sábado, 16 de noviembre de 2013

EL HUNDIR

Éxo.15.3. Jehová es varón de guerra; Jehová es su nombre. Éxo.15.4. Echó en el mar los carros de Faraón y su ejército; Y sus capitanes escogidos fueron hundidos en el Mar Rojo. Éxo.15.5. Los abismos los cubrieron; Descendieron a las profundidades como piedra. Éxo.15.6. Tu diestra, oh Jehová, ha sido magnificada en poder; Tu diestra, oh Jehová, ha quebrantado al enemigo. Éxo.15.7. Y con la grandeza de tu poder has derribado a los que se levantaron contra ti. Enviaste tu ira; los consumió como a hojarasca. Éxo.15.8. Al soplo de tu aliento se amontonaron las aguas; Se juntaron las corrientes como en un montón; Los abismos se cuajaron en medio del mar. Éxo.15.9. El enemigo dijo: Perseguiré, apresaré, repartiré despojos; Mi alma se saciará de ellos; Sacaré mi espada, los destruirá mi mano. Éxo.15.10. Soplaste con tu viento; los cubrió el mar; Se hundieron como plomo en las impetuosas aguas. Éxo.15.11. ¿Quién como tú, oh Jehová, entre los dioses? ¿Quién como tú, magnífico en santidad, Terrible en maravillosas hazañas, hacedor de prodigios? Éxo.15.12. Extendiste tu diestra; La tierra los tragó. Éxo.15.13. Condujiste en tu misericordia a este pueblo que redimiste; Lo llevaste con tu poder a tu santa morada. Éxo.15.14. Lo oirán los pueblos, y temblarán; Se apoderará dolor de la tierra de los filisteos. Sal.9.15. Se hundieron las naciones en el hoyo que hicieron; En la red que escondieron fue tomado su pie. Sal.9.16. Jehová se ha hecho conocer en el juicio que ejecutó; En la obra de sus manos fue enlazado el malo. Higaion. Selah Sal.9.17. Los malos serán trasladados al Seol, Todas las gentes que se olvidan de Dios. Sal.9.18. Porque no para siempre será olvidado el menesteroso, Ni la esperanza de los pobres perecerá perpetuamente. Sal.9.19. Levántate, oh Jehová; no se fortalezca el hombre; Sean juzgadas las naciones delante de ti. Sal.9.20. Pon, oh Jehová, temor en ellos; Conozcan las naciones que no son sino hombres. Selah Jer.51.58. Así ha dicho Jehová de los ejércitos: El muro ancho de Babilonia será derribado enteramente, y sus altas puertas serán quemadas a fuego; en vano trabajaron los pueblos, y las naciones se cansaron sólo para el fuego. Jer.51.59. Palabra que envió el profeta Jeremías a Seraías hijo de Nerías, hijo de Maasías, cuando iba con Sedequías rey de Judá a Babilonia, en el cuarto año de su reinado. Y era Seraías el principal camarero. Jer.51.60. Escribió, pues, Jeremías en un libro todo el mal que había de venir sobre Babilonia, todas las palabras que están escritas contra Babilonia. Jer.51.61. Y dijo Jeremías a Seraías: Cuando llegues a Babilonia, y veas y leas todas estas cosas, Jer.51.62. dirás: Oh Jehová, tú has dicho contra este lugar que lo habías de destruir, hasta no quedar en él morador, ni hombre ni animal, sino que para siempre ha de ser asolado. Jer.51.63. Y cuando acabes de leer este libro, le atarás una piedra, y lo echarás en medio del Eufrates, Jer.51.64. y dirás: Así se hundirá Babilonia, y no se levantará del mal que yo traigo sobre ella; y serán rendidos. Hasta aquí son las palabras de Jeremías. Mat.14.25. Mas a la cuarta vigilia de la noche, Jesús vino a ellos andando sobre el mar. Mat.14.26. Y los discípulos, viéndole andar sobre el mar, se turbaron, diciendo: ¡Un fantasma! Y dieron voces de miedo. Mat.14.27. Pero en seguida Jesús les habló, diciendo: ¡Tened ánimo; yo soy, no temáis! Mat.14.28. Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas. Mat.14.29. Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús. Mat.14.30. Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor, sálvame! Mat.14.31. Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste? Mat.18.5. Y cualquiera que reciba en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe. Mat.18.6. Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar. Mat.18.7. ¡Ay del mundo por los tropiezos! porque es necesario que vengan tropiezos, pero ¡ay de aquel hombre por quien viene el tropiezo! Luc.5.1. Aconteció que estando Jesús junto al lago de Genesaret, el gentío se agolpaba sobre él para oír la palabra de Dios. Luc.5.2. Y vio dos barcas que estaban cerca de la orilla del lago; y los pescadores, habiendo descendido de ellas, lavaban sus redes. Luc.5.3. Y entrando en una de aquellas barcas, la cual era de Simón, le rogó que la apartase de tierra un poco; y sentándose, enseñaba desde la barca a la multitud. Luc.5.4. Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar. Luc.5.5. Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; mas en tu palabra echaré la red. Luc.5.6. Y habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de peces, y su red se rompía. Luc.5.7. Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca, para que viniesen a ayudarles; y vinieron, y llenaron ambas barcas, de tal manera que se hundían. Luc.5.8. Viendo esto Simón Pedro, cayó de rodillas ante Jesús, diciendo: Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador. Luc.5.9. Porque por la pesca que habían hecho, el temor se había apoderado de él, y de todos los que estaban con él, Luc.5.10. y asimismo de Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Pero Jesús dijo a Simón: No temas; desde ahora serás pescador de hombres. 1Ti.6.6. Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento; 1Ti.6.7. porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. 1Ti.6.8. Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto. 1Ti.6.9. Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; 1Ti.6.10. porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores. 1Ti.6.11. Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre. 1Ti.6.12. Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos. 1Ti.6.13. Te mando delante de Dios, que da vida a todas las cosas, y de Jesucristo, que dio testimonio de la buena profesión delante de Poncio Pilato, 1Ti.6.14. que guardes el mandamiento sin mácula ni reprensión, hasta la aparición de nuestro Señor Jesucristo, 1Ti.6.15. la cual a su tiempo mostrará el bienaventurado y solo Soberano, Rey de reyes, y Señor de señores, 1Ti.6.16. el único que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible; a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver, al cual sea la honra y el imperio sempiterno. Amén.

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