viernes, 23 de agosto de 2013

EL EVANGELIO: DE LA LIBRE O DE LA ESCLAVA

Gál.1.11. Mas os hago saber, hermanos, que el evangelio anunciado por mí, no es según hombre; Gál.1.12. pues yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo. Gál.1.15. Pero cuando agradó a Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre, y me llamó por su gracia, Gál.1.16. revelar a su Hijo en mí, para que yo le predicase entre los gentiles, no consulté en seguida con carne y sangre, Gál.2.19. Porque yo por la ley soy muerto para la ley, a fin de vivir para Dios. Gál.2.20. Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. Gál.2.21. No desecho la gracia de Dios; pues si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo. Gál.3.1. ¡Oh gálatas insensatos! ¿quién os fascinó para no obedecer a la verdad, a vosotros ante cuyos ojos Jesucristo fue ya presentado claramente entre vosotros como crucificado? Gál.3.2. Esto solo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por el oír con fe? Gál.3.3. ¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por la carne? Gál.3.4. ¿Tantas cosas habéis padecido en vano? si es que realmente fue en vano. Gál.3.5. Aquel, pues, que os suministra el Espíritu, y hace maravillas entre vosotros, ¿lo hace por las obras de la ley, o por el oír con fe? Gál.3.6. Así Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia. Gál.3.7. Sabed, por tanto, que los que son de fe, éstos son hijos de Abraham. Gál.3.8. Y la Escritura, previendo que Dios había de justificar por la fe a los gentiles, dio de antemano la buena nueva a Abraham, diciendo: En ti serán benditas todas las naciones. Gál.3.9. De modo que los de la fe son bendecidos con el creyente Abraham. Gál.3.10. Porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición, pues escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para hacerlas. Gál.3.11. Y que por la ley ninguno se justifica para con Dios, es evidente, porque: El justo por la fe vivirá; Gál.3.12. y la ley no es de fe, sino que dice: El que hiciere estas cosas vivirá por ellas. Gál.3.13. Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero), Gál.3.14. para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu. Gál.4.4. Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, Gál.4.5. para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos. Gál.4.6. Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre! Gál.4.7. Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo. Gál.4.21. Decidme, los que queréis estar bajo la ley: ¿no habéis oído la ley? Gál.4.22. Porque está escrito que Abraham tuvo dos hijos; uno de la esclava, el otro de la libre. Gál.4.23. Pero el de la esclava nació según la carne; mas el de la libre, por la promesa. Gál.4.24. Lo cual es una alegoría, pues estas mujeres son los dos pactos; el uno proviene del monte Sinaí, el cual da hijos para esclavitud; éste es Agar. Gál.4.25. Porque Agar es el monte Sinaí en Arabia, y corresponde a la Jerusalén actual, pues ésta, junto con sus hijos, está en esclavitud. Gál.4.26. Mas la Jerusalén de arriba, la cual es madre de todos nosotros, es libre. Gál.4.27. Porque está escrito: Regocíjate, oh estéril, tú que no das a luz; Prorrumpe en júbilo y clama, tú que no tienes dolores de parto; Porque más son los hijos de las desolada, que de la que tiene marido. Gál.4.28. Así que, hermanos, nosotros, como Isaac, somos hijos de la promesa. Gál.4.29. Pero como entonces el que había nacido según la carne perseguía al que había nacido según el Espíritu, así también ahora. Gál.4.30. Mas ¿qué dice la Escritura? Echa fuera a la esclava y a su hijo, porque no heredará el hijo de la esclava con el hijo de la libre. Gál.4.31. De manera, hermanos, que no somos hijos de la esclava, sino de la libre. Gál.5.1. Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud. Gál.5.2. He aquí, yo Pablo os digo que si os circuncidáis, de nada os aprovechará Cristo. Gál.5.3. Y otra vez testifico a todo hombre que se circuncida, que está obligado a guardar toda la ley. Gál.5.4. De Cristo os desligasteis, los que por la ley os justificáis; de la gracia habéis caído. Gál.5.5. Pues nosotros por el Espíritu aguardamos por fe la esperanza de la justicia; Gál.5.6. porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión, sino la fe que obra por el amor. Gál.5.13. Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros. Gál.5.14. Porque toda la ley en esta sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Gál.5.15. Pero si os mordéis y os coméis unos a otros, mirad que también no os consumáis unos a otros. Gál.5.16. Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Gál.5.17. Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis. Gál.5.18. Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley. Gál.5.19. Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, Gál.5.20. idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, Gál.5.21. envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. Gál.5.22. Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, Gál.5.23. mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. Gál.5.24. Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. Gál.5.25. Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu. Gál.6.9. No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. Gál.6.6. El que es enseñado en la palabra, haga partícipe de toda cosa buena al que lo instruye. Gál.6.7. No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Gál.6.8. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. Gál.6.9. No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. Gál.6.10. Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe. Gál.6.15. Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale nada, ni la incircuncisión, sino una nueva creación.

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