facebook un encuentro con la palabra
Mateo 26:27 La Biblia de las Américas (LBLA)
Institución de la Cena del Señor
26 Mientras comían, Jesús tomó pan, y habiéndolo bendecido, lo partió, y dándoselo a los discípulos, dijo: Tomad,
comed; esto es mi cuerpo. 27 Y tomando una copa, y habiendo dado gracias, se la dio, diciendo: Bebed
todos de ella; 28 porque esto es
mi sangre del nuevo[m] pacto, que es derramada por
muchos para el perdón de los pecados. 29 Y os digo que desde ahora no beberé más de este
fruto de la vid, hasta aquel día cuando lo beba nuevo con vosotros en el reino
de mi Padre.
30 Y después de cantar un himno, salieron hacia el
monte de los Olivos.
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
·
REFLEXION
La Visión Nocturna En
La Palabra de Dios
Publicado por: Devocionales en Articulos Cristianos 0
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“¿Quién de entre
vosotros teme a Jehová…? El que anda en tinieblas y carece de luz confíe en el
nombre de Jehová” Isaías 50:10.
Dios nos promete paz,
pero no una navegación tranquila o inmunidad a los problemas de la vida. La
Biblia dice que “El que anda en tinieblas y carece de luz confíe en el nombre
de Jehová”. Mira tu Biblia: a) Job vivió una vida ejemplar no obstante lo
perdió todo. Confundido y perplejo exclamó “Dios ha cercado con valla mi camino
y no puedo pasar; y sobre mis veredas ha tendido tinieblas” (Job 19:8); b)
Jeremías, tras predicar a un pueblo rebelde que le pegaron y le hicieron preso,
dijo, “¡Ay, si mi cabeza se hiciera agua y mis ojos fuentes de lágrimas, para
llorar día y noche” (Jeremías 9:1); c) Pablo sufrió tanto que “perdimos la
esperanza de conservar la vida” (2 Corintios 1:8).
La fe es como un
rollo de película, se rebela en la oscuridad. Los momentos oscuros nos obligan
a apoyarnos en Dios de un modo que no haríamos normalmente. La verdad es que si
nuestra fe no fuera puesta a prueba no estaríamos motivados para buscar a Dios
y a acerarnos a Él. Edward Mote escribe: “Cuando la oscuridad parece ocultar Su
rostro, yo descanso en Su invariable gracia. Cuando mi alma se rinde, Él es mi
esperanza. En Cristo permanezco, la roca sólida que me sostiene rodeado de
arenas movedizas”. Es fácil alabar a Dios cuando tienes buena salud y tus
facturas están pagadas. Es cuando la luz se convierte en tinieblas que
descubrimos de lo que está hecha nuestra fe y dónde realmente ponemos nuestra
confianza. Es en esos momentos ¡cuando desarrollamos visión nocturna!
“Te daré los tesoros
escondidos” Isaías 45:3.
A veces Dios no nos
dice por qué, porque Él quiere que sepamos quién. En el Salmo 23, David va de
hablar sobre Dios, “Jehová es mi pastor”, a hablar con Él, “porque tú estarás
conmigo”. ¿Qué pasó entre medias? David aprendió que no importa los oscuro que
sea el camino, el Señor estará allí para guiarnos. Él descubrió que es mejor
caminar por el valle con Dios que estar en las montañas solo. Dios no siempre
alumbra el camino antes, pero Él promete, “Cuando pases por las aguas, yo
estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego,
no te quemarás ni la llama arderá en ti” (Isaías 43:2). Cuando te sientes
derrotado y hundido, ¡reclama la promesa! Job tenía muchas preguntas sin
respuesta pero cuando empezó a entender la diferencia entre razones y
relaciones, le dijo a Dios, “De oídas te conocía, mas ahora mis ojos te ven”
(Job 42:5). Cuando no puede encontrar la razón, confía en la relación. Dios no
te fallará.
Al contrario de lo
que piensas, la oscuridad no es siempre obra del enemigo. A veces es una de las
mejores herramientas de enseñanza de Dios. “Cerca de la cuarta vigilia de la
noche vino a ellos andando sobre el mar… Ellos se asustaron mucho, y se maravillaban”
(Marcos 6:48-51). Conoces al Señor atravesando tormentas con él. El salmista
dijo, “Aun las tinieblas no encubren de ti, y la noche resplandece como el día;
¡lo mismo te son las tinieblas que la luz!” (Salmos 139:12). Así que en vez de
escapar de los problemas, pídele a Dios que te ayude a desarrollar visión
nocturna para que puedas ver “los tesoros escondidos”.
“Pues andad a la luz
de vuestro fuego y de las teas que encendisteis. De mi mano os vendrá esto: en
dolor seréis sepultados” Isaías 50:11.
Cuando la oscuridad
que estás atravesando está dispuesta por Dios, no intentes crear tu propia luz:
“pues andad a la luz de vuestro fuego y de las teas que encendisteis. De mi
mano os vendrá esto: en dolor seréis sepultados”. Abraham decidió encender su
propio fuego cuando la promesa de Dios de un heredero no se materializó a
tiempo. Cansado de esperar, decidió ir por su cuenta y tuvo a Ismael, creando
problemas que durarían muchas generaciones. Dios ya había prometido liberar a
Israel, pero Moisés quería hacerlo el solo. Como resultado, mató a un egipcio y
pasó los siguientes 40 años en el desierto (Éxodo 2:11-15). Pedro prometió
seguir a Jesús hasta la prisión y la muerte (Lucas 22:33), pero como no esperó
instrucciones acabó cortándole la oreja a un hombre inocente.
Cuando estás en la
oscuridad por designio divino no tienes nada que temer, Dios te sacará de allí.
¿Por qué estamos tan seguros? Porque la Biblia nos hace grandes promesas como:
“Resplandeció en las tinieblas luz a los rectos” (Salmos 112:4), y “porque por
un momento será su ira, pero su favor dura toda la vida” (Salmos 30:5). Los
cuarenta días que Moisés pasó solo en la montaña, la estancia de Elías en el
monte Horeb y los años que pasó Pablo en el desierto arábigo no fueron
experiencias perdidas; eran parte del plan de Dios. Jesús dijo, “Lo que os digo
en tinieblas, decidlo a plena luz” (Mateo 10:27). Observa dos cosas en las
Escrituras:
Es en tus peores
momentos cuando Dios te da tus mejores visiones.
2. La gente te escuchará porque te “has ganado el derecho a hablar”. Así que agárrate y deja que Dios te enseñe cosas que solo se pueden aprender en la oscuridad.
2. La gente te escuchará porque te “has ganado el derecho a hablar”. Así que agárrate y deja que Dios te enseñe cosas que solo se pueden aprender en la oscuridad.
LUN ENCUENTRO CON LA PALBRA
REFLEXION
No es imposible
cambiar
Cuando Josías tenía
18 años envío a su escriba Safán a que fuese a la casa de Jehová y le dijera al
sacerdote Hilcias que recogiese todo el dinero que habían recaudado del pueblo,
y se lo entregase a los que estaban encargados de la obra del templo para su
reparación. En ese cumplido, el sacerdote halló el libro de la ley e
inmediatamente se lo mandó a Josias, cuando el rey oyó las palabras del libro,
hizo señal de dolor porque había entendido en su corazón que no estaban
conduciéndose como Dios lo ordenaba.
A partir de ese
momento se inició la conocida reforma de Josías: limpió la casa de Jehová de
todo aquello que estaba dedicado a Baal y Asera, dioses paganos; derribó los
altares de prostitución, quitó a los sacerdotes idólatras, quebró estatuas que
estaban en Jerusalén; y posterior a esto, celebró la pascua, una fiesta que no
había sido hecha desde los tiempos en que los jueces gobernaban Israel ni en
todos los tiempos de los reyes de Israel y Judá. (1 Reyes, capítulos 22-23)
La palabra de Dios no
es simplemente un libro que contiene historias, un depósito de información o un
dispensador de sabiduría; va más allá de esto: cambia y transforma la vida del
ser humano. Ese es su propósito, el Señor nos la dio para que por medio de su
palabra dejemos lo pecaminoso de nuestra vida y podamos parecernos más a
Cristo.
Todos tenemos algo
que cambiar en nuestra personalidad. Queremos hacerlo con todas nuestras
fuerzas, sin embargo se nos hace bastante difícil de conseguir, ya sea un
hábito o algo en nuestro carácter. Muchas veces son cosas tan arraigadas que
llega a parecer imposible y nos sentimos frustrados de tanto intentarlo. Lo
hemos intentado una y otra vez y no lo hemos conseguido.
La dificultad puede
darse en que no estamos viviendo la palabra de Dios, la leemos, la usamos los
fines de semana, la llevamos en el bolso o inclusive la dejamos en la cabecera
de nuestra cama pero sucede que no estamos poniéndola en nuestro corazón ni
permitiendo que se haga vida en nosotros. Santiago 1:22 nos advierte acerca de
esto y nos dice que no sólo escuchemos la palabra sino que la pongamos en
práctica de lo contrario nos engañamos a nosotros mismos.
La Biblia tiene el
poder absoluto para cambiarnos pues se describe como un martillo, una espada,
herramientas diseñadas para hacer cambios. De igual forma Dios pretende que
cambie nuestras vidas.
2 Timoteo 3:16-17
(NTV) dice “Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para enseñarnos
lo que es verdad y para hacernos ver lo que está mal en nuestra vida. Nos
corrige cuando estamos equivocados y nos enseña a hacer lo correcto. Dios la
usa para preparar y capacitar a su pueblo para que haga toda buena obra.”
No tenemos más
excusas para decir que no podemos cambiar porque si Josías fue transformado por
medio de la palabra entonces también lo puede hacer con nosotros. Versículos
más adelante lo describe así: “No hubo otro rey antes de él, que se convirtiese
a Jehová de todo su corazón, de toda su alma y de todas sus fuerzas, conforme a
toda la ley de Moisés; ni después de él nació otro igual.”
2 Reyes 23:25
(RV1960)
Claudia Carvajal
CVCLAVOZ
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