martes, 12 de noviembre de 2013

IRRITAR

Núm.14.1. Entonces toda la congregación gritó, y dio voces; y el pueblo lloró aquella noche. Núm.14.2. Y se quejaron contra Moisés y contra Aarón todos los hijos de Israel; y les dijo toda la multitud: ¡Ojalá muriéramos en la tierra de Egipto; o en este desierto ojalá muriéramos! Núm.14.3. ¿Y por qué nos trae Jehová a esta tierra para caer a espada, y que nuestras mujeres y nuestros niños sean por presa? ¿No nos sería mejor volvernos a Egipto? Núm.14.4. Y decían el uno al otro: Designemos un capitán, y volvámonos a Egipto. Núm.14.5. Entonces Moisés y Aarón se postraron sobre sus rostros delante de toda la multitud de la congregación de los hijos de Israel. Núm.14.6. Y Josué hijo de Nun y Caleb hijo de Jefone, que eran de los que habían reconocido la tierra, rompieron sus vestidos, Núm.14.7. y hablaron a toda la congregación de los hijos de Israel, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra en gran manera buena. Núm.14.8. Si Jehová se agradare de nosotros, él nos llevará a esta tierra, y nos la entregará; tierra que fluye leche y miel. Núm.14.9. Por tanto, no seáis rebeldes contra Jehová, ni temáis al pueblo de esta tierra; porque nosotros los comeremos como pan; su amparo se ha apartado de ellos, y con nosotros está Jehová; no los temáis. Núm.14.10. Entonces toda la multitud habló de apedrearlos. Pero la gloria de Jehová se mostró en el tabernáculo de reunión a todos los hijos de Israel, Núm.14.11. y Jehová dijo a Moisés: ¿Hasta cuándo me ha de irritar este pueblo? ¿Hasta cuándo no me creerán, con todas las señales que he hecho en medio de ellos? 1Sa.1.6. Y su rival la irritaba, enojándola y entristeciéndola, porque Jehová no le había concedido tener hijos. 1Sa.1.7. Así hacía cada año; cuando subía a la casa de Jehová, la irritaba así; por lo cual Ana lloraba, y no comía. 1Sa.1.8. Y Elcana su marido le dijo: Ana, ¿por qué lloras? ¿por qué no comes? ¿y por qué está afligido tu corazón? ¿No te soy yo mejor que diez hijos? 1Sa.1.9. Y se levantó Ana después que hubo comido y bebido en Silo; y mientras el sacerdote Elí estaba sentado en una silla junto a un pilar del templo de Jehová, 1Sa.1.10. ella con amargura de alma oró a Jehová, y lloró abundantemente. 1Sa.1.11. E hizo voto, diciendo: Jehová de los ejércitos, si te dignares mirar a la aflicción de tu sierva, y te acordares de mí, y no te olvidares de tu sierva, sino que dieres a tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida, y no pasará navaja sobre su cabeza. 1Sa.1.12. Mientras ella oraba largamente delante de Jehová, Elí estaba observando la boca de ella. 1Sa.1.13. Pero Ana hablaba en su corazón, y solamente se movían sus labios, y su voz no se oía; y Elí la tuvo por ebria. 1Sa.1.14. Entonces le dijo Elí: ¿Hasta cuándo estarás ebria? Digiere tu vino. 1Sa.1.15. Y Ana le respondió diciendo: No, señor mío; yo soy una mujer atribulada de espíritu; no he bebido vino ni sidra, sino que he derramado mi alma delante de Jehová. 1Sa.1.16. No tengas a tu sierva por una mujer impía; porque por la magnitud de mis congojas y de mi aflicción he hablado hasta ahora. 1Sa.1.17. Elí respondió y dijo: Ve en paz, y el Dios de Israel te otorgue la petición que le has hecho. 1Sa.1.18. Y ella dijo: Halle tu sierva gracia delante de tus ojos. Y se fue la mujer por su camino, y comió, y no estuvo más triste. 1Sa.1.19. Y levantándose de mañana, adoraron delante de Jehová, y volvieron y fueron a su casa en Ramá. Y Elcana se llegó a Ana su mujer, y Jehová se acordó de ella. 1Sa.1.20. Aconteció que al cumplirse el tiempo, después de haber concebido Ana, dio a luz un hijo, y le puso por nombre Samuel, diciendo: Por cuanto lo pedí a Jehová. Sal.106.32. También le irritaron en las aguas de Meriba; Y le fue mal a Moisés por causa de ellos, Sal.106.33. Porque hicieron rebelar a su espíritu, Y habló precipitadamente con sus labios. Sal.106.34. No destruyeron a los pueblos Que Jehová les dijo; Sal.106.35. Antes se mezclaron con las naciones, Y aprendieron sus obras, Sal.106.36. Y sirvieron a sus ídolos, Los cuales fueron causa de su ruina. Sal.106.37. Sacrificaron sus hijos y sus hijas a los demonios, Sal.106.38. Y derramaron la sangre inocente, la sangre de sus hijos y de sus hijas, Que ofrecieron en sacrificio a los ídolos de Canaán, Y la tierra fue contaminada con sangre. Sal.106.39. Se contaminaron así con sus obras, Y se prostituyeron con sus hechos. Sal.106.40. Se encendió, por tanto, el furor de Jehová sobre su pueblo, Y abominó su heredad; Sal.106.41. Los entregó en poder de las naciones, Y se enseñorearon de ellos los que les aborrecían. Sal.106.42. Sus enemigos los oprimieron, Y fueron quebrantados debajo de su mano. Sal.106.43. Muchas veces los libró; Mas ellos se rebelaron contra su consejo, Y fueron humillados por su maldad. Sal.106.44. Con todo, él miraba cuando estaban en angustia, Y oía su clamor; Sal.106.45. Y se acordaba de su pacto con ellos, Y se arrepentía conforme a la muchedumbre de sus misericordias. Sal.106.46. Hizo asimismo que tuviesen de ellos misericordia todos los que los tenían cautivos. Sal.106.47. Sálvanos, Jehová Dios nuestro, Y recógenos de entre las naciones, Para que alabemos tu santo nombre, Para que nos gloriemos en tus alabanzas. Sal.106.48. Bendito Jehová Dios de Israel, Desde la eternidad y hasta la eternidad; Y diga todo el pueblo, Amén. Aleluya. Pro.19.3. La insensatez del hombre tuerce su camino, Y luego contra Jehová se irrita su corazón. 1Co.13.4. El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; 1Co.13.5. no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; 1Co.13.6. no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. 1Co.13.7. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. Gál.5.13. Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros. Gál.5.14. Porque toda la ley en esta sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Gál.5.15. Pero si os mordéis y os coméis unos a otros, mirad que también no os consumáis unos a otros. Gál.5.16. Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Gál.5.17. Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis. Gál.5.18. Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley. Gál.5.19. Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, Gál.5.20. idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, Gál.5.21. envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. Gál.5.22. Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, Gál.5.23. mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. Gál.5.24. Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. Gál.5.25. Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu. Gál.5.26. No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros.

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