martes, 17 de diciembre de 2013

LA HOJARASCA

Job.40.7. Cíñete ahora como varón tus lomos; Yo te preguntaré, y tú me responderás. Job.40.8. ¿Invalidarás tú también mi juicio? ¿Me condenarás a mí, para justificarte tú? Job.40.9. ¿Tienes tú un brazo como el de Dios? ¿Y truenas con voz como la suya? Job.40.10. Adórnate ahora de majestad y de alteza, Y vístete de honra y de hermosura. Job.40.11. Derrama el ardor de tu ira; Mira a todo altivo, y abátelo. Job.40.12. Mira a todo soberbio, y humíllalo, Y quebranta a los impíos en su sitio. Job.40.13. Encúbrelos a todos en el polvo, Encierra sus rostros en la oscuridad; Job.40.14. Y yo también te confesaré Que podrá salvarte tu diestra. Job.40.15. He aquí ahora behemot, el cual hice como a ti; Hierba come como buey. Job.40.16. He aquí ahora que su fuerza está en sus lomos, Y su vigor en los músculos de su vientre. Job.40.17. Su cola mueve como un cedro, Y los nervios de sus muslos están entretejidos. Job.40.18. Sus huesos son fuertes como bronce, Y sus miembros como barras de hierro. Job.40.19. Él es el principio de los caminos de Dios; El que lo hizo, puede hacer que su espada a él se acerque. Job.40.20. Ciertamente los montes producen hierba para él; Y toda bestia del campo retoza allá. Job.40.21. Se echará debajo de las sombras, En lo oculto de las cañas y de los lugares húmedos. Job.40.22. Los árboles sombríos lo cubren con su sombra; Los sauces del arroyo lo rodean. Job.40.23. He aquí, sale de madre el río, pero él no se inmuta; Tranquilo está, aunque todo un Jordán se estrelle contra su boca. Job.40.24. ¿Lo tomará alguno cuando está vigilante, Y horadará su nariz? Job.41.1. ¿Sacarás tú al leviatán con anzuelo, O con cuerda que le eches en su lengua? Job.41.2. ¿Pondrás tú soga en sus narices, Y horadarás con garfio su quijada? Job.41.3. ¿Multiplicará él ruegos para contigo? ¿Te hablará él lisonjas? Job.41.4. ¿Hará pacto contigo Para que lo tomes por siervo perpetuo? Job.41.5. ¿Jugarás con él como con pájaro, O lo atarás para tus niñas? Job.41.6. ¿Harán de él banquete los compañeros? ¿Lo repartirán entre los mercaderes? Job.41.7. ¿Cortarás tú con cuchillo su piel, O con arpón de pescadores su cabeza? Job.41.8. Pon tu mano sobre él; Te acordarás de la batalla, y nunca más volverás. Job.41.9. He aquí que la esperanza acerca de él será burlada, Porque aun a su sola vista se desmayarán. Job.41.10. Nadie hay tan osado que lo despierte; ¿Quién, pues, podrá estar delante de mí? Job.41.11. ¿Quién me ha dado a mí primero, para que yo restituya? Todo lo que hay debajo del cielo es mío. Job.41.12. No guardaré silencio sobre sus miembros, Ni sobre sus fuerzas y la gracia de su disposición. Job.41.13. ¿Quién descubrirá la delantera de su vestidura? ¿Quién se acercará a él con su freno doble? Job.41.14. ¿Quién abrirá las puertas de su rostro? Las hileras de sus dientes espantan. Job.41.15. La gloria de su vestido son escudos fuertes, Cerrados entre sí estrechamente. Job.41.16. Él uno se junta con el otro, Que viento no entra entre ellos. Job.41.17. Pegado está el uno con el otro; Están trabados entre sí, que no se pueden apartar. Job.41.18. Con sus estornudos enciende lumbre, Y sus ojos son como los párpados del alba. Job.41.19. De su boca salen hachones de fuego; Centellas de fuego proceden. Job.41.20. De sus narices sale humo, Como de una olla o caldero que hierve. Job.41.21. Su aliento enciende los carbones, Y de su boca sale llama. Job.41.22. En su cerviz está la fuerza, Y delante de él se esparce el desaliento. Job.41.23. Las partes más flojas de su carne están endurecidas; Están en él firmes, y no se mueven. Job.41.24. Su corazón es firme como una piedra, Y fuerte como la muela de abajo. Job.41.25. De su grandeza tienen temor los fuertes, Y a causa de su desfallecimiento hacen por purificarse. Job.41.26. Cuando alguno lo alcanzare, Ni espada, ni lanza, ni dardo, ni coselete durará. Job.41.27. Estima como paja el hierro, Y el bronce como leño podrido. Job.41.28. Saeta no le hace huir; Las piedras de honda le son como paja. Job.41.29. Tiene toda arma por hojarasca, Y del blandir de la jabalina se burla. Sal.83.1Oh Dios, no guardes silencio; No calles, oh Dios, ni te estés quieto. Sal.83.2. Porque he aquí que rugen tus enemigos, Y los que te aborrecen alzan cabeza. Sal.83.3. Contra tu pueblo han consultado astuta y secretamente, Y han entrado en consejo contra tus protegidos. Sal.83.4. Han dicho: Venid, y destruyámoslos para que no sean nación, Y no haya más memoria del nombre de Israel. Sal.83.5. Porque se confabulan de corazón a una, Contra ti han hecho alianza Sal.83.6. Las tiendas de los edomitas y de los ismaelitas, Moab y los agarenos; Sal.83.7. Gebal, Amón y Amalec, Los filisteos y los habitantes de Tiro. Sal.83.8. También el asirio se ha juntado con ellos; Sirven de brazo a los hijos de Lot. Selah Sal.83.9. Hazles como a Madián, Como a Sísara, como a Jabín en el arroyo de Cisón; Sal.83.10. Que perecieron en Endor, Fueron hechos como estiércol para la tierra. Sal.83.11. Pon a sus capitanes como a Oreb y a Zeeb; Como a Zeba y a Zalmuna a todos sus príncipes, Sal.83.12. Que han dicho: Heredemos para nosotros Las moradas de Dios. Sal.83.13. Dios mío, ponlos como torbellinos, Como hojarascas delante del viento, Sal.83.14. Como fuego que quema el monte, Como llama que abrasa el bosque. Isa.33.10. Ahora me levantaré, dice Jehová; ahora seré exaltado, ahora seré engrandecido. Isa.33.11. Concebisteis hojarascas, rastrojo daréis a luz; el soplo de vuestro fuego os consumirá. Isa.33.12. Y los pueblos serán como cal quemada; como espinos cortados serán quemados con fuego. Isa.33.13. Oíd, los que estáis lejos, lo que he hecho; y vosotros los que estáis cerca, conoced mi poder. Isa.33.14. Los pecadores se asombraron en Sion, espanto sobrecogió a los hipócritas. ¿Quién de nosotros morará con el fuego consumidor? ¿Quién de nosotros habitará con las llamas eternas? Isa.33.15. El que camina en justicia y habla lo recto; el que aborrece la ganancia de violencias, el que sacude sus manos para no recibir cohecho, el que tapa sus oídos para no oír propuestas sanguinarias; el que cierra sus ojos para no ver cosa mala; Isa.33.16. éste habitará en las alturas; fortaleza de rocas será su lugar de refugio; se le dará su pan, y sus aguas serán seguras. Isa.33.17. Tus ojos verán al Rey en su hermosura; verán la tierra que está lejos. 1Co.3.11. Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo. 1Co.3.12. Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, 1Co.3.13. la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará. 1Co.3.14. Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa. 1Co.3.15. Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego. 1Co.3.16. ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? 1Co.3.17. Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es. 1Co.3.18. Nadie se engañe a sí mismo; si alguno entre vosotros se cree sabio en este siglo, hágase ignorante, para que llegue a ser sabio. 1Co.3.19. Porque la sabiduría de este mundo es insensatez para con Dios; pues escrito está: Él prende a los sabios en la astucia de ellos. 1Co.3.20. Y otra vez: El Señor conoce los pensamientos de los sabios, que son vanos. 1Co.3.21. Así que, ninguno se gloríe en los hombres; porque todo es vuestro: 1Co.3.22. sea Pablo, sea Apolos, sea Cefas, sea el mundo, sea la vida, sea la muerte, sea lo presente, sea lo por venir, todo es vuestro, 1Co.3.23. y vosotros de Cristo, y Cristo de Dios.

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