lunes, 11 de noviembre de 2013

CUIDADO CON LAS FABULAS ?

1Ti.1.3. Como te rogué que te quedases en Efeso, cuando fui a Macedonia, para que mandases a algunos que no enseñen diferente doctrina, 1Ti.1.4. ni presten atención a fábulas y genealogías interminables, que acarrean disputas más bien que edificación de Dios que es por fe, así te encargo ahora. 1Ti.1.5. Pues el propósito de este mandamiento es el amor nacido de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida, 1Ti.1.6. de las cuales cosas desviándose algunos, se apartaron a vana palabrería, 1Ti.1.7. queriendo ser doctores de la ley, sin entender ni lo que hablan ni lo que afirman. 1Ti.1.8. Pero sabemos que la ley es buena, si uno la usa legítimamente; 1Ti.1.9. conociendo esto, que la ley no fue dada para el justo, sino para los transgresores y desobedientes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos, para los parricidas y matricidas, para los homicidas, 1Ti.1.10. para los fornicarios, para los sodomitas, para los secuestradores, para los mentirosos y perjuros, y para cuanto se oponga a la sana doctrina, 1Ti.1.11. según el glorioso evangelio del Dios bendito, que a mí me ha sido encomendado. 1Ti.4.7. Desecha las fábulas profanas y de viejas. Ejercítate para la piedad; 1Ti.4.8. porque el ejercicio corporal para poco es provechoso, pero la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente, y de la venidera. 1Ti.4.9. Palabra fiel es esta, y digna de ser recibida por todos. 1Ti.4.10. que por esto mismo trabajamos y sufrimos oprobios, porque esperamos en el Dios viviente, que es el Salvador de todos los hombres, mayormente de los que creen. 1Ti.4.11. Esto manda y enseña. 1Ti.4.12. Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza. 1Ti.4.13. Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza. 1Ti.4.14. No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio. 1Ti.4.15. Ocúpate en estas cosas; permanece en ellas, para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos. 1Ti.4.16. Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren. 2Ti.4.1. Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, 2Ti.4.2. que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. 2Ti.4.3. Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, 2Ti.4.4. y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas. 2Ti.4.5. Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio. Tit.1.5. Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y establecieses ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé; Tit.1.6. el que fuere irreprensible, marido de una sola mujer, y tenga hijos creyentes que no estén acusados de disolución ni de rebeldía. Tit.1.7. Porque es necesario que el obispo sea irreprensible, como administrador de Dios; no soberbio, no iracundo, no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, Tit.1.8. sino hospedador, amante de lo bueno, sobrio, justo, santo, dueño de sí mismo, Tit.1.9. retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen. Tit.1.10. Porque hay aún muchos contumaces, habladores de vanidades y engañadores, mayormente los de la circuncisión, Tit.1.11. a los cuales es preciso tapar la boca; que trastornan casas enteras, enseñando por ganancia deshonesta lo que no conviene. Tit.1.12. Uno de ellos, su propio profeta, dijo: Los cretenses, siempre mentirosos, malas bestias, glotones ociosos. Tit.1.13. Este testimonio es verdadero; por tanto, repréndelos duramente, para que sean sanos en la fe, Tit.1.14. no atendiendo a fábulas judaicas, ni a mandamientos de hombres que se apartan de la verdad. Tit.1.15. Todas las cosas son puras para los puros, mas para los corrompidos e incrédulos nada les es puro; pues hasta su mente y su conciencia están corrompidas. Tit.1.16. Profesan conocer a Dios, pero con los hechos lo niegan, siendo abominables y rebeldes, reprobados en cuanto a toda buena obra. 2Pe.1.3. Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, 2Pe.1.4. por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia; 2Pe.1.5. vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; 2Pe.1.6. al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; 2Pe.1.7. a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. 2Pe.1.8. Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. 2Pe.1.9. Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados. 2Pe.1.10. Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás. 2Pe.1.11. Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. 2Pe.1.12. Por esto, yo no dejaré de recordaros siempre estas cosas, aunque vosotros las sepáis, y estéis confirmados en la verdad presente. 2Pe.1.13. Pues tengo por justo, en tanto que estoy en este cuerpo, el despertaros con amonestación; 2Pe.1.14. sabiendo que en breve debo abandonar el cuerpo, como nuestro Señor Jesucristo me ha declarado. 2Pe.1.15. También yo procuraré con diligencia que después de mi partida vosotros podáis en todo momento tener memoria de estas cosas. 2Pe.1.16. Porque no os hemos dado a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo siguiendo fábulas artificiosas, sino como habiendo visto con nuestros propios ojos su majestad.

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