facebook un encuentro con la palabra
2 Pedro 3:6
La Biblia
de las Américas (LBLA)
La promesa de la venida del Señor
3 Amados, esta es ya la
segunda carta que os escribo, en las cuales, como recordatorio, despierto en
vosotros vuestro sincero entendimiento[a], 2 para que recordéis
las palabras dichas de antemanopor los santos profetas, y el mandamiento del
Señor y Salvadordeclarado por vuestros apóstoles. 3 Ante todo, sabed esto:
que en los últimos días vendrán burladores,
con su sarcasmo, siguiendo sus propias pasiones, 4 y diciendo: ¿Dónde
está la promesa de su venida? Porque
desde que los padres durmieron, todo continúa tal como estaba desde el
principio de la creación. 5 Pues cuando dicen
esto, no se dan cuenta de que[b] los cielos existían desde hace mucho tiempo, y también
la tierra, surgida del agua y establecida entre las aguas por la palabra de Dios,6 por lo cual el mundo de entonces
fue destruido, siendo inundado con agua; 7 pero los cielos y la
tierra actuales están reservados por
su palabra para el fuego, guardados para el día del juicio y de la destrucción
de los impíos.
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
Salmo 121:1 Alzaré
mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro?
Publicado por: Pastor Carlos Vargas Valdez en Devocionales 0
Publicado por: Pastor Carlos Vargas Valdez en Devocionales 0
¿Alguna vez has estado en una situación en la que sólo
se puede orar por “ayuda”? A veces la vida nos lanza una situación que no vimos
venir. Podría ser una enfermedad crónica, la ruptura de una relación, la muerte
de un ser querido, la pérdida del empleo, etc. Estamos en un estado tal que en
realidad no podemos formar las palabras adecuadas para orar correctamente a
Dios. En esos momentos, podemos buscarlo siguiendo los siguientes 4 consejos:
1) Jehová, escucha mi
oración, Y llegue a ti mi clamor. (Salmo 102:1)
Si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, sabemos que él nos oye. Conocer en nuestro corazón a través de la seguridad del Espíritu Santo que el creador del cielo y de la tierra nos escucha hace una gran diferencia en nuestra vida de oración.
Si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, sabemos que él nos oye. Conocer en nuestro corazón a través de la seguridad del Espíritu Santo que el creador del cielo y de la tierra nos escucha hace una gran diferencia en nuestra vida de oración.
2) Aunque ande en
valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estás conmigo; tu
vara y tu cayado me infundirán aliento. (Salmo 23:4)
Cuando la prueba viene de esta manera, podemos descansar en la comodidad de la paz de Dios. Nuestros problemas no son mayores que nuestro Dios, podemos encontrar la presencia de Dios que aumenta nuestra fe, la paz, y la alegría incluso en medio de la angustia y tribulación.
Cuando la prueba viene de esta manera, podemos descansar en la comodidad de la paz de Dios. Nuestros problemas no son mayores que nuestro Dios, podemos encontrar la presencia de Dios que aumenta nuestra fe, la paz, y la alegría incluso en medio de la angustia y tribulación.
3) Sea tu
misericordia, oh Jehová, sobre nosotros, Según esperamos en ti.(Salmo 33:22)
Como creyentes en el Señor Jesucristo, somos muy amados por nuestro Padre en el cielo. Él anhela llenarnos con la certeza de su amor incondicional que nos mantendrá constantes cuando los vientos soplan en nuestra contra.
Como creyentes en el Señor Jesucristo, somos muy amados por nuestro Padre en el cielo. Él anhela llenarnos con la certeza de su amor incondicional que nos mantendrá constantes cuando los vientos soplan en nuestra contra.
4) Aparta de mí el
camino de la mentira, Y en tu misericordia concédeme tu ley.(Salmo 119:29)
Cuando clamamos por ayuda, también tenemos que rectificar nuestras mentes y corazones, si hemos estado caminando en desobediencia. Nuestro Padre amoroso permitirá que el dolor se infiltre en nuestras vidas si obstinadamente resistimos a la voz del Espíritu Santo.
Cuando clamamos por ayuda, también tenemos que rectificar nuestras mentes y corazones, si hemos estado caminando en desobediencia. Nuestro Padre amoroso permitirá que el dolor se infiltre en nuestras vidas si obstinadamente resistimos a la voz del Espíritu Santo.
ORACIÓN:
Amado Señor, Tú eres mi fuente de esperanza y de paz en medio de esta tribulación. Ayúdame a seguir puesto los ojos en ti, para tener la fuerza que necesito en este tiempo de angustia. En el nombre de Jesús. Amén.
Amado Señor, Tú eres mi fuente de esperanza y de paz en medio de esta tribulación. Ayúdame a seguir puesto los ojos en ti, para tener la fuerza que necesito en este tiempo de angustia. En el nombre de Jesús. Amén.
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
Es por tu bien
Todos tenemos
conciencia, una alarma que suena antes de pasar un límite, que nos indica
cuando algo malo puede pasar, pero en ocasiones le damos la contra y como
resultado vienen las consecuencias negativas.
En Isaías capítulo 1, el profeta, en nombre de Dios,
muestra su pecado a Israel y lo declara culpable; ante Sus ojos debe sufrir las
consecuencias, pero algo pasa que continúa diciendo: “Lavaos y limpiaos; quitad
la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo;
aprended a hacer el bien; buscad el juicio, restituid al agraviado, haced
justicia al huérfano, amparad a la viuda. Venid luego, dice Jehová, y estemos a
cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán
emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca
lana.” Isaías 1:16-18
Un comentarista
añade, acerca de este pasaje: “El pecado de un rojo intenso y de sangre
equivale a un crimen capital, a un pecado mortal que hace que se pierda el
derecho a vivir. Y esos pecados ahora se volverán como la nieve, como blanca
lana. Dios quiere cambiar los pecados como la grana al blanco más brillante y
centelleante. El blanco es el color de la inocencia, y significa santidad y
justicia. El pueblo de Judá está ante Dios cargado con lo que equivale a un
crimen capital. Pero Dios ya no quiere ver estos graves pecados. No sólo quiere
verlos como si no existieran, sino quiere cambiar estos pecados a lo opuesto, a
pura inocencia y justicia. Quiere mirar como si Israel hubiera hecho tanto bien
como ha hecho mal. Dios otorga a Israel justicia pura y perfecta. Como
resultado de esta sentencia, Israel queda justo y puro ante Dios.”
La disciplina viene
juntamente con la gracia restauradora de Dios, grande es su misericordia dice
la Palabra, es inexplicable y a pesar de que los resultados de nuestras
acciones son dolorosos, tienen como objetivo implantarnos enseñanzas, muy
profundas para corregir nuestras malas decisiones, carácter y experimentar el
amor de nuestro Padre, quien a pesar de todo sigue confiando en nosotros.
Dios nos llama a
cambiar el rumbo de nuestro mal camino y nos ofrece limpieza, santidad, amor,
redención, justicia y misericordia; ¿lo aceptas?
Soraida Fuentes
CVCLAVOZ
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