domingo, 22 de diciembre de 2013

EL PESO

Job.28.25. Al dar peso al viento, Y poner las aguas por medida; Job.28.26. Cuando él dio ley a la lluvia, Y camino al relámpago de los truenos, Job.28.27. Entonces la veía él, y la manifestaba; La preparó y la descubrió también. Job.28.28. Y dijo al hombre: He aquí que el temor del Señor es la sabiduría, Y el apartarse del mal, la inteligencia. Pro.11.1. El peso falso es abominación a Jehová; Mas la pesa cabal le agrada. Pro.16.11. Peso y balanzas justas son de Jehová; Obra suya son todas las pesas de la bolsa. Pro.16.12. Abominación es a los reyes hacer impiedad, Porque con justicia será afirmado el trono. Pro.16.13. Los labios justos son el contentamiento de los reyes, Y éstos aman al que habla lo recto. Heb.12.1. Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, Heb.12.2. puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. Heb.12.3. Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar. Heb.12.4. Porque aún no habéis resistido hasta la sangre, combatiendo contra el pecado; Heb.12.5. y habéis ya olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige, diciendo: Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor, Ni desmayes cuando eres reprendido por él; Heb.12.6. Porque el Señor al que ama, disciplina, Y azota a todo el que recibe por hijo. Heb.12.7. Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina? Heb.12.8. Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos. Heb.12.9. Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos? Heb.12.10. Y aquéllos, ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero éste para lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad. Heb.12.11. Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados. Heb.12.12. Por lo cual, levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas; Heb.12.13. y haced sendas derechas para vuestros pies, para que lo cojo no se salga del camino, sino que sea sanado. Heb.12.14. Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.

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