martes, 3 de septiembre de 2013

CUAL ES NUESTRO PENSAMIENTO

Deu.15.6. Ya que Jehová tu Dios te habrá bendecido, como te ha dicho, prestarás entonces a muchas naciones, mas tú no tomarás prestado; tendrás dominio sobre muchas naciones, pero sobre ti no tendrán dominio. Deu.15.7. Cuando haya en medio de ti menesteroso de alguno de tus hermanos en alguna de tus ciudades, en la tierra que Jehová tu Dios te da, no endurecerás tu corazón, ni cerrarás tu mano contra tu hermano pobre, Deu.15.8. sino abrirás a él tu mano liberalmente, y en efecto le prestarás lo que necesite. Deu.15.9. Guárdate de tener en tu corazón pensamiento perverso, diciendo: Cerca está el año séptimo, el de la remisión, y mires con malos ojos a tu hermano menesteroso para no darle; porque él podrá clamar contra ti a Jehová, y se te contará por pecado. Deu.15.10. Sin falta le darás, y no serás de mezquino corazón cuando le des; porque por ello te bendecirá Jehová tu Dios en todos tus hechos, y en todo lo que emprendas. Deu.15.11. Porque no faltarán menesterosos en medio de la tierra; por eso yo te mando, diciendo: Abrirás tu mano a tu hermano, al pobre y al menesteroso en tu tierra. 1Re.18.21. Y acercándose Elías a todo el pueblo, dijo: ¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él. Y el pueblo no respondió palabra. Sal.10.3. Porque el malo se jacta del deseo de su alma, Bendice al codicioso, y desprecia a Jehová. Sal.10.4. El malo, por la altivez de su rostro, no busca a Dios; No hay Dios en ninguno de sus pensamientos. Sal.10.5. Sus caminos son torcidos en todo tiempo; Tus juicios los tiene muy lejos de su vista; A todos sus adversarios desprecia. Sal.10.6. Dice en su corazón: No seré movido jamás; Nunca me alcanzará el infortunio. Sal.10.7. Llena está su boca de maldición, y de engaños y fraude; Debajo de su lengua hay vejación y maldad. Sal.139.1. Oh Jehová, tú me has examinado y conocido. Sal.139.2. Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; Has entendido desde lejos mis pensamientos. Sal.139.3. Has escudriñado mi andar y mi reposo, Y todos mis caminos te son conocidos. Sal.139.4. Pues aún no está la palabra en mi lengua, Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda. Sal.139.5. Detrás y delante me rodeaste, Y sobre mí pusiste tu mano. Sal.139.6. Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; Alto es, no lo puedo comprender. Sal.139.7. ¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Sal.139.8. Si subiere a los cielos, allí estás tú; Y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás. Sal.139.13. Porque tú formaste mis entrañas; Tú me hiciste en el vientre de mi madre. Sal.139.15. No fue encubierto de ti mi cuerpo, Bien que en oculto fui formado, Y entretejido en lo más profundo de la tierra. Sal.139.16. Mi embrión vieron tus ojos, Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas Que fueron luego formadas, Sin faltar una de ellas. Sal.139.23. Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos; Sal.139.24. Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno. Pro.16.3. Encomienda a Jehová tus obras, Y tus pensamientos serán afirmados. Pro.19.21. Muchos pensamientos hay en el corazón del hombre; Mas el consejo de Jehová permanecerá. Pro.23.6. No comas pan con el avaro, Ni codicies sus manjares; Pro.23.7. Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él. Come y bebe, te dirá; Mas su corazón no está contigo. Pro.23.8. Vomitarás la parte que comiste, Y perderás tus suaves palabras. Jer.29.11. Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. Jer.29.12. Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré; Jer.29.13. y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón. Mat.15.16. Jesús dijo: ¿También vosotros sois aún sin entendimiento? Mat.15.17. ¿No entendéis que todo lo que entra en la boca va al vientre, y es echado en la letrina? Mat.15.18. Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre. Mat.15.19. Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias. Mat.15.20. Estas cosas son las que contaminan al hombre; pero el comer con las manos sin lavar no contamina al hombre. Luc.2.34. Y los bendijo Simeón, y dijo a su madre María: He aquí, éste está puesto para caída y para levantamiento de muchos en Israel, y para señal que será contradicha Luc.2.35. (y una espada traspasará tu misma alma), para que sean revelados los pensamientos de muchos corazones. 1Co.3.16. ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? 1Co.3.17. Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es. 1Co.3.18. Nadie se engañe a sí mismo; si alguno entre vosotros se cree sabio en este siglo, hágase ignorante, para que llegue a ser sabio. 1Co.3.19. Porque la sabiduría de este mundo es insensatez para con Dios; pues escrito está: Él prende a los sabios en la astucia de ellos. 1Co.3.20. Y otra vez: El Señor conoce los pensamientos de los sabios, que son vanos. 1Co.4.1. Así, pues, téngannos los hombres por servidores de Cristo, y administradores de los misterios de Dios. 1Co.4.2. Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel. Heb.4.9. Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios. Heb.4.10. Porque el que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas. Heb.4.11. Procuremos, pues, entrar en aquel reposo, para que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia. Heb.4.12. Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. Heb.4.13. Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta. 1Pe.4.1. Puesto que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros también armaos del mismo pensamiento; pues quien ha padecido en la carne, terminó con el pecado, 1Pe.4.2. para no vivir el tiempo que resta en la carne, conforme a las concupiscencias de los hombres, sino conforme a la voluntad de Dios. 1Pe.4.3. Baste ya el tiempo pasado para haber hecho lo que agrada a los gentiles, andando en lascivias, concupiscencias, embriagueces, orgías, disipación y abominables idolatrías. 1Pe.4.4. A éstos les parece cosa extraña que vosotros no corráis con ellos en el mismo desenfreno de disolución, y os ultrajan; 1Pe.4.5. pero ellos darán cuenta al que está preparado para juzgar a los vivos y a los muertos. 1Pe.4.6. Porque por esto también ha sido predicado el evangelio a los muertos, para que sean juzgados en carne según los hombres, pero vivan en espíritu según Dios. 1Pe.4.7. Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración. 1Pe.4.8. Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados. 1Pe.4.9. Hospedaos los unos a los otros sin murmuraciones. 1Pe.4.10. Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. 1Pe.4.11. Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario