viernes, 6 de septiembre de 2013

EN LA PRUEBA

Deu.7.14. Bendito serás más que todos los pueblos; no habrá en ti varón ni hembra estéril, ni en tus ganados. Deu.7.15. Y quitará Jehová de ti toda enfermedad; y todas las malas plagas de Egipto, que tú conoces, no las pondrá sobre ti, antes las pondrá sobre todos los que te aborrecieren. Deu.7.16. Y consumirás a todos los pueblos que te da Jehová tu Dios; no los perdonará tu ojo, ni servirás a sus dioses, porque te será tropiezo. Deu.7.17. Si dijeres en tu corazón: Estas naciones son mucho más numerosas que yo; ¿cómo las podré exterminar? Deu.7.18. no tengas temor de ellas; acuérdate bien de lo que hizo Jehová tu Dios con Faraón y con todo Egipto; Deu.7.19. de las grandes pruebas que vieron tus ojos, y de las señales y milagros, y de la mano poderosa y el brazo extendido con que Jehová tu Dios te sacó; así hará Jehová tu Dios con todos los pueblos de cuya presencia tú temieres. Deu.7.20. También enviará Jehová tu Dios avispas sobre ellos, hasta que perezcan los que quedaren y los que se hubieren escondido de delante de ti. Deu.7.21. No desmayes delante de ellos, porque Jehová tu Dios está en medio de ti, Dios grande y temible. Rom.5.1. Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; Rom.5.2. por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. Rom.5.3. Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; Rom.5.4. y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; Rom.5.5. y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado. Rom.5.6. Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos. 2Co.8.24. Mostrad, pues, para con ellos ante las iglesias la prueba de vuestro amor, y de nuestro gloriarnos respecto de vosotros. Gál.6.2. Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo. Gál.6.3. Porque el que se cree ser algo, no siendo nada, a sí mismo se engaña. Gál.6.4. Así que, cada uno someta a prueba su propia obra, y entonces tendrá motivo de gloriarse sólo respecto de sí mismo, y no en otro; Gál.6.5. porque cada uno llevará su propia carga. Gál.6.6. El que es enseñado en la palabra, haga partícipe de toda cosa buena al que lo instruye. Gál.6.7. No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Gál.6.8. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. 1Ti.3.8. Los diáconos asimismo deben ser honestos, sin doblez, no dados a mucho vino, no codiciosos de ganancias deshonestas; 1Ti.3.9. que guarden el misterio de la fe con limpia conciencia. 1Ti.3.10. Y éstos también sean sometidos a prueba primero, y entonces ejerzan el diaconado, si son irreprensibles. 1Ti.3.11. Las mujeres asimismo sean honestas, no calumniadoras, sino sobrias, fieles en todo. 1Ti.3.12. Los diáconos sean maridos de una sola mujer, y que gobiernen bien sus hijos y sus casas. 1Ti.3.13. Porque los que ejerzan bien el diaconado, ganan para sí un grado honroso, y mucha confianza en la fe que es en Cristo Jesús. San.1.2. Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, San.1.3. sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. San.1.4. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna. San.1.12. Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman. San.1.13. Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie; San.1.14. sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. San.1.15. Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte. San.1.16. Amados hermanos míos, no erréis. San.1.17. Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación. 1Pe.1.3. Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, 1Pe.1.4. para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, 1Pe.1.5. que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero. 1Pe.1.6. En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, 1Pe.1.7. para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo, 1Pe.1.8. a quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso; 1Pe.4.12. Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese, 1Pe.4.13. sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría. 1Pe.4.14. Si sois vituperados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre vosotros. Ciertamente, de parte de ellos, él es blasfemado, pero por vosotros es glorificado. 1Pe.4.15. Así que, ninguno de vosotros padezca como homicida, o ladrón, o malhechor, o por entremeterse en lo ajeno; 1Pe.4.16. pero si alguno padece como cristiano, no se avergüence, sino glorifique a Dios por ello. 1Pe.4.17. Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios? 1Pe.4.18. Y: Si el justo con dificultad se salva, ¿En dónde aparecerá el impío y el pecador? 1Pe.4.19. De modo que los que padecen según la voluntad de Dios, encomienden sus almas al fiel Creador, y hagan el bien. Apo.3.10. Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra.

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