jueves, 5 de diciembre de 2013

ESTAR SIEMPRE GOZOSO

Mat.13.44. Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla, y lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo. Mat.13.45. También el reino de los cielos es semejante a un mercader que busca buenas perlas, Mat.13.46. que habiendo hallado una perla preciosa, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró. Mat.13.47. Asimismo el reino de los cielos es semejante a una red, que echada en el mar, recoge de toda clase de peces; Mat.13.48. y una vez llena, la sacan a la orilla; y sentados, recogen lo bueno en cestas, y lo malo echan fuera. Mat.13.49. Así será al fin del siglo: saldrán los ángeles, y apartarán a los malos de entre los justos, Mat.13.50. y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes. Mat.13.51. Jesús les dijo: ¿Habéis entendido todas estas cosas? Ellos respondieron: Sí, Señor. Mat.13.52. Él les dijo: Por eso todo escriba docto en el reino de los cielos es semejante a un padre de familia, que saca de su tesoro cosas nuevas y cosas viejas. Hec.5.34. Entonces levantándose en el concilio un fariseo llamado Gamaliel, doctor de la ley, venerado de todo el pueblo, mandó que sacasen fuera por un momento a los apóstoles, Hec.5.35. y luego dijo: Varones israelitas, mirad por vosotros lo que vais a hacer respecto a estos hombres. Hec.5.36. Porque antes de estos días se levantó Teudas, diciendo que era alguien. A éste se unió un número como de cuatrocientos hombres; pero él fue muerto, y todos los que le obedecían fueron dispersados y reducidos a nada. Hec.5.37. Después de éste, se levantó Judas el galileo, en los días del censo, y llevó en pos de sí a mucho pueblo. Pereció también él, y todos los que le obedecían fueron dispersados. Hec.5.38. Y ahora os digo: Apartaos de estos hombres, y dejadlos; porque si este consejo o esta obra es de los hombres, se desvanecerá; Hec.5.39. mas si es de Dios, no la podréis destruir; no seáis tal vez hallados luchando contra Dios. Hec.5.40. Y convinieron con él; y llamando a los apóstoles, después de azotarlos, les intimaron que no hablasen en el nombre de Jesús, y los pusieron en libertad. Hec.5.41. Y ellos salieron de la presencia del concilio, gozosos de haber sido tenidos por dignos de padecer afrenta por causa del Nombre. Hec.5.42. Y todos los días, en el templo y por las casas, no cesaban de enseñar y predicar a Jesucristo. Hec.8.26. Un ángel del Señor habló a Felipe, diciendo: Levántate y ve hacia el sur, por el camino que desciende de Jerusalén a Gaza, el cual es desierto. Hec.8.27. Entonces él se levantó y fue. Y sucedió que un etíope, eunuco, funcionario de Candace reina de los etíopes, el cual estaba sobre todos sus tesoros, y había venido a Jerusalén para adorar, Hec.8.28. volvía sentado en su carro, y leyendo al profeta Isaías. Hec.8.29. Y el Espíritu dijo a Felipe: Acércate y júntate a ese carro. Hec.8.30. Acudiendo Felipe, le oyó que leía al profeta Isaías, y dijo: Pero ¿entiendes lo que lees? Hec.8.31. Él dijo: ¿Y cómo podré, si alguno no me enseñare? Y rogó a Felipe que subiese y se sentara con él. Hec.8.32. El pasaje de la Escritura que leía era este: Como oveja a la muerte fue llevado; Y como cordero mudo delante del que lo trasquila, Así no abrió su boca. Hec.8.33. En su humillación no se le hizo justicia; Mas su generación, ¿quién la contará? Porque fue quitada de la tierra su vida. Hec.8.34. Respondiendo el eunuco, dijo a Felipe: Te ruego que me digas: ¿de quién dice el profeta esto; de sí mismo, o de algún otro? Hec.8.35. Entonces Felipe, abriendo su boca, y comenzando desde esta escritura, le anunció el evangelio de Jesús. Hec.8.36. Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado? Hec.8.37. Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios. Hec.8.38. Y mandó parar el carro; y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y le bautizó. Hec.8.39. Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe; y el eunuco no le vio más, y siguió gozoso su camino. Rom.12.10. Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros. Rom.12.11. En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor; Rom.12.12. gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración; Rom.12.13. compartiendo para las necesidades de los santos; practicando la hospitalidad. Rom.12.14. Bendecid a los que os persiguen; bendecid, y no maldigáis. Rom.12.15. Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran. Rom.12.16. Unánimes entre vosotros; no altivos, sino asociándoos con los humildes. No seáis sabios en vuestra propia opinión. Rom.12.17. No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres. Rom.12.18. Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres. Rom.12.19. No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor. Rom.12.20. Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza. Rom.12.21. No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal. 2Co.6.2. Porque dice: En tiempo aceptable te he oído, Y en día de salvación te he socorrido. He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación. 2Co.6.3. No damos a nadie ninguna ocasión de tropiezo, para que nuestro ministerio no sea vituperado; 2Co.6.4. antes bien, nos recomendamos en todo como ministros de Dios, en mucha paciencia, en tribulaciones, en necesidades, en angustias; 2Co.6.5. en azotes, en cárceles, en tumultos, en trabajos, en desvelos, en ayunos; 2Co.6.6. en pureza, en ciencia, en longanimidad, en bondad, en el Espíritu Santo, en amor sincero, 2Co.6.7. en palabra de verdad, en poder de Dios, con armas de justicia a diestra y a siniestra; 2Co.6.8. por honra y por deshonra, por mala fama y por buena fama; como engañadores, pero veraces; 2Co.6.9. como desconocidos, pero bien conocidos; como moribundos, mas he aquí vivimos; como castigados, mas no muertos; 2Co.6.10. como entristecidos, mas siempre gozosos; como pobres, mas enriqueciendo a muchos; como no teniendo nada, mas poseyéndolo todo. 1Te.5.16. Estad siempre gozosos. 1Te.5.17. Orad sin cesar. 1Te.5.18. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús. 1Te.5.19. No apaguéis al Espíritu. 1Te.5.20. No menospreciéis las profecías. 1Te.5.21. Examinadlo todo; retened lo bueno. 1Te.5.22. Absteneos de toda especie de mal. 1Te.5.23. Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. 1Te.5.24. Fiel es el que os llama, el cual también lo hará.

No hay comentarios:

Publicar un comentario