facebook un encuentro con la palabra
Mateo 23:25-26
La Biblia
de las Américas (LBLA)
Ocho ayes contra los escribas y fariseos
13 Pero, ¡ay de
vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque cerráis el reino de los
cielos delante
de los hombres, pues ni vosotros entráis, ni dejáis entrar a los que están
entrando. 14 [d]¡Ay
de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque devoráis las casas de las
viudas, aun cuando por pretexto hacéis largas oraciones; por eso recibiréis
mayor condenación.
15 ¡Ay de vosotros,
escribas y fariseos, hipócritas!, porque recorréis el mar y la tierra para
hacer un prosélito, y cuando llega a serlo, lo hacéis hijo del infierno[e] dos veces más que
vosotros.
16 ¡Ay de vosotros,
guías ciegos!, que decís: “No es nada el que alguno jure por el templo[f]; pero el que
jura por el oro del templo[g], contrae
obligación.” 17 ¡Insensatos
y ciegos!, porque ¿qué es más importante[h]: el oro, o el
templo[i] que santificó el oro? 18 También decís:
“No es nada el que alguno jure por el altar; pero el que jura por la ofrenda
que está sobre él, contrae obligación.” 19 ¡Ciegos!,
porque ¿qué es más importante[j]: la ofrenda, o
el altar que santifica la ofrenda? 20 Por
eso, el que jura por el altar, jura por él y por todo lo que está sobre él; 21 y
el que jura por el templo[k], jura por él y
por el que en él habita; 22 y
el que jura por el cielo, jura por el trono de Dios y por el que está
sentado en él.
23 ¡Ay de vosotros,
escribas y fariseos, hipócritas!, porque pagáis el diezmo de la menta, del
eneldo y del comino, y habéis descuidado lospreceptos de más peso de la ley:
la justicia, la misericordia y la fidelidad; y éstas son las cosas que debíais
haber hecho, sin descuidar aquéllas. 24 ¡Guías
ciegos, que coláis el mosquito y os tragáis el camello!
25 ¡Ay de vosotros,
escribas y fariseos, hipócritas!, porque limpiáis el exterior del vaso y del
plato, pero por dentro están llenos de[l] robo y de desenfreno. 26 ¡Fariseo
ciego! Limpia primero lo de adentro del vaso y del plato, para que lo de afuera
también quede limpio.
27 ¡Ay de vosotros,
escribas y fariseos, hipócritas!, porque sois semejantes a sepulcros
blanqueados, que por fuera lucen hermosos, pero por dentro están llenos de
huesos de muertos y de toda inmundicia. 28 Así
también vosotros, por fuera parecéis justos a los hombres, pero por dentro
estáis llenos de hipocresía y de iniquidad.
29 ¡Ay de vosotros,
escribas y fariseos, hipócritas!, porque edificáis los sepulcros de los
profetas y adornáis los monumentos de los justos, 30 y
decís: “Si nosotros hubiéramos vivido[m] en los días de
nuestros padres, no hubiéramos sido sus cómplices en derramar la sangre de los
profetas.” 31 Así
que dais testimonio en contra de vosotros mismos, que sois hijos[n] de los que asesinaron
a los profetas. 32 Llenad,
pues[o], la medida de la culpa de vuestros padres. 33 ¡Serpientes!
¡Camada de víboras! ¿Cómo escaparéis del juicio[p] del infierno[q]? 34 Por
tanto, mirad, yo os envío profetas, sabios y escribas: de ellos, a unos los
mataréis y crucificaréis, y a otros los azotaréis en vuestras sinagogas y los perseguiréis de
ciudad en ciudad, 35 para
que recaiga[r] sobre vosotros la culpa de toda la sangre justa
derramada sobre la tierra, desde la sangre del justo Abel hasta la sangre de
Zacarías, hijo de Berequías, a quien asesinasteis entre el templo[s] y el altar. 36 En
verdad os digo que todo esto vendrá sobre esta generación.
LUN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
El Amor Nunca Deja De
Ser: 1 Corintios 13:8
Publicado por: Devocionales en Devocionales 0
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La Biblia dice: “El
amor nunca deja de ser…” (1 Corintios 13:8). Piénsalo bien: el dinero no da la
felicidad, la fama no da autoestima y la venganza no da satisfacción. Lo único
que nunca falla es el amor. Cuando Teresa de Calcuta se dirigió a los dignatarios
mundiales en las Naciones Unidas, estos le preguntaron: ‘¿Cómo podemos tener
paz en el mundo?’ Su respuesta fue: ‘Id a casa y amad a vuestras familias’. Si
todos lo hiciéramos, el “Paraíso Perdido” se convertiría en el “Paraíso
Encontrado”. La agudeza intelectual y el intenso narcisismo de Napoleón
Bonaparte hacen que la siguiente declaración de él acerca de la supremacía del
liderazgo en amor resulte bastante sorprendente: “Alejandro Magno, César,
Carlomagno y yo fundamos grandes imperios. ¿Pero con qué impusimos la creación
de nuestro genio? Con fuerza. Solamente Jesús creó su imperio con amor, y hasta
el día de hoy millones de personas están dispuestas a morir por Él”.
Muchas veces los
líderes no son más que meros “acaparadores de poder” (o dictadores). Y puesto
que no puedes amar a los demás sin hacerte vulnerable, consideran la expresión
de amor como una debilidad. Pero el hecho es que no puedes amar sin algún tipo
de compromiso. Para amar de verdad —a tu esposa, tus hijos o tus subordinados—
tienes que entregarte sin reservas y de tal modo que puedas ser herido y hasta
rechazado. El principio fundamental en el que operan los “dictadores” es
protegerse a sí mismos y todo lo que tienen. Mientras que el principio
fundamental del buen liderazgo es precisamente darse sin reservas. El amor como
característica intrínseca de liderazgo parece algo pasado de moda, y sin
embargo según las Escrituras sigue siendo la estrategia ganadora. La Biblia
dice: “…No nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de
dominio propio” (2 Timoteo 1:7).
“SI AMÁIS A LOS QUE
OS AMAN, ¿QUÉ MÉRITO TENÉIS?…” (Lucas 6:32)
El amor del que habla
la Biblia no es un sentimiento romántico que te enternece. Es compasión,
cuidado y preocupación por el bienestar de otros. Está basado en el compromiso,
no en la conveniencia. Es un acto de la voluntad, no un reflejo de las
emociones. Jesús hace una pregunta que da en el clavo: “Si amáis a los que os
aman, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores aman a los que los aman. Y si hacéis
bien a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores hacen
lo mismo” (Lucas 6:32-33). Amar es lo más difícil que nunca hagas, y para ello
necesitarás toda la gracia de Dios.
Jesús continúa:
“Amad, pues, a vuestros enemigos, haced bien, y prestad, no esperando de ello
nada; y vuestra recompensa será grande, y seréis hijos del Altísimo, porque él
es benigno para con los ingratos y malos. Sed, pues, misericordiosos, como
también vuestro Padre es misericordioso. No juzguéis y no seréis juzgados; no
condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados. Dad y se os
dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo,
porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir” (Lucas 6:35-38).
Probablemente pienses que Jesús ha puesto el listón muy alto. Es cierto, y por
eso el amor es la estrategia ganadora.
“…AMARÁS AL SEÑOR TU
DIOS CON TODO TU CORAZÓN…” (Mateo 22:37)
Un día los
detractores de Jesús le preguntaron: “Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en
la Ley?” (Mateo 22:36). Su respuesta es una recordatorio muy apropiado tanto
para los líderes como para los seguidores (los que se sientan en los bancos y
los que están en el púlpito): “’Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón,
con toda tu alma y con toda tu mente’. Éste es el primero y grande mandamiento”
(Mateo 22:37-38). Como líder, siempre debes dejarles muy claro a todos quién es
Dios, y quién no es —tú mismo—. El Señor ordenó: “No tengas ningún otro dios
aparte de mí” (Éxodo 20:3 NTV). Y eso es importante, porque el mayor peligro
viene cuando la gente empieza a alabarte. Es normal que enseñemos a las
personas a respetar, honrar y recompensar a los buenos líderes, pero el
dirigente que imita a Cristo no promueve la adulación y huye a toda costa del
estrellato.
Juan el Bautista
cumplió tan bien su función de predicador que cuando acabó de hablar sus
oyentes se fueron a Jesús. Al referirse a ello, Cristo comentó más tarde algo
así ‘Juan, ¡has hecho un trabajo excelente!’. Por lo visto Juan estuvo de acuerdo
porque dijo: “Es necesario que Él crezca, pero que yo mengüe” (Juan 3:30 RVR
1960). Isaías escribió: “En el año que murió el rey Uzías vi yo al Señor
sentado sobre un trono alto y sublime…” (Isaías 6:1). Tuvo que morir el rey
antes de que Isaías viera al Señor. Solamente cuando el líder sea indiferente
al aplauso y a la aprobación morirá al ego y Dios podrá glorificarse en su
liderazgo. De hecho, cuando solo Cristo es exaltado, el auténtico líder llamado
por Dios sonríe y dice ‘Gracias Señor, así es como debe ser’.
UN ENCUENTRO CON LA PALBRA
REFLEXION
¡Una salida!
Ante una situación de
necesidad queremos encontrar a toda costa una puerta salida ¡Ojalá así fuera
cuando enfrentamos una tentación!
La tentación es todo impulso a hacer algo atrayente
que no es correcto delante de Dios y, como se caracteriza por ser irresistible,
es difícil negarla por lo cual muchos se quedan cediendo a sus deseos.
"No os ha
sobrevenido ninguna prueba que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará
ser probados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente
con la prueba la salida, para que podáis soportarla". 1 Corintios 10:13
Es alentador saber
que Dios proveerá una salida cuando enfrentes un momento de tentación, una
forma de escapar; lo que indica que aunque tengas deseos o estés a punto de
fallar, Él continúa pendiente de ti.
Aconteció al año
siguiente, en el tiempo que salen los reyes a la guerra, que David envió a
Joab, y con él a sus siervos y a todo Israel, y destruyeron a los amonitas, y
sitiaron a Rabá; pero David se quedó en Jerusalén.
Y sucedió un día, al
caer la tarde, que se levantó David de su lecho y se paseaba sobre el terrado
de la casa real; y vio desde el terrado a una mujer que se estaba bañando, la
cual era muy hermosa. Envió David a preguntar por aquella mujer, y le dijeron: Aquella
es Betsabé hija de Eliam, mujer de Urías heteo. Y envió David mensajeros, y la
tomó; y vino a él, y él durmió con ella. 2 Samuel 11:1-4
David fue tentado al
ver desde su terrado a una mujer hermosa bañándose y no pudo resistir la
tentación de preguntar por aquella mujer. En ese momento recibió una
advertencia: “es esposa de uno de tus servidores” ¡Esta era la puerta de salida
que Dios le dio! Betsabé era casada y por lo tanto era prohibida; además, era
mujer de uno de los siervos que se encontraban luchando en la guerra por su
nación, por consiguiente, había un mayor motivo para respetar a la esposa de
Urías. Lamentablemente David ignoró la puerta de salida.
En la Biblia dice:
"Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está
dispuesto, pero la carne es débil" Marcos 14:38
Israel se encontraba
en guerra y David estaba durmiendo, mandó a todos a la batalla pero él no fue.
Después de dormir todo el día se le presentó la tentación a la que no pudo
resistir. Es por este motivo que Jesús nos pide que estemos despiertos y oremos
porque nuestra carne es débil; David olvidó que se encontraba en una guerra y
por tanto fue un blanco fácil del enemigo.
Si estás enfrentando
situaciones de tentación, debes estar alerta a las advertencias o puertas de
salida que te brinda Dios. Por otro lado, te animo a despertar, ponerte de
rodillas y dedicar un tiempo considerable a la oración, porque como hombres
somos débiles pero la oración nos fortalece.
Si eres tentado ¡ora!
Porque si eres débil con Jesús serás fortalecido.
Shirley Chambi
CVCLAVOZ
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