sábado, 7 de septiembre de 2013

LA ALABANZA

2Cr.29.18. Entonces vinieron al rey Ezequías y le dijeron: Ya hemos limpiado toda la casa de Jehová, el altar del holocausto, y todos sus instrumentos, y la mesa de la proposición con todos sus utensilios. 2Cr.29.19. Asimismo hemos preparado y santificado todos los utensilios que en su infidelidad había desechado el rey Acaz, cuando reinaba: y he aquí están delante del altar de Jehová. 2Cr.29.20. Y levantándose de mañana el rey Ezequías reunió los principales de la ciudad, y subió a la casa de Jehová. 2Cr.29.21. Y presentaron siete novillos, siete carneros, siete corderos, y siete machos cabríos, para expiación por el reino, por el santuario y por Judá. Y dijo a los sacerdotes hijos de Aarón, que los ofreciesen sobre el altar de Jehová. 2Cr.29.22. Mataron, pues, los novillos, y los sacerdotes recibieron la sangre, y la esparcieron sobre el altar; mataron luego los carneros, y esparcieron la sangre sobre el altar; asimismo mataron los corderos, y esparcieron la sangre sobre el altar. 2Cr.29.23. Después hicieron acercar delante del rey y de la multitud los machos cabríos para la expiación, y pusieron sobre ellos sus manos: 2Cr.29.24. Y los sacerdotes los mataron, e hicieron ofrenda de expiación con la sangre de ellos sobre el altar, para reconciliar a todo Israel; porque por todo Israel mandó el rey hacer el holocausto y la expiación. 2Cr.29.25. Puso también levitas en la casa de Jehová con címbalos, salterios, y arpas, conforme al mandamiento de David, de Gad vidente del rey, y del profeta Natán: porque aquel mandamiento procedía de Jehová por medio de sus profetas. 2Cr.29.26. Y los levitas estaban con los instrumentos de David, y los sacerdotes con trompetas. 2Cr.29.27. Entonces mandó Ezequías sacrificar el holocausto en el altar; y cuando comenzó el holocausto, comenzó también el cántico de Jehová, con las trompetas y los instrumentos de David rey de Israel. 2Cr.29.28. Y toda la multitud adoraba, y los cantores cantaban, y los trompeteros sonaban las trompetas; todo hasta duró hasta consumirse el holocausto. 2Cr.29.29. Y cuando acabaron de ofrecer, se inclinó el rey, y todos los que con él estaban, y adoraron. 2Cr.29.30. Entonces el rey Ezequías y los príncipes dijeron a los levitas que alabasen a Jehová con las palabras de David y de Asaf vidente: y ellos alabaron con gran alegría, y se inclinaron y adoraron. 2Cr.29.31. Y respondiendo Ezequías dijo: Vosotros os habéis consagrado ahora a Jehová; acercaos, pues, y presentad sacrificios y alabanzas en la casa de Jehová. Y la multitud presentó sacrificios y alabanzas; y todos los generosos de corazón trajeron holocaustos. Sal.50.10. Porque mía es toda bestia del bosque, Y los millares de animales en los collados. Sal.50.11. Conozco a todas las aves de los montes, Y todo lo que se mueve en los campos me pertenece. Sal.50.12. Si yo tuviese hambre, no te lo diría a ti; Porque mío es el mundo y su plenitud. Sal.50.13. ¿He de comer yo carne de toros, O de beber sangre de machos cabríos? Sal.50.14. Sacrifica a Dios alabanza, Y paga tus votos al Altísimo; Sal.50.15. E invócame en el día de la angustia; Te libraré, y tú me honrarás. Sal.50.23. El que sacrifica alabanza me honrará; Y al que ordenare su camino, Le mostraré la salvación de Dios. Sal.96.6. Alabanza y magnificencia delante de él; Poder y gloria en su santuario. Sal.96.7. Tributad a Jehová, oh familias de los pueblos, Dad a Jehová la gloria y el poder. Sal.96.8. Dad a Jehová la honra debida a su nombre; Traed ofrendas, y venid a sus atrios. Sal.96.9. Adorad a Jehová en la hermosura de la santidad; Temed delante de él, toda la tierra. Mat.21.12. Y entró Jesús en el templo de Dios, y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el templo, y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas; Mat.21.13. y les dijo: Escrito está: Mi casa, casa de oración será llamada; mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones. Mat.21.14. Y vinieron a él en el templo ciegos y cojos, y los sanó. Mat.21.15. Pero los principales sacerdotes y los escribas, viendo las maravillas que hacía, y a los muchachos aclamando en el templo y diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David! se indignaron, Mat.21.16. y le dijeron: ¿Oyes lo que éstos dicen? Y Jesús les dijo: Sí; ¿nunca leísteis: De la boca de los niños y de los que maman Perfeccionaste la alabanza? Heb.13.15. Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre. Heb.13.16. Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios. Heb.13.17. Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso. Heb.13.18. Orad por nosotros; pues confiamos en que tenemos buena conciencia, deseando conducirnos bien en todo. Heb.13.19. Y más os ruego que lo hagáis así, para que yo os sea restituido más pronto. Heb.13.20. Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno, Heb.13.21. os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén. Apo.5.5. Y uno de los ancianos me dijo: No llores. He aquí que el León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos. Apo.5.6. Y miré, y vi que en medio del trono y de los cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos, estaba en pie un Cordero como inmolado, que tenía siete cuernos, y siete ojos, los cuales son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra. Apo.5.7. Y vino, y tomó el libro de la mano derecha del que estaba sentado en el trono. Apo.5.8. Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos; Apo.5.9. y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; Apo.5.10. y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra. Apo.5.11. Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos; y su número era millones de millones, Apo.5.12. que decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza. Apo.5.13. Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos.

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