martes, 28 de enero de 2014

HASTIADO

Job.10.1. Está mi alma hastiada de mi vida; Daré libre curso a mi queja, Hablaré con amargura de mi alma. Job.10.2. Diré a Dios: No me condenes; Hazme entender por qué contiendes conmigo. Job.10.3. ¿Te parece bien que oprimas, Que deseches la obra de tus manos, Y que favorezcas los designios de los impíos? Job.10.4. ¿Tienes tú acaso ojos de carne? ¿Ves tú como ve el hombre? Job.10.5. ¿Son tus días como los días del hombre, O tus años como los tiempos humanos, Job.10.6. Para que inquieras mi iniquidad, Y busques mi pecado, Job.10.7. Aunque tú sabes que no soy impío, Y que no hay quien de tu mano me libre? Job.10.8. Tus manos me hicieron y me formaron; ¿Y luego te vuelves y me deshaces? Job.10.9. Acuérdate que como a barro me diste forma; ¿Y en polvo me has de volver? Job.10.10. ¿No me vaciaste como leche, Y como queso me cuajaste? Job.10.11. Me vestiste de piel y carne, Y me tejiste con huesos y nervios. Job.10.12. Vida y misericordia me concediste, Y tu cuidado guardó mi espíritu. Job.10.13. Estas cosas tienes guardadas en tu corazón; Yo sé que están cerca de ti. Job.10.14. Si pequé, tú me has observado, Y no me tendrás por limpio de mi iniquidad. Job.10.15. Si fuere malo, ¡ay de mí! Y si fuere justo, no levantaré mi cabeza, Estando hastiado de deshonra, y de verme afligido. Job.10.16. Si mi cabeza se alzare, cual león tú me cazas; Y vuelves a hacer en mí maravillas. Job.10.17. Renuevas contra mí tus pruebas, Y aumentas conmigo tu furor como tropas de relevo. Job.10.18. ¿Por qué me sacaste de la matriz? Hubiera yo expirado, y ningún ojo me habría visto. Job.10.19. Fuera como si nunca hubiera existido, Llevado del vientre a la sepultura. Job.10.20. ¿No son pocos mis días? Cesa, pues, y déjame, para que me consuele un poco, Job.10.21. Antes que vaya para no volver, A la tierra de tinieblas y de sombra de muerte; Job.10.22. Tierra de oscuridad, lóbrega, Como sombra de muerte y sin orden, Y cuya luz es como densas tinieblas. Isa.1.1. Visión de Isaías hijo de Amoz, la cual vio acerca de Judá y Jerusalén en días de Uzías, Jotam, Acaz y Ezequías, reyes de Judá. Isa.1.2. Oíd, cielos, y escucha tú, tierra; porque habla Jehová: Crié hijos, y los engrandecí, y ellos se rebelaron contra mí. Isa.1.3. El buey conoce a su dueño, y el asno el pesebre de su señor; Israel no entiende, mi pueblo no tiene conocimiento. Isa.1.4. ¡Oh gente pecadora, pueblo cargado de maldad, generación de malignos, hijos depravados! Dejaron a Jehová, provocaron a ira al Santo de Israel, se volvieron atrás. Isa.1.5. ¿Por qué querréis ser castigados aún? ¿Todavía os rebelaréis? Toda cabeza está enferma, y todo corazón doliente. Isa.1.6. Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa sana, sino herida, hinchazón y podrida llaga; no están curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite. Isa.1.7. Vuestra tierra está destruida, vuestras ciudades puestas a fuego, vuestra tierra delante de vosotros comida por extranjeros, y asolada como asolamiento de extraños. Isa.1.8. Y queda la hija de Sion como enramada en viña, y como cabaña en melonar, como ciudad asolada. Isa.1.9. Si Jehová de los ejércitos no nos hubiese dejado un resto pequeño, como Sodoma fuéramos, y semejantes a Gomorra. Isa.1.10. Príncipes de Sodoma, oíd la palabra de Jehová; escuchad la ley de nuestro Dios, pueblo de Gomorra. Isa.1.11. ¿Para qué me sirve, dice Jehová, la multitud de vuestros sacrificios? Hastiado estoy de holocaustos de carneros y de sebo de animales gordos; no quiero sangre de bueyes, ni de ovejas, ni de machos cabríos. Isa.1.12. ¿Quién demanda esto de vuestras manos, cuando venís a presentaros delante de mí para hollar mis atrios? Isa.1.13. No me traigáis más vana ofrenda; el incienso me es abominación; luna nueva y día de reposo, el convocar asambleas, no lo puedo sufrir; son iniquidad vuestras fiestas solemnes. Isa.1.14. Vuestras lunas nuevas y vuestras fiestas solemnes las tiene aborrecidas mi alma; me son gravosas; cansado estoy de soportarlas. Isa.1.15. Cuando extendáis vuestras manos, yo esconderé de vosotros mis ojos; asimismo cuando multipliquéis la oración, yo no oiré; llenas están de sangre vuestras manos. Isa.1.16. Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo; Isa.1.17. aprended a hacer el bien; buscad el juicio, restituid al agraviado, haced justicia al huérfano, amparad a la viuda. Isa.1.18. Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.

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