sábado, 14 de diciembre de 2013

MILITAR

2Co.10.1. Yo Pablo os ruego por la mansedumbre y ternura de Cristo, yo que estando presente ciertamente soy humilde entre vosotros, mas ausente soy osado para con vosotros; 2Co.10.2. ruego, pues, que cuando esté presente, no tenga que usar de aquella osadía con que estoy dispuesto a proceder resueltamente contra algunos que nos tienen como si anduviésemos según la carne. 2Co.10.3. Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; 2Co.10.4. porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, 2Co.10.5. derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo, 2Co.10.6. y estando prontos para castigar toda desobediencia, cuando vuestra obediencia sea perfecta. 1Ti.1.8. Pero sabemos que la ley es buena, si uno la usa legítimamente; 1Ti.1.9. conociendo esto, que la ley no fue dada para el justo, sino para los transgresores y desobedientes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos, para los parricidas y matricidas, para los homicidas, 1Ti.1.10. para los fornicarios, para los sodomitas, para los secuestradores, para los mentirosos y perjuros, y para cuanto se oponga a la sana doctrina, 1Ti.1.11. según el glorioso evangelio del Dios bendito, que a mí me ha sido encomendado. 1Ti.1.12. Doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús nuestro Señor, porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio, 1Ti.1.13. habiendo yo sido antes blasfemo, perseguidor e injuriador; mas fui recibido a misericordia porque lo hice por ignorancia, en incredulidad. 1Ti.1.14. Pero la gracia de nuestro Señor fue más abundante con la fe y el amor que es en Cristo Jesús. 1Ti.1.15. Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero. 1Ti.1.16. Pero por esto fui recibido a misericordia, para que Jesucristo mostrase en mí el primero toda su clemencia, para ejemplo de los que habrían de creer en él para vida eterna. 1Ti.1.17. Por tanto, al Rey de los siglos, inmortal, invisible, al único y sabio Dios, sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén. 1Ti.1.18. Este mandamiento, hijo Timoteo, te encargo, para que conforme a las profecías que se hicieron antes en cuanto a ti, milites por ellas la buena milicia, 1Ti.1.19. manteniendo la fe y buena conciencia, desechando la cual naufragaron en cuanto a la fe algunos, 1Ti.1.20. de los cuales son Himeneo y Alejandro, a quienes entregué a Satanás para que aprendan a no blasfemar. 2Ti.2.1. Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús. 2Ti.2.2. Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros. 2Ti.2.3. Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo. 2Ti.2.4. Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado. 2Ti.2.5. Y también el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente. 2Ti.2.6. El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero. 2Ti.2.7. Considera lo que digo, y el Señor te dé entendimiento en todo. 2Ti.2.8. Acuérdate de Jesucristo, del linaje de David, resucitado de los muertos conforme a mi evangelio, 2Ti.2.9. en el cual sufro penalidades, hasta prisiones a modo de malhechor; mas la palabra de Dios no está presa. 2Ti.2.10. Por tanto, todo lo soporto por amor de los escogidos, para que ellos también obtengan la salvación que es en Cristo Jesús con gloria eterna. 2Ti.2.11. Palabra fiel es esta: Si somos muertos con él, también viviremos con él; 2Ti.2.12. Si sufrimos, también reinaremos con él; Si le negáremos, él también nos negará. 2Ti.2.13. Si fuéremos infieles, él permanece fiel; El no puede negarse a sí mismo. 2Ti.2.14. Recuérdales esto, exhortándoles delante del Señor a que no contiendan sobre palabras, lo cual para nada aprovecha, sino que es para perdición de los oyentes. 2Ti.2.15. Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad. 2Ti.2.16. Mas evita profanas y vanas palabrerías, porque conducirán más y más a la impiedad. 2Ti.2.17. Y su palabra carcomerá como gangrena; de los cuales son Himeneo y Fileto, 2Ti.2.18. que se desviaron de la verdad, diciendo que la resurrección ya se efectuó, y trastornan la fe de algunos. 2Ti.2.19. Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo. 2Ti.2.20. Pero en una casa grande, no solamente hay utensilios de oro y de plata, sino también de madera y de barro; y unos son para usos honrosos, y otros para usos viles. 2Ti.2.21. Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil al Señor, y dispuesto para toda buena obra. 2Ti.2.22. Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor. 2Ti.2.23. Pero desecha las cuestiones necias e insensatas, sabiendo que engendran contiendas. 2Ti.2.24. Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido; 2Ti.2.25. que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad, 2Ti.2.26. y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él.

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