viernes, 13 de noviembre de 2015

FILIPENSES 4:14 ACTITUD EJEMPLAR DE PABLO HACIA LAS COSAS MATERIALES


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Filipenses 4:14 La Biblia de las Américas (LBLA)


Actitud ejemplar de Pablo hacia las cosas materiales



10 Me alegré grandemente en el Señor de que ya al fin habéis reavivado vuestro cuidado para conmigo; en verdad, antes os preocupabais, pero os faltaba la oportunidad. 11 No que hable porque tenga escasez[d], pues he aprendido a contentarme cualquiera que sea mi situación. 12 Sé vivir en pobreza[e], y sé vivir en prosperidad; en todo y por todo he aprendido el secreto tanto de estar saciado como de tener hambre, de tener abundancia como de sufrir necesidad.13 Todo lo puedo en Cristo[f] que me fortalece. 14 Sin embargo, habéis hecho bien en compartir conmigo en mi aflicción. 15 Y vosotros mismos también sabéis, filipenses, que al comienzo de la predicación del evangelio, después que partí de Macedonia, ninguna iglesia compartió conmigo en cuestión de dar y recibir, sino vosotros solos; 16 porque aun a Tesalónica enviasteis dádivas más de una vez para mis necesidades. 17 No es que busque la dádiva en sí, sino que busco fruto que aumente en vuestra cuenta. 18 Pero lo he recibido todo y tengo abundancia; estoy bien abastecido[g], habiendo recibido de Epafrodito lo que habéis enviado[h]: fragante aroma[i], sacrificio aceptable, agradable a Dios. 19 Y mi Dios proveerá a todas vuestras necesidades, conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. 20 A nuestro Dios y Padre sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.




REFLEXION
El Tiempo A Solas Con Dios
Publicado por: Devocionales en Devocional Diario 0




“BUSCAD PRIMERO EL REINO DE DIOS…” (Mateo 6:33)
Jesús dijo: “Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (Mateo 6:33). ¿De qué “cosas” estaba hablando? Cosas como dinero, viviendas, amistades, salud y trabajo. ¿Qué quiso decir con “el reino de Dios”? Vivir bajo el gobierno de Cristo cada momento y someterse a Su voluntad en todas las áreas. Cuando Jesús usó la palabra “buscad”, estaba pidiéndonos tres cosas:
1) Intencionalidad.
Cuando pierdes algo importante, tienes que dejar otras cosas de lado y buscarlo hasta que lo encuentres.
2) Importancia.
La posición, la prosperidad, la popularidad y los logros son buenos si se usan adecuadamente. Pero sin el gobierno de Cristo en tu vida, siempre serás vulnerable al enemigo.
3) Insistencia.
No importa el tiempo que se tarde, lo duro que tengas que trabajar o lo que tengas que cambiar, recupera tu tiempo a solas con Dios y concédele el lugar que se merece.
El salmista escribió: “Mi corazón ha dicho de ti: «Buscad mi rostro». Tu rostro buscaré, Señor” (Salmos 27:8). A este tiempo se le ha llamado de varias maneras a lo largo de la historia de la Iglesia: vigilia de la mañana, devocional diario, cita con Dios, o tiempo devocional personal. No importa lo que le llames mientras lo hagas de forma constante. El tiempo a solas con Dios no es otra cosa que una relación a diario mediante la Palabra y la oración. Es un tiempo que apartas deliberadamente para encontrarte con Él, con el fin de crecer en tu relación personal con el Señor, conocerlo, amarlo, servirlo, y llegar a ser más como Él.
“…POR TU VOLUNTAD… FUERON CREADAS” (Apocalipsis 4:11)
Tienes que saber lo siguiente:
1) Dios te creó para que tuvieras una relación personal con Él.
Te hizo para disfrutar de tu compañía todos los días. Tu actitud respecto al devocional diario se transformará cuando te des cuenta de que Él quiere pasar tiempo contigo, te espera, y te recibe con los brazos abiertos en Su presencia.
2) La Cruz es lo que hace posible esa relación.
Cuando Adán pecó, Dios lo expulsó del Huerto del Edén y colocó ángeles con espadas a la entrada para que los humanos nunca pudieran volver a entrar allí. Pero después hizo algo increíblemente maravilloso: tomó forma humana, vivió entre nosotros, murió en nuestro lugar y fue herido por la espada del juicio divino en la cruz, dándonos con ello un nuevo acceso a Su presencia. ¿No es algo maravilloso?
En el Antiguo Testamento únicamente un hombre, el Sumo Sacerdote, podía acceder al Lugar Santísimo. Y solo lo hacía una vez al año. Un velo muy grueso separaba a Dios de la gente. El pueblo esta estaba afuera, preguntándose cómo sonaría la voz de Dios, como sería sentir Su presencia y ver Su gloria. Pero solo el Sumo Sacerdote tenía esa experiencia. Sin embargo, cuando Jesús clamó en la cruz “¡Consumado es!” (Juan 19:30), la Biblia relata que “…el velo del Templo se rasgó en dos, de arriba abajo” (Marcos 15:38). Entonces, como “sacerdotes para Dios” que somos, podemos llegar a Su presencia en cualquier momento y encontrarnos con Él (Apocalipsis 1:6). ¡Qué privilegio tan grande! La gracia lo hace posible. Y tu gratitud debería ser el imán que te atraiga a Dios todos los días.








REFLEXION
Paz absoluta



Los tifones y monzones son frecuentes en el océano Índico. Estas tempestades violentas giran siempre sobre un eje en círculos. Antes de que los navegantes aprendieran a hacer frente a los mismos se perdieron muchos barcos y muchas vidas.
Un capitán de barco, en cierta ocasión, explicó la forma de navegar en un tifón: “Localizamos el centro y damos vueltas alrededor de este eje. Vamos estrechando progresivamente el círculo hasta llegar al centro, donde hay una calma absoluta. ¡Allí estamos seguros!”
De igual manera, en nuestras vidas pueden surgir muchos tifones, Dios puede permitir que se levanten vientos violentos y que amenazan con destruirnos, pero si vamos al centro de la voluntad de Dios y permanecemos ahí experimentaremos una paz absoluta.
Por muy fuertes que sean las pruebas que experimentamos, la voluntad de Dios siempre será perfecta para nuestras vidas. No nos servirá de nada querer atravesar los vientos para escapar de ellos, por el contrario, en el intento podríamos fracasar y salir gravemente heridos.
Hay muchas cosas que no entendemos, no comprendemos por qué Dios las permite; puede tratarse de una enfermedad, de problemas familiares, económicos, laborales y en ocasiones hasta más de uno, pero sin importar cuán fuertes soplen los vientos el secreto está en ir al centro de la tempestad.
Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado. Isaías 26:3 (RVR 1960)
Cuando veas que la tempestad se levanta alrededor tuyo, busca a Dios, confía en Él y su perfecta voluntad porque solamente ahí podrás permanecer seguro y disfrutar de su paz.






Ana María Frege Issa
CVCLAVOZ

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