jueves, 9 de enero de 2014

AGRAVIAR

Sal.105.1. Alabad a Jehová, invocad su nombre; Dad a conocer sus obras en los pueblos. Sal.105.2. Cantadle, cantadle salmos; Hablad de todas sus maravillas. Sal.105.3. Gloriaos en su santo nombre; Alégrese el corazón de los que buscan a Jehová. Sal.105.4. Buscad a Jehová y su poder; Buscad siempre su rostro. Sal.105.5. Acordaos de las maravillas que él ha hecho, De sus prodigios y de los juicios de su boca, Sal.105.6. Oh vosotros, descendencia de Abraham su siervo, Hijos de Jacob, sus escogidos. Sal.105.7. Él es Jehová nuestro Dios; En toda la tierra están sus juicios. Sal.105.8. Se acordó para siempre de su pacto; De la palabra que mandó para mil generaciones, Sal.105.9. La cual concertó con Abraham, Y de su juramento a Isaac. Sal.105.10. La estableció a Jacob por decreto, A Israel por pacto sempiterno, Sal.105.11. Diciendo: A ti te daré la tierra de Canaán Como porción de vuestra heredad. Sal.105.12. Cuando ellos eran pocos en número, Y forasteros en ella, Sal.105.13. Y andaban de nación en nación, De un reino a otro pueblo, Sal.105.14. No consintió que nadie los agraviase, Y por causa de ellos castigó a los reyes. Pro.27.1. No te jactes del día de mañana; Porque no sabes qué dará de sí el día. Pro.27.2. Alábete el extraño, y no tu propia boca; El ajeno, y no los labios tuyos. Pro.27.3. Pesada es la piedra, y la arena pesa; Mas la ira del necio es más pesada que ambas. Pro.27.4. Cruel es la ira, e impetuoso el furor; Mas ¿quién podrá sostenerse delante de la envidia? Pro.27.5. Mejor es reprensión manifiesta Que amor oculto. Pro.27.6. Fieles son las heridas del que ama; Pero importunos los besos del que aborrece. Pro.27.7. El hombre saciado desprecia el panal de miel; Pero al hambriento todo lo amargo es dulce. Pro.27.8. Cual ave que se va de su nido, Tal es el hombre que se va de su lugar. Pro.27.9. El ungüento y el perfume alegran el corazón, Y el cordial consejo del amigo, al hombre. Pro.27.10. No dejes a tu amigo, ni al amigo de tu padre; Ni vayas a la casa de tu hermano en el día de tu aflicción. Mejor es el vecino cerca que el hermano lejos. Pro.27.11. Sé sabio, hijo mío, y alegra mi corazón, Y tendré qué responder al que me agravie. 2Co.7.2. Admitidnos: a nadie hemos agraviado, a nadie hemos corrompido, a nadie hemos engañado. 2Co.7.3. No lo digo para condenaros; pues ya he dicho antes que estáis en nuestro corazón, para morir y para vivir juntamente. 2Co.7.4. Mucha franqueza tengo con vosotros; mucho me glorío con respecto de vosotros; lleno estoy de consolación; sobreabundo de gozo en todas nuestras tribulaciones. 2Co.7.5. Porque de cierto, cuando vinimos a Macedonia, ningún reposo tuvo nuestro cuerpo, sino que en todo fuimos atribulados; de fuera, conflictos; de dentro, temores. 2Co.7.6. Pero Dios, que consuela a los humildes, nos consoló con la venida de Tito; 2Co.7.7. y no sólo con su venida, sino también con la consolación con que él había sido consolado en cuanto a vosotros, haciéndonos saber vuestro gran afecto, vuestro llanto, vuestra solicitud por mí, de manera que me regocijé aun más. 2Co.7.8. Porque aunque os contristé con la carta, no me pesa, aunque entonces lo lamenté; porque veo que aquella carta, aunque por algún tiempo, os contristó. 2Co.7.9. Ahora me gozo, no porque hayáis sido contristados, sino porque fuisteis contristados para arrepentimiento; porque habéis sido contristados según Dios, para que ninguna pérdida padecieseis por nuestra parte. 2Co.7.10. Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte. 2Co.7.11. Porque he aquí, esto mismo de que hayáis sido contristados según Dios, ¡qué solicitud produjo en vosotros, qué defensa, qué indignación, qué temor, qué ardiente afecto, qué celo, y qué vindicación! En todo os habéis mostrado limpios en el asunto. 2Co.7.12. Así que, aunque os escribí, no fue por causa del que cometió el agravio, ni por causa del que lo padeció, sino para que se os hiciese manifiesta nuestra solicitud que tenemos por vosotros delante de Dios.

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