miércoles, 18 de diciembre de 2013

EL ODRE

Gén.21.14. Entonces Abraham se levantó muy de mañana, y tomó pan, y un odre de agua, y lo dio a Agar, poniéndolo sobre su hombro, y le entregó el muchacho, y la despidió. Y ella salió y anduvo errante por el desierto de Beerseba. Gén.21.15. Y le faltó el agua del odre, y echó al muchacho debajo de un arbusto, Gén.21.16. y se fue y se sentó enfrente, a distancia de un tiro de arco; porque decía: No veré cuando el muchacho muera. Y cuando ella se sentó enfrente, el muchacho alzó su voz y lloró. Gén.21.17. Y oyó Dios la voz del muchacho; y el ángel de Dios llamó a Agar desde el cielo, y le dijo: ¿Qué tienes, Agar? No temas; porque Dios ha oído la voz del muchacho en donde está. Gén.21.18. Levántate, alza al muchacho, y sostenlo con tu mano, porque yo haré de él una gran nación. Gén.21.19. Entonces Dios le abrió los ojos, y vio una fuente de agua; y fue y llenó el odre de agua, y dio de beber al muchacho. Gén.21.20. Y Dios estaba con el muchacho; y creció, y habitó en el desierto, y fue tirador de arco. Gén.21.21. Y habitó en el desierto de Parán; y su madre le tomó mujer de la tierra de Egipto. Sal.119.80. Sea mi corazón íntegro en tus estatutos, Para que no sea yo avergonzado. Sal.119.81. Desfallece mi alma por tu salvación, Mas espero en tu palabra. Sal.119.82. Desfallecieron mis ojos por tu palabra, Diciendo: ¿Cuándo me consolarás? Sal.119.83. Porque estoy como el odre al humo; Pero no he olvidado tus estatutos. Mat.9.16. Nadie pone remiendo de paño nuevo en vestido viejo; porque tal remiendo tira del vestido, y se hace peor la rotura. Mat.9.17. Ni echan vino nuevo en odres viejos; de otra manera los odres se rompen, y el vino se derrama, y los odres se pierden; pero echan el vino nuevo en odres nuevos, y lo uno y lo otro se conservan juntamente.

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