viernes, 22 de noviembre de 2013

LABRAR

Gén.2.4. Estos son los orígenes de los cielos y de la tierra cuando fueron creados, el día que Jehová Dios hizo la tierra y los cielos, Gén.2.5. y toda planta del campo antes que fuese en la tierra, y toda hierba del campo antes que naciese; porque Jehová Dios aún no había hecho llover sobre la tierra, ni había hombre para que labrase la tierra, Gén.2.15. Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase. Gén.2.16. Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; Gén.2.17. mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás. Gén.3.9. Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? Gén.3.10. Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí. Gén.3.11. Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses? Gén.3.12. Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí. Gén.3.13. Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí. Gén.3.14. Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida. Gén.3.15. Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar. Gén.3.16. A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti [o, tu voluntad será sujeta a tu marido]. Gén.3.17. Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. Gén.3.18. Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo. Gén.3.19. Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás. Gén.3.20. Y llamó Adán el nombre de su mujer, Eva, por cuanto ella era madre de todos los vivientes. Gén.3.21. Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió. Gén.3.22. Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre. Gén.3.23. Y lo sacó Jehová del huerto del Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado. Gén.3.24. Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía por todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida. Gén.4.6. Entonces Jehová dijo a Caín: ¿Por qué te has ensañado, y por qué ha decaído tu semblante? Gén.4.7. Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él [o, a ti será sujeto]. Gén.4.8. Y dijo Caín a su hermano Abel: Salgamos al campo. Y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel, y lo mató. Gén.4.9. Y Jehová dijo a Caín: ¿Dónde está Abel tu hermano? Y él respondió: No sé. ¿Soy yo acaso guarda de mi hermano? Gén.4.10. Y él le dijo: ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra. Gén.4.11. Ahora, pues, maldito seas tú de la tierra, que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano. Gén.4.12. Cuando labres la tierra, no te volverá a dar su fuerza; errante y extranjero serás en la tierra. Deu.28.39. Plantarás viñas y labrarás, pero no beberás vino, ni recogerás uvas, porque el gusano se las comerá. Deu.28.40. Tendrás olivos en todo tu territorio, mas no te ungirás con el aceite, porque tu aceituna se caerá. Deu.28.41. Hijos e hijas engendrarás, y no serán para ti, porque irán en cautiverio. Deu.28.42. Toda tu arboleda y el fruto de tu tierra serán consumidos por la langosta. Deu.28.43. El extranjero que estará en medio de ti se elevará sobre ti muy alto, y tú descenderás muy abajo. Deu.28.44. Él te prestará a ti, y tú no le prestarás a él; él será por cabeza, y tú serás por cola. Deu.28.45. Y vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te perseguirán, y te alcanzarán hasta que perezcas; por cuanto no habrás atendido a la voz de Jehová tu Dios, para guardar sus mandamientos y sus estatutos, que él te mandó; Deu.28.46. y serán en ti por señal y por maravilla, y en tu descendencia para siempre. Pro.9.1. La sabiduría edificó su casa, Labró sus siete columnas. Pro.9.2. Mató sus víctimas, mezcló su vino, Y puso su mesa. Pro.9.3. Envió sus criadas; Sobre lo más alto de la ciudad clamó. Pro.9.4. Dice a cualquier simple: Ven acá. A los faltos de cordura dice: Pro.9.5. Venid, comed mi pan, Y bebed del vino que yo he mezclado. Pro.9.6. Dejad las simplezas, y vivid, Y andad por el camino de la inteligencia. Pro.12.11. El que labra su tierra se saciará de pan; Mas el que sigue a los vagabundos es falto de entendimiento. Jua.4.34. Jesús les dijo: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra. Jua.4.35. ¿No decís vosotros: Aún faltan cuatro meses para que llegue la siega? He aquí os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega. Jua.4.36. Y el que siega recibe salario, y recoge fruto para vida eterna, para que el que siembra goce juntamente con el que siega. Jua.4.37. Porque en esto es verdadero el dicho: Uno es el que siembra, y otro es el que siega. Jua.4.38. Yo os he enviado a segar lo que vosotros no labrasteis; otros labraron, y vosotros habéis entrado en sus labores.

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