lunes, 18 de noviembre de 2013

LA DEUDA

Neh.10.28. Y el resto del pueblo, los sacerdotes, levitas, porteros y cantores, los sirvientes del templo, y todos los que se habían apartado de los pueblos de las tierras a la ley de Dios, con sus mujeres, sus hijos e hijas, todo el que tenía comprensión y discernimiento, Neh.10.29. se reunieron con sus hermanos y sus principales, para protestar y jurar que andarían en la ley de Dios, que fue dada por Moisés siervo de Dios, y que guardarían y cumplirían todos los mandamientos, decretos y estatutos de Jehová nuestro Señor. Neh.10.30. Y que no daríamos nuestras hijas a los pueblos de la tierra, ni tomaríamos sus hijas para nuestros hijos. Neh.10.31. Asimismo, que si los pueblos de la tierra trajesen a vender mercaderías y comestibles en día de reposo, nada tomaríamos de ellos en ese día ni en otro día santificado; y que el año séptimo dejaríamos descansar la tierra, y remitiríamos toda deuda. Pro.22.26. No seas de aquellos que se comprometen, Ni de los que salen por fiadores de deudas. Pro.22.27. Si no tuvieres para pagar, ¿Por qué han de quitar tu cama de debajo de ti? Mat.6.9. Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Mat.6.10. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. Mat.6.11. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Mat.6.12. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Mat.6.13. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén. Mat.6.14. Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; Mat.6.15. mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas. Mat.18.23. Por lo cual el reino de los cielos es semejante a un rey que quiso hacer cuentas con sus siervos. Mat.18.24. Y comenzando a hacer cuentas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos. Mat.18.25. A éste, como no pudo pagar, ordenó su señor venderle, y a su mujer e hijos, y todo lo que tenía, para que se le pagase la deuda. Mat.18.26. Entonces aquel siervo, postrado, le suplicaba, diciendo: Señor, ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo. Mat.18.27. El señor de aquel siervo, movido a misericordia, le soltó y le perdonó la deuda. Mat.18.28. Pero saliendo aquel siervo, halló a uno de sus consiervos, que le debía cien denarios; y asiendo de él, le ahogaba, diciendo: Págame lo que me debes. Mat.18.29. Entonces su consiervo, postrándose a sus pies, le rogaba diciendo: Ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo. Mat.18.30. Mas él no quiso, sino fue y le echó en la cárcel, hasta que pagase la deuda. Mat.18.31. Viendo sus consiervos lo que pasaba, se entristecieron mucho, y fueron y refirieron a su señor todo lo que había pasado. Mat.18.32. Entonces, llamándole su señor, le dijo: Siervo malvado, toda aquella deuda te perdoné, porque me rogaste. Mat.18.33. ¿No debías tú también tener misericordia de tu consiervo, como yo tuve misericordia de ti? Mat.18.34. Entonces su señor, enojado, le entregó a los verdugos, hasta que pagase todo lo que le debía. Mat.18.35. Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas. Rom.4.1. ¿Qué, pues, diremos que halló Abraham, nuestro padre según la carne? Rom.4.2. Porque si Abraham fue justificado por las obras, tiene de qué gloriarse, pero no para con Dios. Rom.4.3. Porque ¿qué dice la Escritura? Creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia. Rom.4.4. Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia, sino como deuda; Rom.4.5. mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia.

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