sábado, 24 de agosto de 2013

LA RECOMPENSA

2Cr.15.7. Pero esforzaos vosotros, y no desfallezcan vuestras manos; pues hay recompensa para vuestra obra. Pro.24.14. Así será a tu alma el conocimiento de la sabiduría; Si la hallares tendrás recompensa, Y al fin tu esperanza no será cortada. Mat.6.1. Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos; de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos. Mat.10.40. El que a vosotros recibe, a mí me recibe; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió. Mat.10.41. El que recibe a un profeta por cuanto es profeta, recompensa de profeta recibirá; y el que recibe a un justo por cuanto es justo, recompensa de justo recibirá. Mat.10.42. Y cualquiera que dé a uno de estos pequeñitos un vaso de agua fría solamente, por cuanto es discípulo, de cierto os digo que no perderá su recompensa. 1Co.3.7. Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento. 1Co.3.8. Y el que planta y el que riega son una misma cosa; aunque cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor. 1Co.3.9. Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios. 1Co.3.10. Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica. 1Co.3.11. Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo. 1Co.3.12. Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, 1Co.3.13. la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará. 1Co.3.14. Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa. 1Co.9.16. Pues si anuncio el evangelio, no tengo por qué gloriarme; porque me es impuesta necesidad; y ¡ay de mí si no anunciare el evangelio! 1Co.9.17. Por lo cual, si lo hago de buena voluntad, recompensa tendré; pero si de mala voluntad, la comisión me ha sido encomendada. 1Co.9.18. ¿Cuál, pues, es mi galardón? Que predicando el evangelio, presente gratuitamente el evangelio de Cristo, para no abusar de mi derecho en el evangelio. Col.3.22. Siervos, obedeced en todo a vuestros amos terrenales, no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino con corazón sincero, temiendo a Dios. Col.3.23. Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; Col.3.24. sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís. Col.3.25. Mas el que hace injusticia, recibirá la injusticia que hiciere, porque no hay acepción de personas.

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