lunes, 20 de enero de 2014

HECHICERIA

Miq.5.7. El remanente de Jacob será en medio de muchos pueblos como el rocío de Jehová, como las lluvias sobre la hierba, las cuales no esperan a varón, ni aguardan a hijos de hombres. Miq.5.8. Asimismo el remanente de Jacob será entre las naciones, en medio de muchos pueblos, como el león entre las bestias de la selva, como el cachorro del león entre las manadas de las ovejas, el cual si pasare, y hollare, y arrebatare, no hay quien escape. Miq.5.9. Tu mano se alzará sobre tus enemigos, y todos tus adversarios serán destruidos. Miq.5.10. Acontecerá en aquel día, dice Jehová, que haré matar tus caballos de en medio de ti, y haré destruir tus carros. Miq.5.11. Haré también destruir las ciudades de tu tierra, y arruinaré todas tus fortalezas. Miq.5.12. Asimismo destruiré de tu mano las hechicerías, y no se hallarán en ti agoreros. Miq.5.13. Y haré destruir tus esculturas y tus imágenes de en medio de ti, y nunca más te inclinarás a la obra de tus manos. Miq.5.14. Arrancaré tus imágenes de Asera de en medio de ti, y destruiré tus ciudades; Miq.5.15. y con ira y con furor haré venganza en las naciones que no obedecieron. Gál.5.14. Porque toda la ley en esta sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Gál.5.15. Pero si os mordéis y os coméis unos a otros, mirad que también no os consumáis unos a otros. Gál.5.16. Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Gál.5.17. Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis. Gál.5.18. Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley. Gál.5.19. Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, Gál.5.20. idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, Gál.5.21. envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. Gál.5.22. Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, Gál.5.23. mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. Gál.5.24. Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. Gál.5.25. Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu. Apo.9.17. Así vi en visión los caballos y a sus jinetes, los cuales tenían corazas de fuego, de zafiro y de azufre. Y las cabezas de los caballos eran como cabezas de leones; y de su boca salían fuego, humo y azufre. Apo.9.18. Por estas tres plagas fue muerta la tercera parte de los hombres; por el fuego, el humo y el azufre que salían de su boca. Apo.9.19. Pues el poder de los caballos estaba en su boca y en sus colas; porque sus colas, semejantes a serpientes, tenían cabezas, y con ellas dañaban. Apo.9.20. Y los otros hombres que no fueron muertos con estas plagas, ni aun así se arrepintieron de las obras de sus manos, ni dejaron de adorar a los demonios, y a las imágenes de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera, las cuales no pueden ver, ni oír, ni andar; Apo.9.21. y no se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus hechicerías, ni de su fornicación, ni de sus hurtos. Apo.18.21. Y un ángel poderoso tomó una piedra, como una gran piedra de molino, y la arrojó en el mar, diciendo: Con el mismo ímpetu será derribada Babilonia, la gran ciudad, y nunca más será hallada. Apo.18.22. Y voz de arpistas, de músicos, de flautistas y de trompeteros no se oirá más en ti; y ningún artífice de oficio alguno se hallará más en ti, ni ruido de molino se oirá más en ti. Apo.18.23. Luz de lámpara no alumbrará más en ti, ni voz de esposo y de esposa se oirá más en ti; porque tus mercaderes eran los grandes de la tierra; pues por tus hechicerías fueron engañadas todas las naciones. Apo.18.24. Y en ella se halló la sangre de los profetas y de los santos, y de todos los que han sido muertos en la tierra. Apo.19.1. Después de esto oí una gran voz de gran multitud en el cielo, que decía: ¡Aleluya! Salvación y honra y gloria y poder son del Señor Dios nuestro; Apo.19.2. porque sus juicios son verdaderos y justos; pues ha juzgado a la gran ramera que ha corrompido a la tierra con su fornicación, y ha vengado la sangre de sus siervos de la mano de ella. Apo.19.3. Otra vez dijeron: ¡Aleluya! Y el humo de ella sube por los siglos de los siglos.

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