sábado, 18 de enero de 2014

EL OCUPAR

1Sa.27.1. Dijo luego David en su corazón: Al fin seré muerto algún día por la mano de Saúl; nada, por tanto, me será mejor que fugarme a la tierra de los filisteos, para que Saúl no se ocupe de mí, y no me ande buscando más por todo el territorio de Israel; y así escaparé de su mano. 1Sa.27.2. Se levantó, pues, David, y con los seiscientos hombres que tenía consigo se pasó a Aquis hijo de Maoc, rey de Gat. 1Sa.27.3. Y moró David con Aquis en Gat, él y sus hombres, cada uno con su familia; David con sus dos mujeres, Ahinoam jezreelita y Abigail la que fue mujer de Nabal el de Carmel. 1Sa.27.4. Y vino a Saúl la nueva de que David había huido a Gat, y no lo buscó más. 1Sa.27.5. Y David dijo a Aquis: Si he hallado gracia ante tus ojos, séame dado lugar en alguna de las aldeas para que habite allí; pues ¿por qué ha de morar tu siervo contigo en la ciudad real? 1Sa.27.6. Y Aquis le dio aquel día a Siclag, por lo cual Siclag vino a ser de los reyes de Judá hasta hoy. 1Sa.27.7. Fue el número de los días que David habitó en la tierra de los filisteos, un año y cuatro meses. 1Sa.27.8. Y subía David con sus hombres, y hacían incursiones contra los gesuritas, los gezritas y los amalecitas; porque éstos habitaban de largo tiempo la tierra, desde como quien va a Shur hasta la tierra de Egipto. 1Sa.27.9. Y asolaba David el país, y no dejaba con vida hombre ni mujer; y se llevaba las ovejas, las vacas, los asnos, los camellos y las ropas, y regresaba a Aquis. 1Sa.27.10. Y decía Aquis: ¿Dónde habéis merodeado hoy? Y David decía: En el Neguev de Judá, y el Neguev de Jerameel, o en el Neguev de los ceneos. 1Sa.27.11. Ni hombre ni mujer dejaba David con vida para que viniesen a Gat; diciendo: No sea que den aviso de nosotros y digan: Esto hizo David. Y esta fue su costumbre todo el tiempo que moró en la tierra de los filisteos. 1Sa.27.12. Y Aquis creía a David, y decía: Él se ha hecho abominable a su pueblo de Israel, y será siempre mi siervo. 1Ti.4.1. Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios; 1Ti.4.2. por la hipocresía de mentirosos que, teniendo cauterizada la conciencia, 1Ti.4.3. prohibirán casarse, y mandarán abstenerse de alimentos que Dios creó para que con acción de gracias participasen de ellos los creyentes y los que han conocido la verdad. 1Ti.4.4. Porque todo lo que Dios creó es bueno, y nada es de desecharse, si se toma con acción de gracias; 1Ti.4.5. porque por la palabra de Dios y por la oración es santificado. 1Ti.4.6. Si esto enseñas a los hermanos, serás buen ministro de Jesucristo, nutrido con las palabras de la fe y de la buena doctrina que has seguido. 1Ti.4.7. Desecha las fábulas profanas y de viejas. Ejercítate para la piedad; 1Ti.4.8. porque el ejercicio corporal para poco es provechoso, pero la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente, y de la venidera. 1Ti.4.9. Palabra fiel es esta, y digna de ser recibida por todos. 1Ti.4.10. que por esto mismo trabajamos y sufrimos oprobios, porque esperamos en el Dios viviente, que es el Salvador de todos los hombres, mayormente de los que creen. 1Ti.4.11. Esto manda y enseña. 1Ti.4.12. Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza. 1Ti.4.13. Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza. 1Ti.4.14. No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio. 1Ti.4.15. Ocúpate en estas cosas; permanece en ellas, para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos. 1Ti.4.16. Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren. Tit.3.8. Palabra fiel es esta, y en estas cosas quiero que insistas con firmeza, para que los que creen en Dios procuren ocuparse en buenas obras. Estas cosas son buenas y útiles a los hombres. Tit.3.9. Pero evita las cuestiones necias, y genealogías, y contenciones, y discusiones acerca de la ley; porque son vanas y sin provecho. Tit.3.10. Al hombre que cause divisiones, después de una y otra amonestación deséchalo, Tit.3.11. sabiendo que el tal se ha pervertido, y peca y está condenado por su propio juicio. Tit.3.12. Cuando envíe a ti a Artemas o a Tíquico, apresúrate a venir a mí en Nicópolis, porque allí he determinado pasar el invierno. Tit.3.13. A Zenas intérprete de la ley, y a Apolos, encamínales con solicitud, de modo que nada les falte. Tit.3.14. Y aprendan también los nuestros a ocuparse en buenas obras para los casos de necesidad, para que no sean sin fruto. Tit.3.15. Todos los que están conmigo te saludan. Saluda a los que nos aman en la fe. La gracia sea con todos vosotros. Amén.

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