lunes, 16 de diciembre de 2013

LA PALABRERIA

Mat.6.7. Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. Mat.6.8. No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis. Mat.6.9. Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Mat.6.10. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. Mat.6.11. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Mat.6.12. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Mat.6.13. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén. Mat.6.14. Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; Mat.6.15. mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas. 1Ti.1.1. Pablo, apóstol de Jesucristo por mandato de Dios nuestro Salvador, y del Señor Jesucristo nuestra esperanza, 1Ti.1.2. a Timoteo, verdadero hijo en la fe: Gracia, misericordia y paz, de Dios nuestro Padre y de Cristo Jesús nuestro Señor. 1Ti.1.3. Como te rogué que te quedases en Efeso, cuando fui a Macedonia, para que mandases a algunos que no enseñen diferente doctrina, 1Ti.1.4. ni presten atención a fábulas y genealogías interminables, que acarrean disputas más bien que edificación de Dios que es por fe, así te encargo ahora. 1Ti.1.5. Pues el propósito de este mandamiento es el amor nacido de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida, 1Ti.1.6. de las cuales cosas desviándose algunos, se apartaron a vana palabrería, 1Ti.1.7. queriendo ser doctores de la ley, sin entender ni lo que hablan ni lo que afirman. 1Ti.1.8. Pero sabemos que la ley es buena, si uno la usa legítimamente; 1Ti.1.9. conociendo esto, que la ley no fue dada para el justo, sino para los transgresores y desobedientes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos, para los parricidas y matricidas, para los homicidas, 1Ti.1.10. para los fornicarios, para los sodomitas, para los secuestradores, para los mentirosos y perjuros, y para cuanto se oponga a la sana doctrina, 1Ti.1.11. según el glorioso evangelio del Dios bendito, que a mí me ha sido encomendado. 2Ti.2.16. Mas evita profanas y vanas palabrerías, porque conducirán más y más a la impiedad. 2Ti.2.17. Y su palabra carcomerá como gangrena; de los cuales son Himeneo y Fileto, 2Ti.2.18. que se desviaron de la verdad, diciendo que la resurrección ya se efectuó, y trastornan la fe de algunos. 2Ti.2.19. Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo. 2Ti.2.20. Pero en una casa grande, no solamente hay utensilios de oro y de plata, sino también de madera y de barro; y unos son para usos honrosos, y otros para usos viles. 2Ti.2.21. Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil al Señor, y dispuesto para toda buena obra. 2Ti.2.22. Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor. 2Ti.2.23. Pero desecha las cuestiones necias e insensatas, sabiendo que engendran contiendas. 2Ti.2.24. Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido; 2Ti.2.25. que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad, 2Ti.2.26. y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él.

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