miércoles, 13 de noviembre de 2013

INVITAR

2Re.4.8. Aconteció también que un día pasaba Eliseo por Sunem; y había allí una mujer importante, que le invitaba insistentemente a que comiese; y cuando él pasaba por allí, venía a la casa de ella a comer. 2Re.4.9. Y ella dijo a su marido: He aquí ahora, yo entiendo que éste que siempre pasa por nuestra casa, es varón santo de Dios. 2Re.4.10. Yo te ruego que hagamos un pequeño aposento de paredes, y pongamos allí cama, mesa, silla y candelero, para que cuando él viniere a nosotros, se quede en él. 2Re.4.11. Y aconteció que un día vino él por allí, y se quedó en aquel aposento, y allí durmió. 2Re.4.12. Entonces dijo a Giezi su criado: Llama a esta sunamita. Y cuando la llamó, vino ella delante de él. 2Re.4.13. Dijo él entonces a Giezi: Dile: He aquí tú has estado solícita por nosotros con todo este esmero; ¿qué quieres que haga por ti? ¿Necesitas que hable por ti al rey, o al general del ejército? Y ella respondió: Yo habito en medio de mi pueblo. 2Re.4.14. Y él dijo: ¿Qué, pues, haremos por ella? Y Giezi respondió: He aquí que ella no tiene hijo, y su marido es viejo. 2Re.4.15. Dijo entonces: Llámala. Y él la llamó, y ella se paró a la puerta. 2Re.4.16. Y él le dijo: El año que viene, por este tiempo, abrazarás un hijo. Y ella dijo: No, señor mío, varón de Dios, no hagas burla de tu sierva. 2Re.4.17. Mas la mujer concibió, y dio a luz un hijo el año siguiente, en el tiempo que Eliseo le había dicho. Jua.2.2. Y fueron también invitados a las bodas Jesús y sus discípulos. Jua.2.3. Y faltando el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino. Jua.2.4. Jesús le dijo: ¿Qué tienes conmigo, mujer? Aún no ha venido mi hora. Jua.2.5. Su madre dijo a los que servían: Haced todo lo que os dijere. Jua.2.6. Y estaban allí seis tinajas de piedra para agua, conforme al rito de la purificación de los judíos, en cada una de las cuales cabían dos o tres cántaros. Jua.2.7. Jesús les dijo: Llenad estas tinajas de agua. Y las llenaron hasta arriba. Jua.2.8. Entonces les dijo: Sacad ahora, y llevadlo al maestresala. Y se lo llevaron. Jua.2.9. Cuando el maestresala probó el agua hecha vino, sin saber él de dónde era, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo, Jua.2.10. y le dijo: Todo hombre sirve primero el buen vino, y cuando ya han bebido mucho, entonces el inferior; mas tú has reservado el buen vino hasta ahora. Jua.2.11. Este principio de señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria; y sus discípulos creyeron en él. 1Co.10.27. Si algún incrédulo os invita, y queréis ir, de todo lo que se os ponga delante comed, sin preguntar nada por motivos de conciencia. 1Co.10.28. Mas si alguien os dijere: Esto fue sacrificado a los ídolos; no lo comáis, por causa de aquel que lo declaró, y por motivos de conciencia; porque del Señor es la tierra y su plenitud. 1Co.10.29. La conciencia, digo, no la tuya, sino la del otro. Pues ¿por qué se ha de juzgar mi libertad por la conciencia de otro? 1Co.10.30. Y si yo con agradecimiento participo, ¿por qué he de ser censurado por aquello de que doy gracias? 1Co.10.31. Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios. 1Co.10.32. No seáis tropiezo ni a judíos, ni a gentiles, ni a la iglesia de Dios; 1Co.10.33. como también yo en todas las cosas agrado a todos, no procurando mi propio beneficio, sino el de muchos, para que sean salvos.

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