miércoles, 1 de enero de 2014

LA MADUREZ

1Co.2.6. Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; y sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que perecen. 1Co.2.7. Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria, 1Co.2.8. la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de gloria. 1Co.2.9. Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman. 1Co.2.10. Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. 1Co.2.11. Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. 1Co.2.12. Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, 1Co.2.13. lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual. 1Co.2.14. Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. 1Co.2.15. En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie. 1Co.2.16. Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo. 1Co.14.20. Hermanos, no seáis niños en el modo de pensar, sino sed niños en la malicia, pero maduros en el modo de pensar. 1Co.14.21. En la ley está escrito: En otras lenguas y con otros labios hablaré a este pueblo; y ni aun así me oirán, dice el Señor. 1Co.14.22. Así que, las lenguas son por señal, no a los creyentes, sino a los incrédulos; pero la profecía, no a los incrédulos, sino a los creyentes. 1Co.14.23. Si, pues, toda la iglesia se reúne en un solo lugar, y todos hablan en lenguas, y entran indoctos o incrédulos, ¿no dirán que estáis locos? 1Co.14.24. Pero si todos profetizan, y entra algún incrédulo o indocto, por todos es convencido, por todos es juzgado; 1Co.14.25. lo oculto de su corazón se hace manifiesto; y así, postrándose sobre el rostro, adorará a Dios, declarando que verdaderamente Dios está entre vosotros. 1Co.14.26. ¿Qué hay, pues, hermanos? Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación. Hágase todo para edificación. 1Co.14.27. Si habla alguno en lengua extraña, sea esto por dos, o a lo más tres, y por turno; y uno interprete. 1Co.14.28. Y si no hay intérprete, calle en la iglesia, y hable para sí mismo y para Dios. 1Co.14.29. Asimismo, los profetas hablen dos o tres, y los demás juzguen. 1Co.14.30. Y si algo le fuere revelado a otro que estuviere sentado, calle el primero. 1Co.14.31. Porque podéis profetizar todos uno por uno, para que todos aprendan, y todos sean exhortados. 1Co.14.32. Y los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas; 1Co.14.33. pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz. Como en todas las iglesias de los santos, Heb.5.7. Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente. Heb.5.8. Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; Heb.5.9. y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen; Heb.5.10. y fue declarado por Dios sumo sacerdote según el orden de Melquisedec. Heb.5.11. Acerca de esto tenemos mucho que decir, y difícil de explicar, por cuanto os habéis hecho tardos para oír. Heb.5.12. Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido. Heb.5.13. Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño; Heb.5.14. pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal. Apo.14.12. Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús. Apo.14.13. Oí una voz que desde el cielo me decía: Escribe: Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen. Apo.14.14. Miré, y he aquí una nube blanca; y sobre la nube uno sentado semejante al Hijo del Hombre, que tenía en la cabeza una corona de oro, y en la mano una hoz aguda. Apo.14.15. Y del templo salió otro ángel, clamando a gran voz al que estaba sentado sobre la nube: Mete tu hoz, y siega; porque la hora de segar ha llegado, pues la mies de la tierra está madura. Apo.14.16. Y el que estaba sentado sobre la nube metió su hoz en la tierra, y la tierra fue segada.

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