
considerando que pueden venir días malos y, sin duda alguna, el ser previsores
no está mal, por el contrario, pero amar el dinero y aferrarnos a él no nos
permite poner en práctica nuestra confianza en Dios y ver su cuidado y
provisión.
Si tienes para dar,
para compartir, no dudes en hacerlo, no temas al mañana, confía en que Dios
proveerá para cada una de tus necesidades.
“No amen el dinero; estén contentos con lo que tienen, pues Dios ha dicho: Nunca te fallaré. Jamás te abandonaré” Hebreos 13:5 (NTV)
“No amen el dinero; estén contentos con lo que tienen, pues Dios ha dicho: Nunca te fallaré. Jamás te abandonaré” Hebreos 13:5 (NTV)
Ser prudentes y guardar
para el día malo es muy sabio, pero cuando empezamos a amar las riquezas y
bienes materiales más que a Dios y confiamos en nuestra capacidad y posesiones
más que en nuestro Padre, estamos yendo por mal camino.
Recuerda lo que dice
Lucas 6:38 “Den, y recibirán. Lo que den a otros les será devuelto por
completo: apretado, sacudido para que haya lugar para más, desbordante y
derramado sobre el regazo. La cantidad que den determinará la cantidad que
recibirán a cambio”. (NTV)
Date la oportunidad
de ayudar a otros y ser testigo de cómo Dios suple todas tus necesidades; Él
nunca te fallará.
Ana María Frege Issa
CVCLAVOZ
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