martes, 19 de noviembre de 2013

LA LEGUMBRE

Pro.15.15. Todos los días del afligido son difíciles; Mas el de corazón contento tiene un banquete continuo. Pro.15.16. Mejor es lo poco con el temor de Jehová, Que el gran tesoro donde hay turbación. Pro.15.17. Mejor es la comida de legumbres donde hay amor, Que de buey engordado donde hay odio. Dan.1.11. Entonces dijo Daniel a Melsar, que estaba puesto por el jefe de los eunucos sobre Daniel, Ananías, Misael y Azarías: Dan.1.12. Te ruego que hagas la prueba con tus siervos por diez días, y nos den legumbres a comer, y agua a beber. Dan.1.13. Compara luego nuestros rostros con los rostros de los muchachos que comen de la ración de la comida del rey, y haz después con tus siervos según veas. Dan.1.14. Consintió, pues, con ellos en esto, y probó con ellos diez días. Dan.1.15. Y al cabo de los diez días pareció el rostro de ellos mejor y más robusto que el de los otros muchachos que comían de la porción de la comida del rey. Dan.1.16. Así, pues, Melsar se llevaba la porción de la comida de ellos y el vino que habían de beber, y les daba legumbres. Dan.1.17. A estos cuatro muchachos Dios les dio conocimiento e inteligencia en todas las letras y ciencias; y Daniel tuvo entendimiento en toda visión y sueños. Rom.14.1. Recibid al débil en la fe, pero no para contender sobre opiniones. Rom.14.2. Porque uno cree que se ha de comer de todo; otro, que es débil, come legumbres. Rom.14.3. El que come, no menosprecie al que no come, y el que no come, no juzgue al que come; porque Dios le ha recibido. Rom.14.4. ¿Tú quién eres, que juzgas al criado ajeno? Para su propio señor está en pie, o cae; pero estará firme, porque poderoso es el Señor para hacerle estar firme. Rom.14.5. Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente. Rom.14.6. El que hace caso del día, lo hace para el Señor; y el que no hace caso del día, para el Señor no lo hace. El que come, para el Señor come, porque da gracias a Dios; y el que no come, para el Señor no come, y da gracias a Dios. Rom.14.7. Porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí. Rom.14.8. Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos. Rom.14.9. Porque Cristo para esto murió y resucitó, y volvió a vivir, para ser Señor así de los muertos como de los que viven. Rom.14.10. Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo. Rom.14.11. Porque escrito está: Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se doblará toda rodilla, Y toda lengua confesará a Dios. Rom.14.12. De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí. Rom.14.13. Así que, ya no nos juzguemos más los unos a los otros, sino más bien decidid no poner tropiezo u ocasión de caer al hermano. Rom.14.14. Yo sé, y confío en el Señor Jesús, que nada es inmundo en sí mismo; mas para el que piensa que algo es inmundo, para él lo es. Rom.14.15. Pero si por causa de la comida tu hermano es contristado, ya no andas conforme al amor. No hagas que por la comida tuya se pierda aquel por quien Cristo murió. Rom.14.16. No sea, pues, vituperado vuestro bien; Rom.14.17. porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo.

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