miércoles, 11 de septiembre de 2013

EL LLAMAMIENTO

Rom.11.29. Porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios. Rom.11.30. Pues como vosotros también en otro tiempo erais desobedientes a Dios, pero ahora habéis alcanzado misericordia por la desobediencia de ellos, Rom.11.31. así también éstos ahora han sido desobedientes, para que por la misericordia concedida a vosotros, ellos también alcancen misericordia. Rom.11.32. Porque Dios sujetó a todos en desobediencia, para tener misericordia de todos. Fil.3.12. No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Fil.3.13. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, Fil.3.14. prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. Fil.3.15. Así que, todos los que somos perfectos, esto mismo sintamos; y si otra cosa sentís, esto también os lo revelará Dios. Fil.3.16. Pero en aquello a que hemos llegado, sigamos una misma regla, sintamos una misma cosa. Fil.3.17. Hermanos, sed imitadores de mí, y mirad a los que así se conducen según el ejemplo que tenéis en nosotros. Fil.3.18. Porque por ahí andan muchos, de los cuales os dije muchas veces, y aun ahora lo digo llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo; Fil.3.19. el fin de los cuales será perdición, cuyo dios es el vientre, y cuya gloria es su vergüenza; que sólo piensan en lo terrenal. Fil.3.20. Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; Fil.3.21. el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas. Fil.4.1. Así que, hermanos míos amados y deseados, gozo y corona mía, estad así firmes en el Señor, amados. 2Te.1.5. Esto es demostración del justo juicio de Dios, para que seáis tenidos por dignos del reino de Dios, por el cual asimismo padecéis. 2Te.1.6. Porque es justo delante de Dios pagar con tribulación a los que os atribulan, 2Te.1.7. y a vosotros que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder, 2Te.1.8. en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo; 2Te.1.9. los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder, 2Te.1.10. cuando venga en aquel día para ser glorificado en sus santos y ser admirado en todos los que creyeron (por cuanto nuestro testimonio ha sido creído entre vosotros). 2Te.1.11. Por lo cual asimismo oramos siempre por vosotros, para que nuestro Dios os tenga por dignos de su llamamiento, y cumpla todo propósito de bondad y toda obra de fe con su poder, 2Te.1.12. para que el nombre de nuestro Señor Jesucristo sea glorificado en vosotros, y vosotros en él, por la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesucristo. 2Ti.1.6. Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos. 2Ti.1.7. Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. 2Ti.1.8. Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sino participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios, 2Ti.1.9. quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos, 2Ti.1.10. pero que ahora ha sido manifestada por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo, el cual quitó la muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad por el evangelio, 2Ti.1.11. del cual yo fui constituido predicador, apóstol y maestro de los gentiles. Heb.3.1. Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, considerad al apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús; Heb.3.2. el cual es fiel al que le constituyó, como también lo fue Moisés en toda la casa de Dios. Heb.3.3. Porque de tanto mayor gloria que Moisés es estimado digno éste, cuanto tiene mayor honra que la casa el que la hizo. Heb.3.4. Porque toda casa es hecha por alguno; pero el que hizo todas las cosas es Dios.

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