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encuentro con la palabra
Marcos 3:10 La Biblia de las Américas (LBLA)
Las multitudes siguen a Jesús
7 Jesús se retiró
al mar con sus discípulos; y una gran multitud de Galilea lesiguió; y también de Judea, 8 de Jerusalén, de Idumea, del otro lado del
Jordán, y de los alrededores de Tiro y Sidón; una gran multitud, que al oír todo lo queJesús hacía, vino a El. 9 Y dijo a sus discípulos que le tuvieran lista
una barca por causa de la multitud, para que no le oprimieran; 10 porque había sanado a muchos, de manera que
todos los que tenían aflicciones se le echaban encima para tocarle. 11 Y siempre que los espíritus inmundos le
veían, caían delante de El y gritaban, diciendo: Tú eres el Hijo de Dios. 12 Y les advertía con insistencia que no
revelaran su identidad[d].
Un Encuentro Con la Palabra
REFLEXION
Sigue Aprendiendo En
Las Cosas De Dios
Publicado por: Devocionales en Devocional Diario 1 Comentario
Publicado por: Devocionales en Devocional Diario 1 Comentario
“OCÚPATE EN ESTAS
COSAS; PERMANECE EN ELLAS…” (1 Timoteo 4:15)
El rey Saúl fue
atacado por espíritus malos que le atormentaban y le inmovilizaban. Así que,
mandó a buscar a David para que tocara el arpa para él. Mientras David tocó,
“Saúl se aliviaba y se sentía mejor, y el espíritu malo se apartaba de él” (1
Samuel 16:23b). Esta historia nos enseña dos cosas: el poder de la alabanza y
el poder de la práctica. David no descubrió su talento de repente al llegar al
palacio de Saúl. No, lo desarrolló a través de años tocando en las solitarias
colinas mientras cuidaba al rebaño de su padre.
Cuando se trata de
practicar, los dos desafíos más grandes a los que te vas a enfrentar son:
(a) tener el deseo de
hacerlo y (b) tener la disciplina de seguir haciéndolo. Pablo le dijo a
Timoteo: “Ocúpate en estas cosas; permanece en ellas, para que tu
aprovechamiento sea manifiesto a todos. Ten cuidado de ti mismo y… persiste…”
(1 Timoteo 4:15-16). No existe un modo fácil de convertirse en una persona
disciplinada. No tiene nada que ver con el talento ni con las aptitudes, porque
no es una cuestión de condiciones sino de elecciones. Pero una vez que hayas
tomado la decisión y la práctica llegue a ser un hábito, hay dos cosas que se
harán obvias. La primera es la clara diferencia que existe entre la persona que
se ejercite y la que no lo hace. El ciclista Lance Amstrong dijo: “El éxito
viene de entrenar más duro y esforzarse más que los demás”. Y él debe saberlo,
ya que ganó siete campeonatos del Tour de Francia. La segunda cosa que surge es
un espíritu de vencedor. Cuanto más arduo trabajas, más difícil se hace no
rendirse ante cosas como la fatiga, la complacencia, el desaliento, la crítica
y todas aquellas cosas que tratan de perturbar tu progreso.
“…LOS QUE CORREN EN EL ESTADIO, TODOS… CORREN, PERO UNO SOLO SE LLEVA EL PREMIO… CORRED DE TAL MANERA QUE LO OBTENGÁIS” (1 Corintios 9:24)
En un cómic llamado
Peanuts, Charlie Brown se lamenta ante su amigo Linus diciendo: “La vida es
simplemente demasiado para mi. Estoy confundido desde el momento en que nací.
Pienso que el problema es que somos arrojados a la vida demasiado pronto; no
estamos realmente preparados”. ¿Qué es lo que quieres?, le pregunta Linus, ¿un
periodo de precalentamiento?. Aunque no es posible precalentar antes de llegar
al mundo, puedes hacerlo poniendo en práctica lo que es importante para ti
cuando la vida ya ha empezado. Es durante esos “calentamientos” cuando creces.
Si te comprometes a ejercerlo, descubrirás que:
(1) Siempre se puede
mejorar tu desempeño.
El autor Harvey
Mackay dijo: “Un buen líder sabe que casi cualquier cosa que se haya hecho de
una manera especial durante cierto tiempo, puede mejorarse. Cualquier actuación
se puede perfeccionar”.
(2) El proceso de
pulido se realiza mejor en el entorno adecuado.
El avance siempre
involucra un cierto nivel de riesgo y de fracaso. Así que, busca un lugar donde
el crecimiento y la experimentación son estimulados.
(3) Debes estar dispuesto
a empezar con cosas pequeñas.
Cuando empiezas a
practicar, tendrás sólo pequeños logros, pero después se harán mayores. En las
olimpiadas, la diferencia entre el que gana la medalla de oro y otros
competidores son sólo centésimas de segundo.
(4) Hay que pagar un
precio para alcanzar el siguiente nivel.
Sydney Howard [el
escritor de Lo que el viento se llevó] comentó: “La mitad de saber lo que
quieres es saber de lo que tienes que privarte para lograrlo”. Muchos de
nosotros consideramos el aprendizaje como una experiencia esencialmente
negativa, pero no tiene por qué ser así si lo valoras en términos de
descubrimiento y desarrollo. De manera que, ¡sigue aprendiendo!
Un Encuentro Con la Palabra
REFLEXION
¡Ya no puedo más!
Categorías: Devocionales // Publicado hace 1 semana
Categorías: Devocionales // Publicado hace 1 semana
Creo que en algún momento de nuestra vida dijimos o
escuchamos decir a alguien: ¡Ya no puedo más! Estas palabras que manifiestan
rendición, cansancio y agotamiento se hacen parte de nosotros cuando sentimos
que las dificultades han sobrepasado nuestras fuerzas.
Ya no hay fuerzas
para seguir, el silencio y el vacío se han apoderado de nuestros pensamientos y
la luz de un futuro dejó de brillar; no concebimos esperanza, entonces nos
vemos estancados por los problemas y ya no queremos seguir, creyendo que el
dolor que tenemos es lo único a lo cual podemos aferrarnos.
Elías vivió algo
similar, después de haber escuchado que Jezabel lo perseguía para matarlo y
había jurado frente a sus dioses que lo cumpliría, escapó para salvar su vida
hacia el desierto. Un día de camino, sentándose bajo un enebro y deseando
morirse dijo “Basta ya, oh Jehová, quítame la vida, pues no soy mejor que mis
padres.” (1 Reyes 19: 1-4)
¿Un hijo de Dios
puede expresar estas palabras? Y aunque tal vez nos cueste aceptarlo es así,
pero esta declaración no es de cobardía sino, es un reconocimiento que somos
tan frágiles y débiles que necesitamos de alguien para poder vencer. Cuando
llegamos a este punto entonces no sólo entendemos sino comprendemos que
únicamente Dios puede ayudarnos y darnos la fortaleza para continuar. En Joel
3:10 el Señor se dirige a aquellos que están débiles, que se sienten sin
fuerzas y les exhorta a decir “fuerte soy”, en 2 Corintios Pablo dice “…por el
amor a mi Salvador me gozo en las debilidades, en afrentas, en persecuciones,
en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.
Versículos más
delante de 1 Reyes dice que Elías estaba durmiendo cuando vino un ángel a
alimentarlo por dos veces y él fortalecido se levantó y continúo su camino.
Hoy quiero animarte a
que si te encuentras en una situación donde ya no puedes más y quieres
renunciar a todo, recuerdes que la fortaleza y el poder de Dios están contigo,
no estás solo; por ningún instante pienses que el Señor te abandonó porque Él
que te hizo, cuida de ti y no te dará más allá de lo que puedas soportar.
El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras
fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ
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