domingo, 2 de marzo de 2014

JESUS ANTE PILATOS

Marcos 15 Jesús ante Pilato 15 Muy de mañana, los principales sacerdotes prepararon enseguida una reunión con los ancianos, los escribas y todo el concilio; y atando a Jesús, le llevaron y le entregaron a Pilato. 2 Pilato le preguntó: ¿Eres tú el Rey de los judíos? Respondiendo El, le dijo*: Tú lo dices. 3 Y los principales sacerdotes le acusaban de muchas cosas. 4 De nuevo Pilato le preguntó, diciendo: ¿No respondes nada? Mira de cuántas cosas te acusan. 5 Pero Jesús no respondió nada más; de modo que Pilato estaba asombrado. Jesús o Barrabás 6 Ahora bien, en cada fiesta él acostumbraba soltarles un preso, el que ellos pidieran. 7 Y uno llamado Barrabás había sido encarcelado con los sediciosos que habían cometido homicidio en la insurrección. 8 Y subiendo la multitud, comenzó a pedirle que hiciera como siempre les había hecho. 9 Entonces Pilato les contestó, diciendo: ¿Queréis que os suelte al Rey de los judíos? 10 Porque sabía que los principales sacerdotes le habían entregado por envidia. 11 Pero los principales sacerdotes incitaron a la multitud para que le pidiera que en vez de Jesús les soltara a Barrabás. 12 Y Pilato, tomando de nuevo la palabra, les decía: ¿Qué haré, entonces, con el que llamáis el Rey de los judíos? 13 Ellos le respondieron a gritos: ¡Crucifícale! 14 Y Pilato les decía: ¿Por qué? ¿Qué mal ha hecho? Y ellos gritaban aún más: ¡Crucifícale! 15 Pilato, queriendo complacer a la multitud, les soltó a Barrabás; y después de hacer azotar a Jesús, le entregó para que fuera crucificado. Los soldados se mofan de Jesús 16 Entonces los soldados le llevaron dentro del palacio, es decir, al Pretorio, y convocaron* a toda la cohorte romana . 17 Le vistieron* de púrpura, y después de tejer una corona de espinas, se la pusieron; 18 y comenzaron a vitorearle: ¡Salve, Rey de los judíos! 19 Le golpeaban la cabeza con una caña y le escupían, y poniéndose de rodillas le hacían reverencias. 20 Y después de haberse burlado de El, le quitaron la púrpura, le pusieron sus ropas y le sacaron* para crucificarle. 21 Y obligaron* a uno que pasaba y que venía del campo, Simón de Cirene, el padre de Alejandro y Rufo, a que llevara la cruz de Jesús. La crucifixión 22 Le llevaron* al lugar llamado Gólgota, que traducido significa: Lugar de la Calavera. 23 Y trataron de darle vino mezclado con mirra, pero El no lo tomó. 24 Cuando le crucificaron*, se repartieron* sus vestidos, echando suertes sobre ellos para decidir lo que cada uno tomaría. 25 Era la hora tercera cuando le crucificaron. 26 Y la inscripción de la acusación contra El decía: EL REY DE LOS JUDIOS. 27 Crucificaron* con El a dos ladrones; uno a su derecha y otro a su izquierda. 28 Y se cumplió la Escritura que dice: Y con los transgresores fue contado. 29 Y los que pasaban le injuriaban, meneando la cabeza y diciendo: ¡Bah! Tú que destruyes el templo y en tres días lo reedificas, 30 ¡sálvate a ti mismo descendiendo de la cruz! 31 De igual manera, también los principales sacerdotes junto con los escribas, burlándose de El entre ellos, decían: A otros salvó, a sí mismo no puede salvarse. 32 Que este Cristo, el Rey de Israel, descienda ahora de la cruz, para que veamos y creamos. Y los que estaban crucificados con El también le insultaban. Muerte de Jesús 33 Cuando llegó la hora sexta hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta la hora novena. 34 Y a la hora novena Jesús exclamó con fuerte voz: ELOI, ELOI, ¿LEMA SABACTANI?, que traducido significa, DIOS MIO, DIOS MIO, ¿POR QUE ME HAS ABANDONADO? 35 Algunos de los que estaban allí, al oírlo, decían: Mirad, a Elías llama. 36 Entonces uno corrió y empapó una esponja en vinagre, y poniéndola en una caña, le dio a beber, diciendo: Dejad, veamos si Elías viene a bajarle. 37 Y Jesús dando un fuerte grito, expiró. 38 Y el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo. 39 Viendo el centurión que estaba frente a El, la manera en que expiró, dijo: En verdad este hombre era Hijo de Dios. 40 Había también unas mujeres mirando de lejos, entre las que estaban María Magdalena, María, la madre de Jacobo el menor y de José, y Salomé, 41 las cuales cuando Jesús estaba en Galilea, le seguían y le servían; y había muchas otras que habían subido con El a Jerusalén. Sepultura de Jesús 42 Ya al atardecer, como era el día de la preparación, es decir, la víspera del día de reposo, 43 vino José de Arimatea, miembro prominente del concilio, que también esperaba el reino de Dios; y llenándose de valor, entró adonde estaba Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús. 44 Pilato se sorprendió de que ya hubiera muerto, y llamando al centurión, le preguntó si ya estaba muerto. 45 Y comprobando esto por medio del centurión, le concedió el cuerpo a José, 46 quien compró un lienzo de lino, y bajándole de la cruz, le envolvió en el lienzo de lino y le puso en un sepulcro que había sido excavado en la roca; e hizo rodar una piedra a la entrada del sepulcro. 47 Y María Magdalena y María, la madre de José, miraban para saber dónde le ponían. Un Encuentro Con la Palabra ANDANDO EN LA SABIDURIA DE DIOS Pensamientos – Levantando La Frente “Quiero levantar mi frente y observar todas las pequeñas cosas que Dios me muestra y me regala. Hoy encontraré sin duda muchas angustias y problemas….pero antes de poner mis ojos sobre eso, quiero poner mis ojos en los regalos que Dios me ha dado y poder expresar como el poeta… Gracias a mi Cristo que me ha dado tanto”. Serafín Contreras G. 2 Corintios 9:15 ¡Gracias a Dios por su don inefable! Efesios 1:16 “No he dejado de dar gracias por ustedes al recordarlos en mis oraciones”. Efesios 5:20 “Dando siempre gracias a Dios el Padre por todo, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo”. Salmos 100:4 Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanza. ¡Alabadlo, bendecid su nombre! Salmos 95:2 Vengamos ante su presencia con acción de gracias; aclamémosle con salmos. Jeremias 33:11 voz de gozo y voz de alegría, la voz del novio y la voz de la novia, la voz de los que dicen: `Dad gracias al SEÑOR de los ejércitos, porque el SEÑOR es bueno, porque para siempre es su misericordia’; y de los que traen ofrenda de acción de gracias a la casa del SEÑOR. Porque restauraré el bienestar de esta tierra como fueron al principio–dice el SEÑOR. Un Encuentro Con la Palabra Ir tan deprisa en la vida Un joven y exitoso ejecutivo paseaba a toda velocidad en su auto Jaguar ultimo modelo, sin ningún tipo de precaución. De repente sintió un estruendoso golpe en la puerta, se detuvo y al bajarse vio que un ladrillo le había estropeado la pintura, carrocería y vidrio de la puerta de su lujoso auto. Se subió nuevamente, pero esta vez lleno de enojo dió un brusco giro de 180 grados; y regresó a toda velocidad al lugar donde había visto salir el ladrillo que acababa de desgraciar lo hermoso que lucía su exótico auto. Salió del auto de un brinco y agarró por los brazos a un chiquillo, empujándolo hacia el auto estacionado le gritó a toda voz: "¿Qué rayos fue eso?, ¿Quién eres tú?, Qué crees que haces con mi auto?". Y enfurecido, casi botando humo, continuó gritándole al chiquillo: "¡Es un auto nuevo, y ese ladrillo que lanzaste va a costarte muy caro!, ¿Por que hiciste eso?". "Por favor, señor, por favor. ¡Lo siento mucho!, no se que hacer", suplicó el chiquillo. "Le lancé el ladrillo porque nadie se detenía"... Las lágrimas bajaban por sus mejillas hasta el suelo, mientras señalaba hacia un lugar cercano del auto estacionado. "Es mi hermano", Le dijo. “Se descarriló su silla de ruedas y se cayó al suelo... y no puedo levantarlo". Sollozando, el chiquillo le preguntó al ejecutivo: "¿Puede usted, por favor, ayudarme a sentarlo en su silla?, está golpeado, y pesa mucho para mi solito...soy muy pequeño". Visiblemente impactado por las palabras del chiquillo el joven ejecutivo tragó grueso el taco que se le formó en su garganta. Indescriptiblemente emocionado por lo que acababa de pasarle, levantó al joven del suelo y lo sentó nuevamente en su silla; y sacó su pañuelo de seda para limpiar un poco las cortaduras y la suciedad que cubría las heridas del hermano de aquel chiquillo tan especial. Luego de verificar que se encontraba bien, miró al chiquillo y este le dio las gracias con una sonrisa que no tiene posibilidad de describir nadie... "Dios lo bendiga, señor...y muchas gracias" le dijo. El hombre vio como se alejaba el chiquillo empujando trabajosamente la pesada silla de ruedas de su hermano, hasta llegar a su humilde casita. El ejecutivo aún no ha reparado la puerta del auto, manteniendo la hendidura que le hizo el ladrillazo... para recordarle el no ir por la vida tan de prisa que alguien tenga que lanzarle un ladrillo para que preste atención. Tu escoges: Escuchar el susurro... o el ladrillazo!

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