facebook un encuentro con la palabra
Jonás 1:3-15
La Biblia
de las Américas (LBLA)
Desobediencia de Jonás
1 Vino palabra del Señor a Jonás, hijo de Amitai, diciendo: 2 Levántate, ve a
Nínive, la gran ciudad, y proclama contra ella, porque su maldad ha subido hasta[a] mí. 3 Pero Jonás se levantó
para huir a Tarsis, lejos de la presencia del Señor. Y descendiendo a Jope, encontró
un barco que iba a Tarsis, pagó el pasaje y entró en él para ir con ellos a
Tarsis, lejos de la presencia del Señor.
4 Y
el Señor desató sobre el mar
un fuerte viento, y hubo una tempestad tan grande en el mar que el barco estuvo a
punto de romperse. 5 Los marineros
tuvieron miedo y cada uno clamaba a su dios; y arrojaron al mar la carga[b] que estaba en el
barco para aligerarlo[c]. Pero Jonás
había bajado a la bodega del barco, se había acostado y dormía profundamente. 6 El capitán se le
acercó y le dijo: ¿Cómo es que estás durmiendo? ¡Levántate, invoca a tu Dios!
Quizás tu Dios piense en
nosotros y no pereceremos. 7 Y cada uno dijo a su
compañero: Venid, echemos suertes para saber por causa
de quién nos ha venido esta calamidad. Y
echaron suertes, y cayó la suerte sobre Jonás. 8 Entonces le dijeron:
Decláranos ahora por
causa de quién nos ha venido esta calamidad. ¿Qué
oficio tienes, y de dónde vienes? ¿Cuál es tu tierra, y de qué pueblo eres? 9 Y él les respondió:
Soy hebreo, y temo al SeñorDios del cielo, que
hizo el mar y la tierra[d].
10 Los
hombres se atemorizaron en gran manera y le dijeron: ¿Qué es esto que has
hecho? Porque ellos[e] sabían que él huía de
la presencia del Señor, por lo que él les
había declarado. 11 Entonces
le dijeron: ¿Qué haremos contigo para que el mar se calme en torno nuestro[f]? Pues el mar se
embravecía más y más. 12 Y él les dijo: Tomadme[g] y lanzadme al mar, y
el mar se calmará en torno vuestro[h], pues yo sé que
por mi causa ha venido esta gran tempestad
sobre vosotros. 13 Los
hombres se pusieron a remar con afán para volver a tierra
firme, pero no pudieron, porque el mar seguía embraveciéndose contra ellos. 14 Entonces invocaron al Señor, y dijeron: Te
rogamos, oh Señor, no permitas que
perezcamos ahora por causa de la vida de este hombre, ni pongas sobre nosotros
sangre inocente; porque tú, Señor, has hecho como te
ha placido.
15 Tomaron[i], pues, a Jonás
y lo lanzaron al mar; y el mar cesó en su furia. 16 Y aquellos[j] hombres temieron en
gran manera al Señor; ofrecieron un
sacrificio al Señor y le hicieron votos.
17 [k]Y
el Señor dispuso un gran pez
que se tragara a Jonás; y Jonás estuvo en el vientre del pez tres días y tres
noches.
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
EFLEXION
2 Corintios 12:10:
Por Lo Cual, Por Amor a Cristo Me Gozo
Publicado por: Pastor Carlos Vargas Valdez en Devocionales 0
Publicado por: Pastor Carlos Vargas Valdez en Devocionales 0
El matrimonio es hermoso y duro, todo al mismo tiempo.
Hay una belleza en convertirse en uno en lo espiritual, emocional y físico. Sin
embargo, también existe la aceptación diaria de los puntos débiles y fallas del
otro. Si demasiada atención se centra en las fallas de su cónyuge, una semilla
de descontento puede ser plantada en su corazón, lo que traerá muchos problemas
en el futuro. ¿Cómo un cónyuge puede mantener una vida de satisfacción
marital?. Aquí algunos consejos que le ayudarán a permanecer firme en su
matrimonio.
1) Reconocer que
usted ni su cónyuge son perfectos (Romanos 3:23).
A veces podemos quedar tan atrapados en mirar la paja en el ojo de nuestro cónyuge que descuidamos la viga que está en el nuestro. Debemos dar a nuestros cónyuges la misma gracia que nos es otorgada por nuestras propias faltas.
A veces podemos quedar tan atrapados en mirar la paja en el ojo de nuestro cónyuge que descuidamos la viga que está en el nuestro. Debemos dar a nuestros cónyuges la misma gracia que nos es otorgada por nuestras propias faltas.
2) Rechazar la
tentación de renunciar a su matrimonio debido a sus defectos (1 Corintios
10:13).
Un pacto conyugal delante del Señor es para toda la vida. Podemos resistir los ataques del enemigo ya que si no lo hacemos, estos nos conducirán a entretener pensamientos de separación y divorcio.
2 Corintios 12:10: Por Lo Cual, Por Amor a Cristo Me Gozo2
Un pacto conyugal delante del Señor es para toda la vida. Podemos resistir los ataques del enemigo ya que si no lo hacemos, estos nos conducirán a entretener pensamientos de separación y divorcio.
2 Corintios 12:10: Por Lo Cual, Por Amor a Cristo Me Gozo2
3) Aceptar a su
cónyuge como un hermano en la fe en el Señor (1 Corintios 3:9).
A veces es más fácil aceptar a otras personas como hermanos en la fe, que aceptar a nuestro cónyuge como un hermano en Cristo también. Hay que tener en cuenta que nuestra pareja es todavía parte del cuerpo de Cristo y merece el mismo amor y respeto.
A veces es más fácil aceptar a otras personas como hermanos en la fe, que aceptar a nuestro cónyuge como un hermano en Cristo también. Hay que tener en cuenta que nuestra pareja es todavía parte del cuerpo de Cristo y merece el mismo amor y respeto.
4) Respetar el papel
de su cónyuge en el matrimonio, incluso si él o ella no está a la altura del
mismo (Efesios 5:21).
Dios ha ordenado ciertos roles en el matrimonio de acuerdo a su voluntad. Como cónyuges, debemos caminar en obediencia en respetar los roles, cumplir con nuestras funciones, creer al Señor, y confiar en Dios por la fuerza para hacerlo.
Dios ha ordenado ciertos roles en el matrimonio de acuerdo a su voluntad. Como cónyuges, debemos caminar en obediencia en respetar los roles, cumplir con nuestras funciones, creer al Señor, y confiar en Dios por la fuerza para hacerlo.
5) Renovar el pacto
de compromiso al Señor cuando está angustiado(a) (Malaquías 2:14).
En tiempos de dificultades matrimoniales, podemos volver a comprometer con el Señor nuestras intenciones de permanecer fiel a la alianza que hicimos. Cuando nos volvemos a Él, Él renovará nuestro propósito de mantenernos firmes.
En tiempos de dificultades matrimoniales, podemos volver a comprometer con el Señor nuestras intenciones de permanecer fiel a la alianza que hicimos. Cuando nos volvemos a Él, Él renovará nuestro propósito de mantenernos firmes.
6) Vuelva a su primer
amor con su cónyuge (Cantares 2:4).
El descontento comienza en la mente y puede ser arrancado de raíz con una actitud de gratitud. El Señor anhela bendecir nuestro matrimonio a medida que seguimos manteniendo nuestra mente y corazón puro, con su palabra.
El descontento comienza en la mente y puede ser arrancado de raíz con una actitud de gratitud. El Señor anhela bendecir nuestro matrimonio a medida que seguimos manteniendo nuestra mente y corazón puro, con su palabra.
ORACIÓN:
Amado Señor, quiero caminar en el gozo espiritual, emocional y físico con mi esposo. Oro para que tu fuerza renueve mi vida. En el nombre de Jesús. Amén
Amado Señor, quiero caminar en el gozo espiritual, emocional y físico con mi esposo. Oro para que tu fuerza renueve mi vida. En el nombre de Jesús. Amén
UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
REFLEXION
Paciencia en la
prueba.
1 Samuel 17, relata
la épica batalla entre David y Goliat. Aunque la referencia más común que se
hace sobre esta historia es la del pequeño muchacho logrando la proeza de
vencer a un gigante, la realidad es que tal afirmación podría ser desatinada.
Para empezar, Goliat
era un hombre gigante que medía cerca de 3 metros, llevaba una armadura
tremendamente pesada, una lanza, un escudo, una espada e iba acompañado por un
escudero. Estos datos nos dicen que este guerrero era parte de la tropa de
infantería, cuya cualidad principal era la lucha cuerpo a cuerpo.
En ese entonces había
una tradición: el mejor guerrero de un ejército salía a retar a otro guerrero
del ejército rival con la finalidad de medir fuerzas. Eso es precisamente lo
que pasó en el valle de Ela, pero como sabemos, ningún hombre del ejército de
Israel se atrevía a enfrentarlo. El Filisteo había terminado intimidando a
todos por su altura, su brillante armadura y por sus palabras.
En ese momento apareció David: un muchachito que se dedicaba a cuidar las ovejas de su padre. Al oír las amenazas del gigante se ofreció a sí mismo como voluntario para pelear contra el gigante y, aunque al principio hubo resistencia, al final fue enviado.
En ese momento apareció David: un muchachito que se dedicaba a cuidar las ovejas de su padre. Al oír las amenazas del gigante se ofreció a sí mismo como voluntario para pelear contra el gigante y, aunque al principio hubo resistencia, al final fue enviado.
Aparentemente parecía
estar en desventaja, pero no era así. Aunque no tenía la altura, la armadura o
la espada de Goliat, David tenía una honda que en ese entonces era un arma
tremendamente devastadora. Hoy en día sabemos que un profesional en el uso de
este artefacto de cuero puede llegar a derribar un ave en pleno vuelo, ya que
la velocidad a la que puede llegar una piedra lanzada es de 35 metros por
segundo, semejante al disparo de una pistola calibre 45.
Cuando David tomó la
honda en sus manos, se convirtió automáticamente en un miembro de la tropa de
la artillería pesada, cuya cualidad es el uso de armamento pesado para la lucha
a larga distancia.
Goliat era de la
Infantería (lucha cuerpo a cuerpo) y David era de la artillería pesada (lucha a
distancia). El pequeño pastor no necesitaba acercarse demasiado para girar su
honda sobre su cabeza por unos cuantos segundos y disparar una piedra para
herir de muerte al gigante. Considerando la velocidad a la que salió volando el
proyectil, el Filisteo no tuvo tiempo para esquivar el impacto. Por si eso no
fuera poco, David peleaba en el Nombre de Jehová.
“Entonces dijo David
al filisteo: Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en
el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a
quien tú has provocado.” 1 Samuel 17:45 Versión Reina-Valera 1960
Basándonos en estos
datos, ¿Quién tenía la ventaja real en esta lucha? Sin duda alguna podemos
decir que David.
Dios ya había entrenado hace mucho tiempo atrás a ese pequeño pastorcito y no tenía que intervenir demasiado en esa batalla. Él ya había preparado un paladín que haga respetar Su Nombre y el de su ejército.
Dios ya había entrenado hace mucho tiempo atrás a ese pequeño pastorcito y no tenía que intervenir demasiado en esa batalla. Él ya había preparado un paladín que haga respetar Su Nombre y el de su ejército.
Recuerda que los
gigantes no son lo que parece: su brillante armadura y sus enormes armas, no
son nada si buscamos otra alternativa de lucha y sobre todo, si peleamos
respaldados por Dios.
“Jehová te entregará
hoy en mi mano, y yo te venceré, y te cortaré la cabeza, y daré hoy los cuerpos
de los filisteos a las aves del cielo y a las bestias de la tierra; y toda la
tierra sabrá que hay Dios en Israel.” 1 Samuel 17:46 versión Reina-Valera 1960
Hector Colque
CVCLAVOZ
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