jueves, 29 de agosto de 2013

LA INCREDULIDAD

Mat.13.58. Y no hizo allí muchos milagros, a causa de la incredulidad de ellos. Mar.6.5. Y no pudo hacer allí ningún milagro, salvo que sanó a unos pocos enfermos, poniendo sobre ellos las manos. Mar.6.6. Y estaba asombrado de la incredulidad de ellos. Y recorría las aldeas de alrededor, enseñando. Mar.9.23. Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible. Mar.9.24. E inmediatamente el padre del muchacho clamó y dijo: Creo; ayuda mi incredulidad. Mar.9.25. Y cuando Jesús vio que la multitud se agolpaba, reprendió al espíritu inmundo, diciéndole: Espíritu mudo y sordo, yo te mando, sal de él, y no entres más en él. Mar.9.26. Entonces el espíritu, clamando y sacudiéndole con violencia, salió; y él quedó como muerto, de modo que muchos decían: Está muerto. Mar.9.27. Pero Jesús, tomándole de la mano, le enderezó; y se levantó. Mar.9.28. Cuando él entró en casa, sus discípulos le preguntaron aparte: ¿Por qué nosotros no pudimos echarle fuera? Mar.9.29. Y les dijo: Este género con nada puede salir, sino con oración y ayuno. Mar.16.11. Ellos, cuando oyeron que vivía, y que había sido visto por ella, no lo creyeron. Mar.16.12. Pero después apareció en otra forma a dos de ellos que iban de camino, yendo al campo. Mar.16.13. Ellos fueron y lo hicieron saber a los otros; y ni aun a ellos creyeron. Mar.16.14. Finalmente se apareció a los once mismos, estando ellos sentados a la mesa, y les reprochó su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que le habían visto resucitado. Mar.16.15. Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. Mar.16.16. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado. Mar.16.17. Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; Mar.16.18. tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán. Rom.4.16. Por tanto, es por fe, para que sea por gracia, a fin de que la promesa sea firme para toda su descendencia; no solamente para la que es de la ley, sino también para la que es de la fe de Abraham, el cual es padre de todos nosotros. Rom.4.17. (como está escrito: Te he puesto por padre de muchas gentes) delante de Dios, a quien creyó, el cual da vida a los muertos, y llama las cosas que no son, como si fuesen. Rom.4.18. Él creyó en esperanza contra esperanza, para llegar a ser padre de muchas gentes, conforme a lo que se le había dicho: Así será tu descendencia. Rom.4.19. Y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de casi cien años), o la esterilidad de la matriz de Sara. Rom.4.20. Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios, Rom.4.21. plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido; Rom.4.22. por lo cual también su fe le fue contada por justicia. Rom.4.23. Y no solamente con respecto a él se escribió que le fue contada, Rom.4.24. sino también con respecto a nosotros a quienes ha de ser contada, esto es, a los que creemos en el que levantó de los muertos a Jesús, Señor nuestro, Rom.11.19. Pues las ramas, dirás, fueron desgajadas para que yo fuese injertado. Rom.11.20. Bien; por su incredulidad fueron desgajadas, pero tú por la fe estás en pie. No te ensoberbezcas, sino teme. Rom.11.21. Porque si Dios no perdonó a las ramas naturales, a ti tampoco te perdonará. Rom.11.22. Mira, pues, la bondad y la severidad de Dios; la severidad ciertamente para con los que cayeron, pero la bondad para contigo, si permaneces en esa bondad; pues de otra manera tú también serás cortado. Rom.11.23. Y aun ellos, si no permanecieren en incredulidad, serán injertados, pues poderoso es Dios para volverlos a injertar. Rom.11.24. Porque si tú fuiste cortado del que por naturaleza es olivo silvestre, y contra naturaleza fuiste injertado en el buen olivo, ¿cuánto más éstos, que son las ramas naturales, serán injertados en su propio olivo? Heb.3.12. Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo; Heb.3.13. antes exhortaos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice: Hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado. Heb.3.14. Porque somos hechos participantes de Cristo, con tal que retengamos firme hasta el fin nuestra confianza del principio, Heb.3.15. entre tanto que se dice: Si oyereis hoy su voz, No endurezcáis vuestros corazones, como en la provocación. Heb.3.16. ¿Quiénes fueron los que, habiendo oído, le provocaron? ¿No fueron todos los que salieron de Egipto por mano de Moisés? Heb.3.17. ¿Y con quiénes estuvo él disgustado cuarenta años? ¿No fue con los que pecaron, cuyos cuerpos cayeron en el desierto? Heb.3.18. ¿Y a quiénes juró que no entrarían en su reposo, sino a aquellos que desobedecieron? Heb.3.19. Y vemos que no pudieron entrar a causa de incredulidad. Heb.4.1. Temamos, pues, no sea que permaneciendo aún la promesa de entrar en su reposo, alguno de vosotros parezca no haberlo alcanzado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario